Me han pedido que
retome mis escritos interrumpidos por bastante tiempo debido a la muerte de un
querido amigo y al creciente espasmo de escuchar la misma cantinela de siempre,
un día tras otro…Hasta que me asaltó una extraña mezcla de aburrimiento y
hastío. Aburrimiento, porque la misma gente de siempre continúa con los mismos
absurdos argumentos creyendo que nos llevarán de la mano a la Ciudad de la
Felicidad. Y, hastío, porque vemos que la sociedad valida ideas erróneas como
el principio de solución de nuestros problemas. Sin principios de soluciones,
si continuamos con el mismo modelo político y económico que nos rige, el único
destino seguro es la pobreza y la miseria.
Un país de papel…
Leo en la prensa como
este país parece de papel puesto que se destruye ante cualquier evento de la
naturaleza. Cae una lluvia de vez en cuando y se producen cortes de agua para
el consumo humano, se destruye infraestructura, se suspenden clases y los
canales de televisión hacen su festival de enviados especiales…¿Qué tipo de
infraestructura tenemos que son incapaces de soportar la mínima presión de la
naturaleza?
…en un país de políticos de papel…
Leo en la prensa lo
que pretenden los políticos de izquierda y aún me sorprende tanta necedad en el
discurso. La visión intelectual de los mamarrachos de izquierda tiene como única
meta central intervenir la economía, la sociedad y la política por medio de más
normas y regulaciones que siempre terminan ahogando la iniciativa individual e
imponiendo una visión centralizadora que no respeta la diversidad ni las
diferencias individuales.
Leo en la prensa lo
que pretenden los políticos de derecha, príncipes del status quo, y no
sorprende que no deseen mover ni una hoja porque sus intereses económicos están
en juego. La visión intelectual de los mamarrachos de derecha tiene como única
meta central mantener el actual sistema anquilosado, con parches cosméticos, porque
aborrecen las incertezas de un mundo cambiante.
…con un futuro de papel…
Así de separados
están ambas posturas y así de juntas también. Es decir, ambas posturas anhelan el
poder para continuar mirándose el ombligo mientras pasean sus intereses por la
plaza pública, hipotecando el futuro del país y convirtiéndolo en papel. Los
políticos de papel de derecha e izquierda ya no dan el ancho porque sus miradas
ideológicas solo multiplican la pobreza a tasas crecientes, ¿Por qué?. La
izquierda multiplica la pobreza porque plantea intervenir la economía, la
sociedad y la política con normas y regulaciones que ahogan, y la derecha
multiplica la pobreza porque no desea liberar la economía, la sociedad y la
política de las normas y regulaciones que las ahogan.
Ambas posturas han
propiciado un modelo en que el nivel de concentración del poder político y
económico ha llegado a niveles insospechados. Hoy día, una persona común y
corriente no puede ascender socialmente sino tiene el respaldo respectivo, ya
sea económico o político. Tener un apellido adecuado o los contactos
pertinentes aseguran el éxito. Por ejemplo, el hijo de Bachelet se enriquece
solo por ser el hijo de Bachelet y no por haber creado riqueza para muchos.
Si pensamos que el
talento está distribuido normalmente en la población, este modelo neosocialista
no premia a los más capaces sino que a los más rapaces. Entristece como los
talentos de los más capaces se pierde en la mediocridad de una sociedad que no
les da oportunidades para marcar diferencias con su talento; la izquierda y la
derecha no soportan a los talentosos independientes que no caminan junto a
ellos. Entristece que los talentos capaces de lograr resultados sorprendentes terminan
limpiando baños o vendiendo en la calle.
…y concluimos.
Leo en la prensa las
pretensiones -en este punto, absurdas- de todas las personas que se candidatean
a cargos públicos para mostrarnos que nos llevarán de la mano a la Ciudad de la
Felicidad cuando ya sabemos que al único lugar seguro que nos llevarán es a la Valle
de las Miserias. Y todos son iguales, de derecha a izquierda. ¿Cómo pueden
pretender que nos cambiarán la vida si son más de lo mismo?.
Y podríamos
continuar. Eso es lo que nos tiene aburridos: la pobreza del discurso y la
simpleza de la idiotez no puede ser excusa para mantener un nivel discursivo de
la política tan pobre y esmirriado.
PANORAMA Liberal
Martes 4 Julio 2017