En una reciente entrevista concedida al diario La Tercera, el analista Roberto Mendez ha señalado que el rechazo y la baja aprobación al actual gobierno se debe a que “hay una crisis identificable como causa del malestar…Hubo un movimiento social intenso en mayo, y hay un cierto malestar con un problema económico; la inflación que afecta a los sectores más pobres”.
¿Por que se protesta? |
Y agrega que “creo, además, que una parte importante de los chilenos le irrita que la derecha esté gobernando, y eso de alguna manera crea tensión. Me llama la atención, por ejemplo, que los gobiernos de la Concertación usaron siempre bombas lacrimógenas, y si las usa este gobierno es inaceptable. La ex Presidenta Bachelet aprobaba cientos de centrales hidroeléctricas y termoeléctricas, pero hoy día es inaceptable. Entonces hay una especie de intolerancia a este gobierno”.
¿Le irrita a la gente este gobierno de derecha?.
Miremos algunos resultados del pasado:
· En 1958, Allende obtuvo 28,5%; Frei, 20,5%; Alesandri, 31,2%
· En 1964, Allende obtuvo 38,92%, Frei, 56,08%
· En 1970, Allende obtuvo 36,3%; Tomic, 27,9%; Alessandri, 34,9%
Es decir, políticamente y desde siempre, en Chile han coexistido tres tercios: la derecha, un centro independiente y la izquierda. Ninguno de ellos, por si mismos, puede alcanzar el éxito debiendo asociarse a uno de los otros para conseguirlo. Así, Frei ganó en 1964 al aliarse a la derecha, y Allende ganó en 1970 al aliarse a la democracia cristiana.
Además, como un hecho singular, la democracia cristiana chilena siempre ha sido más de izquierda e históricamente se ha aliado a los socialistas como fue el caso de Allende en 1970, y la Concertación post 1990.
La derecha alcanzó electoralmente la Presidencia con Jorge Alessandri, en calidad de independiente, y en la actualidad gobierna la Coalición con Piñera después de 20 años de gobiernos de izquierda.
Bajo el sistema binominal, Pinochet pretendió buscar grandes consensos rompiendo con esta lógica instalada de los tres tercios, pero lo que consiguió fue que la Democracia Cristiana se fuera más hacia la izquierda asociándose con los socialistas en todas sus variantes en lo que denominaron Concertación.
Este sistema no había permitido que la derecha por sí sola accediera al gobierno, hasta que el deterioro de la Concertación izquierdista ha sido tal que produjo un nuevo consenso de facto que permitió la llegada de Piñera al poder.
Educando a Roberto Méndez.
En realidad, la derecha en Chile tiene un piso de votación cercano al 35% en los mejores años de la Concertación, y el resto se lo reparten entre la izquierda y la Democracia Cristiana, verdaderos demócratas dogmáticos, ávidos amantes de la democracia de las mayorías cuando los favorecen a ellos.
Es decir, la izquierda (incluyendo a la DC), es demócrata dogmática que solo reconoce la opinión mayoritaria como la fuente de todas las verdades, pudiendo llegar en el extremo al totalitarismo tan característico de los regímenes de izquierda.
La izquierda, en todas sus variantes es totalitaria, incapaz de consensuar con sus adversarios a los que considera como una especie de “herejes”, y por eso los denigra, y los ataca con rudeza.
Por lo tanto, no es que “haya una parte importante de la ciudadanía que le irrita este gobierno de derecha”, sino que este gobierno solo irrita a la izquierda que, ahora, puede volver a manifestarse como en el pasado. Libre y caóticamente, en pos de nuevos ideales puesto que el discurso de los ´60 ya está agotado.
Finalmente, la democracia no se profundiza si convertimos en ley todo lo que la mayoría desea porque las mayorías ocasionales fueron las que llevaron al poder a tipos como Hitler y como Chavez, que terminan causando más mal que bien.
Debemos construir en Chile una nueva derecha liberal y que esté sintonizada con el cambio del milenio y con los nuevos avances. A la gente no le irrita que gobierne la derecha, le irrita que no gobierne bien, como con cualquier gobierno.
No hay comentarios:
Publicar un comentario