Europa busca su Teseo que los salve del Minotauro del laberinto socialista |
En el famoso mito del Minotauro se cuenta que el legendario Rey Minos tenía un hijo favorito Androgeo que era un joven atleta capaz de vencer a cualquier rival que se le opusiera. Sin embargo, después de unos importantes juegos en honor a la diosa Atenea, diosa de la sabiduría, Andrógeno cayó muerto por el Toro de Maratón.
Cuando el Rey Minos se enteró de esta terrible noticia, la furia y el dolor se apoderaron de él y juró vengarse de todo ateniense que hubiera sobre la faz de la Tierra. Y lo primero que ordenó a su ejército fue partir hacia la ciudad y ponerla bajo su control a cualquier precio. Y así fue como estableció una serie de terribles leyes para Atenas, entre las cuales destacaba la de que anualmente siete jóvenes varones y siete jóvenes doncellas debían ser enviadas hasta Creta para ser introducidas en el laberinto situado en Knossos del que resultaba imposible salir y en el cual eran ofrecidos para morir devorados por un ser que era mitad humano y mitad toro, el temible Minotauro.
Pero transcurridos tres años, el joven Teseo, hijo del Rey de Atenas Egeo, sintió que debía de hacer algo al respecto y que tenía que poner fin a tanta crueldad sobre su pueblo. Entonces se ofreció voluntario para entrar en el laberinto, esperando así darle muerte y liberar a cualquier ateniense que se encontrase aún en su interior.
Ariadna, hija de Minos, impresionada por el porte y el valor de Teseo, se propuso ayudarlo. Aprovechando un momento en que se encontraban a salvo de ojos y oídos ajenos, la joven puso en la mano del aguerrido príncipe un ovillo de hilo de oro y un puñal y, pidiéndole que llevara ambos objetos ocultos bajo sus ropajes, le rogó que los utilizara y que confiara en ella. Y así Teseo entró en el laberinto desenrollando el hilo, enfrentó al Minotauro y con su arma escondida le dio muerte. Luego regresó juntando el hilo hasta la salida.
El laberinto de Europa
Europa en el laberinto socialista |
Hoy, el socialismo europeo ha sumido al continente en su propio laberinto, creando al Minotauro del desempleo y la pobreza, y cuya existencia crea efervescencia social porque se está devorando a sus países, uno a uno. Algunos ya han sido sacrificados, y otros están a la espera de pasar al frente, mientras los demás ruegan por la llegada del Teseo que los pueda liberar de la maldición que pesa sobre ellos.
Este Minotauro del desempleo y la pobreza está poniendo en peligro la institucionalidad y las bases de la Unión Europea, alterando la convivencia y poniendo en duda la supervivencia de un proceso dirigista en extremo, complejo y demasiado optimista. Y aunque parezca que las cosas en materia económica en Europa van mal, lo que viene puede ser peor: se viene la recesión.
Los principales organismos internacionales han anunciado ya formalmente que la economía europea se acerca de forma inexorable a la recesión, lo que supondría entrar en un escenario tipo “W” después de la recesión de los años 2008 y 2009 y de los modestos crecimientos de 2010 y 2011.
Por ejemplo, Holanda anunció que cerrará el año en recesión (dos trimestres consecutivos de contracción económica) después de que en el tercer trimestre registrara una contracción de su PIB de un 0,3%. El país de los tulipanes es uno de los que tiene la codiciada «triple A».
Francia ha anunciado que en el último trimestre de este año su economía se contraerá un 0,2% y un 0,1% en los tres primeros meses de 2012, con lo que seguirá los pasos de Holanda y entrará también en recesión. El país galo es otro de los que goza de la «triple A».
Italia tiene una de las deudas más castigadas por los mercados financieros, y se anticipa una contracción del PIB de un 0,5% en el conjunto de 2012, frente al aumento de un 0,7% de este año.
La “locomotora” alemana empieza también a detenerse y se pronostica que el PIB germano pasará del 3% el 2011 a sólo un crecimiento de un 0,4% el que viene.
En general, la OCDE está convencida que “la eurozona parece atravesar una ligera recesión”, fruto de la entrada en el terreno negativo de Francia, Italia y Alemania.
¿Qué necesita Europa para salir del laberinto socialista?
