Translate

martes, 31 de julio de 2012

HUMOR ¿Quiénes son los mejores pacientes en una sala de operaciones?.


¿Quiénes son los mejores pacientes?...Lea y no se sorprenderá...

Cinco cirujanos discutían sobre quiénes resultaban ser los mejores pacientes en una sala de operaciones.

El primer cirujano dice :

 - Me gusta operar Contadores, porque cuando los abres, todo está ordenado por números…

El segundo responde:

 - Sí, pero los Electricistas son los mejores, porque todos los órganos están codificados por colores, no te puedes equivocar…

El tercero agrega:

 - No, los mejores son los Bibliotecarios. Dentro de ellos está todo codificado alfabéticamente…

El cuarto dice:

 - No hay como los Mecánicos, ellos ya traen las piezas de repuesto que hay que cambiar…

Y, el quinto, que estaba muy callado, dice :

 - ¡Colegas, lamento contradecirlos a todos!...Para mí los mejores pacientes para operar, son los POLÍTICOS…No tienen corazón, no tienen estómago, no tienen huevos y además, puedes trasplantarles el cerebro al culo y nadie se daría cuenta…ni ellos mismos…

PANORAMA Liberal
Martes 31 Julio 2012

lunes, 30 de julio de 2012

SOCIEDAD ¿Que diferencia a Henry David Thoreau y a Luciano Pitronello?. Día y noche del anarquismo.


¿Que diferencia a Henry David Thoreau de un señor como Luciano Pitronello?. El día y la noche del anarquismo.
Henry David Thoreau (1817-1862) tuvo una importante influencia en el pensamiento individualista de los Estados Unidos y Europa. Fue un escritor estadounidense, poeta, naturalista, contrario a todo impuesto, crítico a la industrialización y progreso, agrimensor, historiador, filósofo y destacado trascendentalista. Es muy conocido por su libro “Walden, la vida en los bosques”, una sencilla reflexión sobre la vida en ambientes naturales, y por su ensayo “Sobre la Desobediencia Civil”, un real alegato a favor de la resistencia individual al gobierno civil en oposición moral a una situación de injusticia.

El pensamiento de Thoreau influenció el pensamiento de las corrientes naturistas que ponen en contraste la vida sencilla con un estilo de vida materialista/consumista. Enfatizaba en el principio de no-agresión y la soberanía individual y su anarquismo no solo rechaza al Estado sino a todas las asociaciones organizadas de cualquier tipo, invocando la autosuficiencia individual completa. Escribía…

“Fui a los bosques porque quería vivir deliberadamente, enfrentar sólo los hechos esenciales de la vida, y ver si podía aprender lo que ella tenía que enseñar, no sea que cuando estuviera por morir descubriera que no había vivido. No quería vivir lo que no fuera la vida; ¡es tan hermoso el vivir!; tampoco quise practicar la resignación, a no ser que fuera absolutamente necesaria…

…Quise vivir profundamente y extraer toda la médula de la vida, vivir en forma tan dura y espartana como para derrotar todo lo que no fuera vida, cortar una amplia ringlera al ras del suelo, llevar la vida a un rincón y reducirla a sus menores elementos, y si fuera mezquina, obtener toda su genuina mezquindad y dar a conocer su mezquindad al mundo, o si fuera sublime, saberlo por propia experiencia y poder dar un verdadero resumen de ello en mi próxima salida. Porque me parece que la mayoría de los hombres se hallan en una extraña incertidumbre acerca de si la vida es del diablo o de Dios, y han deducido apresuradamente que la principal finalidad del hombre aquí es “glorificar a Dios” y gozar de él en la eternidad…

…Sin embargo, vivimos mezquinamente, como las hormigas, aunque la fábula nos cuenta que hace mucho fuimos transformados en hombres; luchamos con grullas como los pigmeos; es un error sobre otro error, remiendo sobre remiendo, y nuestra mejor virtud tiene, para esta ocasión, una miseria superflua y evitable. Nuestra vida está desmenuzada por los detalles. Un hombre honrado pocas veces necesita contar más que sus diez dedos, o, en casos extremos, puede añadir los otros diez de los pies y comprar a bulto el resto…

…¡Sencillez, sencillez, sencillez! Que tus asuntos sean dos o tres y no cien o mil; en lugar de un millón, cuenta media docena y lleva sus cuentas sobre la uña de tu pulgar. En medio de este mar picado de la vida civilizada, son tales las nubes y tormentas y arenas movedizas y mil otras cosas a las que hay que atender, que un hombre tiene que vivir haciendo cálculos si no quiere naufragar e ir al fondo y no llegar a puerto alguno, y sin duda ha de ser un gran calculador el que triunfe…

…¡Simplificar, simplificar! En lugar de tres comidas por día, no comas más que una si es preciso; cinco platos en lugar de cien; y reduce todas las demás cosas en esa proporción. Nuestra vida es como una Confederación Germánica, compuesta de pequeños estados, con sus límites siempre fluctuantes, en forma tal que ni un alemán puede decirnos cuáles son sus propios límites en un momento dado. La misma nación, con todas sus llamadas mejoras internas —que, por otro lado, son todas externas y superficiales— es como un establecimiento pesado e hipertrofiado, colmado de muebles y atrapado por sus propias trampas, arruinado por el lujo y los gastos sin cuidado, por falta de cálculo y de un objetivo digno como el millón de hogares que hay en el país; la única cura para ello es una economía estricta, una vida sencilla, más que espartana, y la elevación de los designios. La nación vive demasiado rápidamente…”.

La vida en los bosques de Thoreau representa la visión de un anarquista individualista basada en la paz y el respeto por todos. En cambio, los anarquistas socialistas están enceguecidos por el odio y las bajas pasiones para imponer sus visiones a sangre y fuego. Incluso, a costa del dolor de su propia familia.

LA ENTREVISTA A LA MADRE DE PITRONELLO, UN ANARQUISTA SOCIALISTA.

