Los
políticos –de todas las tendencias- ya no son capaces de pasar el filtro
democrático. En público, les encanta hablar del “valor de la democracia” (por
ejemplo, cuando disponen de mayorías electorales circunstanciales), pero, en
privado o a la primera de cambio, muestran su verdadero carácter al mantenerse
en el poder por varios períodos, modificando las constituciones de sus países
para ello y apelando a los más rancios argumentos. Y en Latinoamérica hay
varios ejemplos de ello.
Y
hay más ejemplos aún como cuando acompañan regímenes totalitarios, antidemocráticos,
violadores de los DDHH y de las libertades individuales. Es lo que está
aconteciendo en Venezuela en que el régimen chavista de Nicolás Maduro está
apelando a la violencia y los mismos argumentos de siempre para contener a la
población en las calles…
Y
es lo que aconteció en la reunión de la CELAC que se realizó en la preciosa
isla de Cuba, sometida aún, por la fuerza, a una casta de dictadores,
criminales y violadores de los DDHH sin que ninguno de los asistentes,
supuestos líderes de países democráticos, haya alzado la voz para reclamar por
ello. Ninguno. ¿No es una vergüenza de todos estos que se bañan con un jabón de
marca “democracia” varias veces al día?.
Y
la razón de ello es evidente: son socialistas. Por eso, no sorprende que los
presidentes socialistas de la región (Venezuela, Brasil, Argentina, Uruguay,
Bolivia, etc.) visiten al dictador Fidel Castro y lo acompañen, en su ancianidad,
para apoyar a una plaga socialista que ha permanecido por más de 50 años
tiranizando a ese pueblo. La pregunta que merece hacerse es: los ciudadanos
latinoamericanos, ¿elegiremos alguna vez gobiernos y políticos que valoren la
libertad como corresponde?, ¿por qué ese desprecio tan manifiesto al valor de
las libertades tanto por parte de la ciudadanía como de sus líderes?, ¿podremos
cambiar esa percepción?, ¿en que nos hemos equivocado para tan errónea percepción?...
ALGUNAS CONTRADICCIONES DE
LA CELAC.
La
reunión de la CELAC (Comunidad de Estados Latinoamericanos y Caribeños), realizada
en La Habana del 28 al 29 de enero, ha terminado recientemente con un nuevo y
¿sorprendente? éxito diplomático para la dictadura cubana. Los jefes de Estado
y de Gobierno han difundido una habitual, larga y esquematizada declaración
final, llena de errores, imprecisiones, contradicciones e incertezas respecto
del futuro de la entidad, sus países y la región.
PRIMERA
CONTRADICCIÓN: ¿DERECHO SOBERANO DEL PUEBLO PARA TENER UNA DICTADURA?.
Dice
la declaración de la CELAC que “1.
Reiteramos que la unidad y la integración de nuestra región debe construirse
gradualmente, con flexibilidad, con respeto al pluralismo, a la diversidad y al
derecho soberano de cada uno de nuestros pueblos para escoger su forma de
organización política y económica…”
Así
comienza esta vergonzosa declaración de la CELAC que es un guiño siniestro hacia
todos los regímenes totalitarios de corte socialista que mantienen sumido en la
pobreza material y mental a sus pueblos…¿Qué significa “derecho soberano de
cada uno de nuestros pueblos para escoger su forma de organización política”?, ¿es
manifestación del derecho soberano de un pueblo ser sometido por una dictadura
por cincuenta años?, ¿es que acaso la democracia –por las cuáles ellos fueron
electos- no es la mejor forma?, ¿quién define y dispone de ese derecho
soberano…el pueblo, sus representantes elegidos democráticamente o una minoría
que tiene el poder de las armas o de la coacción institucional?, ¿puede ser una
dictadura una posible “forma de organización política”?, ¿de qué color tiene
que ser la dictadura para ser aceptada?, ¿Por qué no se condenan las dictaduras
de izquierda como la cubana?...
