La creencia general anterior era que Bachelet y Lagos no servían, al igual que Frei y Aylwin. Actualmente se dice que Piñera no sirve. Y, el que venga después de, tampoco servirá para nada.
Por eso estoy empezando a sospechar que el problema no está en el desbarajuste en que terminó el gobierno de Bachelet, o en lo desordenado que es el gobierno de Piñera. El problema está en nosotros. Nosotros como PUEBLO. Nosotros como materia prima de un país.
Porque pertenezco a un país donde la ley de ser siempre “más vivo” es la moneda que siempre es valorada tanto o más que el dólar. Un país donde hacerse rico de la noche a la mañana es una virtud más apreciada que formar una familia a largo plazo basada en valores y respeto a los demás.
Pertenezco a un país donde, lamentablemente, los periódicos jamás se podrán vender como se venden en otros países, es decir, poniendo unas cajitas en las veredas donde uno paga por un solo periódico Y SACA UN SOLO PERIÓDICO DEJANDO LOS DEMÁS DONDE ESTÁN.
Pertenezco al país donde las “EMPRESAS PRIVADAS” son librerías particulares de sus empleados deshonestos, que se llevan para su casa, como si tal cosa, hojas de papel, lapiceros, bolígrafos, lápices, marcadores y todo lo que pueda hacer falta para la tarea de sus hijos, entre otras cosas.
Pertenezco a un país donde la gente se siente triunfal si consigue colgarse del Cable del vecino, donde la gente inventa a la hora de llenar sus declaraciones para no pagar o pagar menos impuestos. Pertenezco a un país donde la impuntualidad es un hábito. En donde los directivos de las empresas no generan capital humano. Donde no hay interés por la ecología, donde las personas tiran basura en las calles y luego se reclama al gobierno por no dar mantenimiento al alcantarillado. Donde no existe la cultura por la lectura y no hay conciencia ni memoria política, histórica ni económica. Donde nuestros congresistas trabajan dos días al año (y cobran todos los demás como altos ejecutivos) para aprobar leyes que lo único que hacen es hundir al que no tiene, joder al que tiene poco y beneficiar sólo a unos cuantos.
Pertenezco a un país donde las licencias de conducir y los certificados médicos se pueden "comprar", sin hacer ningún examen. Un país donde puede subir al micro una persona de edad avanzada, o una mujer con un niño en brazos o algún minusválido y la persona que viene sentada en el asiento especial para estas personas se hace la dormida para no dárselo y si alguien le reclama se levantará pero para dar un golpe o decir una mala palabra.
Un país en el cual la prioridad de paso es para el automovilista y no para el peatón. Un país donde su gente esta llena de faltas, pero que disfruta criticando a sus gobernantes. Mientras más le digo corrupto al Presidente, mejor soy yo como persona, a pesar de que apenas ayer me consiguieron todas las preguntas del examen de matemáticas de mañana.
Mientras más le digo que le falta autoridad a Piñera, mejor soy yo como Chileno, a pesar de que apenas esta mañana adulteré mi declaración de impuestos, un fraude que me dejó utilidades para pagar algunas deudas.
Como “Materia Prima” de un país, tenemos muchas cosas buenas pero nos falta mucho para ser los hombres y mujeres que nuestro país necesita.
Esos defectos, esa “filosofía de ser vivito” congénita, esa deshonestidad a pequeña escala que después crece y evoluciona hasta convertirse en casos de escándalo, esa falta de calidad humana, más que los gobernantes que nos ha tocado padecer, es lo que nos tiene real y francamente mal.
Porque, aunque Piñera renunciara hoy mismo, el próximo presidente que lo suceda tendrá que seguir trabajando con la misma materia prima defectuosa que, como pueblo, somos nosotros mismos. Y no podrá hacer nada, no tengo ninguna garantía de que alguien lo pueda hacer mejor, pero mientras nadie señale un camino destinado a erradicar primero los vicios que tenemos como pueblo, nadie servirá.
Ni sirvió Aylwin, ni Frei, no sirvió Lagos ni Bachelet, ni sirve Piñera, tampoco servirá el que venga. ¿O qué?...
Aquí hace falta otra cosa. Y mientras esa "otra cosa" no empiece a surgir desde abajo hacia arriba, o desde arriba hacia abajo, o del centro para los lados, o como quieran, seguiremos igualmente condenados, igualmente estancados... igualmente cagados!!!
Es muy bueno ser Chileno. Pero cuando esa Chilenidad autóctona empieza a hacerle daño a nuestras posibilidades de desarrollo como Nación, ahí la cosa cambia...
No esperemos encenderle una velita a todos los Santos, a ver si nos manda un Mesías. Nosotros tenemos que cambiar, un nuevo presidente con los mismos Chilenos no podrá hacer nada. Está muy claro... Somos nosotros los que tenemos que cambiar.
Escucha, creo que esto encaja muy bien en todo lo que nos pasa: Disculpamos la mediocridad mediante programas de televisión nefastos y francamente tolerantes con el fracaso. Es la industria de la disculpa y la estupidez. Ahora, después de este mensaje, francamente he decidido buscar al responsable, no para castigarlo, sino para exigirle (sí, exigirle) que mejore su comportamiento y que no se haga el que no oye, el que no entiende, Sí, he decidido buscar al responsable
ESTOY SEGURO QUE LO ENCONTRARÉ CUANDO ME VEA EN EL ESPEJO.
Ahí está. NO NECESITO BUSCARLO EN OTRO LADO.
Y tu, ¿qué piensas?...... ¡¡¡¡¡REFLEXIONA!!!!!
PASA ESTE MENSAJE A TODOS TUS CONOCIDOS. Necesitamos hacer conciencia... ya nos estamos yendo al carajo y si seguimos así, nos vamos a ir un poquito más lejos ¿O NO?... ¿qué opinas?
ESTE MENSAJE BIEN MERECE LA PENA QUE CIRCULE ... NO LO GUARDES NI EN TU BOLSILLO NI EN TU COMPUTADOR...compártelo…
Respecto de Áyax, nuestro nuevo columnista:
El nombre proviene de Aías ‘de la Tierra’, y corresponde a un legendario héroe de la mitología griega. Se le llamaba Áyax el Grande, y su nombre viene de la nominación de Hércules, amigo de Telamón, quien al ver que el águila (Aías) de Zeus, se posaba es su hombro le anunció: "Nacerá de ti, Telamón, el hijo que deseas y del nombre del ave que acaba de aparecérsenos le llamarán Ayax. Sorprenderá a los pueblos en las luchas de Marte".
Fue un fuerte y valeroso guerrero, que peleó en la guerra de Troya con coraje y destreza. Se le describe como un guerrero de gran estatura y fuerza colosal, testarudo y de inmenso escudo que por sí mismo es un antemural de las falanges, segundo en destreza y valentía en la batalla únicamente por detrás de Aquiles.
AYAX: gran guerrero |
Jamás fue herido y es el único personaje de importancia en la obra que no recibe ayuda por parte de ninguno de los dioses griegos. Era el único héroe homérico que era solo un ser humano.
Y ahora Ayax se incorpora como columnista con diversos aportes para enriquecer la discusión.
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