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jueves, 29 de noviembre de 2012

Política DIEZ PROPUESTAS LIBERALES PARA UN MUNDO MÁS HUMANO.

La revolución francesa es, para algunos, un evento liberal, pero a la larga se mostró como lo que verdaderamente fue: un cruel totalitarismo que llevó a una nueva dictadura. Las revoluciones engendran sus propios demonios y son devoradas por sus propios hijos, más crueles y más déspotas.

Periódicamente, los ciudadanos de todo el mundo observan como la clase política sigue usando el recurso de la demagogia para embarcarlos hacia un lejano e imposible País de los Sueños. Y esta “euforia por la democracia” tiene como único fin que los políticos se validen como los líderes que necesitamos, pero todo esto no es más que una mentira porque lo único que necesitamos es que los ciudadanos sean capaces de pensar por sí mismos, sin  tutelas ni padres ideológicos que nos hagan creer en mitos castrantes, y que dispongan de espacios crecientes para hacer y deshacer lo que sus talentos les dictan de acuerdo al marco legal y moral vigente.

Necesitamos ciudadanos independientes y vitales que sean capaces de ir más allá del yugo democrático…

Necesitamos ciudadanos que vuelvan a creer en sí mismos y no en las manos de funcionarios y burócratas que solo buscan su propio beneficio…

Exigimos una sociedad de verdaderas oportunidades económicas en la cual los ciudadanos comunes y corrientes puedan generar con su trabajo la renta necesaria para mejorar su bienestar sin depender de los “buenos políticos” que desean redistribuir el ingreso mediante políticas populistas.

Hasta hace unos años, las religiones mantenían en un estado soporífero a las personas, castrando su iniciativa y cohibiendo la acción humana. Hoy, la nueva religión es la democracia de corte socialista, que castra la iniciativa individual, coacciona a las personas y las minimiza.

Los socialistas son adoradores de un Estado gigante que pueda dirigir el “progreso” de la especie humana, pero ¿de dónde viene esta creencia?. En primer lugar, el Estado es una creación humana dirigida por políticos que tienen motivaciones radicalmente distintas a un ciudadano común y corrientes. Mientras el ciudadano solo desea tener oportunidades para vivir una vida más grata, el político hace de la política su actividad profesional y, por eso, desea el poder para sacar el mayor provecho para sí mismo.

En segundo lugar, el progreso es una simple ilusión porque la sociedad no se ha movido ni se mueve ni se moverá en una dirección siempre deseable y beneficiosa…Todo cambio, ¿es siempre deseable?, ¿es siempre beneficioso?. En otras palabras, no existe lo que los socialistas denominan “las leyes del progreso” que permitirían establecer las condiciones hacia donde se debe mover la humanidad.

Por lo tanto, este es un tiempo propicio para reponer las propuestas más caras para aquellos que pensamos que el ideario liberal es la clave para sacar de la pobreza, material y mental, a miles de ciudadanos del mundo, que sufren las políticas basadas en una  mentalidad socialista fracasada y que los lleva en línea directa hacia la pobreza. Estadounidenses, latinoamericanos y europeos. Todos juntos.

Mientras tanto, Europa sigue en crisis con algunos países que ya no generan los ingresos suficientes para hacer frente a los costos contratados, en especial, la carga de beneficios sociales que se impusieron para aumentar el bienestar de sus ciudadanos, ¿artificialmente?. Al final, las cuentas deben ser pagadas siempre.

Hay un mito que plantea que los gobiernos de cualquier color político pueden generar riqueza mediante decisiones administrativas como aumentar los impuestos para financiar beneficios sociales. Pero estos gobiernos no nos sacarán de la pobreza solo en base a la redistribución de la riqueza mediante políticas populistas (aumentando todo tipo de impuestos para financiar cientos de subsidios y bonos), porque terminarán abatiendo el espíritu de iniciativa individual. Al final, los más trabajadores y talentosos emigrarán hacia los lugares en que existan oportunidades de progreso económico y solo los más flojos y débiles, se quedarán disfrutando de los beneficios sociales. Así, no se construyen sociedades prósperas; así se construyen sociedades fracasadas.

Sin embargo, un pequeño grupo se enriquece con estos Estados enormes y paternalistas, ¿quiénes son?. Usted ya lo sabe: un ciudadano común y corriente verá como es más pobre cada día, mientras que la clase política se enriquece y goza de un nivel de vida de primer mundo aunque seamos del tercero o cuarto.

Y, ¿cuál es la solución?. La solución está en entregar a las personas más espacios de libre decisión para que sean ellas las que, interactuando entre sí libremente, determinen lo que es mejor para sí mismas. Y, como si existiera una mano invisible su propio beneficio individual posibilitará que aumente el beneficio de todos…aunque algunos siguen creyendo la ilusión de que la mano socialista igualitaria nos hará más prósperos. Torpe ilusión.

PRIMERA PROPUESTA: Reducir y simplificar el régimen legal y  tributario.

Los liberales sostenemos que existen demasiados y excesivos impuestos, normas, reglamentos, leyes, limitaciones, restricciones, controles, requisitos, licencias y, en general, alta presión coercitiva sobre los emprendedores, empresarios, profesionales liberales y autónomos. Esta no es la manera adecuada para hacer más prosperas a las personas y a todos.

Los liberales sostenemos que la legislación debe ser sencilla, fácil de comprender y de aplicar.

