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jueves, 7 de octubre de 2010

EL CNTV Y LAS LEYES DE NUREMBERG

El Consejo Nacional de Televisión (CNTV), por intermedio de su vicepresidente Herman Chadwick, ha presentado cargos en contra de Chilevisión luego de las parodias realizadas a Jesús en un espacio humorístico “El club de la Comedia“, señalando que “acordamos por cinco votos contra tres el hacer un cargo a Chilevisión por el programa El Club de la Comedia en cuanto al tratamiento que se le daba a la figura de Cristo”.

Precisaba que “se estaba ante una burla, si quiere llamarlo un ultraje, a una figura que para mí como cristiano y como católico, es una figura divina. Es el hijo de Dios hecho hombre en la tierra, que formó una iglesia que ha sido la base de la civilización cristiano-occidental, que en Chile el cristianismo lo sigue cerca del 90% de los habitantes del país y el otro 10% lo respeta y lo admira”. Y agrega que “la figura de Cristo se intentaba ridiculizar para disminuir la importancia y la trascendencia que ha tenido en la vida de nosotros los cristianos y en la construcción de la sociedad cristiano-occidental que ha sido la base del desarrollo de todo el sector donde está Chile, en los últimos años”.

En esa línea, apuntó “pensamos que una burla o un ultraje de esta naturaleza constituía también un acto de poca tolerancia frente a la creencias capitales de los que pertenecemos al pueblo”.

¿Y las leyes de Nuremberg?

En el año 1935, en la Alemania nazi se aprobaban las denominadas “Leyes de Nüremberg” destinadas a caracterizar la relaciòn entre los arios y las “razas inferiores”. Se estima que, en ese entonces, la población judía era de unas 600.000 personas equivalente a menos del 1% del total de la población total.

El 15 de septiembre de 1935 se publica la “Ley de la Protección de la Sangre Alemana y el Honor”, que limitaba el matrimonio de judíos y no judíos. Al mismo tiempo, se publicó la “Ley de Ciudadanía del Reich”, siendo reforzada en noviembre por un decreto, señalando que todos los judíos, incluso los que fueran ¾ partes judíos, ya no eran más ciudadanos de su propio país (su título oficial pasó a ser “sujetos del estado”). Esto significaba que no tenían los derechos básicos, como por ejemplo, el derecho a la ciudadanía.

Esta supresión de los derechos ciudadanos básicos permitió que se publicaran leyes más duras contra los judíos con los resultados finales ya conocidos por todos.

El papel del CNTV

EL 30 de septiembre de 1989, se publica la ley No.18838, en cuyo Art.No.1 se indica “crease el CNTV, en adelante el Consejo, a que se refiere el Art.19, No.12, de la Constitución Polìtica, el que serà un servicio pùblico autònomo, funcionalmente descentralizado, dotado de personalidad juridica y de patrimonio propio, que se relaciona con el Presidente de la Republica por el Ministerio Secretaria General de Gobierno…

Corresponderà a este Consejo velar por el correcto funcionamiento de los servicios de televisión, y, para tal fin, tendrà su supervigilancia y fiscalización, en cuanto al contenido de las emisiones que a travès de ellos se efectùen, en conformidad con las normas de esta ley…

Se entenderà por correcto funcionamiento de esos servicios el permanente respeto, a travès de su programación, a los valores morales y culturales propios de la Naciòn; a la dignidad de las personas; a la protecciòn de la familia; al pluralismo; a la democracia; a la paz; a la protecciòn del medio ambiente; y a la formación espiritual e intelectual de la niñez y la juventud dentro de dicho marco valòrico…”

Este Consejo està integrado por Herman Chadwick, Jorge Carey, Gonzalo Cordero, Jorge Donoso, Marìa Hermosilla, Roberto Pliscoff, Consuelo Valdes, Genaro Arriagada, Marìa Brahm, y Guillermo Laurent, y en el Acta de la Sesiòn de lunes 13 de septiembre, el 80% de los temas tratados se refieren a: “APLICA SANCION…”,”RECHAZA LOS DESCARGOS…”, “SE DECLARA QUE NO HA LUGAR A…”, “FORMULACIÓN DE CARGO A…”, “DECLARA SIN LUGAR DENUNCIA…”, “.