Europa solo necesita recrear lo mejor de su pasado y dejar de escuchar el canto de las sirenas socialistas que los han embriagado por tanto tiempo. El continente creador de sublimes bellezas en tantos ámbitos no puede haberse olvidado de cómo llegó a liderar a la humanidad, y es probablemente el éxito el que los lleva a caer en las manos de socialistas expertos en dirigismo e ingeniería social que creen que el progreso se puede modelar solo con políticas públicas financiadas por cada vez menores niveles de innovación y crecimiento.
Por eso los estados europeos se están enfrentando al desastre, encorvados por el peso de la estupidez de decisiones pasadas de las cuáles nadie se siente responsable y, al mismo tiempo, de las cuales todos son responsables. Y se han reunido y se siguen reuniendo intentando buscar su Teseo y la hebra que los saque del laberinto en que las políticas socialistas los han conducido.
Y al parecer, por sí solos ya no pueden enfrentarse al desastre, y tampoco tienen instancias a las que puedan apelar porque la crisis que se desatará será global. Europa creó entre 1945 y 1972 enormes y gloriosos Estados de Bienestar que se financiaban por el crecimiento ininterrumpido y el pleno empleo. Los europeos se preguntan hoy con angustia: ¿qué pasó entonces con el crecimiento y el pleno empleo?.
La causa habría que buscarla en su estancamiento y pérdida de competitividad económica debido al proceso de globalización galopante, que ha posibilitado la aparición de nuevos y poderosos adversarios en las disputas por los mercados mundiales. Así, cuando se detiene el crecimiento económico pero se continúan incrementando los salarios y las regalías, solo el endeudamiento y la deuda pública puede financiar una calidad de vida ficticia. La única solución es mayor disciplina y más trabajo...Europa debe olvidarse del relajo de la vida fácil.
Por eso, el nuevo Teseo será germano. La gran Alemania ha presionado para que los países firmen un Acuerdo Internacional, a excepción del Reino Unido, que promueva una mayor disciplina fiscal y aumentos en los controles sobre los presupuestos nacionales, mediante dos instrumentos. En primer lugar, mantener la regla de oro constitucional de límite de déficit presupuestario estructural al 0,5% de modo que si los países no la cumplen, impulsen las necesarias reformas estructurales para volver al camino común. En segundo lugar, se sancionará drásticamente a los países que no respeten el Pacto de Estabilidad y Crecimiento que indica que se debe mantener un déficit público por debajo del 3% del PIB y una deuda pública que no supere el 60%.
Europa necesita disciplina y trabajo, y el Teseo alemán está mostrando el camino largo lleno de espinas y en ascenso que puede permitir que Europa vuelva a ser la potencia que marca su pasado. Sin embargo, todavía hay socialistas europeos que plantean que el camino puede ser más fácil de transitar si se hace de una manera más gradual dado que aun consideran al Estado de bienestar como el instrumento adecuado para avanzar hacia el socialismo en democracia.
La democracia es incompatible con el socialismo y viceversa.
Sin embargo, el socialismo no es compatible con la democracia que todos anhelan. Es más, se puede afirmar con certeza que la democracia es incompatible con el socialismo y viceversa.
El ideario socialista aún mantiene la esperanza de que deben adueñarse del poder político para provocar las transformaciones más caras para sus estúpidos sueños. En los años ’60 buscaban el poder por medio de la violencia, dado que creían que no se les entregaría voluntariamente, y por eso buscaban la revolución. Luego de la caída del muro de Berlín a fines de los ’80 y la derrota socialista, debieron asumir que debían cambiar de estrategia y buscar caminos alternativos como la tercera vía. Y se insertaron en los ambientes democráticos para seguir promoviendo sus letanías y buscar las excusas en otros de sus tristes fracasos.
Los socialistas y sus hermanos nazis no creen en la democracia porque su simiente es totalitaria y despótica al pretender que sea el Estado organizado el que coaccione a los individuos y los haga caminar solo por ciertos senderos; consideran incapaces a las personas para tomar la dirección socialista por sí mismo por lo que deben ser apoyados por el gendarme estatal.
Europa necesita más y más libertades para volver a liderar el desarrollo de la humanidad; necesita profundizar la democracia y los libres mercados que son los que generan riqueza. Pero, lo más importante: necesita recordar siempre que los socialistas no creen en el desarrollo libre de la especie humana, sino que en el desarrollo del socialismo, enemigo de la libertad.
No perdamos el foco. Europa tiene con que salir adelante; aprendamos de ellos.
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