|
Matthei y Piñera, dos razones para mostrar como ha fracasado la derecha política chilena; debemos superar este pobre liderazgo que ha condenado a la derecha al ostracismo por varios años más... |
Ha
llegado la hora de que cualquier persona haga pronósticos para las elecciones
que se avecinan. Hace poco sostuve una interesante conversación con un
politólogo aficionado que me desafiaba con los siguientes porcentajes de
votación en la primera vuelta del 17 de noviembre:
Bachelet: 45%
Matthei: 27%
Parisi: 13%
MEO: 8%
Otros: 7%
Es
decir, de acuerdo a nuestro amigo politólogo tendremos segunda vuelta con Bachelet
y Matthei. Y en segunda vuelta el pronóstico sería:
Bachelet:
67%
Matthei:
33%
Por
lo tanto, el pronóstico de nuestro politólogo es que nos espera un gobierno de
izquierda por los próximos cuatro años; un gobierno de los mismos socio-listos de
siempre con los colmillos desgastados de tanto mascar piedras, pero ya se los
están afilando, con la ropa desastrada después de cuatro años sin ingresos
fiscales….Me decía mi amigo el politólogo que “además, los socio-listos tienen
un hambre de cuatro años que debe ser vigilada con cautela por la ciudadanía
porque ya se escuchan como suenan las tripas socialistas ante su apetito fiscal
voraz…”.
Y
una de las razones de este escenario es la pobrísima actuación de un político
socialista, disfrazado de derechista, llamado Sebastián Piñera Echeñique, de
familia democratacristiana fanática, que ha dejado al sector que representa sumido
en la oscuridad más absoluta, sin ideas fuerza y sin futuro posible, ¿Cómo se
puede calificar la presidencia de una persona que ha hipotecado por varios años
más la posibilidad de que su sector vuelva a la presidencia?. Un sonoro fracaso
o ¿éxito?. Piñera es el tipo de liderazgo elegido por una derecha pusilánime y
encerrada en sus propios intereses, aburguesados y cebados en su desidia.
Nos
molesta lo anterior porque la alternativa, el socialismo, es un procreador de
pobreza mental y material. Y una simple señora Bachelet nos promete un mejor
futuro pero son promesas imposibles de cumplir. Y será elegida, no por el poder
de bellas ideas transformadoras de la sociedad, sino porque tiene el mejor tipo
de electorado posible: el emocionalmente fiel, incapaz de pensar y razonar, que
vota a ciegas y por impulso; que juntan chapitas y se visten como la gordita. A
la gente que vota “Bachelet” no le interesa en absoluto si cumplirá o no sus
promesas sino que votan por un sueño, una emoción cálida que transmite la señora,
la gran mamá. Otra cosa es si Bachelet logrará satisfacer las expectativas de
sus votantes, porque si la brecha de expectativas se amplía, la decepción puede
ser enorme dado que Bachelet es lo único que sostiene a una inestable coalición
como el Frankenstein Nueva Mayoría; si se cae Bachelet, nada sostendrá la caída
y la destrucción definitiva de este esperpento político…Una absoluta nada en un
mundo sin ideas ni futuro, ¿se puede vivir sin ideas fuerza?.
Nuestro
diagnóstico es que los políticos –en especial, los de derecha- han decodificado
en forma equivocada las señales que han recibido de la ciudadanía. Es cierto que
las personas han salido a las calles y se han enfrentado a la institucionalidad,
pero han decodificado las causas de dichas señales de una manera equivocada
porque en vez de aumentar los espacios de libertad individual, estimular la
iniciativa individual y propiciar libertades crecientes para desarrollar sus
talentos, han presentado como solución a la idea-fuerza socialista de que la
madre de nuestras soluciones radica en un Estado interventor y paternalista que
impondrá ciertos derechos. En otras palabras, esta idea-fuerza socialista nos
plantea que las personas son inútiles e inválidos para atender por su propia
cuenta sus propios asuntos y que requieren del apoyo de una nomenklatura de
hombres y mujeres buenos y sabios, que saben con certeza lo que deseamos cada
uno de los ciudadanos…¿Será posible tamaña necedad?.
Por
eso, Bachelet es el nudo gordiano y el engrudo de la renombrada coalición
izquierdista que pretende intervenir en nuestras vidas mediante la “nueva
mayoría”, ¿comprenden el sentido de dicho nombre?. Sin esta señora, la
coalición izquierdista sería una gran bolsa de gatos, mostrándose las garras y
echando la pachotada a cualquiera que tenga la desgracia de caer en dicha
bolsita…Pero esta es el Hada Madrina de la izquierda que, con su mágica sonrisa,
calma a los gatitos de la bolsita al mostrarles el 11 de marzo
próximo…¡pórtense bien chiquillos …que el botín fiscal nos espera…hay para
todos durante los próximos cuatro años…!!!. Mientras tanto, las soluciones más
esperadas por los ciudadanos solo redundarán en más y peores servicios, ¿podría
ser distinto?.
