Ha causado un enorme impacto en el mundo de la tecnología, el cierre abrupto de la empresa Megaupload que se dedicaba a la carga y descarga de material, música, libros y películas, en forma gratuita y pagada. Se le acusa de conformar una asociación delictiva que durante más de 5 años operó con varios sitios en internet donde se distribuía y se traficaba con contenido pirateado incluyendo películas – en algunos casos antes de que salieran en las salas de cine – música, programas de televisión, libros electrónicos y programas de computadoras comerciales, todo de una forma masiva.
Megaupload, ¿un cierre necesario? |
Además, se indicaba que los dueños de Megaupload anunciaban libremente que tenían más de mil millones de visitantes mensuales, y contaban con más de 150 millones de usuarios registrados, 50 millones de visitantes diarios y generaban el 4% del tráfico total de la Internet. Se estima que los daños económicos causados por estos sitios a los legítimos propietarios del material que se distribuía ilegalmente en el sitio sobrepasa los $500 millones de dólares y habían logrado más de $175 millones de dólares en ganancias por concepto de publicidad desplegada en el sitio de Megaupload, así como por concepto de membresía pagada en el sitio.
En otras palabras, todo el mundo usaba los servicios de Megaupload y sus asociados, disfrutando de material por el que no se pagaba. Es decir, se había instaurado una cultura del robo que acabó repentinamente con el cierre de la empresa.
El caso del Transantiago.
El sistema de transporte colectivo, la “mala palabra” Transantiago, ha marcado en forma permanente porcentajes de evasión superiores al 20% mensual. Es decir, uno de cada cinco pasajeros evade el pago del servicio de transporte lo que equivale a más $100.000.000 diarios de pérdida de ingresos del sistema.
"El Transantiago te cambiará la vida"...Gracias |
Por lo tanto, el sistema es deficitario y las pérdidas las asume el Estado con subsidios, lo que es una presión permanente para aumentar las tarifas como ha acontecido durante el año 2011. Al final, entonces, la evasión del 20% debe ser asumida por todos en la forma menos presupuesto para otros fines.
Como no se ha logrado controlar la citada evasión, las actuales autoridades de transportes han decidido que en las próximas negociaciones y cambios de contrato con las empresas de buses, se traspase el control de la recaudación de modo que sean ellas las que asuman el déficit y no el Estado. Así, deben comenzar a preocuparse por implementar mejores controles como nuevos torniquetes para el ingreso, modificar las puertas, habilitar guardias y validadores en las puertas traseras, habilitar zonas pagas con guardias, etc.
Pero, ¿qué pasa en internet?. La situación es parecida puesto que “se cuelan por la puerta trasera del sistema” todos aquellos que quieren disfrutar de creaciones sin pagar por el producto. Y Megaupload era una empresa que facilitaba las herramientas para ello.
Las razones de la industria de la piratería chilena.
El no pago por los servicios o productos que se disfrutan es una mala y recurrente práctica en nuestro país. Digamos las cosas con claridad: Chile es un paraíso para la piratería en todas sus formas.
Recorra las calles de cualquier ciudad y podrá encontrar en el denominado “Mall Cuneta” toda una gama de artículos de dudosa procedencia y que las más de las veces son copias piratas de libros, películas, software y música. Y en muchos lugares se venden a vista y paciencia de la autoridad que no dispone de los medios para controlar este verdadero robo a plena luz del día.
¿Cuáles son las razones para que la industria de la piratería esté en permanente crecimiento?. En primer lugar, somos un país pobre en el cuál una gran mayoría tiene empleos e ingresos precarios cercanos a los $300.000; en segundo lugar, los productos que se piratean son de alto precio y están fuera del alcance de las grandes mayorías, y, en tercer lugar, las personas aspiran a disfrutar los bienes y servicios que disfrutan los que tienen más ingreso. Por lo tanto, esta es la combinación que hace que la piratería disfrute de buena salud en nuestro país.
Además, estos factores han conseguido instalar la percepción en las grandes mayorías de que no es malo ni irregular robar bienes y servicios. Creen que es un “derecho” el disfrutar de productos por los cuáles no pagan, están conscientes de la sensación de impunidad que impera entre quienes evaden porque nadie se hace responsable, la gente ve una oportunidad de gastar menos y, de esa forma, aumentar sus ingresos. Incluso, no les importa recibir un producto de inferior calidad porque saben que es robado. Si ellos pudieran robar, también lo harían
Por lo tanto, el incidente Megaupload ha puesto en el tapete un conflicto de principios claves: libertad de expresión versus derechos de propiedad.