Erika Schuffeneger es la madre de Luciano Pitronello al que le explotó una bomba en el año 2011 cuando intentaba ponerla en un banco. En una reciente entrevista cuenta cómo su hijo terminó vinculado a grupos anarquistas y confiesa su culpa por no haberlo evitado, pero…antes revisemos algunos párrafos de esa entrevista.

En la revista “Sábado” de El Mercurio, la madre de Pitronello indicó que Luciano es el hijo del medio, y el más débil física y emocionalmente. La familia vivió la infancia de los hijos en Calera de Tango y este niño travieso jugaba a los autitos y cosechaba frutas, por lo que tuvo una infancia feliz. Pero, en algún momento, se vinieron a Santiago a vivir a un departamento en Emilia Téllez, en Ñuñoa, y ahí fue que su familia de desarmó por múltiples razones…Revisemos algunos párrafos de la entrevista…

P: ¿Hoy usted ha logrado entender algo de lo que pasó?

R: Luciano se sentía muy lejano de nosotros como familia. “Me costaba confiar”, me dijo. Claro, si en el momento que más nos necesitó, nadie se ocupó de él, entonces yo siento que esto que pasó fue una rebeldía de él por sus vivencias propias. Él le agarró un tremendo rechazo a todo el sistema capitalista, porque obviamente veía a sus papás que estaban todo el día trabajando.

P: ¿Eso se lo ha dicho él?

R: No, pero uno entiende. Luciano era un cabro normal que se desbandó porque no tuvo el apoyo de sus papás, de su familia.

P: Hay muchos hijos de familias disfuncionales, que no hacen este tipo de cosas. Poner una bomba es un acto criminal.

R: Con lo de la bomba en el banco creo que quiso dañar al sistema, antes que a la gente que lo amaba.

P: ¿Usted cree que él quería ponerle la bomba a usted o a su papá?...¿Esa es su interpretación?

R: Sí.

EL CAPITALISMO, LA FALSA EXCUSA DE LA MADRE DE UN ANARQUISTA SOCIALISTA

Es decir, para la madre de Pitronello, la causa de que su hijo se haya convertido al anarquismo de izquierda se debe al “tremendo rechazo a todo el sistema capitalista, porque obviamente veía a sus papás que estaban todo el día trabajando”. Es decir, la culpa no es de sus padres ambiciosos, exitosos, y exigentes, sino del sistema económico que los manipulaba y les impedía ser como querían. Y, probablemente, al mismo tiempo, Pitronello se considera una víctima de todo el sistema porque no fue bien atendido por sus padres.

En resumen: Pitronello culpa a sus padres, y sus padres culpan al capitalismo. La culpa final es del capitalismo, ¿no será como mucho?. Porque digamos las cosas por su nombre: Pitronello no es una persona normal. Pertenecer a una familia de amplios recursos económicos y con la vida ya resuelta económicamente no puede ser la excusa para cometer actos aberrantes; esta persona tiene problemas psicológicos y no hay otra razón para su comportamiento.

Lo paradójico del caso es que es el mismo capitalismo, que posibilitó que la familia Pitronello tuviera un alto nivel de ingresos, el que haya permitido financiar la recuperación de sus lesiones al ser atendido en clínicas de primer nivel, con un gasto cercano a los $100 millones. Gracias al esfuerzo de unos padres ambiciosos, exitosos y exigentes, Pitronello pudo recuperarse de sus lesiones. Y, probablemente, la familia Pitronello, por su nivel de ingresos, tiene un cierto círculo de amistades que deben haberse alterado con el comportamiento de este integrante de la familia, lo que explica el abandono. Excepto, por la madre culposa.

Es cierto que la madre reconoce que “él nos estaba pidiendo a gritos que le pusiéramos atención. Hicimos todo lo contrario…”, pero indirectamente sigue pensando que la culpa es del sistema. Y esta es solo una falsa excusa porque el capitalismo no puede ser responsable de las decisiones que las personas libremente tomen.

Por ejemplo, en parte de la entrevista dice que “mi ex marido tiene una empresa de arriendo de maquinaria pesada. Yo era la dueña, pero hubo un momento en que me di cuenta de que siempre había algo que comprar, algo que renovar, era una carrera sin fin. Una vez le dije a mi marido antes de separarnos, “¿por qué no nos vamos al sur? Vámonos a pasar la vejez allá”. Pero él no me escuchaba. “No, hay trabajos por terminar, contratos nuevos, cosas que comprar”, me decía. Yo sentía que era una vorágine que no iba a terminar nunca. Y me daba cuenta de que estaba tan comprometida con la empresa, que estaba dejando a mis hijos de lado. Siempre estaba ocupada, no tenía tiempo, con suerte iba a las reuniones del colegio. En esa época Luciano tendría 14 o 15 años…”.

Es habitual escuchar y leer a los socialistas que plantean que “los mercados son crueles”, y asocian al capitalismo los resultados que son los más desagradables posibles, pero se olvidan de los enormes beneficios al aumentar el nivel de vida mediante la presencia de bienes y servicios de enorme calidad. Por eso, Mises plantea que “el capitalismo desproletariza a los trabajadores, aburguesándolos a base de bienes y servicios”.

En este caso, resulta incoherente que la madre de Pitronello disfrute de los enormes beneficios de un nivel de vida obtenido por su propio esfuerzo, pero, al mismo tiempo, culpe al mismo sistema por los costos de sus propias decisiones. Así, en una sociedad libre, cada persona puede moldear su vida de acuerdo con sus propios planes, sin someterse a programas impuestos por funcionarios y burócratas mediante el poder coercitivo de la fuerza pública. Por lo tanto, las personas no necesitamos la tutela de los “buenos gobernantes”, pero debemos asumir la responsabilidad de nuestros actos sin culpar a otros.

Es cierto, sin embargo, que la naturaleza humana puede resultar insaciable si no la educamos. En la actualidad, cualquier persona disfruta de bienes y servicios desconocidos, incluso, para los ricos de la época de sus propios abuelos, pero eso no significa que seamos más felices, porque en cuanto se satisface un deseo, surgen nuevos deseos. Y esta es una característica de la naturaleza humana que no debemos ocultar ni lamentar, porque no existe nada más humano que intentar aumentar siempre la riqueza personal.