Con
este párrafo la CELAC ha mostrado su ADN socialista, al pretender imponernos la
tesis que un pueblo puede ser sometido por una dictadura, siempre y cuando, sea
socialista. ¿Puede ser más vergonzosa una situación como ésta?.
Y
la justificación de la dictadura para mantener sometido a su propio pueblo, es
tan absurda como necia: la culpa la tiene el bloqueo del “demonio imperialista”
de EEUU. El derecho soberano de un pueblo es gozar de una sociedad libre, abierta
y extensa, sin ataduras ni coacciones ni limitaciones impuestas por una minoría
con la ayuda de la fuerza y la violencia estatal. Pero, cuando una minoría
mantiene esclavizado a todo un pueblo, merece responder: ¿tiene derechos
soberanos un pueblo esclavizado por una minoría criminal?.
Así
comienza esta vergonzosa declaración de la CELAC.
Y,
como corolario del carácter antidemocrático que fomenta esta institución, en la
declaración se indica que “expresamos nuestro más profundo pesar por el
fallecimiento del Comandante Presidente de la República Bolivariana de
Venezuela, Hugo Rafael Chávez Frías, ocurrida el 5 de marzo de 2013, uno de los
principales fundadores e impulsores de la CELAC, humanista incansable e
impulsor de la unión latinoamericana y caribeña, que luchó contra la exclusión
social, la pobreza e impulsó el desarrollo integral de la región…”. Y la razón
para mencionar a un político antidemocrático y megalómano como Hugo Chávez es
defender “la obra fundacional” de una persona que, si no fuera por su muerte, todavía estaría en el
poder empobreciendo a un país y dilapidando el mejor de los recursos, su
capital humano, en una confrontación de dudoso fin…¿Por qué razones los
socialistas se aferran al poder pese que empobrecen a sus sociedades y sus
ciudadanos?.
Hoy,
tras Chávez, Venezuela es un país dividido y con serios problemas económicos.
El pueblo ha salido a las calles y ha sido reprimido por el régimen chavista de
Nicolás Maduro…Y los líderes latinoamericanos mantienen un silencio cómplice
que muestra su apoyo implícito a los totalitarismos ideológicos de corte
izquierdista. Una muestra más de su profunda cobardía moral.
Sin
embargo, al fin, el presidente Piñera ha comentado la situación que se vive en
Venezuela indicando con sensatas palabras que “condenamos profunda y
categóricamente la violencia que ha ocurrido en Venezuela y que ya ha costado
tres vidas humanas…Queremos pedirle a todas las partes, que la forma de actuar
en democracia es respetando las libertades, respetando la libertad de
expresión, respetando los Derechos Humanos (DD.HH.) de todos los ciudadanos por
parte del gobierno y respetando el Estado de derecho y manifestándose en paz
por parte de los ciudadanos…Si esas dos premisas se cumplen, Venezuela va a
poder enfrentar esta situación difícil en buena forma y salir adelante
fortaleciendo su democracia, fortaleciendo el Estado de derecho y respetando
las libertades y los derechos de todos los ciudadanos…”.
¿Cuál
fue la respuesta de Nicolás Maduro?. Nicolás Maduro ha emplazado directamente a
Sebastián Piñera y a Juan Manuel Santos en uno de sus discursos diciendo que "yo
le pregunto al presidente de Colombia, por ejemplo; le pregunto al Presidente
Piñera de Chile, que han opinado sobre los asuntos internos de Venezuela, les
pregunto si una marcha en Bogotá, presidente Santos, es convocada por un líder
de la oposición diciendo que va al Palacio de Nariño a sacarlo a usted, ¿qué
hace?, ¿Defiende al Estado colombiano o le entrega el poder al sedicioso que ha
pretendido desconocerlo y sacarlo?, ¿qué hace usted?, ¿Qué quieren que haga?,
¿Qué deje que estos grupos de enmascarados sigan agrediendo a los trabajadores
del metro?, ¿Qué quiere presidente Obama, que yo condecore a los enmascarados?,
contésteme…¡Ya basta carajo. Ya basta de que se metan en los asuntos internos
de nuestra patria!...”.
