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sábado, 13 de mayo de 2017

CORPORACIÓN DE ESTUDIOS LIBERALES – Algunas cuestiones ocultas en una Latinoamérica que no cambia.



Este es el primer artículo de un nuevo comienzo. Este blog pasa a ser, a partir de este momento, la voz oficial de la CORPORACIÓN DE ESTUDIOS LIBERALES, CORPEL, un centro de estudios independiente de limitados recursos que pretende aportar a la discusión basado en los principios liberales que pretenden construir sociedades libres y abiertas. Inmenso desafío en medio de un entorno que cree que “alguien”, “algunos iluminados o semidioses”, hermanos mayores -el Estado y sus funcionarios- lo sacará de su postración mental y material.

Durante mucho tiempo escribimos de variados temas con la esperanza de buscar abrir la mente de las personas, pero es un desafío difícil de llevar a cabo. Los constructos mentales son a las mentes débiles como las drogas a los viciosos: una necesidad que elimina todo esfuerzo para buscar verdades afuera de ellos. A veces, creemos que los jóvenes, que no debieran traer la natural predisposición de las generaciones mayores, podrían ser la clave para cambiar el mundo, pero muchos de ellos vienen con el Sistema Operativo de Ideas Incorrectas y Falaces.

Un ciudadano debe ser político porque su vida se ve arrastrada por las decisiones que otros toman por ellos. Por eso, siempre nos han interesado muchos temas y nos han aburrido las respuestas comunes que se plantean para solucionar los problemas eternos de América Latina. Así nos interesa, entre otras cosas, responder preguntas como: ¿es posible lograr el desarrollo haciendo más de lo mismo?, ¿somos un conjunto de sociedades libres y abiertas o todo lo contrario?, ¿avanzamos o retrocedemos en ese sentido?, ¿nos es atractivo ser y convertirnos en sociedades libres y abiertas o en ser sociedades manejadas por minorías?. Sin embargo, tenemos la triste presunción que en el futuro cercano todo seguirá igual y la pobreza mental y material seguirá caracterizando a este lado del planeta.

Si usted, caro lector, analiza la prensa de España, Ecuador, Argentina, Colombia, Chile, etc. descubrirá el mismo hilo conductor que nos lleva a una pobreza sempiterna porque tropezamos con los mismos problemas, las mismas situaciones inconclusas y escuchamos las mismas prédicas de unos frenéticos “servidores públicos” que nos prometen que ellos son los portadores de las llaves que nos darán acceso a la Ciudad de la Felicidad. Y seguimos esperando en las puertas de dicha ciudad mientras el tiempo consume a cientos de generaciones que no han podido desplegar sus talentos para servir al mundo. Este lugar del planeta es una réplica exacta de instituciones incompletas insertas en una cultura que no valora lo necesario para progresar. El verdadero himno de este continente es el tango “Cambalache” que nos dice que “vivimos revolcados en un merengue y en el mismo lodo todos manoseados”. América Latina es una mezcla de merengue y barro que se autodenomina el “continente de la esperanza”, y no es más que eso: esperanza…¿esperanza en que?.

Mientras las mayorías esperan por años, siguen sumidas en la pobreza sempiterna porque no hay respuestas concretas para avanzar en mejorar el bienestar de nuestra gente, ¿saben porqué?. Porque nadie tiene dichas respuestas en un mundo tan complejo e interrelacionado y los que presumen tenerlas, son desquiciados estúpidos que debieran tratarse en el siquiatra. Las respuestas correctas -si es que existen- solo pueden provenir de un ambiente abierto, libre, global y con los intermediarios adecuados en las instituciones adecuadas de por medio.

La invasión española -según muchos, conformada con lo peor de las cárceles y hospitales siquiátricos de la península ibérica- trajo consigo una cultura y una serie de instituciones que se fusionaron con las estructuras sociales preexistentes creando una mezcla ecléctica que aún subsiste bajo años de una supuesta independencia. Mientras, en las sociedades más avanzadas de este lado del mundo, los invasores impusieron su cultura a sangre y fuego reemplazando la estructura previa con la réplica que traían de Europa, por estos lares crearon un híbrido cultural que aún nos acompaña y condiciona porque nuestras élites han sido siempre muy limitadas y de corto vuelo.

Solo basta con analizar el mito de la independencia. Cuando la monarquía española fue eliminada, fue reemplazada por una nueva monarquía local, más limitada, provinciana y de corto alcance. Saltamos del fuego y caímos en las brasas. Esta nueva monarquía local, que se conformó con los comerciantes, burgueses y conocedores del entramado político, deseaban el poder para usarlo en su propio beneficio. Por eso, crearon el relato heroico de “la independencia” para que las masas ignorantes lo compraran a ojos cerrados mientras seguían comiendo restos putrefactos de los basureros y entonaban unas estrofas patrias. Este ha sido el trasfondo en que fue creado este continente desde México hasta la Patagonia.

