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La nueva coalición izquierdista es como Frankenstein, un ente creado de restos de ideologías ya muertas y caducas, que solo pretende vivir por vivir...La doctora Bachelet es su creadora, ¿podrá darle un sentido correcto a su existencia? |
La
izquierda chilena ha evolucionado lentamente y sujeta a los avatares de la
izquierda internacional. Siempre fue un pequeño apéndice de la izquierda
internacional (¿será por eso que cantan el himno aquel con tanto entusiasmo?),
seguidor de las tendencias internacionales dado su minúsculo tamaño y cuando
buscó apoyos para la nefasta candidatura del charlatán Allende, por todos los
medios, trató de pasar por “democrática” haciéndole guiños y sonrisitas a la
Democracia Cristiana, eterno partido camaleónico hambriento de poder. Así
llegaron al poder y así les fue cuando los votaron a patadas.
Con
el paso del tiempo, y luego del golpe de estado de 1973, los izquierdistas
nacionales se diseminaron por todo el planeta, hablando mal de la dictadura
chilena mientras gozaban los placeres de las dictaduras de izquierda que los
albergaban. Con la crisis de 1982 en todo su apogeo, dichos países comenzaron a
enviarlos de vuelta al terruño para propagar las delicias de la “democracia
popular”, término pintoresco que tenía la izquierda para referirse a sus propias
dictaduras. Cuba, por ejemplo, lleva más de 50 años de “democracia popular” y
siguen sumidos en la pobreza material y mental.
En
el Chile político de los últimos 25 años, la izquierda ha asumido un papel
protagónico. Comenzaron con la Concertación y han terminado en la Nueva
Mayoría, ¿qué representan ambas coaliciones?.
LA MOMIA DE LA “CONCERTACIÓN
DE PARTIDOS POR LA DEMOCRACIA”.
La
Concertación izquierdista fue creada en 1988 para aglutinar a los opositores al
régimen militar. Es una ácida sopa de partidos y movimientos de izquierda y centroizquierda,
que gobernó Chile desde el 11 de marzo de 1990 hasta el 11 de marzo de 2014,
siendo el actual gobierno el último gobierno de esta alicaída colación.
¡Cómo…!,
¿Piñera no es de derecha?.
Supuestamente,
el gobierno de Piñera es de derecha pero se ha comportado en los hechos como un
socialista más dado que su alma es de la camaleónica DC. Al final, Piñera ha
sido el quinto y ¿último? gobierno de la Concertación.
Así,
hace tiempo, escribimos respecto a la Momia de la Concertación versión 5.0, http://panoramaliberal.blogspot.com/2011/02/la-momia-de-la-concertacion-version-50.html,
y comentamos que la Concertación “es como una momia, preparada artificialmente
para que dure más allá de su ciclo de vida natural. Y lo que requiere es que la
entierren definitivamente para comenzar de nuevo…”. Además, presentábamos las
ideas-fuerza que le permitieron regir los destinos de Chile por más de 24 años.
PRIMERA
IDEA-FUERZA: RECUPERACIÓN DE LA DEMOCRACIA
Es
la idea-fuerza original. Después de la crisis económica de 1982, las fuerzas
políticas proscritas por la dictadura militar previeron que su hora había
llegado, y tímidamente primero, y audazmente después, apoyados por la iglesia
católica, deciden interponerse en el camino político trazado por el régimen militar.
Y el grito de guerra era: ¡a recuperar la democracia!. “Chile, la alegría ya
viene” era el hit de finales de los 80.
Y,
adicionalmente, hay un elemento que no puede dejarse de lado. En 1990, cuando
la Concertación asume el poder, se
encuentra con la caída del muro de Berlín y el fin del régimen soviético que
había sido el respaldo político y emocional de muchos concertacionistas. Por lo
tanto, cuando vuelven al poder lo hacen como una agrupación de huérfanos
ideológicos, sin padre ni madre y sin proyectos ni menos programas, por lo que
debieron continuar con las políticas de libre mercado del régimen militar lo
que tensionó permanentemente los extremos de la coalición.
