|
La Puerta del Sol, el nuevo Parlamento español |
En España, ¿ha comenzado a fraguarse el inicio de una nueva primavera o de un duro otoño?. El pasado 15 de mayo, comenzaron a reunirse miles de personas, indignadas por la situación sociopolítica y económica, en el centro neurálgico de la capital. Comenzaron a acampar en la Puerta del Sol, naciendo un nuevo espacio humano, propio y dinámico, espontáneo y caótico, que se está construyendo mientras los días pasan, que se mueve mientras los demás parecen estáticos.
Y el motor de este movimiento es el hastío de cientos de personas que los han llevado a desafiar a las autoridades en las cuáles ya no creen. Y la indignación en vez de remitir, crece y se exporta a otras latitudes. Es la rebelión de las masas en su versión 2011.
El nuevo Parlamento
Algunos medios indican que “ha surgido otro parlamento” y, por cierto, está naciendo otra democracia, de una manera caótica pero coordinada por los medios electrónicos cómo twitter y facebook. De alguna manera, esta es una recreación de la revolución árabe en su versión española.
|
La revolución española, ¿inicio de la primavera o del otoño? |
Ahora el nuevo Parlamento está en las calles, en las veredas, donde jóvenes variopintos toman notas, discuten e intercambian propuestas; otros se excitan, levantan las manos con pancartas tipo “políticos, nosotros somos sus jefes”. Existen también comisiones por áreas diferenciadas que se reúnen en tiendas de campaña o a la intemperie.
Al parecer, ha llegado el momento de los ciudadanos comunes y corrientes, puesto que debido a la crisis los políticos han hablado mucho y no han hecho nada. Hoy, los ciudadanos están hablando, vociferando o gritando.
Por megáfono o a grito limpio se escucha en las calles que "consideramos como leyes injustas la Ley de Extranjería, el Plan Bolonia, la Ley Sinde, la Ley electoral y la de Igualdad de género…Hay que acabar con el apoyo estatal a la Iglesia…Los rescates deben ir dirigidos a las familias desahuciadas y no a los bancos". Voces airadas, reclamos, malestar por la situación actual.
¿Qué persigue este movimiento?
Las propuestas de estas múltiples voces, que se tratan de imponer a las demás, son muy difíciles de clasificar y ordenar; se entremezclan quejas, reclamos y problemáticas de muy variado orden. Cada persona es un mundo, y cada mundo tiene sus problemas…¿cómo ordenar el caos de una rebelión contra un sistema que no da opciones individuales?.
La clave está, entonces, en articular un discurso que permita hacer inteligibles a toda la sociedad, la queja global y generalizada contra las carencias del sistema democrático-económico imperante. Este movimiento es un reflejo de cuan alejadas están las cúpulas partidarias, los políticos y los burócratas de las personas desencantadas y hartas de discursos demagógicos.
En el diario el país, www.elpais.com, es posible apreciar “algunas de esas reivindicaciones concretas:
- Abolición de leyes injustas. Suprimir y sustituir normas como la Ley Sinde, el Plan Bolonia, la Ley de Extranjería, la Ley de Partidos o la ley electoral. Y apoyan que las leyes clave que aprueben las Cortes vayan precedidas de un referéndum.
- Tercera República. Unos quieren un referéndum para votar monarquía o república, otros apuestan directamente por hacer desaparecer de la Constitución todo lo que tenga que ver con la Casa Real.
- Reformas fiscales. Abogan por "favorecer las rentas más bajas", por "que paguen más los que más tienen" y por "que el IVA sea un impuesto progresivo". Además, entre otras muchas cosas, quieren "que se establezca la tasa Tobin para gravar la especulación y el movimiento de capitales y que lo obtenido por esos impuestos revierta en políticas sociales". Se propugna asimismo "nacionalizar los bancos rescatados".
- Transporte y movilidad. Favorecer el transporte público y alternativo al coche, crear una red de carril bici, subvencionar el abono transporte a los parados.
- Reforma de las condiciones laborales de la clase política. Se aboga por la supresión de sueldos vitalicios, la formación reglada (que opositen), la revisión y balance de las políticas al concluir cada mandato, listas electorales limpias y libres de imputados por corrupción política.
- Desvinculación total de la Iglesia y el Estado y División de Poderes. La religión debe ser circunscrita solo a la intimidad y los jueces deben estar lejos de la política.
- Democracia participativa y directa. Apuestan por un funcionamiento asambleario en la base ciudadana (barrios, distritos...) apoyado en Internet y las nuevas tecnologías. Piden también participación en los asuntos relativos a la gestión de los presupuestos por las distintas administraciones. En general, descentralización del poder político.
- Mejora y regularización de las relaciones laborales. Básicamente se trata de acabar con la precariedad salarial y el "abuso" de los becarios, estableciendo un salario mínimo de 1.200 euros, con un Estado que garantice el empleo y la igualdad salarial.
- Ecología y Medio Ambiente. Cierre inmediato de las centrales nucleares y apoyo a las economías sostenibles.
- Recuperación de las empresas públicas privatizadas. La Administración debe de hacerse cargo de nuevo de la gestión.