Y, por cierto, cada persona es la última responsable de orientar sus esfuerzos de la manera adecuada para alcanzar los objetivos deseados.

¿De qué se lamenta, entonces, la madre de Pitronello si ha vivido la vida de la manera que quiso, libremente, y sin imposiciones externas?, ¿Por qué culpa al sistema económico de decisiones personales de la cual ella es la única responsable?.

UNA CONCLUSIÓN: CUIDADO CON LOS ANARQUISTAS SOCIALISTAS.

Seamos claros: Pitronello es un anarquista socialista, violento, irracional, con una clara visión colectivista, y que basa su accionar enfatizando en un tipo de libertad, la positiva, que debe permitir desarrollar las potencialidades de las personas por medio de la vida social y el colectivo. Por eso, defiende la propiedad común de los medios de producción con el objeto de eliminar la desigualdad económica, lo que los lleva a atentar contra el sistema capitalista.

Sin embargo, no nos confundamos, puesto que el anarquismo tiene otra vertiente individualista que hace hincapié en la libertad negativa, es decir, se oponen abiertamente a todo tipo de control estatal o social sobre los individuos; prefieren la propiedad privada de los medios de producción; son partidarios del intercambio de bienes y servicios a través de los mercados; no se oponen a la desigual distribución de la riqueza aceptándola como una consecuencia de la libre competencia.

Ya hemos planteado que Henry David Thoreau tuvo un enorme impacto en el pensamiento individualista en muchos países, y por eso no debemos confundirlo con el accionar de un anarquista de izquierda como Pitronello.

Es cómodo culpar a otros de los propios fracasos, pero en una sociedad libre, los beneficios y los costos de los acciones deben ser asumidos por la propia persona lo que le permite modelar su conducta de manera que genere la mayor utilidad posible. El capitalismo es una bendición para la especie humana porque ha posibilitado una notable mejora de nuestra calidad de vida, pero no lo culpemos de los resultados de los actos humanos realizados por personas libres y plenamente responsables. Estemos atentos al doble estándar de la mentalidad socialista, incluyendo a la anarquista.

PANORAMA Liberal
Lunes 30 Julio 2012

domingo, 29 de julio de 2012

HUMOR El doble discurso socialista…



Los políticos socialistas tienen dobles discursos, demagógicos y falaces, pero si ustedes leen bien podrán saber lo que encierran sus discursos…

“EN NUESTRO PARTIDO POLÍTICO CUMPLIMOS CON LO QUE PROMETEMOS.

SÓLO LOS IMBÉCILES PUEDEN CREER QUE

NO LUCHAREMOS CONTRA LA CORRUPCIÓN.

PORQUE SI HAY ALGO SEGURO PARA NOSOTROS ES QUE

LA HONESTIDAD Y LA TRANSPARENCIA SON FUNDAMENTALES PARA ALCANZAR NUESTROS IDEALES.

DEMOSTRAREMOS QUE ES UNA GRAN ESTUPIDEZ CREER QUE

LAS MAFIAS SEGUIRÁN FORMANDO PARTE DEL GOBIERNO COMO EN OTROS TIEMPOS.

ASEGURAMOS SIN RESQUICIO DE DUDA QUE

LA JUSTICIA SOCIAL SERÁ EL FIN PRINCIPAL DE NUESTRO MANDATO.

PESE A ESO, TODAVÍA HAY GENTE ESTÚPIDA QUE PIENSA QUE

SE PUEDA SEGUIR GOBERNANDO

CON LAS ARTIMAÑAS DE LA VIEJA POLÍTICA

CUANDO ASUMAMOS EL PODER, HAREMOS LO IMPOSIBLE PARA QUE

SE ACABEN LAS SITUACIONES PRIVILEGIADAS Y EL TRÁFICO DE INFLUENCIAS

NO PERMITIREMOS DE NINGÚN MODO QUE

NUESTROS NIÑOS MUERAN DE HAMBRE

CUMPLIREMOS NUESTROS PROPÓSITOS AUNQUE

LOS RECURSOS ECONÓMICOS SE HAYAN AGOTADO

EJERCEREMOS EL PODER HASTA QUE

COMPRENDAN DESDE AHORA QUE

“LA ALEGRÍA YA LLEGÓ”, SOMOS LA IZQUIERDA CONCERTACIONISTA.

Y ahora léanlo al revés, empezando por la última frase, y vayan subiendo línea a línea...

PANORAMA Liberal
Domingo 29 Julio 2012

sábado, 28 de julio de 2012

ECONOMIA La nueva carta de Milton Friedman a Sebastián Piñera.


Recordando a Milton Friedman en una nueva carta para Sebastián Piñera

El próximo martes 31 de julio, Milton Friedman habría cumplido 100 años de edad. Asimismo, el 21 de Abril de 1975  escribió una carta a Augusto Pinochet en la cual le planteaba su diagnóstico, luego de su visita al país, y le advertía cuáles eran los dos problemas centrales de Chile en ese momento: la acelerada inflación y la ausencia de una saludable economía social de mercado, y a modo de homenaje, reproducimos aquella carta en el anexo del presente artículo.

Han pasado 37 años de la carta anterior. Y Chile, si bien ha avanzado se ha quedado estancado en un estado socialista de tipo soporífero que le impide avanzar con mayor energía. Así, estos son tiempos que los liberales advertimos complicados porque la mentalidad socialista permea las capas sociales y muchos la aceptan como una opción válida para el futuro. En ese contexto, hemos tenido el atrevimiento de replicar dicha carta y dirigirla al actual presidente para complementar la discusión actual y otorgar el enorme valor de disponer de plenos mercados libres.

Y, al mismo tiempo, realzamos el enorme legado de Milton Friedman como paladín de los mercados libres y las plenas libertades.

