Los políticos y funcionarios siguen tirándose de las mechas en el tema del aborto, discutiendo, hablando por la prensa y televisión, etc., con el objetivo de imponer sus particulares puntos de vista. Si, y leyó bien: desean imponernos sus particulares puntos de vista.
¿Cómo podemos entender que la clase política, tan mal evaluada por la sociedad, puedan pretender liderar la discusión respecto de temas tan preocupantes y que desbordan la racionalidad?
Pero la verdadera pregunta es: ¿Cómo es posible que los ciudadanos no se empoderen en ciertos temas, tomen el liderazgo e impidan que los políticos demagogos armen instituciones que reducen sus espacios de decisión y sus libertades personales?. Es más, durante todo el año pasado, liderados por los comunistas totalitarios y antidemocráticos, la sociedad le dio la bendición a la idea de “una educación estatal y gratuita”, lo que significa que las familias perdemos el sencillo derecho de educar a nuestros hijos bajo los códigos y valores que nos son caros, para entregárselo a los políticos y funcionarios que tanto denigramos, y que crean instituciones que son solo una perfecta excusa para extraer recursos por medio de más impuestos.
Por lo tanto, la verdadera causa del liderazgo que asumen ciertos políticos (o candidatos a serlo) es la desidia, el desinterés, la ignorancia y la abulia de ciudadanos entontecidos por décadas con propaganda respecto del “valor de la democracia”. Así, la masa estúpida propicia la aparición de una clase de ciudadanos que se enriquece a costa de todos, la clase política.
¿Estamos realmente en una democracia cuando votamos por candidatos cupulares cada cuatro años?.
Claro, dirá alguien, este (o sea yo) opina igual que los comunistas. Pero, la diferencia, querido lector, es que a mí no me interesa crear ni asambleas ni constituyentes ni reuniones de estúpidos ni propiciar la aparición de sujetos totalitarios y retrasados como Morales o Chávez.
Me interesa una democracia en la cual los políticos sean ciudadanos comunes y corrientes que se desempeñen el periodo que les corresponde y después vuelvan a sus actividades laborales anteriores. Por ejemplo, para hacer el servicio militar se requieren voluntarios y lo mismo se puede hacer en política, haciendo el llamado abierto a la ciudadanía de la localidad para postular a los cargos públicos locales, de modo que sean los mismos ciudadanos locales los que los voten y, si es elegido, gozar de un permiso para ser relevado de sus actividades laborales por el período que dure en el cargo.
El gran problema de la democracia actual es la aparición de los políticos profesionales que hacen una carrera pública jugando a las sillas musicales en una serie de cargos y puestos políticos. Así, el cargo público es un botín de enorme valor que propicia la aparición de dinastías de familias que viven por y para la política e incluso, comenzamos a ver a sus descendientes ocupando nuevos cargos públicos en un proceso recursivo y sin final.
Mediante la carrera de Político Profesional muchos se enriquecen y surgen los nuevos ricos que no han creado nada valioso para toda la sociedad, pero que se enriquecen y lucran con el dinero de todos; viajan por el mundo en primera clase; viven como si estuvieran en el primer mundo; cuando hacen discursos nos hablan “del pueblo”, “de su querido pueblo”. Están demasiado cómodos en sus cargos, gorditos como jamás han estado en sus vidas, no hacen nada, aumentan sus ingresos familiares contratando a sus parientes como asesores, gozan de la vida y tienen privilegios impensados para su nivel de trabajo y esfuerzo…¿alguien cree que apoyarán cambios en el sistema político vigente?.
Y, claro está, jamás propiciarán cambios en el sistema binominal ni en impedir la reelección. Públicamente, pondrán los ojitos en blanco por “su pueblo” pero, en privado, lo dilatarán y lo impedirán a como de lugar, priorizando otros temas. Por ejemplo, los comunistas querían beber de la leche fiscal, y ahora que están bebiendo, ¿apoyarán cambios radicales?. La clase política jamás apoyará iniciativas que pretendan reducir sus espacios discrecionales de poder. Porque el uso del poder para hacer casi cualquier cosa es embriagante.
Sin embargo, un buen político tiene que ser un demagogo, y así han engañado a la masa inerte y estúpida que se apasiona por los realities y la farándula, incapaz de hablar sin usar la palabra mágica con la cual se reconoce a un chileno por el mundo: la palabra h… o w….¡Que tremenda gracia la de nuestra generación!. Han puesto en un sitial de honor una palabra peyorativa e insultante pero, que refleja lo que somos.
Y como somos w…, mucha gente sale a las calles para pedir “más Estado en educación, salud, etc.”. Lo que no saben es que si llegan a triunfar, el resultado será una pérdida mayor de libertades y menores opciones porque surgirá una nueva clase política –la del Hermano Mayor, los hombres y mujeres buenos y nuevos, sabios y hermosos- con mayor conciencia por el poder y que, paradójicamente, impedirán que se vuelva a salir a marchar por las calles, porque los totalitarios tienen una opinión muy particular respecto de la libertad: creen en su libertad, no creen en la tuya.
Ha comenzado un nuevo año de enormes desafíos para los ciudadanos informados. PANORAMA Liberal les saluda con afecto y les invita a participar en un proyecto crítico: si las calles ya las ocupan los totalitarios y imbéciles de siempre, que no ocupen las calles virtuales, y disputémosles palmo a palmo este espacio a nuestros adversarios totalitarios, antidemocráticos y enemigos de la libertad personal.
Ahí estaremos los liberales. No somos pocos. No queremos callar y no callaremos. Y estaremos siempre con el ciudadano informado, crítico, culto, y ávido de más libertades.
¡Saludos liberales de Chile y del Mundo!
PANORAMA Liberal
Jueves 15 de marzo 2012
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