- Fuerza del Estado. Reducción del gasto militar, cierre de las fábricas de armas y negativa a la intervención en cualquier escenario de guerra.
- Recuperación de la Memoria Histórica. Condena del franquismo”.
Como es fácil de comprender, en este caos se confunden piedras con huevos, puesto que todo sirve para animar el fuego de la revuelta. Sin embargo, no puede perderse de vista que el malestar básico comienza con la crisis financiera que ha herido profundamente a la economía española y ha generado un desempleo juvenil superior al 43%.
Un breve resumen de la crisis financiera.
|
La crisis y su ideólogo |
· La excelente marcha de la economía de EEUU y los bajos tipos de interés estimulados por el gobierno y ejecutados por la FED, hacen aumentar a tasas enormes la concesión de hipotecas de alto riesgo o subprime, y de productos financieros asociados.
· Estas hipotecas de alto riesgo o subprime o basura son préstamos hipotecarios concedidos a clientes sin contrato laboral o con subcontratos que no pueden acceder al mercado hipotecario normal o "prime": son pagadores dudosos que abonan un tipo de interés superior al de mercado. Los grandes bancos y fondos de inversión tenían sus activos en títulos respaldados por estas hipotecas subprime.
· El aumento de la morosidad hace caer el mercado hipotecario y estallar la burbuja inmobiliaria, lo que produce una brusca contracción del crédito y una enorme volatilidad en los mercados financieros, generándose una espiral de desconfianza en el sistema financiero a nivel mundial.
· Baja el precio de las viviendas, y baja el valor de los activos financieros asociados. Así, caen también los productos financieros de inversión ligados a esas hipotecas.
· Se reduce la liquidez, se conceden menos préstamos, la economía deja de crecer y aumenta el desempleo.
· Los gobiernos plantean comprar deuda morosa e inyectar liquidez a las entidades financieras mediante fuertes desembolsos. La intención es sanear el balance de las entidades financieras para que puedan volver a conceder créditos a hogares y empresas, en especial préstamos hipotecarios.
El Plan de Austeridad Fiscal: el comienzo de todo
|
El socialista Zapatero, contra las cuerdas |
Cuando hace un año atrás, el socialista presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero atravesó su propio Rubicón al recortar los gastos sociales, ya la suerte estaba echada. En aquel sombrío Pleno del Congreso, Zapatero las describió como "duras medidas, sacrificios y esfuerzo importante", en forma de recortes donde más duelen. Es decir, reducción del salario de funcionarios, recortes de pensiones, freno a la aplicación de la Ley de Dependencia y supresión de ayudas a la maternidad, entre otros.
"A ningún presidente del Gobierno le gusta comparecer para anunciar recortes y a mí menos aún…Asumo esa responsabilidad, porque la situación es difícil y sería insensato ocultarlo…Es ahora cuando más lo necesitamos para mantener entre nosotros a los inversores y mantener imagen de estabilidad. No es fácil dirigirse así a los ciudadanos…", fueron algunas de sus palabras,
Mientras tanto, en los escaños socialistas se aguantaba la respiración y se cruzaban las miradas de los diputados conscientes del complicado papel y del costo político que deberán pagar con el anuncio de sacrificios tan impopulares. Y los están comenzando a pagar.
Por lo tanto, a partir de ese momento se comenzó a hervir la sopa del desencanto con una clase política incapaz de ofrecer propuestas atractivas al electorado y que está plagada de funcionarios y burócratas que solo se miran el ombligo. Hasta el 12 de mayo del 2010, la vida política de Zapatero se identificaba con la sonrisa, el optimismo y el anuncio de nuevas ayudas y derechos y esa trayectoria se quebró con el anuncio de los recortes que le exigieron la Unión Europa y EEUU. La era de la austeridad había llegado.
Sin embargo, España no está sola. En el pasado reciente, los otros PIIGS (Portugal, Italia, Irlanda y Grecia) han anunciado uno tras otro, recortes en el gasto público y aumentos impositivos para enfrentar los fuertes déficit fiscales; el gobierno británico de coalición, liderado por David Cameron, anunció recortes equivalentes a unos US$9.000 millones para el año pasado; incluso países menos comprometidos a nivel de déficit fiscal y deuda pública como Francia y Alemania están haciendo ajustes. Para algunos analistas este "es el programa de austeridad más duro desde los años de la posguerra".
Finalmente, en el último informe sobre Europa del Fondo Monetario Internacional se señala que el ajuste fiscal español, con incremento de los impuestos y recortes de gastos, será el que más frene el crecimiento de todos los países europeos analizados. En el caso de España, dicho ajuste restará 2,2 puntos al crecimiento del producto interior bruto (PIB) este año y 1,5 puntos en 2012. Los siguientes en la lista son Grecia y Portugal, si bien es probable que el informe aún no recoja las nuevas medidas de ajuste pendientes de ejecutar por estos países que han necesitado ser rescatados.
Veamos, ahora, un par de ironías respecto de la crisis financiera como la razón clave para las acampadas en la Puerta del Sol.
Primera ironía: si el Estado salva a la banca, la banca mata al Estado; si el Estado no salva a la banca, el Estado se muere, ¿qué puede hacer el Estado?