Por ejemplo, los impuestos progresivos no son un instrumento justo y adecuado para crear riqueza. Por ello, proponemos que todos los  impuestos, tasas o licencias que penalicen cualquier actividad económica empresarial sean abolidos.

En cambio, proponemos un impuesto sobre la renta proporcional y reducido, de forma que quien más crezca, quien resulte más productivo, no tenga que pagar más que proporcionalmente por su actividad.

Mientras más complicado es el sistema tributario de un país, más fácil es que el Gobierno lo complique aún más, en un proceso de locura tributaria gradual en la cual los únicos ganadores son los que promueven dicha locura. Por ello proponemos implementar el “impuesto plano”, calculado sobre la base de los ingresos personales o corporativos donde todo el mundo pague un porcentaje fijo sobre sus ingresos, sin deducciones de ninguna especie.

SEGUNDA PROPUESTA: No a la reelección y los ciudadanos al poder.

Los liberales consideramos que el sistema político en todo el mundo es un tremendo fraude y no es representativo de la “democracia” que los políticos dicen defender y a la que apelan permanentemente. Los partidos políticos de todas las tendencias practican el juego de las sillas musicales para repartirse el poder, y no es extraño ver hijos e hijas, esposos y esposas, sobrinos y sobrinas, amigos y amigas, etc., ubicados en puestos y cargos de mediana y alta responsabilidad.

Han convertido a la política en una carrera profesional muy bien remunerada y se han transformado en políticos profesionales que en pocas generaciones se enriquecen de una manera impensada sin haber generado riqueza ni aportado al aumento de la calidad de vida global.

Además, el financiamiento público de las campañas solo financia a aquellos que son nombrados a dedo por los partidos políticos por lo que se perpetúa el desinterés y la apatía ciudadana al ver que siempre son elegidos los mismos de siempre. Y lo anterior se repite en las asociaciones gremiales, sindicatos, colegios profesionales, juntas de vecinos, etc. reduciendo el sistema democrático a una especie de obra de teatro en la que todos son invitados a actuar en el escenario pero al pasar por las bambalinas la situación es muy diferente.

Por ello, proponemos que para cualquier cargo público no exista la reelección ni listas de consenso generadas entre cuatro paredes por los mismos de siempre y que son expresión del desinterés democrático de los que gobiernan.

Los liberales somos partidarios de que sean los ciudadanos comunes y corrientes los que accedan al poder, y una vez terminado su período vuelvan a sus actividades normales, evitando en lo posible que surjan políticos profesionales que se enriquezcan a costa de los ingresos de todos y que jamás trabajen en su vida.

TERCERA PROPUESTA: Profundizar el Estado de Derecho y crear el cargo de Ombudsman o Defensor del Ciudadano.

Los liberales consideramos al Estado de Derecho como la  única encarnación jurídica necesaria para la defensa de las minorías, igualdad ante la justicia, independencia y defensa de la libertad.

Por eso, se debe luchar por abolir cualquier tipo de autoritarismo y totalitarismo que se puede expresar, incluso, en la férrea defensa que hacen de la democracia a los que denominamos “fanáticos de la democracia”, y que siempre atentan contra los derechos de las minorías al imponer normas legales abusivas y discriminadoras.

Los demócratas dogmáticos o fanáticos de la democracia creen que las mayorías deben imponerse a toda costa, en todos los ámbitos posibles, arrollando tras su paso a todo lo que se interponga. No creen que tengan límites y la pretensión de imponer este totalitarismo democrático debe ser combatida en todos los frentes. Y para eso requerimos un Estado de Derecho en forma que defienda los intereses de las minorías.

Además, en momentos en que el Estado y la clase política tienen un poder enorme, necesitamos un Defensor del Ciudadano (también denominado con el término sueco Ombudsman: comisionado o representante), como una autoridad del Estado encargada de garantizar los derechos de los ciudadanos ante abusos que puedan cometer los poderes públicos.

CUARTA PROPUESTA: Promover la libre competencia en todos los mercados para aumentar la prosperidad.

Los liberales creemos en la competencia en todos los estamentos de la vida humana porque es la única manera de generar bienestar mediante aumentos de eficiencia y repartición de beneficios de acuerdo al nivel de esfuerzo. Desafortunadamente, la mentalidad socialista ha intervenido el sistema económico reduciendo la competencia a sus mínimos niveles y propiciando una estrecha relación entre el poder político y el económico.

No somos partidarios de la igualdad entre las personas sino de la igualdad de oportunidades de modo que todos puedan acceder a las opciones que deseen y para la cual se esfuercen. No es posible que en los países modernos las personas mayores de 30 años ya no puedan encontrar empleo porque son catalogadas de “viejas”; no es posible que la situación crediticia de las personas sea un impedimento para conseguir empleo; no es posible que las personas se mantengan en empleos indeseables porque no tienen otras opciones de empleos; etc.

La mentalidad socialista no genera riqueza ni bienestar porque por medio de la intervención de leyes e impuestos produce una excesiva concentración de la renta y el surgimiento del nefasto Capitalismo de Estado. Por eso, proponemos la progresiva y definitiva retirada del Estado de los distintos mercados como salud, educación y otros, en los cuáles ha hecho más mal que bien, aumentando la pobreza y la miseria a tasas crecientes. Sus intervenciones de “buena voluntad” solo han provocado nefastos proyectos como la educación pública, sistemas de transporte y de salud.