“¡Ya
basta carajo…!”. ¿Y los valores democráticos tan preciados?. Cada vez que un
pueblo sale a las calles para marchar en contra de un gobierno nefasto de
izquierda surgen los mismos argumentos de los totalitarios de izquierda:
sedición, imperialismo, golpismo…Y la perla argumental es: “no se metan en los
asuntos internos de nuestra patria”. Pero, gracias a las dictaduras de derecha,
la izquierda mundial ya no puede callar las violaciones de los derechos humanos
que cometen los gobiernos de sus tendencias, y aunque callen, sus ciudadanos
los miran de reojo. Ciertamente, los líderes izquierdistas latinoamericanos que
callan y expresan un apoyo implícito a Nicolás Maduro, olvidan que los
ciudadanos latinoamericanos ya no ven estos regímenes con la simpatía de antes.
SEGUNDA
CONTRADICCIÓN: LA CELAC, ¿DEFIENDE O NO, LOS DERECHOS HUMANOS?
Continúa
la declaración afirmando que “reiteramos
que nuestra Comunidad se asienta en el respeto irrestricto a los Propósitos y
Principios de la Carta de las Naciones Unidas y el Derecho Internacional…el
respeto a la autodeterminación, a la soberanía, la integridad territorial…la no
injerencia en los asuntos internos de cada país…la protección y promoción de
todos los derechos humanos, el Estado de Derecho en los planos nacional e
internacional, el fomento de la participación ciudadana y la democracia.
Asimismo, nos comprometemos a trabajar conjuntamente en aras de la prosperidad
para todos, de forma tal que se erradiquen…las violaciones de los derechos
humanos y las transgresiones al Estado de Derecho”.
¿Cómo
podemos entender que una institución que debe velar por el bienestar de los
pueblos se permita mentir en forma tan descarada en público?, ¿Por qué dicen
que erradicarán las violaciones de los DDHH si consienten en forma sistemática
las violaciones que suceden en la isla de Cuba y, ahora, las de Venezuela?,
¿Por qué no se manifiestan para impedir las “transgresiones al Estado de
Derecho” que pasan en Cuba y Venezuela?, ¿Por qué los líderes latinoamericanos
no dicen nada de la situación en Venezuela?, ¿en dónde quedó la defensa contra
las violaciones de los derechos humanos?...
...Pero,
claro, cuando se trata de países gobernados por la derecha política,
¡inmediatamente! aparecen los próceres de mentalidad socialista para rasgar
vestiduras y llorar en público…Un doble estándar inaceptable.
La guinda de pastel: la ONU respalda al dictador... |
Y
luego de las dos guerras mundiales que asolaron el mundo desarrollado en el
siglo pasado, las sociedades líderes decidieron enfrentar el tema de los DDHH,
en 1948, presentando la Declaración Universal de Derechos Humanos que en su Artículo
1 declara que “todos los seres humanos
nacen libres e iguales en dignidad y derechos y, dotados como están de razón y
conciencia, deben comportarse fraternalmente los unos con los otros...”.
Pese
a ello, seguimos en Latinoamérica teniendo políticos que respaldan las
violaciones de los derechos humanos cómo Nicolás Maduro y acogen a dictadores y
violadores de los derechos humanos como los Castro, cobijados en instituciones
de mentalidad socialista como CELAC y la ONU…¿Puede ser más paradójico que la propia
ONU los cobija?, ¿pueden creerlo?. Se comprende todo cuando pensamos que la
institucionalidad internacional es de corte socialista y por eso, se visitan, protegen
y cuidan entre sí.