Hasta el día de hoy. Porque hoy, nos gobierna una minoría de personajillos de escaso vuelo pero tremendo y voraz apetito para apropiarse de lo ajeno. Llegan al poder, y como rémoras parasitarias se anquilosan en las estructuras e instituciones para beber el néctar que los hace engordar con la sangre ajena. ¿Es este el país que deseamos dejar a nuestros hijos y nietos?. Esa minoría de personajillos, con el paso del tiempo, crearon “partidos políticos” para disfrazar la “democracia” con una cierta disputa de ideas para llegar al poder pero con la clara intención de recrear una sociedad utilitaria a sus mentes limitadas. Jamás les interesó crear sociedades libres y abiertas, en cambio han propiciado sociedades cerradas, muy poco transparentes, con excesiva regulación, en la cual unos pocos -ellos, la élite- tienen derecho a todo y muchos -los demás- solo tenemos derecho a respirar y morir jóvenes.

En vísperas de elecciones aparecen estos piojos hinchados para ofrecernos hasta lo imposible a sabiendas que son cantos de sirena. Algunos los escuchan embobados porque ellos también van con la mano estirada para recoger migajas. Así llegan al poder esta gente de escaso vuelo intelectual y pocas luces, pero sumamente voraces con los recursos públicos. Así llego Frei al poder; Bachelet; Piñera; Pinochet; Lagos; Aylwin, etc. y así aparecen los pichones de piojo hinchado como Guillier, Beatriz Sánchez y otros que surgen de las cloacas intelectuales de la izquierda y la derecha, voraces como pirañas.

Para terminar este artículo inicial, solo mencionar las cifras del balance contable del Partido socialista y que se han hecho públicas en estos días. A algunos les preocupa que estos socialistas inviertan como si fueran capitalistas animosos, pero eso no es lo relevante. Lo más importante es que estos socialistas tienen una riqueza que no tiene justificación histórica alguna…¿La dictadura de Pinochet les expropió inmuebles?, ¿Podrían estos socialistas explicar de donde surgieron estos inmuebles en el pasado?, ¿Qué servicio le prestaron a la sociedad para disponer de dichos inmuebles?. Le retrucan a Piñera su obscuro pasado en relación a los orígenes de su riqueza, pero ocultan los orígenes de su propia riqueza.

Además, ¿Por qué razón en el gobierno de Aylwin se les entregaron tan cuantiosos recursos?, ¿es que los ciudadanos no debiéramos haber sido la prioridad en el uso de dichos recursos?. Pero, no es así, estos personajillos se apropian inmoralmente de la riqueza generada por los contribuyentes sin una contrapartida. Y para comprobar su carácter pusilánime declaran los socialistas que ahora “invertirán todo en el país” reduciendo graciosamente la rentabilidad de dichos fondos, ¿son estos tipos, estúpidos o candidatos a estúpidos?. Lo más acorde a su discurso es que entreguen dichos recursos a la comunidad para el uso de todos, pero eso es imposible: pueden estar contra la propiedad y el lucro de otros, pero la propiedad y el lucro propio es sagrado. Y lo mismo acontece con el partido comunista, otra parasitaria lacra ideológica generadora de pobreza.

Este tipo de gente son los descendientes de las hordas de delincuentes que llegaron desde España durante la invasión. Este tipo de gente ha mantenido a las mayorías adormecidas con un discurso falaz culpando al “neoliberalismo” y al “libre mercado” de todas nuestras desgracias cuando desde la independencia política de la urbe española jamás hemos sido sociedades libres y abiertas. Las minorías políticas y económicas han armado un tejido en el cual solo ellos tienen acceso fácil a la riqueza y el poder, mientras las mayorías deben mirar ese banquete desde la lejanía. Vivimos en la era del neosocialismo que interviene las economías y las democracias según el deseo y los caprichos de unos imbéciles con membrete público. La economía y la política son oligopólicas puesto que solo unos pocos pueden ofertar, y los demás, debemos esperar la caída de las migajas de la mesa del poder. Afortunadamente, gracias a la tecnología, las mayorías han comenzado a comprender que esta gente es la principal responsable de nuestra pobreza.

Hemos vuelto al ruedo con otras ideas y esperamos estar a la altura de los acontecimientos. Queremos seguir siendo independientes, sin patrones ni aduladores. En palabras de un querido amigo, “no queremos ser el último que apaga la luz” porque tenemos responsabilidades y obligaciones que asumir. No somos nadie y queremos hacer mucho, ¿nos puede ayudar?.

PANORAMA LIBERAL
Sábado 13 Mayo 2017