Y la razón de tales nefastos proyectos es que el Estado no tiene los recursos ni la capacidad de detectar en donde están las verdaderas necesidades y menos aún, ofrecer las soluciones más satisfactorias. En otras palabras, es la persona individual la única que sabe lo que necesita y como satisfacerla.

Puede ser que, en teoría, el conjunto de la sociedad sea capaz de resolver los problemas de una persona individual promedio, pero este tipo de personas no existen. Cada persona es un mundo aparte, con necesidades propias y motivaciones propias, y no existe persona ni institución humana con la suficiente capacidad de solucionar los problemas de todos.

Así, creemos que son los individuos los que deben hacerse responsables de generar las instituciones que mejor solucionan sus problemáticas y evitar traspasar esta responsabilidad a los políticos que solo persiguen su propio interés. Por ejemplo, los individuos deben hacerse responsables de su vida: las pensiones de jubilación que obtendrán en el futuro (el sistema de capitalización individual); administrar sus seguros de salud y desempleo; administrar que hacer de su vida, etc. Sin embargo, la sociedad podría mantener la garantía de un aporte estatal directo solo en aquellos casos en que un ciudadano no pueda transitoria o definitivamente cotizar.

QUINTA PROPUESTA: Establecer el matrimonio como contrato privado.

Los liberales exigimos que el matrimonio se convierta en un acuerdo privado, entre personas, sin intervención pública, en los que las partes decidan libremente los términos del acuerdo.

Por tal motivo, sugerimos modificar la figura del matrimonio civil y convertirla en un contrato “por el cual dos personas se unen actual e indisolublemente por toda la vida, con el fin de vivir juntos y de auxiliarse mutuamente". Por cierto, esta propuesta está pensada para que personas del mismo sexo puedan contraer matrimonio y constituir una familia.

Proponemos a la sociedad dar la oportunidad de que una familia entre personas del mismo sexo pueda adoptar hijos con el fin de aprender para establecer consensos. Un niño o niña, ¿puede crecer en una familia de personas del mismo sexo?, ¿Qué requiere dicho niño para crecer armónicamente?, ¿quién puede establecer, a priori, que es lo mejor para un niño?...

SEXTA PROPUESTA: Aumentar los espacios abiertos para la discusión pública amplia de temas valóricos y complejos.

Los liberales pensamos que las sociedades humanas progresan cuando logran llegar a ciertos consensos y acuerdos implícitos entre las personas, pero este proceso es lento y no puede ser dirigido, es espontáneo y caótico. Uno de estos consensos claves es que la naturaleza humana no puede ser separada de ciertos valores como honestidad, respeto, honor, responsabilidad, amor al trabajo y al esfuerzo, y en forma permanente se producen disputas debido a que la mentalidad socialista ha introducido la percepción de que la violencia puede ser un camino legítimo para obtener beneficios.

Para enfrentar esta conducta violenta, somos partidarios de abrir espacios de discusión para buscar permanentes consensos en temas vitales y claves para nuestras sociedades como por ejemplo:

·       Respecto de la eutanasia. ¿Tiene derecho una persona a disponer respecto de su propia muerte, siempre y cuando ello no dañe a otros?.
·       Respecto del libre albedrío. ¿Tiene derecho una persona a vivir como le plazca, siempre y cuando ello no dañe a otros?. Los liberales ;
·       Respecto del aborto. ¿Tiene derecho la mujer –y su familia- a decidir la interrupción voluntaria de un embarazo?, ¿daña el aborto a un ser indefenso?.
·       Respecto de la violencia. ¿Tiene una sociedad o una persona derecho a usar la violencia cuando siente que está siendo agredido?

Como principio, los liberales respetamos los juicios y decisiones que una persona tome respecto de su propia vida, y nada ni nadie debe interponerse en ello. Sin embargo, en estos casos, y en muchos más, necesitamos abrir espacios de discusión para generar acuerdos aceptados por todos, o para continuar investigando los alcances de corto y largo plazo de las decisiones probables.

Los liberales mantenemos como nuestra guía de navegación que cada persona no puede coaccionada por otros para sostener una cierta posición. Sin embargo, debemos tener presente los derechos de las minorías que pudieran ser afectados por las decisiones de otros.

SEPTIMA PROPUESTA: Legalizar el consumo de la marihuana.

Consideramos que el camino de la prohibición y represión en la política de lucha contra la drogadicción solo ha beneficiado a las mafias del narcotráfico a gran escala, generando un creciente negocio de enormes implicancias sociales. Y, en la actualidad, estamos peor que antes, por lo tanto, ese no es el camino.

El alcohol y el cigarrillo se consumen legalmente en todo el mundo pese a que generan una enorme carga social. Cada individuo debe hacerse responsable del consumo de estos productos, sin embargo, la sociedad ha comprendido que pese a lo anterior debe proteger los derechos de las personas que son violentadas por ebrios o los fumadores pasivos. En el primer caso, son tratados como delincuentes, y en el segundo caso, se han restringido los lugares de consumo. Es el camino correcto.

