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sábado, 23 de octubre de 2010

EL GALLITO DE SARKOZY: ESTADO DE BIENESTAR O ESTADO SANO



Continúan las protestas en Francia por la reforma previsional que el gobierno pretende imponer, pero los sindicatos no parecen dar los brazos a torcer en este gallito con el gobierno.

Sarkozy, como buen francés, solo debe querer lo mejor para Francia. El estado de las finanzas del país hace insostenible la situación para los próximos años lo que requiere reformas que vayan al centro de la problemática: se trabaja poco y los fondos de cotizaciones son insuficientes. Un francés típico que jubile hoy a los 60 años puede disfrutar del resto de su vida si ha ahorrado, pero si no tiene el volumen de cotizaciones mínimo el estado debe proporcionarle los medios para disfrutar del mismo estándar de vida que el primero. Y al parecer los que trabajan poco ya han superado por mucho a los que trabajan duro, y este es el motivo del permanente desfinanciamiento.

Así, después de décadas de estados de bienestar y relajo laboral, los sindicatos toman la bandera y afirman que los “beneficios ya conseguidos deben defenderse” –típica afirmación izquierdista- por lo que consideran un atropello a sus derechos. Y nosotros sabemos que la gente de izquierda no cree en la democracia ni en sus instituciones cuando el viento les viene en contra. Ellos miran el corto plazo en la defensa de sus intereses, y no miran el largo plazo de los intereses de todos los franceses.

Durante años muchos han profitado del estado, gozado de la vida y disfrutado de un bienestar inmerecido a costa de los demás. Para financiar la vejez con recursos públicos se requiere un país dinámico que crezca económicamente y desde hace tiempo se indica que la caída de la actividad es la norma.

Y sin reformas fuertes, en algún momento la cuenta la tendrá que pagar alguien. La valentía de Sarkozy es que enfrenta un problema de frente. Es cierto que se le podría achacar falta de “muñeca política” para negociar, pero debemos reconocer que con la izquierda no se puede negociar porque amenazan siempre con que “cuando la izquierda sale a la calle, todos tiemblan”

Se acabó el estado de bienestar europeo, y estamos observando los síntomas de su caída en toda Europa. Sarkozy podrá ganar o perder en este gallito con los sindicatos, pero las cosas ya no serán las mismas en Francia.

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