LA NUEVA CARTA DE MILTON FRIEDMAN A SEBASTIÁN PIÑERA

Excmo. Sr. Sebastián Piñera Echeñique
Presidente de la República de Chile

Estimado señor Presidente:

Durante la visita que hiciéramos durante el año 1975, con el objeto de discutir la situación económica de Chile, se me pidió que le transmitiera a la autoridad de turno, mi opinión acerca de la situación y políticas económicas chilenas luego de completar mi estancia en su país. Esa carta respondió a tal requerimiento en ese momento, y hoy, ha llegado el momento de actualizar dicha visión, adaptándola a los tiempos actuales, más convulsionados pero más espléndidos en desafíos.

Permítame primero decirle cuán agradecidos estábamos mi esposa y yo de la cálida hospitalidad que nos brindaran tantos chilenos durante nuestra breve visita; nos hicieron sentir como si realmente estuviéramos en casa. Todos los chilenos que conocimos estaban muy conscientes de la seriedad de los problemas que su país enfrentaba, dándose cuenta de que el futuro inmediato iba a ser muy difícil. Sin embargo, todos mostraban una firme determinación en aras de superar dichas dificultades y una especial dedicación en el trabajo por un futuro más próspero.

En esos años, el problema económico fundamental de Chile tenía claramente dos aristas: la inflación y la promoción de una saludable economía social de mercado. Y ambos problemas están relacionados: cuánto más efectivamente se fortalezca el sistema de libre mercado, menores serán los costos transicionales de terminar con la inflación. Sin embargo, y pese a estar relacionados, se trata de dos problemas diferentes: el fortalecimiento del libre mercado no culminará con la inflación per se, como tampoco terminar con la inflación derivará automáticamente en un vigoroso e innovador sistema de libre mercado.

En aquella misiva manifesté que la causa de la inflación en Chile era muy clara: en esos años el gasto público correspondía, aproximadamente, a un 40% del ingreso nacional. Cerca de un cuarto de este gasto no derivaba de impuestos explícitos y, por lo tanto, debía ser financiado emitiendo una mayor cantidad de dinero; en otras palabras, a través del impuesto oculto de la inflación. Este impuesto inflación genera un enorme daño al inducir a las personas a dedicar un gran esfuerzo por limitar su posesión de dinero en efectivo. Esa es la razón por la cual la base es tan estrecha.

Existe solo una manera de terminar con la inflación: reducir drásticamente la tasa de incremento en la cantidad de dinero. Por eso, en su nombre deseo felicitar a las autoridades respectivas por haber logrado la independencia del Banco Central en las postrimerías del gobierno del señor Pinochet, porque de esta manera se independizó la emisión de dinero de los ciclos políticos populistas.

En Chile, y en todo el mundo, el único modo para lograr la disminución de la tasa de incremento en la cantidad de dinero es reducir el déficit fiscal. Por principio, el déficit fiscal puede ser reducido disminuyendo el gasto público, aumentando los impuestos o endeudándose dentro o fuera del país. Pero, en la práctica, disminuir el gasto público es, por lejos, la manera más conveniente para reducir el déficit fiscal ya que, simultáneamente, contribuye al fortalecimiento del sector privado y, por ende, a sentar las bases de un saludable crecimiento económico.

Las discusiones respecto del presupuesto deben tener como pilares de la discusión la presencia de la crisis europea y la responsabilidad en el gasto fiscal. Es una exigencia el mantener una política fiscal absolutamente sana y se deben evitar actos irresponsables en la administración de los recursos de todos los chilenos. Le sugiero estar atento a los cantos de sirenas de aquellos que quieren aumentar el gasto en momentos en que el mundo se debate entre la incertidumbre y el miedo.

Sin embargo, deseo fervientemente que usted siga promocionando una efectiva economía social de mercado. Este no es un problema de reciente origen, sino que surge de tendencias al socialismo que comenzaron hace casi 80 años y que alcanzaron su lógico, y terrible clímax, durante el régimen de Allende. Ustedes han sido extremadamente sabios en la aplicación de las muchas medidas que ya han tomado para revertir esta tendencia pero los gobiernos de la Concertación han revertido esta situación y el crecimiento se ha detenido.

Desde esos años, ustedes como país ya han dado el más importante paso en el sentido de la liberalización del comercio internacional lo que ha permitido proveer de una efectiva competitividad a las empresas chilenas y promover la expansión tanto de las importaciones como de las exportaciones. Lo anterior ha mejorado el bienestar del chileno común al permitirle adquirir todos los bienes al menor costo, sino que también disminuyó la dependencia de Chile en una sola exportación de importancia: el cobre. Por ejemplo, la mayor recompensa en esta área se obtuvo a través de la liberalización de la importación de vehículos motorizados lo que ha posibilitado que cualquier chileno tenga la posibilidad de acceder a automóviles de primera calidad.

Estoy consciente de que su Gobierno sigue dando pasos importantes y planeando otros futuros, pero se enfrenta a las nuevas condiciones mundiales. La crisis financiera del 2008 ha incentivado la reaparición de la mentalidad socialista empobrecedora por lo que no debe quedarse estancado. En mi opinión personal, creo que un buen consejo para Chile sería dirigirse a la liberalización del comercio a una velocidad y en una extensión mucho mayores de las que hasta ahora han sido propuestas. Un comercio totalmente libre es el objetivo final deseable, aunque no sea posible de alcanzar en el más cercano futuro.

Quisiera concluir esta carta diciendo que estoy seguro que Chile tiene un gran potencial. Son un pueblo lleno de energía, con una larga historia y tradición de orden y paz social. Hace unos 80 años atrás, Chile, como muchos otros países, incluyendo el mío, se encausó en la ruta equivocada- por buenas razones y sin maldad, ya que fueron errores de hombres buenos y no malos. El mayor error, en mi opinión, fue concebir al Estado como el solucionador de todos los problemas, de creer que es posible administrar bien el dinero ajeno.

Si Chile toma hoy la senda correcta, creo que puede lograr profundizar otro milagro económico: despegar hacia un crecimiento económico sostenido que proveerá una ampliamente compartida prosperidad. Pero para aprovechar esta oportunidad, Chile deberá primero superar un muy dificultoso periodo de crisis financieras, y el renacer de la mentalidad socialista generadora de pobres y de miseria. En lo personal, confío en que usted y su gobierno podrán llevar a las grandes mayorías de su país por el camino de las libertades y la prosperidad.

