La
Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) es una institución
de cooperación internacional compuesta por más de 30 estados y tienen por
objetivos intercambiar información entre los estados miembros, armonizar
políticas con el objetivo de maximizar su crecimiento económico y colaborar a
su desarrollo y al de los países no miembros. Fue fundada en 1960 y su sede
central se encuentra en el Château de la Muette, en la ciudad de París
(Francia) y es conocida como el “club de los países ricos”, dado que agrupa a
países que representan el 70 % del mercado y 80 % del PIB.
La
OCDE tiene un eslogan, “mejores políticas para una vida mejor”, que muestra a
las claras la filosofía con la cual está impregnada esta institución: desea cambiar
la vida de las sociedades por medio de políticas públicas que intervengan, en
forma creciente, las economías y sociedades…¿Qué pasaría si lo cambiaran a
“Menos Políticas Públicas para una mejor vida”?. La paradoja es que esta
institución aprecia la intervención creciente de corto plazo de los gobiernos
en las economías que termina afectando el crecimiento económico de largo plazo.
Por
eso, no sorprende el foco interventor de la institucionalidad internacional,
incluso la que se place de ser más economicista, dada la mentalidad socialista
propia de su naturaleza (¿puede no ser socialista una institución que promueve
la intervención en las sociedades?). Por ejemplo, en una reciente entrevista el
señor Mario Pezzini, director del Centro de Desarrollo de la OCDE (ver al final
un breve curriculum vitae), ha realizado una serie de afirmaciones que nos
lleva a preguntarnos: ¿tiene la OCDE claras sus ideas económicas?...
PEZZINI: “LA ECONOMÍA
SUMERGIDA LASTRA A LOS EMERGENTES”
En
dicha entrevista, el señor Pezzini comentaba que, en relación a los países
emergentes, “al mismo tiempo que se ha
reducido la pobreza extrema, la gente ha entrado en otra condición que se llama
clase media. Yo soy muy crítico, porque cuando pensamos en clase media,
pensamos en una familia con dos hijos, dos frigoríficos, dos coches, dos
perros…No es esta la clase media de los emergentes. En el 70% de los casos se
trata de gente que trabaja en la economía sumergida, de manera que cuando se
jubila, pierde renta y regresa a la pobreza extrema. Cuando hay una enfermedad
o un divorcio, regresa a la pobreza extrema. Si la empresa donde trabaja se
deslocaliza, regresa a la pobreza extrema. Esta clase media es vulnerable. La
economía sumergida lastra a los emergentes…”.
Respecto
de la necesidad de implementar políticas públicas para evitar ese retorno a la
pobreza plantea que “esas políticas no
funcionan. Un caso paradigmático es el de Túnez. La economía creció a tasas del
5% durante diez años consecutivos, ha logrado mantener el déficit público por
debajo del 3% del PIB y la deuda por debajo del 60% del PIB (las obligaciones
fiscales de Maastricht para los países de la UE) y tiene una tasa de
universitarios cada vez más elevada. Todo el mundo pide que siga gastando en
educación y en recursos humanos, pero muchos de esos expertos no se dan cuenta
de que no es solo un problema de demanda, también es de oferta. Si cuando un
estudiante sale de su formación, no encuentra ofertas de trabajo o las que
encuentra no son de calidad, va a la economía sumergida. Es una frustración
para toda la familia. Coexisten las expectativas y la frustración y genera un
choque que es el detonante de las revueltas de la primavera árabe, de Turquía o
Brasil. En definitiva, la sociedad explota…”.
La
receta del señor Pezzini es que “hay dos
prioridades: crear una red de seguridad, con recursos públicos y ofrecer una
identidad económica que sea diferente a la de replicar el modelo existente en
los países desarrollados. Y aquí viene el segundo reto, el de elevar la
productividad en ciertos sectores. En los emergentes hay trabajadores
competitivos en los sectores mineros y en los servicios no comerciales con
buenas remuneraciones. Sin embargo, los del sector manufacturero, que compiten
en los mercados internacionales, ven como sus remuneraciones se ajustan ante
las de otros países…”
¿TIENE CLARAS SUS IDEAS
ECONÓMICAS LA OCDE?
Al
parecer, no están muy claras las ideas de los funcionarios de la OCDE respecto
al tratamiento de pobreza en los países emergentes.
PRIMERO:
LA ECONOMÍA SUMERGIDA O INFORMAL NO ES UN PESO MUERTO DE LAS ECONOMÍAS. ES UNA
CONSECUENCIA DE LA FALTA DE MERCADOS LIBRES.
Es
verdad: la economía sumergida o informal no es un peso muerto de las economías,
sino que es la consecuencia de los modelos económicos implementados desde
torres de marfil de mentalidad socialista. En otras palabras, afortunadamente
existe la economía informal para que las personas mantengan, por lo menos, un
mínimo nivel de ingreso porque sino las personas caerían en la indigencia
extrema. Por lo tanto, la economía informal no es un peso muerto que dañe a las
economías emergentes sino que al revés: ¡es la única opción viable para desarrollar
alguna actividad remunerada cuando todas las opciones formales ya no son
posibles!.