Por
su parte, la derecha política ha mostrado su sempiterna estupidez, insensatez, indecisión
y falta de liderazgos. Y el que debiera liderar el sector, Piñera, es un fracaso
mayúsculo dado que solo se representa a sí mismo y a su ombligo lleno de
pelusas…¿No debieran pedirle que vuelva a la Concertación de la que no debió
haber salido?. La derecha requiere liderazgos de otro norte para completar las
tareas que los diferencian del otro sector y en la actualidad se ha
transformado en un proyecto miserable, difícil de defender, pese al fiel electorado
que siempre los acompaña…
Y
la figura que eligieron para sucederlo se ha transformado en una impresentable Matthei que actúa igual que una
socialista buscando desacreditar a sus oponentes por medio de la denuncia y los
golpes bajos...¿Qué fin puede tener una candidatura que no es capaz de prender
en la ciudadanía porque no tienen ideas ni argumentos sólidos?, ¿Qué fin puede
perseguir una candidatura sin ideas ni argumentos excepto el chaqueteo?. Con estos
liderazgos tipo Piñera y Matthei, la derecha política no será capaz de
construir proyectos políticos de futuro…La derecha requiere un violento cambio
de rumbo filosófico y práctico con otros liderazgos…
LAS RAZONES DEL FRACASO DE
LA DERECHA…
Conviene
preguntarse ¿qué ha sucedido con la derecha política como para haber equivocado
tanto el camino y permitir la vuelta al poder de la socialista Bachelet y su
cohorte de izquierdistas ávidos del botín fiscal?...
Según
Luis Larraín de Libertad y Desarrollo, “el
problema de la centro derecha empieza por el hecho de que sus ideas
tradicionales -la libertad económica y el premio al esfuerzo individual- han
perdido terreno en la sociedad chilena… Las nuevas percepciones son que la
desigualdad en Chile es muy alta, que las empresas, especialmente las grandes,
abusan masivamente de los chilenos y que el lucro que mueve la actividad empresarial
es intrínsecamente malo…La combinación de estos factores han instalado en
muchos chilenos la siguiente secuencia de pensamiento: gano poco dinero porque
otros ganan demasiado; no me alcanza la plata porque las empresas abusan de mí
y me sacan mucho. Este razonamiento ataca al corazón de una economía de
mercado, porque pone en duda la legitimidad de ésta. Prescinde absolutamente
del hecho de que es la empresa la que dio trabajo, también que provee de bienes
y servicios de cada vez mayor calidad en todos los ámbitos…”
En
otras palabras, la mezquina derecha política en contubernio ilegítimo con el
poder económico han propiciado un status quo conservador inaceptable con el fin
de seguir disfrutando de las regalías que han obtenido de los gobiernos
socialistas, ¿cómo?. Se han aprovechado de la ideología socialista contraria a
los mercados libres, que los ultra regula reduciendo los niveles competitivos, para
crear grandes empresas que pagan bajos salarios. Son la contrapartida del
Capitalismo de Estado. Es extraño que los socialistas asciendan al poder para
enriquecer a algunos mientras dejan a las mayorías sobrevivir en una sociedad
que entrega escasas oportunidades mientras culpan al capitalismo de sus propios
errores conceptuales. Solo en una sociedad libre y abierta los más capaces pueden
ascender socialmente y lograr satisfacer sus sueños…pero una persona libre y
empoderada no vota socialismo, ¡¡¡vota por más y crecientes libertades!!!. Esta
es la verdadera razón para seguir procreando pobres a tasas crecientes, perfecto
caldo de cultivo de oscuras ideologías inhibidoras de la iniciativa…
El
gran fracaso de la derecha es que ha dejado que los sueños de libertad e
iniciativa individual se pierdan en medio de las más terribles pesadillas de más
igualdad y más Estado. Por eso, Larraín nos recuerda que las soluciones de
Bachelet y la izquierda son “[1] reforma
tributaria y [2] educación gratuita para disminuir la desigualdad, y [3]
reforma constitucional para obtener las mayorías necesarias para hacer estos
cambios…Nuestras recetas son educación y empleo de calidad, porque así lo que
ganan muy poco ganarán más para forjarse, ellos mismos, un mejor destino…Tampoco
negamos que hay abusos, sólo pensamos que la solución es más competencia.
Generar reglas del juego que fomenten la libre entrada de empresas y regule la
libre salida de los consumidores, que no debieran quedar cautivos de un contrato…”.