¿Qué pasa con la marihuana?. Desde hace tiempo nos han convencido que este producto es el primer paso para la adicción a las drogas, pero no se pueden confundir causas con efectos. El alcohol, el cigarrillo y la marihuana son consumidos, históricamente, porque las personas necesitan evadirse de una realidad compleja que los aturde por completo: el pobre, para evadir su pobreza material y el rico, para evadir su pobreza emocional. Siempre hay excusas para victimizarse; faltar a sus responsabilidades y asumir sus culpas porque la realidad es dura para todos y las personas deben administrar su vida de la mejor manera para sí mismos y los suyos. No le pidamos a otra institución que se haga cargo de nosotros.

Por eso, debemos construir sociedades de oportunidades para que los talentos humanos puedan desarrollarse a plenitud. En la actualidad, la rebelión de las masas las ha llevado a lugares impensados; las presiones para el éxito material son enormes; la ambición por disponer del mejor nivel de vida ha crecido…Todos quieren más y más, pero es imposible que todos accedan, al mismo tiempo, a un cierto nivel de vida y bienestar; siempre habrán algunos que estarán por delante de los demás en términos de bienestar.

Las sociedades modernas son muy complejas y la mentalidad socialista las ha cubierto de instituciones que, creen ellos, nos harán la vida más grata. Pero, el verdadero problema es que han creado una sociedad regresiva, sin oportunidades, chata y plana, y en este entorno, algunas personas no son capaces de soportar las complejidades de una vida que no es la que esperaban. Por eso, sucumben en el consumo de alcohol, cigarro y drogas, porque es el camino más fácil y porque les han convencido que son las víctimas de ese tipo de sociedades…

La legalización de la marihuana debería servir como pauta de estudio para un giro en la política seguida hasta ahora en esta materia.

OCTAVA PROPUESTA: Aumentar la mayoría de edad a los 15 años.

La norma laboral autoriza a los mayores de quince años a celebrar contratos de trabajo sólo para realizar trabajos ligeros que no perjudiquen su salud y desarrollo siempre que cuenten con autorización expresa del padre o madre; a falta de ellos, del abuelo o abuela paterno o materno; o a falta de éstos, de los guardadores, personas o instituciones que hayan tomado a su cargo al menor, o a falta de todos los anteriores, del inspector del trabajo respectivo.

Si esta es la edad contemplada para el acceso de los jóvenes al mercado laboral, debe entenderse que si un joven mayor a 15 años está capacitado para incorporarse al mercado laboral, también lo está para ejercer todos los derechos inherentes a la mayoría de edad (auto tutela, derecho al voto, obtención del permiso de conducir, responsabilidad penal, etc.).

Por lo tanto, postulamos la reducción de la edad correspondiente a la mayoría de edad, puesto que la evidencia está mostrando una evolución hacia la madurez social a más corta edad.

NOVENA PROPUESTA: Propiciar y exigir acciones basadas en el respeto y la tolerancia.

La tolerancia quiere decir “respeto a las opiniones y prácticas de los demás, aunque no coincidan con las propias”. En este sentido, los liberales postulamos ser tolerantes en todos los ámbitos de la vida en sociedad, porque la riqueza está en la diversidad. Sin embargo, lo anterior no significa que aceptemos todas las posiciones sin contrastarlas con nuestros principios vitales; respetamos y somos tolerantes con las personas pero enfrentamos y debatimos con la pretensión de aumentar los espacios individuales de acción.

El derecho de gobernar a los pueblos que tienen los individuos elegidos democráticamente no significa que tengan las capacidades para conocer siempre cual es la verdad ni de atribuir a cierta ideología la prerrogativa de la ortodoxia. La intolerancia no puede gobernar a los pueblos.

La intolerancia es la más peligrosa para la paz del Estado porque viola la propiedad, los bienes y la libertad de los ciudadanos. Y acerca de la Libertad planteamos que es la condición o estado de una persona, que no está sujeto, preso o sometido a otro, y en ese sentido, no debe existir sobre la conciencia humana coacción alguna. En otras palabras, no se es libre si la conducta humana está condicionada por la amenaza de daño de una voluntad ajena a la mía porque la libertad presupone el poder actuar sin someterse a limitaciones y violencias que proceden de otros.

El respeto hacia los otros y la tolerancia son claves para la convivencia humana, y deben ser promovidos en forma permanente.

DÉCIMA PROPUESTA: El valor del individuo.

Reconocemos al individuo como la máxima creación por encima de cualquier otro tipo de constructo histórico, cultural o nacional, creado con otros fines. Son los individuos los que marcan el destino de las sociedades, para bien o para mal, porque es la iniciativa individual la que marca la diferencia entre unas y otras sociedades. Y el fracaso o el éxito es siempre el resultado de individuos particulares actuando en un entorno dinámico.

Por eso, la educación es la clave para empoderar a los individuos. Pero, no debemos olvidar que al hablar de educación nos referimos a la obtención de cualidades cognitivas, emocionales, prácticas y morales que permitan ser un aporte a la sociedad.

Latinoamérica es un continente fracasado porque los individuos continúan atrapados en sociedades regentadas por oligarquías socialistas, paternalistas y más preocupadas de mantenerse en el poder para maximizar su propio bienestar que el de todos. Lo paradójico es que el socialismo partidista propone continuar profundizando la intervención socialista como la única solución posible pero eso trae consigo una clara reducción de espacios discrecionales para los individuos. Es decir, para el socialismo, el individuo es una especie de inválido e incapaz de tomar las decisiones que más le atañen.

