Los famosos IPAD...ELLOS, LOS PERLAS...¿Son tontos o se hacen?
AYAX: Ellos, los perlas...¿son o se hacen? |
De verdad que no los entiendo...
Leo en la prensa vespertina que cada diputado tendrá un iPad2 “como apoyo a la gestión parlamentaria”. Un beneficio aprobado por la propia comisión de Régimen Interno de la Cámara… a quienes los honorables deben informar si el tablet lo prefieren de color negro o blanco.
Los invito a hacer el cálculo: 120 diputados, cada uno con un iPad de última generación… a un precio razonable y con descuentos por comprarlos al por mayor (¿$300.000?)… son –¡redoble de tambores!- $36.000.000.
Con 36 millones se puede comprar, por ejemplo, 72 mediaguas o pagar 197 sueldos mínimos. Son 144 bonos “Bodas de oro”, o unos 40 mil kilos de pan… y para qué hablar de subsidios sociales. Queda claro, ¿no? Es que no me quiero poner cargante con los ejemplos. Y si se insiste en comprar iPads, ¿no es mejor que accedan a ellos los alumnos de alguna escuelita rural? Digo, si tanto nos importa la educación.
Porque si los señores diputados ganan más de cinco millones mensuales (que van directos al bolsillo), me imagino que si “necesitan” un iPad, podrán comprárselo, ¿o no? No se trata de un sueldo “reguleque”, sobre todo si pensamos en que la remuneración va acompañada de casi 3 millones más en “asignaciones para el desempeño del cargo”, otros $800.000 para movilización y hasta 4 UF para artículos de oficina (con $90.000 en Post-it se podría empapelar el Congreso entero).
Y eso sin contar los 60 pasajes en avión que -según leí en la prensa el fin de semana- muchos de nuestros representantes en el hemiciclo suelen ceder a familiares y compinches en período de vacaciones.
Mientras escribo esta columna escucho en la televisión la canción del nuevo docureality de Canal 13: “Perla”… una chiquilla que con acento gitano dice, textual, “quiero que tú me quieras, quisiera que me entendieras”. Y no puedo sino hacer el link con nuestros diputados, ellos, los “perlas”, que se arreglan los bigotes y esperan que el electorado los entienda, quiera, aplauda y reelija. ¡Por favor!
¿Con qué cara se tiran los platos por la cabeza entre diputados oficialistas y de oposición discutiendo sobre la necesidad de una reforma tributaria? Total… nuestros impuestos van a parar en frivolidades para que los mismos de siempre puedan revisar sus e-mails con wifi y twittear en una pantalla touch.
Después no se quejen que la aprobación ciudadana de la clase política, enterita, caiga encuesta tras encuesta. Dense cuenta: las cosas están cambiando. La ciudadanía no es tonta y cada día está más “empelotada” y empoderada, perdonando la expresión. Los famosos “indignados”, a nivel mundial, no surgieron por generación espontánea… fueron engendrados por usted, señor político de utilería, avaro, soberbio, tramposo, macuquero, turbio y de sonrisa falsa.
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