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Carlos Larraín, dueño de Renovación Nacional...perdón, presidente de RN, es un verdadero patrón de fundo que se atreve a dictar lo que debe o no hacer un sujeto de su partido en cargos de gobierno... |
Definitivamente, la
derecha no sabe gobernar y se dispara en los pies con mucha frecuencia porque
sufre el síndrome del “patrón de fundo” que consiste en creer que todo lo que
hago y digo es lo correcto. Por eso, para un patrón de fundo que la servidumbre
se entere de los escabrosos pormenores de la casa patronal le provoca molestia
por considerar que ellos están por encima del mal y del bien. Esta y no otra es
la razón de las opiniones que Carlos Larrain ha emitido con motivo del caso
condonación de deuda de Johnson’s por parte del Servicio de Impuestos Internos
(SII) dirigido por el militante de RN, Julio Pereira.
Así, Larraín, en su rol
de patrón de fundo se ha referido al caso de la siguiente manera:
-“¿Cómo cree que ha tratado el gobierno el cuestionamiento al
director del SII, Julio Pereira?
-El es una persona
honrada que pudiendo ganar plata en su escritorio, sirve al Estado, y eso
sólo merece el agradecimiento de todo el mundo. Es un funcionario muy valioso
al cual se le debe respaldar, sobre todo si se considera de quién viene ese
cuestionamiento: la izquierda, que intenta "probar" (entre comillas)
por centésima primera vez que un gobierno de la derecha «sólo está movido por
los "cochinos intereses del dinero", el estiércol del demonio».
-Usted dijo que el Presidente Piñera "se equivocó"
al criticar a Pereira.
-Siempre me pareció que en el empeño para echar al director
Pereira era patente la ideología
estúpida de la transparencia total, según la cual quienes llegan al
gobierno tienen que haber pasado la vida en un frigorífico. Es una perversión
siniestra de la izquierda.
-¿Qué efecto práctico podría tener esto?
-Muy simple: conformar la idea de que las personas de mentalidad tradicional que vienen del mundo del trabajo
y del esfuerzo personal no podrán nunca ejercer la política, y deben
concentrarse en producir bienes, como unas hormiguitas, y dejar la política en
manos de la izquierda, que se las sabe todas y son "incontaminados",
claro, hasta el momento en que entran a administrar el Transantiago, Enap,
Codelco, o el MOP (recordemos el caso MOP-Gate)…”
Cuando un patrón de fundo
habla, la servidumbre calla. Pero, siempre hay patrones de los patrones de fundo.
Y, por eso, Piñera se permite decir que “debieran haberme consultado” el tema
de la condonación de deudas de Johnson’s.
LA IDEOLOGÍA DE LOS PATRONES DE FUNDO DE DERECHA
Los patrones de fundo
derechistas provienen de la época de la colonia, y como dueños de la tierra,
han mantenido su mismo discurso. Ellos, los patrones, se sacrifican por todos y
se esfuerzan a niveles impensados, incluso diciendo, a veces, que hacen
sacrificios. Y siempre son los mismos apellidos de supuesta rancia estirpe: los
Larraín, los Irrarrázaval, los Matte, etc. que gozan de un nivel de vida
envidiable pese “a todos sus sacrificios”, Así, en lo expresado por Carlos
Larraín es posible separar los siguientes temas para el análisis:
PRIMER TEMA: ¿Las
personas que trabajan en el Estado no reciben salarios de mercado?, ¿trabajan
gratis?, ¿es otra manera de plantear que reciben sueldos reguleques?, ¿ganan
más en el sector privado?
En otras palabras, según
Larraín, las personas que ostentan cargos públicos relevantes “hacen un
sacrificio patriótico por el bien de todos”, ¿nos habrá visto las canillas el
citado Larraín?. Estos tipos, libremente, han decidido trabajar para el aparato
estatal porque calculan muy bien la rentabilidad y los beneficios que obtendrán
al tener acceso al poder y las relaciones que traen consigo. Es posible que hoy
reduzcan sus ingresos, pero al mejorar el nivel de contactos sus ingresos
futuros se incrementarán en forma sostenida con la “experiencia” obtenida y el
acceso a las fuentes de la riqueza fiscales.
Además, dice Larraín que algunas
personas “ganan plata en su escritorio” y ganan más que “sirviendo al Estado”, ¿Cómo
se puede ganar mucho más en un escritorio?, ¿Cuál es el aporte de Pereira a la
mejora del bienestar de todos para que gane mucho más que “sacrificándose” en
el Estado.
Hay que ser necio para no
reconocer que tras todo esto están los obscuros intereses de un matrimonio de
conveniencias entre el poder político y el económico.
SEGUNDO TEMA: ¿Es,
realmente, estúpida la búsqueda de la transparencia total?, ¿de acuerdo a
Larraín será preferible que no haya transparencia?.