La
democracia pasó a ser la clave de su discurso…aunque todos sabemos lo que piensan
los socialistas de la democracia…Es útil para llegar al poder pero inútil para
mantenerse…
SEGUNDA
IDEA-FUERZA: ODIO VISCERAL A PINOCHET
Pero,
junto a la recuperación de la democracia, volvió el afán de revancha de muchos
izquierdistas que fueron maltratados, exiliados, torturados e incluso con
parientes desaparecidos. La segunda Idea-Fuerza que los aglutinaba era un odio
profundo y visceral hacia Pinochet y su régimen de 17 años. Hasta el día de hoy
se percibe en la izquierda un resentimiento permanente hacia un pasado que los
persigue cargado de añoranzas, pena y mucha rabia.
En
otras palabras, la recuperación de la democracia y el odio profundo hacia
Pinochet, son los compuestos centrales del pegamento que mantenía unida a la
Concertación pese a todas sus diferencias ideológicas y políticas.
Sin
embargo, el paso del tiempo llevó a la restauración de la democracia tan
esperada, y con la desaparición de Pinochet del escenario político, la
Concertación perdió las Ideas-Fuerzas que los unían pese a todas sus
diferencias. Comenzaron las dudas, y los chaqueteos en el gobierno de Frei. Se
hizo carne la tercera idea fuerza.
TERCERA
IDEA-FUERZA: PODER POR EL PODER
Como
Idea-Fuerza de tercera generación surge, entonces, mantener el poder por el
poder y que se hizo manifiesto en el gobierno de Lagos. La Concertación se
sostenía unida porque el poder era tan atractivo que permitía solventar todas
las carencias que se evidenciaban producto del desgaste natural. El poder había
que mantenerlo a toda costa. Por eso, en
el 2009, al final de la Concertación, Frei se permitía decir públicamente que
“no le podemos dejar a la derecha 30.000 millones de dólares”. Claro, el poder
es demasiado atractivo para unos proletarios aburguesados como para perderlo,
pero ¿a quién llevamos como candidato?, ¿quién va primero en las encuestas?,
¿quién?, ¿la ministra de defensa?, ¿Bachelet?.
Como
ya estaban agotados y sin ideas, a partir del año 2002 la opinión pública les
puso sobre la mesa el nombre que faltaba: Michelle Bachelet.
CUARTA
IDEA-FUERZA: MUJERES AL PODER
Para
una coalición agotada, sin ideas y atacada por los gérmenes de la corrupción,
nepotismo y variados escándalos, solo un hecho fortuito podría permitirles
reinventarse y mantener el poder. Y ese hecho fortuito sucedió: en 2002, cuando
la ministra de defensa de la época, Bachelet, apareció arriba de un
vehículo Mowag durante una salida a
terreno para revisar los daños de las inundaciones de ese año. Gracias a su
sonrisa y simpatía, los medios la promocionaron de forma tal que, después de
ese hecho, su nombre comenzó a perfilarse como candidata presidencial.
La
aparición en las encuestas de Bachelet provocó sorpresa en los aburguesados
dirigentes concertacionistas, ya acostumbrados a elegir entre cuatro paredes a
los candidatos para cualquier cargo. De la sorpresa inicial se pasó a la
resignación y finalmente a la aceptación cupular dado que el objetivo básico
era mantener el poder a como diera lugar. Si hubiera sido la Sra Juanita o la
Sra Sinforosa, daba lo mismo, porque lo que importaba era que surgía una nueva
Idea-Fuerza, el género entraba a la cancha con una rolliza señora muy sonriente.
Incluso,
pese al paso del tiempo todavía resulta difícil explicar como Bachelet, una
persona sin peso ni liderazgo político, sin base de apoyo partidario, sin redes
de poder, poca experiencia política y nulos conocimientos de gestión, pudo llegar
a la presidencia de la república. Sus únicas fortalezas eran su natural
simpatía y el enorme respaldo por parte de las mujeres que la sentían como
parte de ellas mismas.
La
elección de Bachelet fue el golpe final para una coalición ya agotada. Sin
liderazgo político claro, con una señora que marcaba los días que le faltaban
para dejar el poder, la Concertación comenzó a desmoronarse como un castillo de
naipes; Bachelet solo intentaba sobrevivir, error tras error, durante los
primeros tres años de su gobierno. Sólo el último año, su popularidad logró
repuntar, pero ya era demasiado tarde para transformarla en liderazgo político:
los caciques concertacionistas se apuñalaban entre sí con creciente ferocidad
para ser el candidato oficialista.