Sinceramente,

Milton Friedman

Anexo: LA CARTA DE MILTON FRIEDMAN AL PRESIDENTE PINOCHET

21 de Abril, 1975.

Personal
Excmo. Sr. Augusto Pinochet Ugarte
Presidente
Edificio Diego Portales
Santiago, Chile

Estimado señor Presidente:

Durante la visita que le hiciéramos el viernes 21 de Marzo, realizada con el objeto de discutir la situación económica de Chile, Usted me pidió que le transmitiera mi opinión acerca de la situación y políticas económicas chilenas luego de completar mi estancia en su país. Esta carta responde a tal requerimiento.

Permítame primero decirle cuán agradecidos estamos mi esposa y yo de la cálida hospitalidad que nos brindaran tantos chilenos durante nuestra breve visita; nos hicieron sentir como si realmente estuviéramos en casa. Todos los chilenos que conocimos estaban muy conscientes de la seriedad de los problemas que su país enfrenta, dándose cuenta de que el futuro inmediato iba a ser muy difícil. Sin embargo, todos mostraban una firme determinación en aras de superar dichas dificultades y una especial dedicación en el trabajo por un futuro más próspero.

El problema económico fundamental de Chile tiene claramente dos aristas: la inflación y la promoción de una saludable economía social de mercado. Ambos problemas están relacionados: cuánto más efectivamente se fortalezca el sistema de libre mercado, menores serán los costos transicionales de terminar con la inflación. Sin embargo, y pese a estar relacionados, se trata de dos problemas diferentes: el fortalecimiento del libre mercado no culminará con la inflación per se, como tampoco terminar con la inflación derivará automáticamente en un vigoroso e innovador sistema de libre mercado.

La causa de la inflación en Chile es muy clara: el gasto público corresponde, aproximadamente, a un 40% del ingreso nacional. Cerca de un cuarto de este gasto no deriva de impuestos explícitos y, por lo tanto, debe ser financiado emitiendo una mayor cantidad de dinero; en otras palabras, a través del impuesto oculto de la inflación. El impuesto inflación, utilizado para levantar una cantidad de dinero equivalente al 10% del ingreso nacional es, por ende, extremadamente gravoso - una tasa impositiva de 300% a 400% (es decir, la tasa de inflación)- impuesta sobre una estrecha base de cálculo- 3% a 4% del ingreso nacional (es decir, el valor de la cantidad de dinero que circula en Chile como efectivo y depósitos en cuentas corrientes).

Este impuesto inflación genera un enorme daño al inducir a las personas a dedicar un gran esfuerzo por limitar su posesión de dinero en efectivo. Esa es la razón por la cual la base es tan estrecha. En la mayoría de los países, desarrollados y subdesarrollados, la cantidad de dinero es más cercana al 30% del ingreso nacional que al 3% o 4% de éste. Desde la perspectiva del gasto total, que es un múltiplo del ingreso, el dinero en Chile alcanza sólo a algo así como 3 días de gasto, lo que fuerza a realizar nada más que operaciones de subsistencia en el rubro comercio, además de estrangular al mercado de capitales.

Existe solo una manera de terminar con la inflación: reducir drásticamente la tasa de incremento en la cantidad de dinero. En la situación de Chile, el único modo para lograr la disminución de la tasa de incremento en la cantidad de dinero es reducir el déficit fiscal. Por principio, el déficit fiscal puede ser reducido disminuyendo el gasto público, aumentando los impuestos o endeudándose dentro o fuera del país. Exceptuando el endeudamiento externo, los otros tres métodos tendrían los mismos efectos transitorios en el empleo, aunque afectando a diferentes personas -disminuir el gasto público afectaría inicialmente a los empleados públicos, aumentar los impuestos afectaría inicialmente a las personas empleadas por quienes pagan impuestos, y endeudarse afectaría inicialmente a las personas empleadas por los titulares de los créditos o por la las personas que, de otro modo, hubieran conseguido esos fondos prestados.

En la práctica, disminuir el gasto público es, por lejos, la manera más conveniente para reducir el déficit fiscal ya que, simultáneamente, contribuye al fortalecimiento del sector privado y, por ende, a sentar las bases de un saludable crecimiento económico.

La disminución del déficit fiscal es requisito indispensable para terminar con la inflación. Un problema menos claro es cuán rápidamente debe terminarse con ella. Para un país como Estados Unidos, en el cual la inflación es de alrededor del 10%, yo aconsejo una política gradual de eliminación en dos o tres años. Pero para Chile, en que la inflación se mueve entre el 10% y 20% mensual, creo que graduar su eliminación no es viable; conllevaría una tan gravosa operación por un periodo de tiempo tan largo, que temo la paciencia no acompañaría el esfuerzo.

No existe ninguna manera de eliminar la inflación que no involucre un periodo temporal de transición de severa dificultad, incluyendo desempleo. Sin embargo, y desafortunadamente, Chile enfrenta una elección entre dos males, un breve periodo de alto desempleo o un largo periodo de alto desempleo, aunque sutilmente inferior al primero. En mi opinión, las experiencias de Alemania y Japón luego de la II Guerra Mundial, de Brasil más recientemente, del reajuste de postguerra en Estados Unidos, cuando el gasto público fue reducido drástica y rápidamente, argumentan en pro de un tratamiento de shock. Todas estas experiencias sugieren que este periodo de severas dificultades transicionales sea breve (medible en meses) para que así la subsecuente recuperación sea rápida.

Para mitigar los costos de la transición y facilitar la recuperación, creo que las medidas fiscales y monetarias debieran ser parte de un paquete que incluya medidas que eliminen los obstáculos a la empresa privada y que alivien la aguda angustia.

Para acotar, haré un bosquejo de los contenidos de un paquete de propuestas específicas. Mi conocimiento de Chile es muy limitado como para permitirme ser tanto preciso como exhaustivo, de modo que estas medidas deben ser consideradas más bien como ilustrativas.