¿En que se parecen el Transantiago y Megaupload?
Al igual que el Transantiago representa un evasión de pago a escala de la ciudad completa, Megaupload es la cara visible del robo en internet a gran escala mundial. Y ambos deben ser controlados y castigados porque ninguna persona puede pretender disfrutar de bienes y servicios sin pagar por ellos.
Por cierto, este es un tema de múltiples aristas, pero el principio que debe tenerse muy claro es que nadie tiene el derecho de apropiarse o disfrutar de un bien o servicio si no ha pagado por ellos.
En muchos países y culturas, el respeto por el otro es un principio de vida, en especial, en la anglosajona. Sin embargo, en las culturas latinas el robo a gran escala es una forma de generarse ingresos de un sector de la sociedad más retrasado respecto del progreso.
¿Qué sucedería si se elimina de raíz la cultura del “todo gratis”?. De partida, el mundo seguirá girando y los ladrones orientarán su quehacer en la búsqueda de otras opciones en las cuáles ocupar sus talentos. E aquí, entonces, la responsabilidad para los países con problemas de alta piratería para que creen condiciones económicas que aumenten la cantidad y calidad de los empleos, y aumenten los ingresos para las personas puedan adquirir los bienes y servicios que más desean.
Si se trabajara de esta manera se produciría un círculo virtuoso que estimularía a los creadores a ofrecer mejores creaciones y la calidad de vida aumentará para todos. El bienestar llega de la mano del esfuerzo y del trabajo bien hecho.
Será un trabajo arduo eliminar la percepción de que “yo tengo derecho a ver la película X, porque los cines cobran muy caro”. La cultura de “el que paga, es gil” debe ser erradicada de raíz de nuestra cultura, y para eso necesitamos una economía que genere oportunidades de trabajos y empleos de calidad. Esa es la clave.
Cuidado, sin embargo, con aceptar cualquier tipo de legislación de corte socialista.
Cuidado con las leyes tipo SOPA y PIPA.
Llamamos “socialistas” no solo a los socialistas reales de cuerpo y espíritu, sino a todos aquellos que creen en los “intentos sistemáticos de diseñar u organizar total y parcialmente, mediante medidas coactivas de ingeniería social cualquier área del entramado de interacciones humanas que constituyen el mercado y la sociedad”.
Es decir, la eliminación de Megaupload no afecta las libertades de expresión de las personas, sino solo el robo descarado de propiedad privada sin pagar por ello. Sin embargo, las leyes que puedan implementarse no deben ser una herramienta que altere en demasía, el comportamiento del mercado, y menos aún, una posible herramienta que pueda ser usada para fines absolutamente diferentes.
Por ejemplo, se postula que los proveedores de internet serán los “nuevos vigilantes" y con el fin de detectar las páginas que estén compartiendo contenido ilegal; les darán inmunidad si bloquean portales de usuarios que no hayan cometido delito. En otras palabras, aumentan el poder discrecional de los proveedores a niveles insospechados. Del mismo modo, el Departamento de Justicia tendrá nuevas atribuciones y sin orden judicial podrá cerrar páginas web; bloquear dominios de internet y hacer que buscadores como Google eliminen esas páginas en los motores de búsqueda. Por su parte, el gobierno podrá cerrar páginas alojadas en EE UU que permitan descargas de contenido protegido por derechos de autor y podrá impedir el uso de herramientas empleadas por ciudadanos de China o Irán para burlar la censura.
En otras palabras, debemos impedir que estas legislaciones se conviertan en la Nueva Inquisición de Internet, censurando, borrando, eliminando e interviniendo en espacios de decisión individuales. Recordemos que los que están detrás de la promoción de estas legislaciones son funcionarios y burócratas, de matriz socialista, siempre atentos para restringir pero no para ampliar.
Está bien cuidar los derechos de propiedad, pero que no sea a costa de restringir la libertad de expresión.
PANORAMA Liberal
24 enero 2012
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