Es decir, el CNTV aplica la legislación para la cual existe y corresponde a los medios acatar las disposiciones de este órgano establecido en nuestro Estado de Derecho. Pero, la cuestión fundamental no es la censura que este organismo realiza sino: ¿Por qué los chilenos permitimos que 10 personas –por muy sabias que ellas sean- tomen decisiones por todos nosotros?, ¿Por qué permitimos que esta ley estè vigente?, ¿seremos los chilenos una especie de retardados mentales que no pueden tomar decisiones por si mismos?

¿Qué relaciòn tienen las leyes de Nuremberg con la ley 18838?

En su momento las leyes de Nuremberg gozaron de respaldo del pueblo alemàn pese a la vileza que significaban. Por eso, en democracia debemos resguardarnos de la creencia de que las mayorías puedan determinar lo que está bien y lo que está mal, surgiendo los iluminados hombres buenos siempre alertas para ocupar su tiempo en dictar leyes “buenas” pero que se entrometen en espacios de decisiones personales e individuales, generando nuevos problemas.

Dice Chadwick que “se estaba ante una burla, si quiere llamarlo un ultraje, a una figura que para mí como cristiano y como católico, es una figura divina…es el hijo de Dios hecho hombre en la tierra, que formó una iglesia que ha sido la base de la civilización cristiano-occidental, que en Chile el cristianismo lo sigue cerca del 90% de los habitantes del país y el otro 10% lo respeta y lo admira”. Nadie puede negarle el derecho de ser catòlico y ser virtuoso ante su dios, pero ¿Por qué quiere imponernos a todos sus creencias privadas?.

Dice Chadwick que “la figura de Cristo se intentaba ridiculizar para disminuir la importancia y la trascendencia que ha tenido en la vida de nosotros los cristianos y en la construcción de la sociedad cristiano-occidental que ha sido la base del desarrollo de todo el sector donde está Chile, en los últimos años”. Que alguien crea en Cristo como figura divina es un tema personal, y ¿por los que no creen van a hacer otra cruzada?, ¿con los problemas actuales de la iglesia no serìa mejor callar u otorgar?.

Dice Chadwick que “pensamos que una burla o un ultraje de esta naturaleza constituía también un acto de poca tolerancia frente a la creencias capitales de los que pertenecemos al pueblo”. La tolerancia no se puede justificar con la intolerancia. En mi caso cuando un programa de TV no me agrada..¡ no lo miro y se acabò ¡. Es más; encuentro aburrido este club de la comedia...

La religión es un tema personal e individual, sobre el cual nadie tiene derecho a inmiscuirse bajo ningún pretexto. Creer en la divinidad, tener fe y asistir a templos a practicar dicha fe es un derecho personal, pero la situación cambia cuando se trata de imponer a otros dichas visiones y creencias como las únicas ciertas, y, en especial, cuando se utilizan instituciones estatales financiadas con el dinero de los contribuyentes para defender posturas privadas respecto de cómo debe vivirse la vida ajena.

En este ùltimo sentido el CNTV representa un pequeño ejemplo de una ley tipo Nuremberg en la cual ser “ario” equivale a ser cristiano y ser “judìo” equivale a ser no-cristiano, y que son aplicadas por 10 personas que creen tener la sabiduría y la capacidad para captar la correcta evolución de la sociedad. Debemos recordar que una sociedad de personas independientes, educadas y libres es una sociedad que deja atràs los rezagos de una cultura basada en el miedo, en el castigo aquì y màs allà, y que son capaces de caminar en su vida sin muletas y por sus propios medios.

Estamos de acuerdo en que las leyes deben respetarse y asumirse, pero la pregunta que debemos formularnos es: ¿Por qué necesitamos este tipo de leyes, propias de una sociedad llena de invàlidos mentales que no son capaces de pensar por si mismos?, ¿Por qué no las derogamos ya?

Los seres humanos debemos crecer y mejorar, pero tomando decisiones en medio de un ambiente de libertad, impidiendo las imposiciones de algunas personas de buena voluntad pero de muy escaso vuelo.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Muy buena columna y buen blog.

Saludos fraternales,

Mauricio