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sábado, 13 de julio de 2013

Sociedad. LA INSOPORTABLE COMODIDAD DEL CIUDADANO


Un distinguido amigo me preguntaba la otra vez por qué los chilenos tendemos a votar por los mismos políticos, una y otra vez, como si fuera un hábito. Una primera explicación es que estamos muy ideologizados, y esa condición nos facilita la respuesta. Pero, al parecer, existe una respuesta sicológica: el proceso de caminar por la vida no es un proceso fácil ni tranquilo y los seres humanos están siempre en la búsqueda de la tranquilidad y la comodidad, y nos produce escalofríos cuando algo del entorno cambia. Por lo tanto, votar por rostros conocidos nos tranquiliza y nos calma...así, cuando surge un candidato cantante o actor de televisión o futbolista…¡eureka…voto por este tipo…!. El ciudadano medio no quiere pensar…

La contracara de todo esto es que la creatividad es enemiga de lo cómodo, ¿Qué tiene que ver la creatividad con la política?. Piensen un poquito. A lo largo y ancho de nuestro mundo, las personas han salido a las calles, en palabras de moda: “se han empoderado”, exigiendo a los políticos que gobiernan que atiendan sus problemas…En otras palabras: ¡los ciudadanos en muchas partes del planeta están muy mal y consideran que los culpables son los políticos a los cuáles elegimos para que nos mejoren el bienestar!. Estos políticos infernales han creado instituciones y políticas públicas, supuestamente, inteligentes y modernas, pero todo sigue igual o peor. Las soluciones de hoy serán los nuevos problemas del mañana, ¿lo ha escuchado antes?.

Y todo esto lo saben los ciudadanos, pero siguen eligiendo a los mismos políticos de siempre, por lo que, no esperemos que se concreten los cambios que seguimos gritando a los cuatro vientos…A la gente le da terror adentrarse en territorios desconocidos lo que limita la innovación y la creatividad en política y en otros ámbitos de la vida.

Es decir, debemos reconocer que transitar por zonas en el límite o más allá de lo que nos resulta cómodo es altamente beneficioso para nosotros y para todos. Cuando nos habituamos a ciertos comportamiento –por ejemplo, ¡voy a votar por el candidato, actor de televisión, porque es el único que conozco!- nos metemos en un círculo vicioso que degenera en comportamientos automáticos, dependencias o aburrimiento que hacen que nuestro cerebro funcione como si estuviera encendido algún piloto automático.

Esta situación ha sido estudiada en profundidad por los psicólogos que dicen que una persona, común y corriente, escapa a los riesgos permanentes y busca rutinas cómodas. Busca siempre una zona de comodidad que genere hábitos y vicios que formen parte de su base conductual.

Esta zona de comodidad se enfrenta a las zonas de desafíos y zona de estrés. A la primera de dichas zonas se ingresa cuando nos enfrentamos a actividades nuevas y desconocidas, y ante la cual se debe usar la creatividad y la innovación para adaptarse; hay riesgos e incerteza. En cambio, estar en la zona de estrés implica estar sometido a tensiones en las cuales se nos puede ir la vida y que puede abrumarnos hasta sobrepasar nuestras capacidades de adaptación.

Los psicólogos recomiendan desafiar las zonas de comodidad y adentrarnos en las zonas de desafíos, realizando actividades que nos motiven. Transitar en esta zona y fomentar actividades no rutinarias nos ayuda a establecer nuevos caminos sinápticos paralelos e incluso a crear células cerebrales que facilitan el desarrollo de pensamientos creativos; hay que probar cosas nuevas, por sencillas que parezcan; hay que forzarse a sobrevivir en zonas poco cómodas y enfrentar situaciones nuevas en las que nuestro cerebro cambia del modo automático al modo supervivencia. Por eso, el innovador innato siempre está explorando las posibilidades que existen fuera de su zona de comodidad…¿Ha oído hablar del libro “Quién se llevó mi queso”?.

¿Y qué relación tienen estos conceptos con la política?. Desafortunadamente, los ciudadanos se han acostumbrado a permanecer en sus zonas de comodidad lo que ha terminado por atrofiar sus motivaciones y conductas. Consciente o inconscientemente, los políticos se han aprovechado de esta tendencia humana, entregando mensajes y discursos ambiguos y complejos que requieren mucha elaboración por parte de los oyentes. Y pocos se atreven a perder parte de su tiempo para intentar descifrar las intenciones de los políticos; la mayoría prefiere seguir señales sencillas como votar por el político que les regala pan y circo. Al final, en el ámbito político, los electores que permanecen en su zona de comodidad atrofian sus capacidades de discernimiento de lo que es bueno o malo y votan de una manera irracional, por los peores candidatos.

Veamos un ejemplo. Las marchas estudiantiles en Chile fueron provocadas por personas (¡en una democracia liberal, la izquierda extrema siempre se encuentra en su zona de desafíos!) que se encontraban en su zona de desafíos. Este minúsculo grupo estimuló a que más personas salieron de sus zonas de comodidad para ingresar a zonas de desafío lo que provocó que aumentaran las demandas. Ya no solo importaba la “educación estatal, gratuita y de calidad” sino que se le agregaron mensajes como “no más AFP”, “apoyo a los pueblos minoritarios”, “no a HydroAysen”, etc. En otras palabras, los distintos grupos comenzaron a usar el movimiento para transmitir sus propias demandas sin relación unas con otras porque habían entrado a sus zonas de desafíos. Sin embargo, poco a poco, algunos elementos de estos grupos ingresaron a zonas de estrés lo que ha motivado que las personas intenten reducir el dolor que dichas acciones les producen, abandonando el movimiento.

La izquierda extrema ha usado la psicología para mover las masas en su provecho y crear el desorden que ha permitido que unas personitas comunes y vulgares como la Vallejo, Ballesteros y Jackson sean candidatos para entrar al sistema…¡Si, estos ordinarios quieren entrar al sistema para convertirse en burgueses y vivir del dinero de los contribuyentes por el resto de su vida!.

Hay que despertar a los ciudadanos y hacerlos entrar a sus zonas de desafíos para que vuelvan a asombrarse de lo estúpidos que han sido al votar por candidatos y personitas taradas, imbéciles, arrogantes, petulantes, ignorantes, ordinarios, corruptos y sinvergüenzas.

Hay que provocar a los ciudadanos para que se asombren de los necios que pueden ser y procedan a salir de sus zonas de comodidad. Deben cuestionar a los candidatos, obligar a los periodistas y medios a ser menos obsecuentes y sumisos; hay que preguntar e inquirir más de los políticos y sus intenciones; hay que promover la discusión racional y en base a argumentos; hay que hablar de todos los temas incluso de aquellos que no nos gusten o con los que no estemos de acuerdo.

¡Vamos ciudadanos…sean creativos…abandonen sus zonas de comodidad y provoquen a los estúpidos que quieren vivir a costa de los contribuyentes!...

¿Algo tienen que sufrir…no les parece?

PANORAMA Liberal

Sábado 13 Julio 2013

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