Por eso, la única y verdadera solución es generar sociedades que otorguen amplias oportunidades para todos, por lo cual se requiere ampliar los espacios discrecionales de libertad individual, reducir la coacción y limitación impuesta por aquellos que creen tener la sabiduría para predecir el futuro y dirigir el progreso humano. No es sano regalar bonos y entregar premios, sin un correlato de esfuerzo, porque esto genera una mentalidad proclive al bajo esfuerzo, indolente, pasiva y sin iniciativa.

Proponemos, por lo tanto, un aumento de la competencia en todos los niveles de la sociedad, sin concentraciones de poder, sin nomenklaturas ni grupos que usan el poder para sus propios fines, por medio de una desregulación progresiva de toda frontera o barrera, virtual o física, que impida la libre circulación de ideas, bienes, servicios, capitales o personas.


Estas diez propuestas no son definitivas ni pueden serlo puesto que el mundo cambia dramáticamente de un día para otro. Sin embargo, aspiramos a continuar ampliando estas propuesta para construir un mundo más humano.

PANORAMA Liberal
Jueves 29 Noviembre 2012

miércoles, 28 de noviembre de 2012

Economía PARODIANDO A MARTIN KRAUSE: LA DESIGUALDAD DE INGRESOS NO ES POBREZA



En forma permanente, las élites políticas y económicas de turno terminan convenciendo a las mayorías, cómodas e ignorantes, respecto de ciertos conceptos que se convierten en argumentos habituales en las discusiones y conversaciones. Una de estas confusiones es la relativa a la distribución del ingreso y la pobreza.

Se nos dice en forma majadera que Chile es un país pobre debido a la desigualdad de los ingresos, pero ¿cuál de dichos problemas es el que debiera preocuparnos?, ¿de la diferencia de ingresos o de la pobreza?. Porque ambos conceptos son dos cosas totalmente distintas.

Veamos un caso. Suponga la familia de la señora Juanita Pérez, que hizo popular el socialista Lagos, y comparémosla con la familia Paulmann. Para comenzar hablaremos de los ingresos de los padres Pérez y Paulmann en la década del ’50 del siglo pasado y diremos que el papá Pérez ganaba $100.000 al mes y el papá Paulmann, más educado, ganaba $200.000 al mes. Es decir, estamos en presencia de una brecha de ingresos en que uno ganaba el doble que el otro.

Comparemos ahora a sus hijos, la señora Juanita y Horts Paulmann. La Señora Juanita trabaja en un supermercado Jumbo percibiendo una renta de $300.000 mensuales. Mientras tanto, Horst Paulmann tiene una fortuna estimada en US$10.500 millones lo que puede representar una renta de 30 millones de pesos mensuales garantizada por 30 años.

¿Qué pasó?. En primer lugar, la brecha de ingresos entre las dos familias aumentó muchísimo y, en segundo lugar, la familia Pérez aumentó su ingreso en una menor proporción. Entonces, si nos interesa la pobreza la pregunta correcta es: ¿La señora Juanita está mejor o peor que su papá?, ¿qué es lo que debe preocuparnos para que la señora Juanita aumente las probabilidades de incrementar su ingreso presente y futuro?.

Veamos el análisis revisando los ingresos del papá Pérez ($100.000 al mes) y la Señora Juanita ($300.000 al mes). En una generación, los Pérez aumentaron su ingreso tres veces, pero la diferencia con Paulmann aumentó en cien veces.

Por lo tanto, ¿qué debe importar más: la diferencia de ingresos de la señora Juanita con Paulmann o si mejoró la señora Juanita en relación a su papá?. Es una discusión muy distinta porque lo que debe importar es que los que estén más abajo tengan más y crecientes oportunidades para progresar, avanzar o crecer.

Si aumentó la brecha de ingresos entre las dos familias no debiera importar, es decir, si Paulmann se hizo millonario mediante trabajo duro y disciplinado no debiera importar tanto. Es más, es un premio en última instancia por las contribuciones que Paulmann ha realizado y que han permitido que la señora Juanita aumente su ingreso en tres veces el ingreso de su padre. Además, su trabajo le da una buena alimentación, buen vestuario, transporte y le permite el acceso a bienes y servicios impensados hace pocos años. En general, el aporte de Paulmann permite que la señora Juanita sea más productiva de lo que era su padre, y ha hecho su vida más fácil. Y ha aumentado su ingreso y nivel de vida.

Entonces, realmente, hay una enorme hipocresía cuando nos enfrentamos con la crítica contra la distribución del ingreso. No debe importar tanto la distribución del ingreso sino que nos deben importar los pobres. Por eso, se requiere saber si a los pobres les está yendo mejor, si están avanzando, si tienen más oportunidades de progreso económico, si tienen más y mejores empleos.

No debe importarnos si la brecha con Paulmann está aumentando porque eso suena a resentimiento y envidia. En la actualidad, muchos chilenos viven en mejores condiciones que sus propios padres pero sus mayores y crecientes expectativas de vida les hace resentirse al observar los lujos del señor Paulmann.

El énfasis en medir la pobreza es correcto pero no podemos concentrarnos en los efectos, debemos ir a las causas. Se deben abrir los mercados a la competencia e impedir la concentración económica, resultante de la aplicación de políticas socialistas que suenan bien a los oídos de los incautos pero que retrasan el progreso económico de muchos. Debemos exigir que todos dispongan de mayores opciones para aumentar sus ingresos y su bienestar basado en un esfuerzo duro y personal.