El SII, dirigido por
Julio Pereira, condonó US$ 119 millones de deuda tributaria que tenía la firma
Johnson’s con el Fisco lo que permitió que Cencosud pudiera adquirir el 85% de
Johnson’s, a cambio de un pago de US$ 8 millones, ¿Por qué esta situación fue
vista con malos ojos?, ¿podría haber sido beneficiado un ciudadano común y
corriente con estas regalías?.
Y los socialistas,
enemigos jurados de las empresas, pusieron los ojos en blanco y el grito en el
cielo cuando se enteraron que Pereira, antes de ser director del SII, era socio
de la empresa Price Waterhouse que asesoraba a Johnson’s en materia jurídica y
tributaria. Además, Pereira mantiene desde el año 2000 un contrato de arriendo
con Cencosud, por el que recibe cerca de $ 22 millones mensuales. La firma de
retail del empresario Horst Paulmann construyó en unos terrenos de propiedad de
la familia Pereira Gandarillas un centro comercial, conocido hoy como el Portal
de La Reina.
¡Por supuesto que hay
conflicto de intereses y Pereira no debió acceder a la condonación de deudas
porque iba a ser malinterpretado pero a un burro no se le puede pedir que
levante la cabeza!. Además, un patrón de fundo como Larraín no logra entender
que en política y en las democracias representativas, la rendición de cuentas
asegura la legitimidad del poder público porque es la ciudadanía la que debe
controlar. Por ejemplo, en Gran Bretaña, la rendición de cuentas desde 1995 es
un principio de la vida pública y "los titulares de cargos públicos son
responsables de sus decisiones y acciones al público y deben someterse a
cualquier control adecuado de su oficina".
Otros expertos plantean
que los funcionarios tienen “la responsabilidad de responder por un desempeño
particular ante las expectativas de distintas audiencias, partes interesadas”.
Además, se indica que “la rendición de cuentas es una parte esencial del
proceso de democratización, del proceso de crear frenos y contrapesos que
aseguren que el menos privilegiado y con menos poder puede retar y reconfigurar
las dinámicas del poder social”.
A los patrones de fundo,
como Carlos Larraín y Piñera, no les interesa la transparencia total porque eso
los pondría en evidencia ante la ciudadanía y haría más dificultoso que se
produzca el contubernio entre el poder político y el económico. Además, ¿existe
alguna duda que en el pasado y en el cercano presente muchas fortunas nacieron
de ese matrimonio ilegal?.
Los ciudadanos deben exigir
transparencia total en el manejo del dinero de los contribuyentes, y poner en
la palestra a los sujetos que son partidarios de pasillos a media luz y áreas grises
en las cuáles los apretones de manos y la riqueza fluye a espaldas de todos.
TERCER TEMA: ¿Puede ser
que una persona que viene del mundo del trabajo y del esfuerzo personal pueda ejercer
la política?
Carlos Larraín planteaba
que “las personas de mentalidad tradicional que vienen del mundo del trabajo y
del esfuerzo personal no podrán nunca ejercer la política, y deben concentrarse
en producir bienes, como unas hormiguitas, y dejar la política en manos de la
izquierda…”. En primer lugar, Larraín está equivocado porque a la política
puede dedicarse cualquier ciudadano que tenga la genuina motivación para trabajar
en pos del bienestar de todos y la profundización de la democracia, pero antes
debemos hacer una aclaración, fuente de confusiones: un funcionario elegido
para un cargo técnico debe privilegiar lo técnico a lo político.
En la actualidad, en
nuestro país, dedicarse a la política tiene dos implicancias laborales. La
primera de ellas es acceder a cargos de elección popular y, si eso no es
posible, optar a ser elegido en puestos técnicos de todos los niveles, y aquí
surge una confusión constante. Por ejemplo, Larraín no puede pretender que a
Pereira se le juzgue como político sino que como técnico y aquí se equivocó:
tomó una decisión técnica de implicancias políticas sabiendo que tenía
relaciones con las partes.
Los políticos de derecha e
izquierda han adquirido la mala costumbre de actuar como patrones del fundo
fiscal, y Carlos Larraín es uno de ellos; cree que los de su sector son los
mejor dotados y preparados pero solo están aquí de paso para enriquecerse y
aumentar su patrimonio a costa de todos. Igual que los de la izquierda, pero
estos son muchos más rascas y ordinarios. Al final, no hay diferencias entre la
izquierda y la derecha.
Esta casta de políticos
de derecha e izquierda, patrones del fundo fiscal, son los que han empobrecido
Europa y las mismas prácticas las vemos en nuestros países de Latinoamérica. No
debemos acostumbrarnos a estas acciones indecentes de sujetos que solo aspiran
a satisfacer sus intereses personales olvidando con demasiada facilidad que se
deben a todos los ciudadanos que son los que pagan los salarios…
¿Podremos hacer entender
a los ciudadanos que esta clase de políticos indeseables no pueden continuar en
la vida pública por lo que no deben ser reelectos bajo ninguna circunstancia?
Difícil tarea, gran
esfuerzo.
PANORAMA Liberal
Sábado 2 Marzo 2013