El Transantiago nos cambiará la vida...!!!! |
El sábado 10 de febrero del año 2007 es una fecha que debe conmemorarse porque fue el día que los socialistas nos cambiaron la vida, desde el punto de vista del transporte. Aquel día se bajó la bandera a un proyecto de ingeniería socialista de muy buenas intenciones, que pretendía cambiarle el rostro a una ciudad llena de micros amarillas, con decenas de recorridos eternos que atravesaban la urbe de lado a lado y con muchos otros problemas, pero que cumplía el objetivo básico: las micros amarillas nos transportaban.
A contar de las 05:00 horas de aquel sábado comenzó el desastre que aún continúa y que es un legado vivo de lo que sucede cuando las sandeces socialistas se trasladan del papel a la vida real. Porque el socialismo es un error intelectual de marca mayor y que se basa en la arrogante creencia de que la mente humana tiene la capacidad de conocer toda la información que genera y usa un sistema humano.
El déficit del año 2011 del Transantiago fue de US$ 680 millones, cifra similar a la del año 2010. Este ridículo proyecto comenzó a diseñarse en el gobierno de Lagos donde trabajaron al menos dos ministros en el diseño del sistema; se implementó en el gobierno de Bachelet con otros dos ministros en su aplicación, y en el gobierno de Piñera ya van dos ministros que han metido las manos en este sistemita socialista.
Las preguntas vienen solas:
¿Por qué los funcionarios públicos no se sientan en sus cómodas oficinas con aire acondicionado y nos diseñan un nuevo sistema, partiendo desde cero, y no siguen parchando un sistema pésimamente diseñado desde el principio?...
¿Tenemos en Chile capacidad técnica y de ingeniería capaz de diseñar un sistema de transporte público para la ciudad de Santiago que signifique un buen servicio y un buen precio?.
¿Tendremos que seguir financiando este sistema de transporte per secula seculorum?.
Voy a adelantar una tesis: Dada la complejidad del sistema de transporte de la ciudad de Santiago, es imposible que el sistema mejore si la toma de decisiones es la resultante de un proceso de planificación centralizado.
El arrogante socialismo como error intelectual.
El socialismo se define como "todo sistema de agresión institucional y sistemática en contra del libre ejercicio de la función empresarial". En otras palabras, es la imposición mediante la fuerza, usando todos los medios coactivos del Estado, de ciertos objetivos definidos como buenos y deseables. Es decir, el socialismo es la imposición por la fuerza en los procesos de cooperación social.
Recordemos que la coacción consiste en utilizar la fuerza y la violencia para obligar a alguien a hacer algo. Por lo tanto, si la coacción es sistemática y procede institucionalmente de un Estado que tiene todos los medios del poder, la posibilidad de defendernos de los mismos o evitarlos es muy reducida. Es entonces cuando el socialismo manifiesta su realidad esencial con toda su crudeza, y crea proyectos viles como el Transantiago.
La creación de un órgano central que se encarga de las tareas necesarias para manejar los sistemas significa que se arrebata a las personas la iniciativa y la responsabilidad por sus acciones. Por lo tanto, si las personas son los únicas que saben lo que necesitan, ¿el órgano central tiene la capacidad para determinar las necesidades de las personas y la manera de satisfacerlas?. La consecuencia es que el órgano central impondrá por la fuerza su particular visión del mundo y sus particulares objetivos a todas las personas, ¿por qué decimos, entonces, que el arrogante socialismo es un grosero error intelectual?.
ENORME VOLUMEN DE INFORMACIÓN. Ya lo establecimos de manera implícita: es imposible que un órgano central encargado de ejercer la coacción para coordinar cierto sistema disponga de toda la información que necesita para tomar las decisiones más adecuadas y pertinentes. El volumen de información que generan los sistemas humanos es inmenso, y es imposible de gestionar.