Una vez alguien dijo que “no me importa la desigualdad porque no soy envidioso. Me importa la pobreza”. Por lo tanto, no validemos el discurso de los envidiosos que desean reducir la riqueza ajena a toda costa incrementando impuestos y generando restricciones legales, porque esas acciones aumentan la carga para los más pobres y reducen sus opciones para mejorar su calidad de vida.

(Fuente: Adaptado de una charla de Martín Krause)

PANORAMA Liberal
Miércoles 28 Noviembre 2012

TEMAS DE DEBATE ¿Debe encarcelarse a los científicos por sus erróneas predicciones?

¿Hasta donde llega la estupidez humana?, ¿como pueden encarcelar a las personas por sus predicciones?

La noche del 6 de abril de 2009, los habitantes de la ciudad de L’Aquila, Italia, estaban tranquilos en sus casas, porque siete días antes, a petición del Gobierno, la Comisión de Grandes Riesgos se había reunido en la ciudad y había comunicado que “pueden dormir tranquilos”.

En esta ciudad, los habitantes sentían un miedo crónico a que la tierra volviera a crujir porque estaba situada sobre una falla activa. Se consideraban expertos cuando percibían los primeros rugidos y se iban a la plaza para pasar la noche al aire libre, si era necesario. Pero esa noche la gente se quedó tranquila en casa porque siete días antes, a petición del Gobierno, la Comisión de Grandes Riesgos se había reunido en la ciudad y les habían dicho: “Pueden dormir tranquilos”.

Esa noche, sin embargo, la tierra tembló con tanta fuerza que 309 personas perdieron la vida y otras 1.500 resultaron heridas.

Ahora, los siete miembros de esa comisión han sido inhabilitados y condenados a seis años de cárcel por cooperación en un delito por imprudencia. Aunque no se ha hecho pública todavía la sentencia, la comunicación del fallo ha sacudido, como un terremoto, a la comunidad científica:

¿Hasta qué punto pueden prevenirse las catástrofes naturales?

¿Qué responsabilidad tienen los científicos en este tipo de alertas?

¿Qué pasará en el futuro respecto de las predicciones?, ¿demandarán a los científicos cuando no acierten?

¿Es realmente sensato que la justicia intervenga en este caso?


Usted, ¿Qué opina?

PANORAMA Liberal
Miércoles 28 Noviembre 2012

sábado, 24 de noviembre de 2012

Sociedad ¿QUÉ DIRÍA AMARTYA SEN SI VISITARA HOY A CHILE?

¿Que diría si visitara Chile?

El gobierno de Piñera ha sido toda una decepción y no extrañaría que, dentro de algunos pocos años, el poder vuelva a las manos de los socialistas reales, porque el actual gobierno no ha logrado desembarazarse de la mentalidad socialista que impregna a la alianza gobernante.

Muchos pensaban que este gobierno cambiaría el foco desde los subsidios y entrega de bonos a una mirada más profundizadora de los mercados libres pero eso, desafortunadamente, no ha sido así. No basta con apoyar a los pequeños emprendedores tipo la “Señora Juanita que hace empanadas y dulces”; se deben ampliar los mercados y reducir los altos niveles de concentración de muchos sectores económicos para posibilitar que todo tipo de empresas generen riqueza. Porque, al final, nos vamos a enfermar con tantos emprendedores que producen “empanadas y dulces”.

Por eso no extraña que, ante las críticas surgidas por el apoyo a la ley Longueira que profundiza la falta de competencia en el sector pesquero y la entrega de dichos recursos a siete familias, el político Ignacio Walker, presidente de la DC, haya afirmado que “en la generación eléctrica hay cuatro empresas, en el retail hay tres, en los bancos lo mismo”. Es decir, a los políticos de mentalidad socialista ¡no les extraña los altos niveles de concentración económica que han generado con este tipo de leyes…y lo profundizan en todos los mercados…!.

¿Qué visión alternativa se tiene?

DESARROLLO CON LIBERTAD. LA VISIÓN DE AMARTYA SEN

La economía del desarrollo surge a finales de la Segunda Guerra Mundial como un intento de explicar los problemas recurrentes de los países pobres como el nuestro. Así surge, como una alternativa a las visiones tradicionales, Amartya Sen que asocia el concepto del desarrollo al de la libertad.

En sus propias palabras, Sen plantea que “cuando vemos qué tan bien está yendo la vida de una persona, miramos las características de esa vida, principalmente qué cosas puede hacer esa persona que según su propio razonamiento desea y valora…La libertad para tener esas cosas es en lo que se enfoca el desarrollo como libertad. Ahora, para gozar esas libertades es útil tener ingreso, recursos, riqueza, etc., pero éstos no son los únicos determinantes de la vida que podemos tener y, en segundo lugar, la relación entre nuestros recursos y la capacidad para lograr algo depende no sólo de varios factores…Así que en lugar de mirar los medios, el desarrollo como libertad se enfoca en los fines, o más exactamente, en la libertad para lograr los objetivos en la vida que una persona elige con su razonamiento. Ése es el cambio de enfoque que implica pasar del desarrollo como crecimiento económico al desarrollo como libertad.

