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viernes, 9 de febrero de 2018

Opinión – PARAFRASEANDO A JUAN BAUTISTA ALBERDI


 
Juan Bautista Alberdi fue una de las personalidades políticas argentinas más notables del siglo XIX siendo su aporte más destacado el haber sido el mentor intelectual de la Constitución Nacional sancionada en el año 1853. De profesión abogado, Alberdi, además de destacarse en los campos del derecho y la política, también lo haría en la diplomacia, la literatura y hasta en la música.

Sus escritos muestran a las claras que Alberdi fue un adelantado al describir una serie de situaciones de su país extrapolables al resto de los países sudamericanos. Por eso, conviene parafrasear unas frases escritas por tan distinguido político:

“Los latinoamericanos hemos sido ociosos por derecho y holgazanes legalmente. Se nos alentó a consumir sin producir.

Nuestro pueblo no carece de alimentos sino de educación y por eso tenemos pauperismo mental. En realidad, nuestro pueblo latinoamericano se muere de hambre de instrucción, de sed de saber, de pobreza de conocimientos prácticos y de ignorancia en el arte de hacer bien las cosas.

Sobre todo se muere de pereza, es decir, de abundancia. Quieren pan sin trabajo, viven del maná del Estado y eso les mantiene desnudos, ignorantes y esclavos de su propia condición.

El origen de la riqueza son el trabajo y el capital, ¿Qué duda cabe de que la ociosidad es el manantial de la miseria?.

La ociosidad es el gran enemigo del pueblo en las ciudades latinoamericanas…”.

¿CUÁLES SON ALGUNAS CAUSAS DE LA OCIOSIDAD LATINOAMERICANA?

Si consideramos que en América Latina tenemos un 30% de pobreza, podemos inferir que un 30% de la población no usa (o no puede usar) sus talentos y capacidades naturales para progresar en base a su iniciativa individual. Estamos condenados a mantener y profundizar dicha situación si no revertimos dos creencias perversas. La primera de ellas es que el Estado es el único responsable de sacarnos de la pobreza mediante bonos, subsidios y regalos de esa naturaleza, y la segunda, dada la anterior, es que los únicos capaces de implementar un Estado de Bienestar son los colectivistas de todo orden (populistas de derecha o izquierda, socialistas o fascistas, comunistas, etc). Al final, la pobreza se enquista en nuestras sociedades porque el poder político y el poder económico se concentran en pocas manos, impidiendo el ascenso social mediante el esfuerzo y el mérito.

Las soluciones pasan por eliminar la concentración política (impidiendo la reelección en todos los cargos sometidos a votación popular ya sea políticos, sindical o social) y la concentración económica (profundizar la competencia en todos los mercados). La tarea es compleja y difícil de implementar pero no hay otras soluciones.

Juan Bautista Alberdi describe la falta de iniciativa individual, resultante de la concentración política y económica y que debe ser revertida para reducir la pobreza sustancialmente.

CORPORACIÓN DE ESTUDIOS LIBERALES
Viernes 9 de Febrero 2018