Si este enfoque de shock fuera adoptado, creo que debiera ser anunciado pública, muy detalladamente y, además, entrar en vigor en una fecha muy cercana a dicho anuncio. Cuánto mejor informado se encuentre el público, más contribuirán sus reacciones al ajuste. A continuación propongo una muestra de las medidas que debieran ser tomadas:

1.- Una reforma monetaria que reemplace el escudo por el peso, con 1 peso = 10.000 escudos (o quizás 1.000 escudos). Por sí misma, esta medida no produciría ningún efecto sustancial, pero cumpliría una valiosa función sicológica.

2.- Un compromiso del gobierno de reducir su gasto en 25% dentro de seis meses; reducción que debiera tomar la forma de una disminución transversal del presupuesto de cada repartición en 25%, con los relativos a personal a tomarse cuán pronto como sea posible. Sin embargo, las reducciones de gasto debieran ser escalonadas en base a un periodo de seis meses para permitir el pago de generosas indemnizaciones. (Cualquier intento de ser selectivo o parcial tiene la probabilidad de fracasar debido a las posibles manipulaciones de cada repartición por lograr que la reducción presupuestaria afecte a otra de ellas. Es preferible hacer primero una reducción transversal, para luego reasignar el total ya reducido).

3.- Un crédito nacional de estabilización otorgado por el público para complementar la reducción del gasto durante los seis primeros meses para permitir así una más rápida reducción en la emisión de dinero que en el gasto. Las condiciones debieran incluir un reajuste por inflación para lograr la confianza del público en la determinación del gobierno de terminar con la inflación.

4.- Si fuera posible, un crédito externo de estabilización para el mismo propósito.

5.- Un categórico compromiso del gobierno de que después de seis meses no financiará más gasto alguno a través de la emisión de dinero. (Así como la recuperación económica se vaya dando, la cantidad de dinero deseable en términos reales, esto es, la cantidad consistente con precios estables, aumentará. Sin embargo, este incremento debiera servir como base para la expansión de un mercado de capitales privado en vez de utilizarse para financiar gasto público).

6.- Continuar con vuestra política actual de un tipo de cambio diseñado para aproximarse a un tipo de cambio de libre mercado.

7.- La eliminación de la mayor cantidad posible de obstáculos que, hoy por hoy, entorpecen el desarrollo del libre mercado. Por ejemplo, suspender, en el caso de las personas que van a emplearse, la ley actual que impide el despido de los trabajadores. En la actualidad, esta ley causa desempleo. También, eliminar los obstáculos a la creación de nuevas instituciones financieras. Asimismo, eliminar la mayor cantidad posible de controles sobre los precios y salarios. El control de precios y salarios no sirve como medida para eliminar la inflación; por el contrario, es una de las peores partes de la enfermedad. (Eliminar obstáculos, pero no sustituir subsidios. La empresa privada tendrá la facultad de gozar de las recompensas del éxito sólo si también arriesga soportar los costos del fracaso. Todo hombre de negocios cree en la libre empresa para todos, pero busca también favores especiales para sí mismo. Ningún obstáculo, ningún subsidio; esa debiera ser la regla).

8.- Tome las providencias necesarias para aliviar cualquier caso de real dificultad y severa angustia que se de entre las clases más pobres. Tome en cuenta que las medidas tomadas no producirán, por sí mismas, daño en estos grupos. El despido de empleados públicos no reducirá la producción, sino que simplemente eliminará gasto- sus despidos no significarán la producción de un pan o un par de zapatos menos. Pero indirectamente, algunas de las clases menos privilegiadas serán afectadas y, séanlo o no, el programa de medidas será señalado como el culpable de sus angustias. Por lo tanto, sería beneficioso tomar ciertas providencias de este tipo en dicho programa. En este aspecto, mi ignorancia de la situación y acuerdos actuales vigentes en Chile me hacen imposible ser más específico.

Un programa de shock tal como este podría eliminar la inflación en cuestión de meses. También fundaría las bases necesarias para lograr la solución de su segundo problema- la promoción de una efectiva economía social de mercado.

Este no es un problema de reciente origen, sino que surge de tendencias al socialismo que comenzaron hace 40 años y que alcanzaron su lógico, y terrible clímax, durante el régimen de Allende. Ustedes han sido extremadamente sabios en la aplicación de las muchas medidas que ya han tomado para revertir esta tendencia.

La eliminación de la inflación llevará a una rápida expansión del mercado de capitales, lo cual facilitará en gran medida la privatización de empresas y actividades que aún se encuentran en manos del Estado.

El más importante paso en este sentido es la liberalización del comercio internacional para, de este modo, proveer de una efectiva competitividad a las empresas chilenas y promover la expansión tanto de las importaciones como de las exportaciones. Lo anterior no sólo mejorará el bienestar del chileno común al permitirle adquirir todos los bienes al menor costo, sino que también disminuirá la dependencia de Chile en un sola exportación de importancia: el cobre. Quizás la mayor recompensa en esta área se obtendría a través de la liberalización de la importación de vehículos motorizados.

Estoy conciente de que su Gobierno ya ha dado pasos importantes y planea otros futuros en orden a reducir las barreras al comercio internacional y a liberalizarlo, y que, como resultado de ello, la ventaja competitiva real de Chile se refleja mejor en éste hoy que en las décadas pasadas. Este es un gran logro. También veo que en esta área existe un fuerte argumento a favor de una gradualización para entregar a los productores chilenos una oportunidad para ajustarse a las nuevas condiciones. No obstante, gradualismo no debe significar quedarse estancado. En mi opinión personal, creo que un buen consejo para Chile sería dirigirse a la liberalización del comercio a una velocidad y en una extensión mucho mayores de las que hasta ahora han sido propuestas. Un comercio totalmente libre es el objetivo final deseable, aunque no sea posible de alcanzar en el más cercano futuro.

