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martes, 2 de julio de 2013

Política. ¿QUÉ ES MÁS VALIOSO PARA LA “NUEVA MAYORÍA”: LA MARCA BACHELET O SU PROPIA MARCA?


Tras las primarias, las sombras detrás de Bachelet han comenzado a mover
sus máquinas de poder para llenar y repartir cargos...¡es lo único que les
interesa!
Han terminado las primarias presidenciales y Bachelet arrasó: es la candidata a presidente de la nueva Concertación, la Nueva Mayoría Izquierdista, NMI. La realización de estas primarias ha hinchado el pecho, de orgullo, a algunos de sus promotores, pero ha servido para mostrar, una vez más, cuanto nos falta para que la gente se sienta representada por estas agrupaciones de políticos que más bien se miran sus propios ombligos todo el día. Esta primaria es una mejora, pero aún falta mucho más para que la “amada” democracia sea una realidad.

La democracia requiere de cambios de aires y de rostros, pero es decepcionante que algunos vuelvan a repetirse el plato. Hay que traer nuevas personas que recorran los pasillos del poder con ojos abiertos y mente limpia, para que las esperanzas e ilusiones que muchos depositan en ellos tengan más posibilidades de concretarse. Es más, mucha gente cree que estos políticos-candidatos les cambiarán la vida y es la razón de elegir a una persona como Bachelet, por lo que vale la pena intentar una respuesta para ¿qué tiene de especial esta señora?.

¿QUÉ HACE DE BACHELET UNA MARCA TAN ATRACTIVA?

Claramente, Bachelet es una marca atractiva porque tiene un mensaje muy sencillo y diferencial que el electorado asocia rápidamente a “la Gran Madre” cariñosa, amable, simpática y amorosa. Y “Bachelet” es una buena marca porque su electorado la tiene interiorizada y forma parte de su experiencia vital. En términos prácticos, además, “Bachelet” genera un recuerdo espontaneo asociado a la emocionalidad que lleva directamente a la acción.

Es decir, Bachelet ha logrado crear su marca política y posicionarse en gran parte del electorado en términos de esperanzas e ilusión que los otros candidatos no pueden igualar. A los otros los ven como más de lo mismo, a ella la ven como alguien distinto y cercano. Por lo tanto, la gran fortaleza de Bachelet es que genera una fuerte emocionalidad en su electorado que los induce a votar por ella. Nadie recuerda que dio vida al monstruo del Transantiago que aún amarga a los santiaguinos, ni su ridícula presencia en la Onemi, mascando chicle como condenada, en la mañana del 27 de febrero. La recuerdan como la “Gran Madre” que los puede castigar pero que nunca los defraudará.

¿LA CONCERTA, LA NUEVA MAYORÍA O LA BACHELET?

Sin embargo, a espaldas de ella, emergen de las sombras las siluetas más representativas de la Concertación, una marca erosionada y muy poco atractiva. Son los Girardi, Andrade, Walker, Teillier, Escalona y toda una larga lista de políticos, que se acoplan a la marca “Bachelet” para volver al poder. Entonces, ¿quién llega al poder: Bachelet o la Nueva Mayoría izquierdista?

Estos políticos de la vieja Concertación intentaron no contaminar a la marca Bachelet y, con ese fin, crearon la marca Nueva Mayoría, nido de izquierdistas profundos. En realidad, esta última es una marca instrumental que solo tiene por objetivo que Bachelet vuelva a La Moneda y al poder: ¡es lo único que interesa! porque ellos ya estarán ahí, repartiendo cargos y dádivas a toda una fauna de operadores, maquinadores y peones de diente largo.

Es decepcionante el comportamiento de unos políticos que solo les atrae el poder por el poder pero es fácil de comprender. Después de la victoria de Bachelet, se han comenzado a mover las maquinarias de poder de esos políticos para volver a reponer a sus cuadros que habían quedado a la vera del camino tras el triunfo de Piñera; cuatro años son un tiempo demasiado largo de abstención…Y gracias a Bachelet lo han logrado de nuevo. En público nos hablan de la importancia de programas, contenidos y propuestas para “hacer un Chile más justo”, pero en privado, se frotan las manos porque tendrán un nuevo período para hartarse con el botín fiscal.

Al final, la marca Bachelet –con su electorado cautivo- es el instrumento preciso que permite que los izquierdistas de la Nueva Mayoría vuelvan al poder para disfrutar de las delicias de la riqueza generada por otros sin ningún interés en crear una relación y un compromiso a largo plazo con el electorado, ¿podría ser de otra manera?.

PANORAMA Liberal

Martes 2 Julio 2013

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