Vamos
por partes. La mayoría de las economías del mundo son neosocialistas: economías
de mercado intervenidas profundamente por los Estados por medio de regulaciones
abusivas y extremas que tienen por fin proteger a las personas en su rol de consumidores,
pero terminan castigando a las mismas personas en su rol de productores. Es
decir, en el mundo no hay economías que disfruten de mercados libres o capitalistas,
sino que economías sobre-reguladas que generan concentración económica por
medio de monopolios legales y oligopolios, que afectan la demanda en el mercado
del trabajo siendo la causa real de la desigualdad del ingreso.
Insistamos
en este punto. La excesiva intervención de los Estados en las economías
modernas es la que ha castrado la generación de riqueza en nuestras sociedades
con el consiguiente efecto en mercados laborales de baja profundidad y bajo
costo. Se han creado, directa o indirectamente, monopolios u oligopolios para
defender a los consumidores pero al mismo tiempo se han creado monopsonios en
los mercados laborales que demandan trabajos de baja productividad, pagan
salarios de miseria y afectan a la distribución del ingreso.
En
otras palabras, las economías intervenidas por las extensas regulaciones reducen
la competencia y generan oferta concentrada, lo que trae como consecuencia
mercados laborales jibarizados, con demanda de empleos de baja calidad y
costos. Por ejemplo, analicemos el caso del conglomerado Cencosud con sus marcas
Jumbo, París, Easy, Costanera Center, Santa Isabel, Johnson's, Wong, Metro,
Super Vea, Disco, GBarbosa, Perini, Bretas, Prezunic, Blaisten y Shopping
Centers. Tiene un directorio integrado por nueve personas; quince gerentes
corporativos, cuarenta y cinco subgerentes y cien funcionarios centrales. Posee
300 locales de venta con una estructura de un jefe de local; 5 supervisores y
el resto, operarios y vendedores. Por lo tanto, de los 130.000 trabajadores que
tiene Cencosud solo 2.000 son de grado supervisor o superior y los 128.000
restantes son operarios o vendedores. En otras palabras, la estructura
productiva de Cencosud requiere pocos trabajadores educados, de alta
especialización y alto nivel de estudios, en cambio, necesita mucha mano de
obra de bajo costo para empleos de baja calidad (reponedor, vendedor, cajero)
sin ninguna posibilidad de desarrollar una carrera que aumente las
responsabilidades y el salario. Así, cuando uno de estos operarios pierde su
empleo debe buscar un empleo similar (no está capacitado para otro empleo) o
termina en la economía informal o vende empanadas como la señora Juanita
financiada por un programa público que financia su emprendimiento.
Así,
la economía sumergida es el resultado de la intervención de los mercados por
medio de políticas públicas equivocadas y necias, y que terminan concentrando
la oferta de bienes y servicios, de los sectores más rentables, en pocas
empresas.
SEGUNDO:
LAS POLÍTICAS PÚBLICAS EDUCATIVAS SON NECESARIAS PERO INSUFICIENTES.
Las
políticas públicas que enfatizan solo la mejora de la educación no son una
garantía para sacar de la pobreza a las personas (pese a todo lo que digan los
estudiantes y aprendices que marchan por las calles para exigir “educación
pública, gratuita y de calidad”). Continuemos con el ejemplo anterior. Una
persona con alta educación debe luchar arduamente si desea alcanzar un cargo
corporativo en Cencosud; la competencia es feroz y es necesario poner en marcha
otras habilidades como las redes de contactos y las influencias. ¿De qué le
sirve a una persona estudiar durante más de 20 años si al momento de buscar
empleo solo están disponibles los de menor calidad y salario?...
Por
lo tanto, debido a la concentración económica, provocada por la creciente
intervención de los mercados por parte de gobiernos e instituciones de mentalidad
socialista, los mercados laborales ofertan empleos de baja productividad y
bajos salarios. Entonces, un país con mercados regulados no ofrece a los nuevos
talentos las necesarias oportunidades para crear riqueza…
TERCERO:
LA ÚNICA POLÍTICA PÚBLICA VIABLE ES LA IMPLEMENTACIÓN DE UNA PROFUNDA ECONOMÍA
SOCIAL DE MERCADO.
La
creencia de que el Estado, gobernado por una mayoría de políticos incapaces e
incompetentes, es la clave para aumentar la riqueza de los países ya forma
parte de una creencia de muchos gobiernos e instituciones internacionales que
orgullosamente muestran al mundo su mentalidad socialista. La OCDE nos habla de
las maravillas que “podrían” hacer los gobiernos para mejorar la distribución
del ingreso y propiciar el desarrollo económico, pero olvidan que los políticos
que tienen el poder actúan en base al objetivo de mantenerse en el poder a toda
costa…¿crecimiento económico?...En la medida de lo posible, porque primero está
la reelección…Por lo tanto, en vez de intervenir leve y sutilmente las
economías, lo hacen de manera grosera y burda para congraciarse con la masa.