La
codicia y el interés personal llegó a niveles de una locura jamás vista. Las
cúpulas intentaron imponer candidatos, sin competir entre sí, lo que generó el
surgimiento de una variada gama de alternativas como Alejandro Navarro, Marco
Enríquez, Eduardo Frei, Ricardo Lagos, José Miguel Insulza, etc. Y la ambición
y la codicia, no les permitió ver la quinta Idea-Fuerza que les hubiera
permitido mantener el poder: los jóvenes al poder.
Desafortunadamente,
para ellos, la Concertación no se percató que el paso siguiente era llevar una
persona joven a la presidencia: si hubieran ido el 2009 con Enríquez Ominami
como candidato, la historia se hubiera escrito de otra manera. Pero, al final,
fue su presencia la que terminó inclinando la balanza. La Concertación ya era
una momia.
“AQUÍ
YACE LA CONCERTACIÓN, Q.E.P.D”
Alfredo
Joignant una vez dijo que “la Concertación ha dejado de existir” porque ya no tenían
Ideas-Fuerza que los guiaran hacia un futuro lleno de promesas (ojo: el chileno
medio vive de promesas porque tiene muy mala memoria). La llegada de Piñera trasladó
a la momia concertacionista a las catacumbas para comenzar cuatro años de
penurias alejados del generoso poder fiscal que permitía que la familia
socialista sobreviviera generosamente. Y a contar del traspaso del poder, los
integrantes de la Concertación comenzaron una dura caminata por el desierto:
los presidentes de los partidos se percataron que ya no decidían nada respecto
del uso de recursos y, por dicha razón, mantenían permanentes desencuentros
entre sí; el choclo comenzó a desgranarse y los díscolos ya no hacían caso a
ningún dirigente; algunos daban mayoría a proyectos del oficialismo; otros, querían
imponer reglamentos de disciplina para evitar comportamientos indeseables; otros,
soñaban con cambiar el nombre a la coalición y comenzaron a soñar con Bachelet
para el 2013…Una verdadera caminata por el desierto, y “a pata pelada”. A la
distancia observaban los espejismos bacheletianos.
Por
lo anterior, Joignant postulaba “que lo
único que cabe hacer es refundar esta alianza política sobre nuevas bases…y
para refundar es importante distinguir entre el proyecto y el programa…el
primero dibuja ideas gruesas de reformas para aproximarse a una sociedad
deseable (pongamos por caso en 20 años más). Se debe entonces comenzar con un
proyecto poblado de metas de mediano y largo plazo, el que deberá ser diseñado
por fuerzas sociales y políticas. ¿Cómo hacerlo de verdad? Inventando un foro
político y social de carácter permanente, formado por varias decenas de
personas representativas y legitimadas por organizaciones sociales y partidos.
Es ese foro el que deberá nutrir de ideas de proyecto a la política opositora.
En cuanto al programa, éste vendrá por añadidura y cuando corresponda, en donde
manda el largo plazo (eso que antaño se llamaba proyecto histórico), lo que
resta dramatismo a la identidad de los redactores...”
En
otras palabras, como la descomposición de la Concertación había llegado a un
nivel impensable las soluciones debían provenir de una febril ingeniería
social. Aquí resulta válida la expresión que “si mi única herramienta es un
martillo, todos los problemas son clavos”, es decir, si la única herramienta
que conozco proviene de la ingeniería social, entonces, de aquí vendrán las
soluciones. Y el entorno, cambiante e incierto, no puede ser modelado como si
fuera arcilla.
Entonces,
en aquel momento dijimos, luego de la elección de Piñera, que “en resumen, la Concertación ha dejado de
existir, y solo falta que alguien termine de tallar la lápida para poder
reconocer la tumba e ir a dejar una flor en recuerdo…Pero, ¿qué puede hacer la
coalición de partidos de izquierda para recuperar el poder y el control de la
agenda?. En este momento, la Concertación es una especie de momia que reposa en
su sarcófago mientras los sacerdotes circulan a su alrededor invocando poderes
desconocidos a ver si logran revivirla, ¿podrán?, ¿Qué opciones existen?.