TERCERA
CONTRADICCIÓN: ¿PUEDEN LOS ESTADOS HACER CRECER ECONOMÍAS CERRADAS Y SIN
LIBERTADES?.
En
la declaración se indica que “promovemos
una visión de desarrollo integral e inclusivo, que garantice el desarrollo
sostenible y productivo, en armonía con la naturaleza, en aquellos ámbitos en
los que podemos construir sinergias, particularmente en áreas como la energía,
infraestructura, el comercio intrarregional, la producción de alimentos, las
industrias intermedias, las inversiones y el financiamiento, con el propósito
de alcanzar el mayor desarrollo social para nuestros pueblos…Asumimos nuestro
compromiso con el desarrollo regional integrado, no excluyente y equitativo,
tomando en cuenta la importancia de asegurar un tratamiento favorable a las
economías pequeñas y vulnerables, a los países en desarrollo sin litoral y
Estados insulares…”.
La
farsa socialista está alcanzando niveles insólitos. En la declaración manifiestan
que ellos, como políticos, serán capaces de garantizar “el desarrollo
sostenible y productivo, en armonía con la naturaleza…bla, bla, bla”. En otras
palabras, están planteando que los Estados garantizarán el crecimiento de sus
economías, ¿cómo es posible?. Los Estados repletos de funcionarios y burócratas
socialistas, no pueden hacer crecer las economías puesto que el crecimiento proviene
de la creación de riqueza realizada por empresarios individuales que buscan y
aprovechan oportunidades asumiendo los riesgos respectivos.
Muchos
de estos políticos socialistas tienen ideas extremas como volver a estatizar
empresas para que los beneficios que generan vuelvan al Estado, garante de la
igualdad ciudadana. Por ejemplo, la unidad de negocios del cobre de la
trasnacional anglo-sudafricana Anglo American en Chile reportó utilidades
operacionales por 1.739 millones de dólares en 2013, levemente superior a los
1.736 millones alcanzados el año anterior. ¡Y los socialistas saltaron con
comentarios tipo “ganan millones de dólares, gracias al cobre de todos los
chilenos, y no aportan casi nada al fisco…” o “Nos indignamos de saber todo el
dinero que ganan estas empresas, dejando poco o nada para el país, pero ningún
político, de ningún partido saca la voz para defender nuestros intereses…Con
todo ese dinero que se llevan, hace tiempo que tendríamos educación gratuita,
mejores hospitales, las regiones del norte no estarían tan abandonadas, etc.
Las compañías deben pagar un alto impuesto o, en caso contrario, Chile debería
NACIONALIZAR EL COBRE…”.
Supongamos
que Chile nacionalizara el cobre y se apropiara de los US$1.739 millones para ser
repartidos equitativamente en “el pueblo” (supuesto difícil de creer pensando
que siempre hay intermediarios que sacan pedazos de la torta), ¿cuánto llegaría
a cada chileno?. Veamos. Suponiendo un dólar a $555 y una población de 17
millones, cada chileno recibiría al mes poco más de $4.730 al mes, ¿somos más
ricos por ello?.
¿Cuál
es la trampa socialista?. Los políticos de dicha mentalidad son ignorantes económicos
que olvidan que, primero, para obtener esos beneficios se debió realizar una
inversión inicial que debe ser recuperada por sus propietarios; segundo, para
mantener este flujo de beneficios debe reinvertirse permanentemente, y tercero,
la inversión inicial y las reinversiones posteriores generan enormes beneficios
en toda la economía en términos de demanda de insumos y servicios. Los
políticos socialistas se concentran en los beneficios y olvidan los costos involucrados,
¿cree alguna persona sensata que los Estados latinoamericanos –siempre carentes
de todo- tendrán recursos para invertir en la industria minera?. Así, si alguna
vez se nacionalizara la industria del Cobre volveríamos a caer en un nivel de
letargo final.