En
otras palabras, la izquierda ha sido exitosa al posicionar en las grandes masas
una percepción específica respecto de nuestros problemas y sus causas, en
desmedro de las ideas de una derecha política pusilánime, entregada a sujetos
como Piñera, Matthei y otros que creen que porque tienen poder económico, son
los únicos poseedores de las ideas legítimas de la derecha. Por ejemplo,
¿Por
qué la sociedad parece no valorar las ideas de la libertad económica?...
¿Por
qué la sociedad parece no valorar el esfuerzo individual como la clave del
éxito?...
¿Por
qué la sociedad parece considerar que la desigualdad en Chile es muy alta?...
¿Por
qué la sociedad parece considerar que las empresas abusan masivamente de los
chilenos?...
¿Por
qué la sociedad parece considerar que el lucro que mueve la actividad
empresarial es intrínsecamente malo?...
¿Por
qué la sociedad parece creer que los que ganan poco dinero es debido a otros que
ganan demasiado?...
¿Por
qué la sociedad parece no reconocer el rol de las empresas que son las que dan
trabajo y proveen bienes y servicios de mayor calidad?...
¿Por
qué la sociedad acepta pasivamente que debe pagar más impuestos cuando la
izquierda nos promete una reforma tributaria?...
¿Por
qué la sociedad cree que la educación estatal y gratuita traerá consigo una
rápida disminución de la desigualdad de ingresos?...
¿Por
qué la sociedad acepta pasivamente la reforma constitucional que impondrá la
dictadura de la mayoría y quizás es el primer paso para implantar el
totalitarismo?...
¿Por
qué la sociedad no está convencida de las bondades del libre mercado?...
El
ideario de la derecha política es muy potente y claro, pero ha sido mal
defendido por esta tropa de ineptos liderados por políticos tránsfugas y un pequeño
grupo de empresarios que viven de las regalías socialistas de corto plazo. En
cambio, los socialistas han convencido a la gente de que estos empresarios
surgieron de la nada para enriquecerse a costa de todos, han cultivado el
resentimiento y lo han convertido en una virtud: soy lo que soy por culpa de
otros…¡Que cómoda percepción…No es mi responsabilidad…es de otros!. ¿Puede
haber algo más cómodo que la percepción de que todo lo que me pasa es culpa de
lo que hacen los demás?. Por lo tanto, el Estado debe garantizar nuestros
derechos para volver a la normalidad. Esto es lo que transmite la izquierda, y
que representa Bachelet…Por lo tanto, se espera muchísimo de ella y las
expectativas que ha generado son enormes, pero ese es un problema de ellos. A
su vez, la derecha política debe hacer un diagnóstico preciso para revertir la
paupérrima situación que los tiene postrados.
DIAGNÓSTICO Y TAREAS PARA LA
DERECHA POLÍTICA…
La
derecha política ha hecho muy mal su trabajo porque una de las claves para que
los electores valoren esta opción es poner a competir las ideas, creencias y expectativas
con las ideas rivales, y argumentar respecto de su tremendo valor. Debemos
re-educar al electorado respecto de la potencia maravillosa del ideario liberal.
Veamos ahora un breve diagnóstico y los pasos que deben dar los nuevos
liderazgos de la derecha política.
Antes
que nada conviene aclarar un par de conceptos. Percepción es el proceso que
realiza el cerebro humano para captar y organizar información con el fin de
darle un cierto significado a su propio mundo. En cambio, la expectativa es una
creencia respecto de un futuro probable, sea o no realista. Por eso, lo
recomendable es que los resultados esperados y los reales sean cercanos porque,
en caso contrario, ocasionarán una decepción.
En
este sentido, hay un claro desajuste entre las expectativas y las percepciones
de la ciudadanía respecto de los ideales de la derecha. La percepción que los socialistas
han impuesto plantea que el Estado debe ser garante y responsable de una serie
de derechos (educación, salud, transporte, trabajo, vacaciones, etc.); los
empresarios y las empresas abusan de los consumidores por culpa de un “modelo
neoliberal” culpable de las desigualdades del ingreso. Y la izquierda chilena
ha posicionado su ideología con relativa facilidad después del régimen militar,
porque la derecha ha estado, desde entonces, a la defensiva. Todo se ha basado
en una supuesta superioridad moral debido a los maltratos y violaciones de los
DDHH que la izquierda recibió en dicho régimen, y que astutamente ha buscado
asociarlo a toda la derecha política.
PRIMERA
TAREA: REESTABLECER EL VALOR DE LAS IDEAS DE LA DERECHA. La primera tarea,
entonces, es reponer en el ideario nacional las ideas de libertad individual
responsable, Estado mínimo y limitado, defensa del Estado de Derecho, valor de
la propiedad privada y libre mercado. ¿Pueden existir, acaso, ideas más
poderosas y bellas que estas?, ¿Por qué dichas ideas no tienen, en la derecha,
algunos defensores del nivel que se merecen?.