En otras palabras, Sen dice que “el desarrollo puede concebirse como un proceso de expansión de las libertades reales de las que disfrutan los individuos”. Es decir, que el desarrollo no debe medirse con otro indicador que no sea el aumento de las libertades de los individuos. La libertad es, ante todo, el fin principal del desarrollo, y es necesario aumentar la libertad por la libertad en sí misma. A esto lo llama el papel constitutivo de la libertad en el desarrollo.

En cuanto a la libertad como medio, Sen sostiene que, además de ser el objetivo último del desarrollo, la libertad puede ser una excelente herramienta para lograr el desarrollo. Se trata del papel instrumental de la libertad en el desarrollo. “El papel instrumental de la libertad se refiere a la forma en que contribuyen los diferentes tipos de derechos y oportunidades a expandir la libertad del hombre en general y, por lo tanto, a fomentar el desarrollo…La eficacia de la libertad como instrumento reside en el hecho de que los diferentes tipos de libertad están interrelacionados y un tipo de libertad puede contribuir extraordinariamente a aumentar otros.”

¿QUE DIRÍA SEN SI VISITARA CHILE?

Así, si Sen nos visitara encontraría los siguientes hallazgos:

PRIMERO. La población chilena es indisciplinada. En los lugares públicos, y en privado, el chileno medio se muestra indisciplinado y poco dado a aceptar las reglas que ellos mismos se han impuesto. Por ejemplo, la impuntualidad es un reflejo de esta población indisciplinada.

SEGUNDO. La oferta excesiva de taxistas en el hall del aeropuerto de la capital es una clara señal de un país pobre. En nuestro aeropuerto nos encontramos con cientos de personas que desempeñan el rubro transporte de manera “legal como ilegal”. Lo único que diferencia a un grupo de otro es que uno tiene la licencia para operar y los otros son los llamados “piratas”.

TERCERO. Permanentes manifestaciones de huelguistas en calles y avenidas, cortando el tránsito y dificultando la vida en la ciudad. Y las causas son los temas laborales y políticos.

CUARTO. En la prensa y en los medios de comunicación se considera válido que se entreguen subsidios y bonos para todo tipo de personas y sin contraprestación alguna.

QUINTO. Caminando por las calles y avenidas de Chile nos encontraremos con cientos de malabaristas, limpiavidrios, mendigos, vendedores ambulantes, etc, que usan las vías públicas como una forma de obtener ingreso.

SEXTO En las plazas y bajo los puentes del Mapocho siguen viviendo personas que no tienen otro sitio en el cual vivir.

SÉPTIMO. En los barrios más pobres y en los más acomodados es común observar la presencia de muchas rejas en casas y pequeños negocios, perros agresivos, miradas de desconfianza hacia los extraños, etc.

OCTAVO. Todos saben cuáles son las zonas peligrosas de las ciudades a las cuales  no se debe llevar nada de valor, y las personas se han acostumbrado a cuidar sus pertenencias de las maneras más insólitas. La policía no puede hacer nada ante esta criminalidad permanente.

NOVENO. Se tiene la percepción de que la justicia defiende a los criminales y deja en soledad a las víctimas. Por ejemplo, se habla de la puerta giratoria en la justicia: los criminales entran y salen de los tribunales de manera impune.

DÉCIMO. Creciente grado de informalidad de la economía en la forma de ferias artesanales, ferias de las pulgas, puestos de ropa, ferias de navidad, etc.

DÉCIMO PRIMERO. El transporte público está sucio, rayado y pintarrajeado. La evasión es reiterada e, Incluso, en algunas zonas, los pasajeros revientan las puertas para no pagar su pasaje.

DÉCIMO SEGUNDO. La prensa y los medios manejan dos grandes temas para obtener audiencia: explotan la violencia en la forma de robos, violaciones, maltratos; y se dedican a la farándula hurgando en la vida de personas intrascendentes.

DÉCIMO TERCERO. En horarios en que debieran estar en clases, muchos estudiantes pasean, fuman y comparten en las plazas y parques de las ciudades.

DÉCIMO CUARTO. Los conductores y peatones tienen comportamientos irracionales como permanentes frenadas, muchos bocinazos en la vía pública, cruzan en lugares no permitidos, etc.

DÉCIMO QUINTO. Las postas y los hospitales públicos están llenos de personas esperando atención e, incluso, los políticos los usan para conseguir votantes.

DÉCIMO SEXTO. En muchas zonas, los teléfonos públicos no funcionan, están destruidos o rayados. Y a nadie le importa.

DÉCIMO SÉPTIMO. El precio del combustible cambia casi todos los días y la prensa festina permanentemente con este tema.

DÉCIMO OCTAVO. En el día y la noche, muchas personas recorren la ciudad revisando basureros, recogiendo cartones, latas de bebidas y…buscando comida,

DËCIMO NOVENO. Todos los días se escucha en la TV, opiniones de funcionarios públicos relativos a problemas y dificultades cuyas soluciones son prioritarias, pero ante las cuáles no se hace nada.

VIGÉSIMO. Existen leyes que son violadas por las personas y por los funcionarios públicos ante la vista y paciencia de todos.

VIGÉSIMO PRIMERO. En los partidos políticos siempre brillan las mismas personas que se reparten el poder como en el juego de las sillas musicales.

