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martes, 13 de octubre de 2015

Crónicas de un Liberal Enajenado ES CIERTO CAMINANTE…LOS CIUDADANOS LE TENEMOS UNA PROFUNDA DESCONFIANZA A LOS POLÍTICOS Y LOS PARTIDOS.


Walker es la política, y por eso nadie la entiende mejor que él...
En una reciente entrevista, el destacado académico Eduardo Engel que lideró la Comisión Anticorrupción, manifestó que “hubo temas donde la Comisión del Senado, que preside Ignacio Walker, debilitó las indicaciones del Ejecutivo” respecto de la depuración del padrón electoral de las colectividades. Por ejemplo, dice Engel que introdujo “un cambio que lleva a que demoremos 24 meses –y no un año- para contar con registros confiables”. Y en segundo lugar, “cambiaron la eliminación de quiénes no se reinscriban por la suspensión de la militancia…De esta manera será difícil saber cuántos afiliados tiene realmente cada partido…Mientras no tengamos partidos con padrones confiables no debieran recibir un peso de platas públicas…”.

Y Walker mostró los colmillos al responder que “Engel no tiene idea de política…Detrás de toda la filosofía que transmite Engel existe una profunda desconfianza en los partidos y sus militantes…”.

¡Y ES VERDAD…LOS CIUDADANOS LE TENEMOS UNA PROFUNDA DESCONFIANZA A LOS POLÍTICOS, SUS PARTIDOS Y SUS MILITANTES!

Walker debe ser uno de los primeros políticos que ha dado en el clavo al decirnos una completa verdad. Los ciudadanos en Chile y en todo el mundo ya están hartos de la clase política y la arrogancia con la que actúan impunemente.

Por ejemplo, ¿qué está pidiendo Engel?. Que los partidos políticos dispongan de registros de militantes confiables y actualizados con el objetivo de conocer quiénes son los que detrás de las directivas y los rostros más conocidos. El rechazo de Walker nos indica a las claras que ellos no desean transparentar sus registros por muchas razones.

En primer lugar, que la política debe ser entendida como un ejercicio que solo pueden realizar ellos. En otras palabras, se creen “dueños” de la política y es la única razón detrás de la arrogante afirmación de Walker…”Engel no tiene idea de política”. Sin embargo, una segunda lectura nos lleva a preguntarnos: ¿a qué tipo de política se referirá Walker…la política de usar el Estado para pagar favores políticos…la política de los pitutos…la política de los arreglos bajo cuerda…la política de la corrupción…la política de repartirse recursos públicos entre unos pocos…la política de las sillas musicales para repartirse el poder?.

La actitud de Walker muestra a las claras la pobreza valórica que impregna a la clase política en su totalidad. Ya no podemos confiar en ellos porque han dado muestras y siguen haciéndolo de que no merecen la confianza de la ciudadanía…¿Por qué actúan así?. Muy sencillo.

Con un par de destacados amigos que ya hicieron la transición concordábamos que la política es un muy buen negocio. Me decían “llegas a la política…a un algún cargo y tienes la vida asegurada…porque los recursos que están detrás de todo este entramado son enormes…”. Y para muestra un botón.

Para el Presupuesto 2016, en discusión, el Congreso Nacional requiere para operar $115.358 millones anuales, es decir, el Congreso gasta mensualmente más de $9.600 millones. Si pensamos que una mediagua tiene un costo aproximado de $200.000, con ese monto mensual se podrían construir más de 40.000 de estas soluciones habitacionales. Pero, se gastan en el Congreso.

Además, para el Senado, anualmente, se destinan al Personal Apoyo Senadores $3.107 millones; Asesoría Externa Senadores, $1.434 millones; Gastos Operacionales Senadores $3.985 millones; Personal Apoyo Comités $435 millones; Asesoría Externa Comités $1.268 millones; Gastos Operacionales Comités $10 millones y Otras Transferencias $998 millones.

Las cifras que se manejan a nivel presupuestario dan realmente que pensar: ¿está esta gente con los pies en la tierra como para pensar en soluciones para todos?. Ellos parecen estar en otro mundo.

UNA CONCLUSIÓN: ¿DEL ABSOLUTISMO AL POLITIQUEISMO?

La democracia surge como ensayo de gobierno con la caída del absolutismo, forma de gobierno en que el Estado era absoluto, y que se caracterizaba por la pretensión teórica de que los gobernantes no estuvieran sujetos a ninguna limitación institucional porque ellos son la ley y el Estado.

Ahora, hemos llegado a al politiqueismo que es una forma de gobierno en que la clase política es absoluta y con la pretensión de que los políticos no deben estar sujetos a ninguna traba ni limitación legal o institucional porque ellos son la ley y el Estado. Se han convertido en un poder único que solo se puede reformar a si mismo.

Por eso, Walker puede decir con arrogancia…”Engel no sabe nada de política…la política soy yo”. ¿Podremos seguir escuchando dichas necedades?.

Panorama LIBERAL
Martes 13 Octubre 2015

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