Quisiera concluir esta carta diciendo que estoy seguro que Chile tiene un gran potencial. Ha sido un pueblo capaz, letrado, creativo y lleno de energía, que tiene una larga historia y tradición de orden y paz social. Hace unos cuarenta años atrás, Chile, como muchos otros países, incluyendo el mío, se encausó en la ruta equivocada- por buenas razones y sin maldad, ya que fueron errores de hombres buenos y no malos. El mayor error, en mi opinión, fue concebir al Estado como el solucionador de todos los problemas, de creer que es posible administrar bien el dinero ajeno.

Si Chile toma hoy la senda correcta, creo que puede lograr otro milagro económico: despegar hacia un crecimiento económico sostenido que proveerá una ampliamente compartida prosperidad. Pero para aprovechar esta oportunidad, Chile deberá primero superar un muy dificultoso periodo de transición.

Sinceramente,

Milton Friedman

PANORAMA Liberal
Sábado 28 Julio 2012

jueves, 26 de julio de 2012

ECONOMÍA Más libertad de emprender y mucha competencia, las claves para reducir la pobreza dramáticamente…


La única manera de generar riqueza es por medio de la iniciativa individual en un sociedad de oportunidades .

La entrega de los resultados de la encuesta Casen de 2011 y que muestran que la pobreza en Chile disminuyó de un 15,1% en 2009 a un 14,4% en 2011, mientras que la indigencia bajó desde un 3,7% a un 2,8%, ha generado diversas reacciones dependiendo del sector político de procedencia. Por una parte, la derecha oficialista asume que son logros de su gestión en el gobierno, y la oposición izquierdista los critica por las metodologías usadas y por la exagerada difusión.

En estricto, ambas coaliciones usan los resultados del informe para llevar trigo a su propio molino, y en realidad, debemos agradecer que la pobreza se reduzca pese a las intervenciones permanentes que implementan estos gobiernos de mentalidad socialista.

Los típicos gobiernos socialistas siempre se preocupan de la pobreza pero no se ocupan de generar la riqueza necesaria para reducir la pobreza. Por lo tanto, la verdadera pregunta es: ¿cómo reducir la pobreza en forma permanente?.

LA FELICIDAD DEL OFICIALISMO…

Los políticos oficialistas asumen que estos “brillantes” resultados se deben a su, también, “brillante” gestión y, por eso, los ministros alzan la mirada, sacan pecho y se reúnen con el presidente para reconocer su labor en materia de pobreza pese al terremoto del 2010 y alza en los precios de los alimentos.

Así, la ministra Matthei se permite plantear que “vinimos a darle un abrazo al presidente porque las noticias de la encuesta Casen han sido muy importantes para nuestro país…Nada de esto es casualidad, la baja que exhibe la extrema pobreza, donde una de cada cuatro personas que vivían en extrema pobreza han salido de ella, son el mejor reflejo de que como gobierno estamos haciendo las cosas de manera muy apasionada, muy focalizada y muy coordinada…Qué más importante que poder sacar a la gente que está viviendo en condiciones miserables de esa condición. Qué más importante que podamos también tener mayor equidad en nuestro país”.

Según el oficialismo, desde que asumió Piñera, se han creado más de 700.000 empleos, más de la mitad de ellos para mujeres, y una gran mayoría con contrato y seguridad social. Por eso, se plantea que en la reducción de la pobreza han incidido este aumento del empleo, alzas en las remuneraciones reales, pese a los incrementos en los precios de los alimentos y el terremoto del 2010.

Resulta notable observar cómo los políticos oficialistas se atribuyen el éxito en un tema de largo plazo que va mucho más allá de sus posibilidades reales como gobierno de corto plazo. Sin embargo, reconocen que aún queda mucho camino por recorrer para superar la pobreza.

De alguna extraña manera este gobierno, que debiera hacer énfasis en la creación de riqueza, ha continuado con la implementación de políticas de corte socialista olvidando las verdaderas causas que podrían traer más prosperidad. Y pese a ello la pobreza se ha reducido.

LA CRÍTICA DE LA OPOSICIÓN.

Como era de esperarse, los políticos de la oposición izquierdista cuestionaron los resultados y la interpretación que el oficialismo le ha dado a los resultados de la encuesta Casen.

Así, el senador Quintana señaló que "la Casen está obsoleta, hasta el actual ministro de hacienda refutó sus resultados el 2006 con un estudio de su autoría. Sin embargo ahora usa el mismo criterio, la misma metodología y ni siquiera da una explicación…Están mostrando datos irreales a la ciudadanía para mostrar la eficiencia donde no la hay. La alegría del gobierno por la Casen solo oculta la profunda ineficiencia en disminuir la desigualdad".

Por su parte, otro político de oposición señala que "no hay nada que celebrar…el país crece, especialmente el decil más rico, pero las familias en condición de pobreza sólo decrecen levemente un 0,7%. Entonces tenemos un problema de re-distribución de los beneficios del crecimiento que con esta información quedan develados…Estos resultados son un fracaso para un gobierno que trató de instalar una visión exitista y triunfalista de sus logros económicos, los que claramente no impactaron ni llegaron a las familias que viven en la pobreza y que siguen siendo un número significativo y alto de familias que esperan un crecimiento económico más solidario y mejores políticas sociales".

Otro señala que "el instrumento de medición utilizado no es el mismo que se utilizó en el 2009, por lo tanto no es comparable…Si a cualquier persona de clase media le cuesta llegar a fin de mes, más lo es para quien recibe menos de 73 mil pesos, entonces la lógica indicaría que más personas cruzaron a la línea de la pobreza y no que salieron de ésta".

Durante sus 20 años de gobierno hicieron hasta lo imposible para detener el crecimiento económico porque creían que la distribución del ingreso era la política prioritaria e implementaron, en consecuencia, una sociedad que miraba la riqueza como una peste. Por eso, se dedicaron a tratar en forma paternalista a los chilenos por medio de la entrega de subsidios y bonos.

