Muchos habitantes de Santiago ya no aguantan más con el pobre servicio de locomoción pública diseñado por Lagos y puesto en marcha por Bachelet. Y lo que más sorprende es que ambos mandatarios dejaron el poder con altos índices de popularidad pese a los notables fracasos que serán recordados en los libros de historia. Y, aún hoy, Lagos no se amilana cuando se le recuerda el destape de la corrupción en su gobierno con los EFE, Correos y sobresueldos, mientras era rescatado del linchamiento público (algunos pedían su renuncia inmediata) por el coronel Longueira. Y, aún hoy, Bachelet sigue poniendo “carita de pena” (¡su gran activo!) cuando le hablan de sus fracasos en salud, educación y en implementar el bodrio del Transantiago.
Pero, todo tiene un límite y como algunos ya no están aguantando más, están pasando a la acción espontánea para protestar. Por ejemplo, hace unos días atrás un grupo de 100 personas detuvo el tránsito en Providencia para protestar por la poca frecuencia de los buses del recorrido C10, porque muchos de ellos habían llegado al paradero a las 6:30 de la mañana y a las 8:00 todavía estaban ahí sin poder subirse a un bus. Completamente indignados, interrumpieron el tránsito, generando una gran congestión en en Providencia y calles aledañas como El Bosque y Tobalaba. Recién a las 9:30 el tránsito se normalizó.
No hubo detenidos, pero sí llegaron los carabineros. La historia “terminó” en que el Ministro de Transportes mostró su descontento por la poca frecuencia de este alimentador (C-10). La empresa Red Bus a cargo del trayecto, respondió que la baja frecuencia no era normal, si no que había ocurrido por las barricadas puestas por algunos estudiantes en la Alameda y por arreglos viales en La Dehesa. Por el contrario, algunos de los usuarios dijeron que la baja frecuencia era algo permanente. Finalmente Red Bus se comprometió a poner 25 buses más en este recorrido, que va desde Pudahuel hasta el Portal de La Dehesa, con el fin de evitar futuros problemas.
A más de 4 años desde su implementación, el Transantiago sigue provocando la indignación de sus usuarios. Es verdad, han habido mejoras y algunos de los problemas iniciales se han solucionado pero estos sucesos nos recuerdan que aún queda mucho por mejorar en el Sistema de Transporte de Santiago. Hay muchas preguntas por responder y que pueden extrapolarse a otras áreas en que se está debatiendo…como la educación.
Del Transantiago a una Reforma Educacional.
Mientras el Transantiago, proyecto del socialismo fracasado, sigue dando dolores de cabeza y malos ratos a los santiaguinos con muy bajas opciones de una mejora radical en el mediano plazo, unos jóvenes estudiantes siguen vociferando que la educación debe ser “estatal, gratuita y de calidad”. Pareciera ser que han descubierto la gran panacea para convertir a nuestros burros en sabios y genios.
Por ejemplo, los estudiantes de educación superior “desean un libre acceso con equidad, calidad, integración y heterogeneidad social en la matrícula…rechazan la PSU “por su carácter regresivo”…instituciones de calidad, que posibiliten no sólo una formación de profesionales y técnicos de excelencia académica, sino de ciudadanos íntegros, en el marco del pluralismo, la tolerancia y los valores de justicia e igualdad…desean aumentar el financiamiento público en Educación Superior como porcentaje del PIB…desean la democratización del sistema de educación superior…”.
Es decir, quieren una masiva intervención del Estado en el ámbito educativo superior basados en que los actuales problemas educativos se deben al lucro y a las entidades privadas de educación existentes.
Resulta innegable la profunda crisis por la que pasa la educación en todos sus niveles y no solo en la educación superior. Nos enfrentamos a un sistema que, desde hace varios años, está produciendo ignorantes y flojos en cantidades crecientes que luego procrean hijos que se insertan al sistema para repetir el círculo virtuoso de la ignorancia y la flojera.
Todos estos hijos de la Concertación han crecido y vivido escuchando que “sus derechos deben ser respetados”, pero nada les han dicho de sus deberes y obligaciones. Por eso, algunos de estos estudiantes creen que aumentando el gasto público se mejorará por obra de magia la educación de nuestra gente. Ya vimos que el Transantiago es una política pública diseñada por socialistas insensibles y alejados de la realidad, ¿queremos lo mismo en educación?.
El teorema de la imposibilidad del socialismo
El socialismo, transversalmente es, según Huerta de Soto, "todo sistema organizado de agresión institucional contra la función empresarial y la acción humana". En esta definición caben tanto los socialistas de derecha como los de izquierda, que buscan la intervención permanente y recurrente de los gobiernos en la marcha del país y su economía.
Huerta de Soto indica que el socialismo genera “efectos perniciosos…al impedir el libre ejercicio de la función empresarial o acción humana…bloqueando la posibilidad de coordinación social y, aún peor, la generación y uso de informaciones imprescindibles en el sistema económico”. E indica que “el gobierno socialista pretende sustituir los planes individuales por un plan general pero carece de la información necesaria para ello”.