En primer lugar, algunos
postulan que la momia necesita que le cambien los vendajes y le arreglen el
sarcófago, para alcanzar a llegar al 2013, participar en las elecciones y
esperar que el gobierno de Piñera siga de tumbo en tumbo para tener alguna
oportunidad de volver al poder. Y aquí, Bachelet es la única carta que tienen
entre manos, es decir, algo así como la maquilladora final del esperpento en
que se ha transformado la actual Concertación. En segundo lugar, otros postulan
sepultar la momia en un sepulcro conocido por pocos, para pasado algo de
tiempo, anunciar su re-descubrimiento y relanzar la momia concertacionista a un
nuevo estrellato político con nuevo nombre. En el fondo, deben hacer pasar gato
por libre, y aquí Marco Enríquez surge como la gran carta. En tercer lugar,
enterrar esta momia, y buscar otra más atractiva, para la actual bolsa de gatos
en que se han transformado las cúpulas de los partidos, que permita los cruces
ideológicos de modo de incorporar al PC. Esto es menos probable por la presencia
de los católicos de la DC. Finalmente, en cuarto lugar, enterrar la momia,
rendirle homenajes y que cada partido siga su propio camino formando nuevas
alianzas. Y este parece ser el camino más probable para los actuales
liderazgos.
¿Cuál será finalmente la
hoja de ruta que elegirá la Concertación?. Nadie lo sabe ni lo podría saber con
certeza porque en política “una semana es una eternidad”. Sin embargo, el poder
tiene un canto de sirena tan poderoso que puede provocar los fenómenos más
raros. Así es la política…”.
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La momia reemplazada por Frankenstein...¡todo un logro! |
Los
socialistas chilenos han tomado la decisión de enterrar la momia de
Concertación en las profundas catacumbas, y buscar otro esperpento más atractivo
que les permita compartir a los izquierdistas extremos con los más centristas
del espectro. Y ese nuevo esperpento es la Nueva Mayoría, todo un Frankenstein
formado por partes de muertos y cadáveres ideológicos pero que mantiene el ADN
concertacionista con más picante rojo.
EL FRANKENSTEIN DE LA NUEVA
MAYORÍA
Es
difícil hacer política ficción, pero una cosa era clara: la Concertación era
una momia indeseable para todos. Esta es la razón por la cual un socialista de
rancia estirpe como Girardi se refiera a la nueva coalición, denominada "Nueva
Mayoría", como "la expresión de una reflexión profunda, y tiene que
ver con un proceso terapéutico que no es la continuación de la
Concertación", ¿reflexión profunda?, ¿volver al poder como sea es una
reflexión profunda?, ¿de qué proceso terapéutico nos habla este sujeto?, ¿qué
diablos es esta nueva mayoría?, ¿una estrella caída del cielo y sin historia?,
¿no es, acaso, la misma momia con distinto vendaje?.
Tras
su regreso de Estados Unidos, la socialista Bachelet, afirmó que Chile es
"un país necesita de cambios profundos, y es por eso que he dicho que debemos
construir una nueva mayoría social y política". Este fue el primer paso
para cambiar el disfraz de la momia. Por eso, la doctora Bachelet es la doctora
Frankestein que, luego de tres años de vivir en el mundo desarrollado, pretende
resucitar a un muerto. Con la ayuda de sus leales criados, Escalona, Guirardi, Andrade,
Teillier y otros, buscaron y rastrearon el cementerio político nacional para
conseguir todas las piezas humanas que necesitaban para dar vida al monstruo.
La piel del muerto es de DC; su cerebro es socialista; su corazón es comunista;
sus manos son de proletario; su estómago es de burgués y sus piernas son de
ladrón.
La
doctora Frankenstein ha creado una criatura con aspecto humano, cosiendo los
pedazos de ideologías ya muertas, y espera traerlo a la vida este 17 de
noviembre…¿qué ideas-fuerza hay detrás de esta creación?.
PRIMERA
IDEA-FUERZA: FANATISMO POR LA MAYORÍA
Este
Frankenstein político es enemigo de la democracia excepto si la mayoría la
tienen ellos para imponer su ideario sin restricciones. En otras palabras, se
declaran devotos de la democracia como instrumento para imponer su
totalitarismo ideológico que coarta la iniciativa y reduce los espacios de
libertad al mínimo. Decimos, entonces, que estos socialistas son demócratas
dogmáticos porque creen que una mayoría socialista circunstancial tiene la
sabiduría para definir las leyes y el Estado de Derecho. Así, este Frankenstein
tiene la intención de pasar la aplanadora de la mayoría por encima de todos.