Los socialistas no creen que la riqueza se genera mediante la iniciativa individual en la búsqueda natural del lucro, y tienen la siniestra idea de que la riqueza la pueden crear los gobiernos. Pero, finalmente, lo que terminan creando es una gran fábrica de pobres, que son los que votan por ellos, y a los que mantienen engañados con el discurso viperino de que “su pobreza se debe al abuso de los que tienen más”.

Ya hemos dicho que los gobiernos socialistas no saben cómo crear riqueza, y por eso su accionar está basado en la implementación de políticas de corte socialista. Y pese a ello la pobreza se ha reducido.

Por lo tanto, desde los años ’90 a la fecha ha prevalecido una sola visión respecto de los últimos resultados de la encuesta Casen…

¿Es esta la visión adecuada para analizar los resultados?

¿Tienen algún impacto las políticas de los gobiernos, que actúan con la lógica del corto plazo, en la reducción de la pobreza?

¿Realmente la reducción de la pobreza debiera ser el principal indicador que oriente el accionar de los gobiernos?

¿Cómo se reduce la pobreza: redistribuyendo la torta o haciéndola crecer?

MÁS LIBERTADES Y COMPETENCIA, LA ÚNICA MANERA DE REDUCIR LA POBREZA…

Los gobiernos socialistas, de izquierda y derecha, se han basado en supuestos equivocados porque la única manera de conseguir y garantizar la prosperidad para todos es por medio de la implementación de la máxima competencia en mercados libres, sin intervenciones de gobiernos con mentalidad socialista y que termina empobreciendo a todos.

Por cierto, no hablamos de los “mercados libres” de corte socialista que son aquellos mercados ultra concentrados y oligopólicos, que son el resultado del exceso de regulaciones ex-ante que generan enormes barreras de entrada…Así han creado tres cadenas de farmacias y tres cadenas de supermercados que actúan en forma abusiva, y que siempre requieren nuevas y nuevas regulaciones. Al final, esas regulaciones se transforman en enormes barreras de entrada, imposibles de sortear por los nuevos entrantes.

LOS SUPUESTOS ERRÓNEOS DE IZQUIERDA Y DERECHA. Desde la vuelta al poder de los socialistas de la concertación ha renacido la idea de que la mejora en la distribución del ingreso solo debe basarse en la intervención de los mercados mediante regulaciones y aumentos sostenidos de impuestos. Así, se ha dejado de lado el crecimiento basado en la competencia (maltratado con la palabra “chorreo”) para reemplazarlo por permanentes discusiones respecto de cambios en los impuestos o nuevas regulaciones que intervienen las variables económicas, confunden a los agentes económicos y la economía se hace más ineficiente. Los gobiernos socialistas han creado una economía basada en grandes empresas, que concentran el ingreso a niveles abismantes.

Los supuestos en los que se basan los gobiernos socialistas son los siguientes:

Supuesto 1: La reducción de la pobreza debe ser el principal motivador de las políticas públicas de los gobiernos.

Ambas coaliciones han centrado sus iniciativas en forma reactiva para enfrentar la pobreza porque se han concentrado en los efectos y no en las causas de ella. En el caso de la concertación socialista, tal conducta es comprensible porque, como hemos indicado, creen que la riqueza se genera mediante un proceso automático que no requiere esfuerzos especiales. Y, por eso, como consideran que la generación de riqueza está dada, se concentran en su redistribución mediante impuestos o bonos.

La conducta más grave es la oficialista porque persiguen “derrotar la pobreza” usando las mismas prácticas usadas en los gobiernos anteriores. Si el presidente es un empresario exitoso y con enorme experiencia, ¿por qué han continuado con el legado socialista basado en los mismos supuestos?. Una leve mirada en los mercados laborales nos permite asegurar que tenemos un bajo salario de equilibrio y condiciones de empleo muy precarias.

Nuestra tesis es que la reducción de la pobreza no puede ser el elemento motivador de un buen gobierno. La única estrategia válida debe ser estimular a los agentes económicos para que generen riqueza en base a los estímulos adecuados; se deben liberar los espíritus animales para que, en mercados libres, tomen riesgos y satisfagan las necesidades de los mercados.

Supuesto 2: La pobreza se puede reducir mediante políticas públicas basadas en la redistribución del ingreso, aumentos de impuestos y muchos bonos/subsidios.

Los socialistas piensan que se requieren políticas públicas para reducir la pobreza, por lo que promueven la intervención permanente del Estado en los mercados, mediante bonos, subsidios e impuestos. En el fondo, ambas coaliciones afirman que la reducción de la pobreza se explica por el esfuerzo de reconstrucción post terremoto y la mejoría del entorno macroeconómico pese a las alzas de los alimentos. Es decir, ambas coaliciones son partidarias de una presencia activa del Estado y los gobiernos, en la forma de políticas públicas asistencialistas y progresivas.

En resumen, ambos supuestos los llevan a la conclusión de que la mejor manera de aumentar la prosperidad es redistribuyendo el ingreso. Y esta es la gran equivocación.

Porque la única manera de reducir la pobreza es mediante aumentos sostenidos de competencia en todos los mercados e industrias; los socialistas nos llenan de regulaciones que aumentan las barreras de entradas y reducen la competencia, y debemos ir en contra de este tipo de actuaciones; la riqueza no se puede redistribuir mediante acciones administrativas basadas en intereses privados; la riqueza la generan los individuos actuando en espacios libres de intervenciones de políticos interesados en mantenerse en el poder…

Los Estados nunca han creado riqueza, pero por medio de los gobiernos de turno intervienen en los mercados con la pretensión de redistribuir dicha riqueza. Así, con esa “loable” intención siempre profundizan las regulaciones “políticamente correctas”, y al final limitan la creación de riqueza, reduciendo las oportunidades.

Por eso, la única manera de redistribuir la riqueza es mediante más competencia y libertades. La verdadera riqueza no se hereda, se crea en una sociedad de oportunidades cuando una masa crítica de personas emprendedoras, sin recursos económicos, pero con iniciativa y sólidas ideas crean bienes y servicios o agregan valor a ellos para el disfrute de toda la sociedad.

PANORAMA Liberal
Jueves 26 Julio 2012