Debemos
ser capaces de reconocer que es lo que los ciudadanos más desean. En ese
sentido, no es verdad que los ciudadanos desean que todo sea estatal, gratuito
y que todas las empresas son abusadoras, porque esta es una imposición socialista
que oculta su verdadero rostro: arrebatar más espacios de libertades
individuales para controlar a las mayorías por el estómago y la razón. Por eso,
sin mayor análisis podemos decir que las grandes mayorías desean mantener
amplias y crecientes libertades, mientras se maximizan las opciones y
oportunidades para progresar económica y socialmente. ¿Cómo no vamos a poder
defender estas ideas?. Sin embargo, debemos precisarlas.
El
capitalismo es una maravilla que permite que las personas sean cada vez más
libres y dispongan de su tiempo de la manera que les plazca, pero
responsabilizándose de sus elecciones. Probablemente, algunos de mis caros
lectores se estará preguntando: ¿de verdad el capitalismo es una maravilla?, ¿a
qué se refiere?. Pareciera que la sociedad no reconoce que el capitalismo es el
único sistema que presta beneficios para las personas. Es más, el altruismo
socialista parece haberse impuesto al capitalismo.
Sin
embargo, el capitalismo del que hablamos es el que proviene del libre mercado,
y no nos referimos al “capitalismo de Estado” propuesto por los socialistas -que
llaman neoliberalismo- y que se basa en mercados intervenidos hasta la locura
que permite el surgimiento de grandes empresas que son las únicas que pueden
satisfacer las regulaciones socialistas. Lo paradójico es que para combatir al
“neoliberalismo” (creación socialista) debemos continuar aumentando el tamaño
del Estado como protector y garantizador de los multi-derechos de los
individuos de las sociedades modernas.
No
es necesario que el Estado aumente continuamente de tamaño, con el fin de
solucionar los problemas de las personas, porque ese crecimiento le quita libertades a
las personas; el Estado –si es que sirve para algo- debe dedicarse a aumentar
la competencia en todos los niveles lo que posibilitará que las personas tengan
mayores oportunidades en los mercados laborales y los salarios aumenten como
consecuencia de mejorar el servicio a los clientes finales.
¿Por
qué parece tan difícil defender la belleza del capitalismo?. Porque hemos callado
demasiado tiempo, y hemos sido cómplices de las acusaciones que esta maravillosa
creación humana ha recibido de parte de los seguidores de la secta socialista…Los
tiempos pasan, las maravillas persisten y los errores no pueden permanecer por
demasiado tiempo…
SEGUNDA
TAREA: DESARROLLAR EXPECTIVAS RAZONABLES EN LA CIUDADANÍA. La derecha política
debe minimizar las conductas megalómanas tan características de la clase
política; debe volver a la humildad como elemento clave para desarrollar
expectativas razonables en la ciudadanía. Con tal fin, no se debe prometer lo
que no se puede lograr, ¿y qué es eso?.
La
derecha no puede ser tan arrogante como para pretender cambiar al mundo, tal como
lo pretenden sus adversarios ideológicos; el mundo es complejo y cambiante, y
debe ser cambiado por todos y para todos, mediante la prueba y el error. En
cambio, la izquierda pretende cambiar al mundo para imponernos un ideario que
empequeñece al ser humano, lo convierte en un inválido al quitarle la
iniciativa individual y lo termina transformando en una bestia irracional que solo
debe caminar por el camino trazado por algunos “hombres nuevos y buenos” que se
creen iluminados. Robert Frost una vez escribió que “de aquí a la eternidad: Dos
caminos se bifurcaban en un bosque y yo, Yo tomé el menos transitado, Y eso
hizo toda la diferencia”. Este es el gran valor de la derecha: que las personas
tomen decisiones libremente sin imposiciones, sin buscar culpables de los
errores que hemos cometido; esa búsqueda de culpables y responsables externos
por lo que nos pasa, es el resultado de las promesas absurdas de largo plazo
que se convierten en camisas de fuerza ideológicas.
El
futuro de la ciudadanía pasa por el accionar de los mismos ciudadanos y no por
una minoría, denominada clase política, que solo vela por su propio bienestar.
Probablemente, la consecuencia más perversa del socialismo es hacer creer que
los políticos podrán solucionar alguna vez nuestros problemas cuando, en la
realidad, los políticos son los únicos responsables de profundizar o crear
nuevos problemas…
Por
lo tanto, la derecha política debe reposicionar el valor de la libertad
individual responsable y construir expectativas posibles y reales. El objetivo
es profundizar una sociedad libre y abierta para que el futuro no siga perteneciendo
a la clase política, esclavizada por la mentalidad socialista, sino a los
ciudadanos interactuando en un ambiente sano y libre, ¿es mucho pedir?.
PANORAMA Liberal
Jueves 14 Noviembre 2013