INFORMACIÓN SUBJETIVA. En segundo lugar, la información que se maneja en los sistemas humanos no es objetiva sino profundamente subjetiva. Por ejemplo, usted puede manejar muy bien un vehículo de calle, pero manejar un Fórmula 1 es algo totalmente diferente que no puede aprenderse leyendo el manual del fabricante…se requieren años de práctica para adquirir la experiencia. Por lo tanto, la información para manejar un Fórmula 1 no se puede presentar de una manera formal y objetiva, ni trasladar a ningún sitio, y menos a un órgano central. Y la mayor parte de la información que generan los sistemas humanos es información subjetiva.
INFORMACIÓN DE LO NO-CREADO. Los seres humanos están dotados de una innata capacidad creativa que implica que continuamente se están descubriendo "nuevos" productos, "nuevos" fines, "nuevos" medios, etc., por lo que difícilmente se puede transmitir a un órgano central la información que todavía no ha sido "creada" por las personas. El órgano central podrá ser muy capaz y esforzado, pero no puede saber que va a pasar mañana con el fin de tomar las medidas oportunas, porque lo que pase mañana depende de un cierto tipo de información que todavía no existe hoy.
INFORMACIÓN BLOQUEADA. La propia naturaleza de la coacción socialista sobre la sociedad impide que la información fluya rápidamente desde el punto de impacto hasta el órgano central, por lo que las decisiones siempre se toman (si se toman) con un enorme rezago.
Mediante estos cuatro argumentos podemos entender porque el proyecto socialista del Transantiago es un error intelectual. En primer lugar, el volumen de información es tan grande que es imposible de gestionar centralmente; en segundo lugar, la información obtenida siempre es incompleta y muy pobre; en tercer lugar, el sistema se gestión en base a información del pasado ya caduca; y en cuarto lugar, el sistema bloquea el flujo de información la que no llega al órgano central. En resumen, el sistema Transantiago no dispone de toda la información que necesita para dar un contenido coordinador a sus mandatos.
Dice Hayek en “La fatal arrogancia” que el socialismo es la manifestación social, política y económica de la arrogancia humana, porque el ser humano quiere ser Dios, es decir, omnisciente. Por eso, debemos estar atentos y en guardia contra el socialismo, que siempre se infiltrará de manera sinuosa en comunidades, familias, barrios, partidos políticos de derechas y liberales...Tenemos que estar en contra de la tentación del socialismo arrogante que se considera poseedor de una sabiduría capaz de manejar sistemas muy complejos.
Una conclusión: Transantiago, proyecto arrogante.
Lagos, Bachelet y Zamorano,,,las caras tras el Transantiago... |
Lagos y Bachelet creían que tenían la capacidad humana para diseñar e implementar un sistema muy complejo, pero solo fue una muestra de su pecado de soberbia intelectual. Porque detrás de todo socialista hay un arrogante, un intelectual soberbio. Y eso siempre lo podemos constatar en todos los ámbitos.
El sistema del Transantiago reemplazó a empresas privadas, que no tenían ningún costo para el Estado y tributaban inmensas sumas, por un sistema que ha requerido fondos públicos por varios miles de millones de dólares, al punto de que en 2014 se habrían gastado más de US$ MM 5.000 del erario nacional en financiar Transantiago.
Transantiago, proyecto socialista y arrogante...!!! |
Además, Transantiago es un monopolio de planificación centralizada, financiado y protegido de la competencia privada por el Estado, que prohíbe el libre emprendimiento en este mercado. Por eso, los planificadores del Transantiago importaron todos los buses en vez de comprarlos en las excelentes fábricas de buses que hay en Chile.
El actual gobierno continúa las políticas socialistas de la Concertación, y no ha tenido la valentía para restablecer la libertad de emprender, tomando medidas tan como el re-establecimiento de la libertad de emprender en el mercado de trasporte de pasajeros, licitando las vías exclusivas si se cumplen las normas técnicas y leyes del tránsito.
¿Podremos ver el final de este arrogante proyecto?.
PANORAMA Liberal
Jueves 9 febrero 2012
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