Los
Estados son incapaces de crear riquezas porque son gestionados por políticos que
no actúan bajo el prisma económico, sino que bajo distintos supuestos,
contradictorios entre sí, dependiendo de su posición en el espectro político…Por
lo tanto, no podemos pedirles a los Estados modernos lo que no pueden obtener,
entonces, ¿qué podemos pedirles a los Estados modernos?. Fijar reglas del juego
claras para todos, libertad de operación, defensa de la propiedad privada y un sólido
Estado de Derecho.
Piensen
ustedes en los gobernantes de Cuba que llevan más de 50 años en el poder, ¿es
una sociedad avanzada y de gran bienestar?, ¿todo el mundo desea emigrar allí?,
¿Por qué Cuba, pese a que el Estado es dueño de todo, aún continúa sumido en la
pobreza material y mental?. Y la respuesta ya debe ser clara: la dictadura
cubana ha propiciado una sociedad cerrada que violenta a sus ciudadanos
impidiéndoles desarrollar sus proyectos personales, ¿es un país en el que vale
la pena vivir?. No vale la pena vivir en Cuba porque no hay oportunidades para
los más talentosos que deben emigrar en busca de dichas oportunidades...Y, como
guinda en el pastel, la dictadura cubana viola los derechos humanos de sus
ciudadanos, y eso no les importa ni a la CELAC ni a la ONU. Es más, la validan
y los ponen casi como ejemplos a seguir…
La
única manera de progresar y avanzar es profundizando sociedades libres,
abiertas y extensas; en las cuáles los ciudadanos tengan libertades para hacer
de sus vidas lo que deseen dentro de un ciert marco general. Latinoamérica continúa
siendo una sociedad cerrada, sin libertades y que mira las pelusas de su ombligo,
¿podremos avanzar de esta manera?...
***
Latinoamérica
está condenada a ser un continente del tercer mundo, pobre y con una población ignorante
si seguimos atados a la esperanza de que el Estado –y los políticos que lo promueven-
vengan en nuestro rescate. La población privilegia en demasía la esperanza en la
llegada de los “dioses” o los “hombres nuevos y buenos” que cambiarán su vida
porque eso no ha acontecido ni acontecerá. Mirar hacia el futuro con la
esperanza de que algo cambie es un fatuo ejercicio; se debe actuar. Por eso, en
este continente, los políticos socialistas deben ser demagogos y megalómanos (vean
ustedes: Chávez y Maduro, Correa, Kirchner, Morales, Mujica), con discursos idealistas e ilusos, para que puedan
transformarse en aquellos dioses que volverán para llevarnos al paraíso
añorado…
Pero,
pasan y pasan los años y seguimos igual o quizás, peor…Y los políticos
socialistas continúan asumiendo el poder con los mismos cuentos y los mismos
resultados…¿Y quién es el culpable?...¡El capitalismo!, ¡el imperialismo!...¡las
nubes que cruzan por el cielo!…Es decir, otros son culpables, mientras los que gobiernan
¡son ellos!. Sin embargo, realicemos un ejercicio y pongámonos en sus zapatos…
Imaginemos
que los políticos son personas de buenas intenciones que pretenden transformar
la sociedad para el bien de todos. Y así comienzan los problemas. En primer
lugar, ¿cuál es el bien de todos?, ¿existe el bien común?, ¿para determinar el
bien común no se requiere determinar el bien individual?, ¿estamos en condiciones
de conocer lo que cada persona reconoce como “su” bien?. Es imposible
determinar lo que cada persona precisa en un cierto momento, sin dejar de considerar
que las personas no se conocen a sí mismas. Por lo tanto, el bien común o bien
de todos termina siendo una cuestión de probabilidades porque el bien para una
persona puede diferir del bien para otra persona, y así hasta el infinito y más
allá. Por lo tanto, los políticos de buenas intenciones, ¿Qué tipo de bien común
van a intentar satisfacer?, ¿el bien común de un sujeto promedio?, ¿cuál es la única
persona que ellos, más o menos, conocen?. ¡Ellos mismos..!. A nadie debiera
extrañar, entonces, que los políticos terminan siendo los más beneficiados con
sus gobiernos, ¿podría ser de otra manera?.