Por
eso se llaman Nueva Mayoría porque este monstruo político no acepta opiniones
diversas, cree que los consensos son una debilidad y que los adversarios son enemigos
que deben ser destruidos a toda costa. No esperemos de ellos que aúnen los
esfuerzos para hacer un mejor país para todos; ellos desean hacer un país que
se ajuste a sus ideologías matrices…
SEGUNDA
IDEA-FUERZA: AUMENTAR EL TAMAÑO DEL ESTADO
Basta
con leer las eventuales 50 primeras medidas para los primeros 100 días de
gobierno para percatarse de que estos socialistas sueñan con aumentar el tamaño
del Estado a tambor creciente. Bachelet ha dicho que busca "empezar desde
el primer dia en enfrentar la desigualdad y entregar una mejor calidad de vida
a todos los chilenos y chilenas", ¿puede alguien ser tan necio –o necia-
para creer que la desigualdad y la calidad de vida se pueden lograr con medidas
administrativas y dirigismo social?, ¿si lo anterior es posible como no lo hicieron
en los 24 años de la momia concertacionista?. Puras promesas pero la masa inculta
solo entiende de eslóganes y promesas demagógicas.
Estos
izquierdistas de Frankenstein solo desean aumentar el tamaño del Estado socialistas
por un tema ideológico; creen que el Estado es la clave para mejorar la
desigualdad del ingreso y la calidad de vida. Lo que no logran entender es que
tenemos dicha desigualdad y calidad de vida gracias a la injerencia desmedida del
Estado en la vida de las personas.
Es
fácil percatarse como aumentará el tamaño del Estado si se logran implementar
las 50 medidas de Frankenstein: "una gran reforma educacional" con
educación pública, gratuita y de calidad; construcción y habilitación de 132
servicios de atención primaria de urgencia de alta resolutividad; modificación
de la ley de Isapres; bono de marzo de carácter permanente para 2 millones de
familias; creación del consejo nacional de la infancia previo a la creación del
ministerio de la infancia; construcción de 15 establecimientos de acogida de
adultos mayores; pensión básica solidaria; creación de AFP estatal "que
promueva la competencia en el sector"; modificar el sistema de pensiones; planes
de inserción laboral para jóvenes y mujeres; aumentar en 4 años en 6 mil los
funcionarios de Carabineros y en mil 200 los de la PDI; implementar un plan de
parques y áreas verdes en todo Chile; plan nacional para la tenencia
responsable de animales; plan de ciclovías "de alto estándar"; inicio
de estudios para extensión de metro a Quilicura y San Bernardo; crear el
servicio de biodiversidad y áreas protegidas; crear el ministerio de cultura y
patrimonio; crear 15 centros de desarrollo artístico para jóvenes talentosos;
plan para recuperar edificios patrimoniales; crear 30 nuevos centros
deportivos; crear el ministerio de la mujer; crear 24 nuevas casas de acogida;
crear programa "Más sonrisas para Chile"; conferir el rango de ministro
de asuntos indígenas al director de la Conadi; crear el ministerio de asuntos
indígenas y el consejo de pueblos indígenas; fortalecer el Sernac; implementar una reforma
tributaria para financiar parte de los compromisos de su candidatura…
En
otras palabras, en solo 100 días de gobierno, estos “sabios y buenos” socialistas
extraerán riqueza de los chilenos para devolvérselas en la forma de más instituciones
socialistas diseñadas por los mismos socialistas para servir a los mismos
socialistas. Creen que los ciudadanos son incapaces de decidir lo que pueden
hacer con su dinero y que ellos pueden tomar mejores decisiones con dicha
riqueza…Por eso la expropian. Absurda ilusión que compran las masas indolentes,
satisfechas con los festivales culturales, llenas hasta hartarse de pan y circo…Esto
nos lleva a la tercera idea-fuerza.
TERCERA
IDEA-FUERZA: NO CREEN EN LOS MECANISMOS PARA GENERAR RIQUEZA
Finalmente,
los izquierdistas de todas las variantes creen que la riqueza se genera de
manera espontánea y sin ningún esfuerzo. Esta estúpida creencia proviene de una
teoría de Carlitos Marx que plantea que todo el valor viene del trabajo humano,
es decir, de las horas netas que se han invertido en la producción, pero se
olvida que el valor también depende de la creatividad, innovación, valor
agregado, productividad, capacidad organizativa, y nivel moral-ético de la mano
de obra que no está directamente relacionado con las horas empleadas, pero que afecta
el resultado de la misma.
Este
bastardo concepto ha sido repetido, en forma permanente, por los socialistas de
tal manera que la masa se ha convencido que los más ricos son ricos porque
explotan a los más pobres…Es la razón cuando indican que ¡necesitamos una
reforma tributaria que iguale a los ricos con los pobres!.