Todo nace de Hayek que, en sus libros "Camino de Servidumbre" y "La Fatal Arrogancia", analizó las diferentes razones por las que un gobernante no dispone de la información económica necesaria para planificar adecuadamente. Es decir, surge "el teorema de la imposibilidad del socialismo". El socialismo es un error intelectual imposible teórica y prácticamente porque:
- El enorme volumen de información necesario para intervenir los sistemas humanos y globales no puede ser gestionado por la mente de una única persona o comité en un tiempo limitado;
- La información necesaria es de carácter subjetivo, está dispersa en la mente de muchos individuos y además tiene un carácter tácito, y no está disponible en forma adecuada.
- El carácter dinámico de los sistemas y procesos económicos, impide que el gobernante disponga de información que aún no ha sido creada.
- Finalmente, el propio carácter coactivo de la intervención en el sistema económico distorsiona, corrompe, dificulta o simplemente imposibilita la generación y transmisión de la información necesaria.
El seguro fracaso de la ingenieria social estatal en educación
Todo lo anterior nos prueba claramente que el Transantiago tenía que ser un fracaso absoluto como lo ha sido y representa la prueba tangible que la ingeniería social y los socialistas solo generan pérdidas y nuevos problemas que deben tratarse con más ingeniería social, para que surjan nuevos problemas. Afortunadamente, para los socialistas, siempre paga Moya y nadie asume su responsabilidad…Pero, los intentos de dirigir el progreso de los devotos de la iglesia socialista siempre terminan chocando con la realidad. La dinámica de la vida no puede atraparse en las rígidas fórmulas creadas entre cuatro paredes.
Si el Transantiago fuera una empresa privada ya habría quebrado, pero como es una política socialista con financiamiento seguro se le sigue subsidiando, ¿cómo es posible seguir subsidiando un servicio a dos años de su implementación?, ¿queremos la mismo en educación?.
Por eso, ¿cómo es posible que los estudiantes demanden que “la recuperación de la educación pública es la piedra angular de las demandas estudiantiles”?, ¿desean implementar un Transantiago en la educación?...¿Cómo es posible que crean que el sistema educativo del país mejorará al eliminar el lucro efectivo?. Es decir, ¿todos ganaremos cuando nadie gane nada?...¿Cómo pueden tener la ilusión de que la investigación y la creación no pueden estar supeditadas al retorno de utilidades?. Entonces, ¿se trata de dilapidar los recursos sin ton ni son porque a algunos señoritos burócratas se les ocurre?...¿Cómo pueden pensar que es una verdadera solución la educación pública, estatal y gratuita?...¿Cómo pueden creer que el Estado es el primer responsable en asegurar la educación como un derecho?...¿Cómo pueden creer tal cantidad de leseras?. Probablemente, la razón va de la mano con el adoctrinamiento que algunos han recibido y la pobre capacidad de la gran mayoría que se traga las pildoritas con envase y todo porque les resulta muy conveniente.
Todas las preguntas anteriores se contestan bajo el argumento ideológico. Solo basta ver como los jóvenes comunistas lideran estas marchas para darnos cuenta de sus motivaciones. Además, nos hacen creer que en Chile existen suficientes riquezas que pueden financiar y pagar la educación. Y, dicen “lamentablemente dichos recursos se encuentran en manos de privados y transnacionales, que acumulan suculentas ganancias en desmedro de los derechos del pueblo”.
Y ponen por ejemplo a Codelco. No reconocen la mayor producción de cobre ha sido posible gracias al lucro privado, porque Codelco ha sido por años una empresa nula en todo lo relativo a la innovación y liderazgo en materia del cobre. Y, claro está, Codelco es estatal, actúa conservadoramente y no asume los riesgos porque privilegia la seguridad y la certeza. Y así se ha dilapidado el talento durante años.
Por lo tanto, ¿es Chile un país de tantas riquezas como dicen los socialistas como para entregar bienes y servicios de manera gratuita y de la mayor calidad?, ¿quién genera dichas riquezas: el socialismo o el capitalismo?, ¿debemos seguir entregando subsidios y regalos e instaurarlos como supuestos “derechos del pueblo” per se?, ¿a qué porcentaje de personas del pueblo le interesa de verdad el trabajo y el estudio concienzudo?, ¿a quienes les interesa el deber del trabajo bien hecho por sobre los derechos?...
Los estudiantes socialistas creen “que se hace necesario realizar en Chile una profunda reforma tributaria, que permita al Estado financiar de manera óptima los derechos que debe garantizar como lo son, por ejemplo, la salud y la educación”. Pero, con eso no se ataca el verdadero problema: la mentalidad socialista que se ha impregnado en parte del pueblo y su dirigencia.
El lucro es uno de los estímulos más potentes que la especie humana ha encontrado para progresar puesto que como seres humanos siempre buscamos nuestra felicidad y nuestro bienestar. Si se le elimina, nos quedamos con burócratas que nos dirán que debemos hacer, nosotros y nuestros hijos.
Recuerde: el camino al infierno está empedrado de buenas intenciones. Por nuestra libertad de elegir, no podemos permitir un retroceso tan marcado. Defendamos la libertad en todos sus niveles, defendamos nuestra vida.
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