En
segundo lugar, los políticos de buenas intenciones no toman en cuenta que no
disponen de la suficiente cantidad y calidad de información para gestionar una organización
extensa –como el Estado- en un entorno caótico, disperso, cambiante y dinámico.
Cuando los resultados no son los esperados, culpan al “entorno cambiante” (por
ejemplo, la “avaricia capitalista”) y a la carencia de recursos con que cuentan,
que los induce a crear más ministerios, secretarías y departamentos que termina
aumentando el tamaño del Estado, y complejizando aún más su operación.
Y,
en tercer lugar, las influencias de las decisiones de los políticos no tienen
efectos en el corto plazo. Ya hemos mencionado que la realidad es vasta y
compleja por lo que los cambios que se implementan hoy tienen efectos que,
muchas veces, exceden la vida operativa de un político promedio. En otras
palabras, son elegidos para gestionar por un cierto período; toman decisiones
que les favorecen abiertamente en el corto plazo pero toman otras decisiones que
tienen efectos de largo plazo que se superponen con las decisiones de otros;
cuando estas decisiones surten efectos (para bien o mal) ya están muertos o
jubilados o es imposible identificar su nivel de responsabilidad. Por lo tanto,
lo más razonable es que no tomen decisiones ni de corto ni largo plazo.
Repitamos.
Latinoamérica está condenada a ser un continente del tercer mundo, pobre y con una
población ignorante si seguimos atados a la esperanza de que el Estado –y los
políticos que lo promueven- vengan en nuestro rescate. Al final, los que llegan
al poder son políticos socialistas demagogos y megalómanos, con discursos idealistas para ilusos, que se transforman
en aquellos dioses que volverán para llevarnos al paraíso añorado…Toda una
farsa.
Esta
farsa socialista es alimentada por los ciudadanos latinoamericanos que tienen la
desgraciada creencia de que es mejor recibir órdenes y mandatos, que ser
independiente y buscar su propio destino. Esta creencia los lleva a elegir
políticos de mentalidad socialista que gestionan los recursos con una
mentalidad tercermundista cuyo eje central es la ignorancia económica.
Tenemos
el sueño de que los habitantes de este continente se integren en forma activa al
resto del mundo, pero lastimosamente, es solo un sueño porque vivimos en un
mundo real de pesadilla socialista. Los políticos socialistas, que han regido
las naciones de este continente y las instituciones internacionales, han
pretendido y aún pretenden implantar la farsa socialista como la gran solución
para eliminar la pobreza…Pero, el socialismo es una ideología de la miseria. Miremos
a nuestro alrededor: ¿Qué países latinoamericanos son líderes mundiales en
algún área?. Algunos dirán: ¡el fútbol!... ¿Saben porque Argentina y Brasil son
líderes mundiales en el futbol?. La pobreza es el caldo de cultivo de donde
surgen los deportistas de élite…¿cómo?. Si, la pobreza y los potreros son los
lugares de donde surgen estos talentos. Por lo tanto, no nos enorgullezcamos
tanto de tener futbolistas de élite porque es el resultado indirecto de haber
tenido demasiados gobiernos socialistas incompetentes e ineptos.
Y,
ahora, la CELAC pretende ser el faro que dará batalla a las grandes lacras del
continente (pobreza, hambre, desigualdad), mientras la dictadura cubana,
violadora de derechos humanos, goza de buena salud recibiendo el beneplácito de
los creadores de miseria latinoamericana por antonomasia. En la realidad, con
los liderazgos socialistas las lacras de continente se mantendrán por décadas, ¿podremos
esperar algo distinto de los políticos socialistas actuales?.
PANORAMA Liberal
Sábado 22 Febrero 2014
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