Después de haber declarado en rueda de prensa, el 21 de agosto del 2007, que “España está a salvo de la crisis financiera”, el 14 de enero de 2008 el presidente del Gobierno español, José Luis Rodríguez Zapatero, lanzó a los cuatro vientos la afirmación que “la crisis es una falacia, puro catastrofismo”.
Pero, la voltereta se la da en octubre de ese mismo año cuando anuncia su plan de actuación frente a la crisis financiera consistente en elevar de 20.000 a 100.000 Euros la masa de dinero asegurada a cada titular de cuentas corrientes y entidad bancaria en caso de quiebra; creó con cargo al Tesoro Público un fondo de 30.000 millones de Euros, ampliable a 50.000, para comprar activos «sanos, no tóxicos» a los bancos y cajas, con el objeto de inyectarles liquidez para que puedan financiar a “ciudadanos y empresas”.
O sea, en su momento, el Estado español prestó dinero al 1% de interés, para que, a su vez, supuestamente, los banqueros concedan créditos a familias y pequeñas empresas en dificultades, con la finalidad de volver a poner en marcha el sistema financiero roto por la desconfianza de la crisis.
¿Qué hicieron los bancos españoles con ese dinero aportado por el Estado español? Principalmente, pagaron parte de sus deudas con la banca acreedora en el mercado interbancario mundial, y en mucha menor proporción, trasladaron esos recursos a la economía interna.
¿Qué hizo la banca internacional en el intertanto?. Comenzó a financiar el déficit fiscal del Estado español cobrando tasas mucho más altas que compensasen el mayor riesgo de default.
Por lo tanto, lo irónico es que la crisis fiscal del Estado español se debe en gran medida a que debieron salir al rescate de los bancos para evitar el colapso del sistema financiero, pero este mismo sistema les pasa ahora la cuenta por el rescate que les permitió sobrevivir.
Segunda ironía: haga o no haga recortes fiscales, el Estado enfrentará igual los mismos problemas sociales, ¿qué puede hacer el Estado?
A nivel político, estos planes de austeridad son la razón de las protestas y de las acampadas en la Puerta del Sol. Además, por cierto que el rescate de los bancos ha quitado legitimidad, a los ojos de la gente común y corriente, a los planes de austeridad. A cualquier persona a la cuál le suben los impuestos o que ven peligrar su empleo le surge la misma pregunta sin respuesta: ¿por qué la crisis no la pagan los bancos?, ¿por qué la crisis la pagan los ciudadanos comunes y corrientes?.
Lo irónico de la aplicación de los recortes fiscales es que no asegura que vayan a dar resultados porque aplicar un estricto ajuste en medio de una recuperación incipiente de la crisis presenta el peligro de amplificar la recesión en el tiempo con el consiguiente efecto en el crecimiento, aumento del desempleo y en el malestar ciudadano. Resultados, al parecer, que ya se están viviendo.
España, ¿a la Puerta del Sol o a las Puertas del Horno?
Cuando un gobierno es irresponsable y compromete gastos que van más allá de lo que pueda generar, más temprano que tarde deberá pagar la factura. Y en la más estricta realidad, esa factura la deben pagar todos los ciudadanos por medio de una reducción generalizada de los servicios, más desempleo y baja sostenida de la calidad de vida.
Por eso, cuando un Estado tiene un fuerte déficit fiscal y abultadas deudas, tiene dos caminos: aumenta los impuestos o reduce los gastos. Por otra parte, los Estados necesitan de los mercados financieros para sobrevivir y pagar las cuentas. Pero cuando la desconfianza cunde, los mercados financieros necesitan asegurarse que se les va a devolver el dinero, y una de las maneras de convencerlos es indicándoles que aumentaron los impuestos o que ajustaron el gasto.
Aumentar los impuestos no es viable puesto que profundizaría la crisis de una manera directa, por lo que solo es factible reducir los gastos y apretarse el cinturón hasta que duela. En caso de no reducir el déficit fiscal, la deuda crecerá hasta hacerse insoportable, y en este caso, la única salida sería una reestructuración de la deuda o cesación de pagos, alternativa impensada por los economistas más serios.
|
¿Inicio de un duro otoño o... |
Claramente, la cesación de pagos convierte al país en una especie de paria financiero, y no es posible aislarse de los mercados financieros ante la grave situación fiscal. ¿Será esta la alternativa para un país como España?.
Una sombra se cierne sobre Europa, la sombra de la austeridad fiscal, y sobre la cual nadie puede anticipar cuánto durará. En España, la gente está reaccionando ante la incertidumbre instalándose en los lugares públicos como la Puerta del Sol, pero el país pareciera estar a las puertas del horno.
|
..el inicio de una cálida primavera? |
La temperatura social está aumentando y la gente ya no sonríe; está indignada y quiere cambios radicales, mientras tanto el gobierno socialista de Zapatero trata de desatar el nudo gordiano entre la presión interna del ciudadano español y la presión externa de la UE y EEUU.
El horno no está para bollos en España. ¿Será esta etapa el comienzo de una cálida primavera o el inicio de un duro otoño?.