En
realidad, los más ricos son ricos porque son una mano de obra especialmente
organizada, educada, productiva y creativa que genera mucho valor agregado y no
porque roban, por ejemplo, a los más pobres. Es más, algunos sospechan (con
razón) que los más pobres no son los que son “explotados” por las grandes
empresas sino los que han sido olvidados por ellos. Muchos de los más ricos se
han enriquecido debido a políticas socialistas, implementadas por políticos
socialistas, que restringen los mercados y los llenan de regulaciones
prohibitivas. Pese a ello, los únicos que detectan las oportunidades para
obtener beneficios son los más preparados, educados y esforzados, así se
enriquecen…Hasta que el Estado se percata de esa nueva opción para generar
riqueza, la regula, restringe la competencia, dando comienzo al ciclo empobrecedor
socialista.
Chile
necesita disponer de una verdadera economía; una economía creativa, innovadora
y diversificada, basada en la excelencia, en el trabajo duro y no en entregar
bonos, vivir de los ingresos corrientes y no de ingresos futuros que endeudan
futuras generaciones…Así se construye un Estado enorme, hogar de la corrupción
y la ineficiencia, como han sido los pasados 24 años.
La
Nueva Mayoría, el Frankenstein socialista, no tiene por objetivo crear una
economía creativa, innovadora y diversificada, sino todo lo contrario. Este
monstruo ha surgido de los cadáveres de DC, socialista y comunista, y crearán
una economía estática y muy poco diversificada; llena de instituciones lideradas
por políticos y burócratas de nula visión de futuro. Con este Frankenstein, el
chileno medio no aprenderá a crear, contribuir ni menos competir en un mundo
globalizado, pero estaremos llenos de ministerios poblados de socialistas que
nos dirán que estamos avanzando…
***
Esta
nueva coalición socialista, este Frankenstein “Nueva Mayoría”, es el nuevo esperpento
creado por los socialistas para hacernos olvidar a la Momia Concertación;
entierran a la momia y dan vida al nuevo ente, conformado por cadáveres
ideológicos, que retrasará una vez más las opciones para dar el salto en
bienestar que requerimos. En la actualidad, las grandes mayorías han sido
convencidas de que la desigualdad del ingreso se debe a distorsiones debidas al
egoísmo y la maldad de los más ricos que abusan de los más pobres sometiéndolos
con el consumismo y bajos salarios. Es la razón de votar a tan nefastos
políticos que jamás han creado una pizca de riqueza, pero que se consideran los
más capaces para administrar lo que no crearon. Sin embargo, estos son los
padres de aquellos.
Si
queremos mejorar, crecer y modernizarnos no podemos seguir atados a ideologías cadavéricas
y fracasadas. Necesitamos liderazgos honestos, humildes y no pretensiosos, conocedores
que el futuro se construye con el esfuerzo de todos y de ninguno en especial. Ya
tenemos demasiados nombres de políticos en nuestros libros de historia y ha
llegado la hora de abrir las grandes alamedas para que circule el hombre libre
que pueda crear riqueza en base al esfuerzo duro. No necesitamos un Estado
asistencialista, enorme y parasitario, que mantiene a los pobres con bonos,
prebendas y regalías como una manera de chantajearlos para que vuelvan a votar
por ellos.
A
la vez, necesitamos una derecha política que sea una real opción de gobierno y
no como este gobierno de Piñera, individualista y con resabios de socialismo,
que le ha cerrado las puertas a nuevos gobiernos de una derecha auténticamente democrática
y liberal…La derecha es manejada por el poder económico que vive y piensa en el
corto plazo; quieren seguir disfrutando de las regalías que tienen y no son capaces
de ver a las grandes mayorías de chilenos y chilenas que, en fondo de sus corazones,
desean un país de opciones y oportunidades; esta es la profunda cobardía que
los líderes de la derecha, en su hartazgo senil, no han sido capaces de ver…Si
los padres de Frankenstein son los socialistas, las madres son el empresariado
que maneja y financia a la derecha política.
En
el caso de Chile, un país tercermundista, ¿podremos dar el salto en base al
trabajo duro de todos o seguiremos soñando que estos monstruos y dioses tipo
Frankenstein nos llevarán a la Ciudad de la Felicidad?. Soñar no cuesta nada. Trabajemos
para hacerlo realidad.
PANORAMA Liberal
Sábado 12 Octubre 2015