VIGÉSIMO SEGUNDO. Los trámites para crear una empresa requieren de 30 a 90 días. Y no hay exceso a financiamiento.

VIGÉSIMO TERCERO. Durante todo el año se permite que ciertas instituciones realicen colectas públicas para generar ingresos que financien sus operaciones…


Y podríamos seguir, pero no es la idea porque claramente vivimos en una sociedad pobre. Si Sen dice que “el desarrollo puede concebirse como un proceso de expansión de las libertades reales de las que disfrutan los individuos” estamos en presencia de una sociedad que apresa a sus ciudadanos y no les da oportunidades para desarrollar su potencial. Es decir, no vemos que aumenten las libertades de los individuos. Es más: se reducen los espacios de libertad que llevan a la marginalidad y a la pobreza de ideas.

Compartimos con Amartya Sen que la libertad es, ante todo, el fin principal del desarrollo, y que se requiere aumentar la libertad por la libertad en sí misma. Y para esto necesitamos políticos valerosos que puedan enfrentarse a la mentalidad socialistas que impera en los medios y en parte de la opinión pública.

PANORAMA Liberal
Sábado 24 Noviembre 2012

Economía RAZONES PARA EL FRACASO DE LA MENTALIDAD SOCIALISTA EN LA SALUD

La mentalidad socialista es enemiga del lucro en el mercado de la salud y, al mismo tiempo, es la propiciadora de las enormes utilidades del sector, ¿cómo?. Léalo.

Las noticias respecto que, durante el año 2011, el sistema de Isapres consiguió ganancias por $68.008 millones representando un incremento de un 31,6% respecto de 2010, provocó un remezón en cierto sector de la opinión pública, en especial de aquellos que tienen incrustada la mentalidad socialista…y que emergen raudos cuando otros obtienen ganancias por su actividad.

Además, el actual ministro de salud ha señalado que el aumento de las utilidades "a mí no me parecen correctas…Se me obliga a cotizar para salud, y en ese sentido uno entiende que puede haber un lucro. Que aquello que yo sobrecotizo no pueda ser para mi vejez es algo que la ley trata de corregir también". ¡Y pensar que este es un ministro de un gobierno que valora el libre mercado y la empresa!

Lo que subyace a esta visión es que el lucro en salud es perverso. Sin embargo, nadie verifica si los usuarios del sistema privado de salud están satisfechos con el servicio que les entregan las isapres porque si este fuera el caso, ¿qué importa que las isapres ganen?, ¿por qué no ganan más aún?. Pero, lo último sería dudoso: los “buenos socialistas” de todos los partidos odian el lucro ajeno.

TRES RAZONES PARA EL FRACASO DE LA MENTALIDAD SOCIALISTA EN LA SALUD

En primer lugar, el tema no es si las isapres ganan más o menos, sino si prestan un servicio óptimo, porque en Chile existe un sistema público, gratuito para ciertos estratos, pero que presta un servicio vergonzosamente deficiente, con un presupuesto creciente pero sin retornos…Por lo tanto, ¿es preferible tener un sistema gratuito, ineficiente y costoso como el actual o uno que genere utilidades pero que sirve realmente las necesidades de las personas?.

En segundo lugar, los socialistas creen que todos los problemas se solucionan con la gratuidad y la continua inyección de recursos. Pero, esta estrategia está condenada al fracaso y a crear enormes expectativas que no serán cubiertas jamás porque olvida un elemento central: el riesgo moral.

Si una persona tiene que pagar por su salud terminará asumiendo una conducta que reduzca el riesgo o la probabilidad de sufrir ciertas enfermedades. Además, no exigirá al sistema más de lo que pueda pagar. Sin embargo, cuando a la misma persona le dicen que “la salud será gratuita” le están dando incentivos para exigir más y más prestaciones y descuidar su salud. Este comportamiento se denomina riesgo moral porque las personas asumen en sus decisiones mayores riesgos cuando las posibles consecuencias negativas de sus actos no son asumidas por ellos, sino por un tercero.

Y, en tercer lugar, el verdadero problema de las utilidades de las isapres es la estructura del mercado de la salud. Las isapres nacen con el DFL N°3 del Ministerio de Salud de marzo de 1981, y su puesta en marcha fue el año 1983. Estas instituciones permiten que los trabajadores, pensionados y personas en general, depositen sus cotizaciones obligatorias, 7% de su remuneración imponible mensual, en base a un esquema de seguros para cubrir el financiamiento de sus gastos de salud.

Sin embargo, esta creación no tuvo los respaldos legales posteriores que permitieran profundizar la competencia en el mercado de la salud en todos sus niveles. Por ejemplo, debió impedirse la concentración económica impidiendo que estas aseguradoras se integraran verticalmente mediante la compra de clínicas y hospitales para crear beneficios para sus usuarios. Al final, las isapres terminaron siendo son dueñas de todo el mercado de la salud, y este es el motivo de fondo que debe preocupar.

La mentalidad socialista no cree que los mercados competitivos generen riqueza y bienestar, y por eso, no se preocupan de profundizar la competencia en los mercados. En cambio, enfatizan en más y más regulaciones restrictivas que aumentan las barreras de entrada y salida, y generan la concentración económica. Y la demostración de ello son las enormes utilidades del sector.

¿Nos liberaremos alguna vez de la mentalidad socialista?

PANORAMA Liberal
Sábado 24 Noviembre 2012