Por ejemplo, el gobierno izquierdista que asume en marzo, en Chile, desea que
el “bono marzo” sea permanente y que no dependa de las circunstancias ni
gobiernos, con el fin de que “todos los años los chilenos disfruten de este
apoyo estatal”. Así actúan los políticos en forma permanente…
Hay
un proverbio chino que dice "regala un pescado a un hombre y le darás
alimento para un día, enséñale a pescar y lo alimentarás para el resto de su
vida", y nuestros políticos socialistas lo han transformado en “regala un
pescado a un hombre y lo estarás educando para que pida pescados por el resto
de su vida”. A los políticos e instituciones socialistas no les interesa
enseñar a pescar a sus ciudadanos sino que entregarles pescados, porque saben
que si aprenden a pescar, los ciudadanos se harán independientes y exigirán más
libertades, mientras que al regalarles los pescados, los mantienen sometidos y
a su disposición.
Por
eso, en vez de priorizar legislaciones que promuevan una sociedad más abierta,
libre y extensa, generadora de oportunidades de modo que las personas creen riqueza
con su esfuerzo, creatividad y talento, las instituciones de mentalidad
socialista promueven la solidaridad con el dinero extraído de los
contribuyentes para crear amplias estructuras de protección social. Por
supuesto que estamos a favor de la solidaridad con los que menos tienen, pero no
puede ser a costa de castrar la iniciativa individual o desanimar a los que
trabajan. Al final, ¿quién va a esforzarse para mejorar su situación y nivel de
ingreso si sabe que el gobierno se hace responsable y le regala bienes y
dinero?.
¿Qué
opciones tenemos para esta situación?. Antes de contestar dicha pregunta
conviene preguntarse: ¿cuál es el país de Europa más desarrollado y poderoso?.
EL VALOR Y LEGADO DE LUDWIG
ERHARD PARA UNA LATINOAMÉRICA CON PROBLEMAS.
Después
de la segunda guerra mundial, Alemania estaba en ruinas, con una población
muerta de hambre, sin viviendas y ocupada por cientos de refugiados que
escapaban de la horda soviética; los Aliados por reparación de daños
desmontaron instalaciones e infraestructuras valiosas; la industria estaba en
el suelo y lo poco que producía no se comercializaba en los mercados; la
inflación ya estaba siendo sus efectos; el marco alemán no era aceptado en las
transacciones económicas; no había reservas en oro y divisas lo que limitaba
las importaciones de los bienes necesarios; proliferaba el trueque, la
especulación, los mercados negros y la corrupción; la incertidumbre respecto
del futuro político y económico paralizaba la iniciativa privada…Sin embargo,
pese a este sombrío panorama, en muy pocos años Alemania volvió a liderar económicamente
a toda Europa…¿Cómo lo había hecho?, ¿cuál fue el milagro?.
En
el año 1957, se publica en Alemania el libro “Bienestar para Todos” del
culpable del citado milagro, Ludwig Erhard, que, en realidad, no es un milagro
puesto que se basa en dos pilares: el régimen competitivo y la estabilidad
monetaria. En aquel momento, Erhard planteaba que "era la época en que la
mayoría de la gente se negaba a creer que aquel experimento de la Reforma Económica
y Monetaria pudiese salir bien. Era la época en que se calculaba en Alemania
que cada alemán podía comprar un plato cada cinco años, un par de zapatos cada
doce, y sólo cada cincuenta años un traje; que de cada cinco niños de pecho
solo uno tenía pañales propios y de cada tres alemanes uno sólo tendría probabiIidades
de ser enterrado en su propio ataúd. Y en verdad que ésta parecía la única
probabilidad que nos quedaba. Testimonio del enorme ilusionismo y de la ceguera
del criterio económico planificador era el creer, apoyándose en balances de
primeras materias u otras bases estadísticas, que podía determinarse de
antemano, para largo tiempo, el destino de un pueblo. Aquellos mecanicistas y
dirigistas no tenían la más remota idea de la fuerza dinámica que se enciende
en un pueblo tan pronto como éste puede recobrar la conciencia del valor y
dignidad de la libertad".
Así,
en el capítulo primero de dicho libro, Erhard planteaba “el hilo conductor” del
milagro alemán. En primer lugar, consideraba que dada la profunda crisis
económica era “desacertado permitir que cobrasen nueva vida las tradicionales
ideas de la antigua distribución de la renta…” vía impuestos. La intención era
“realizar una constitución económica que fuese capaz de llevar a la prosperidad
a capas de nuestro pueblo cada vez más numerosas y amplias…mediante un poder
general de adquisición vastamente repartido, entre todas las capas”.
En
segundo lugar, planteaba claramente la situación imperante entre ricos y
pobres. Decía que “aquella jerarquía tradicional se caracterizaba, de un lado,
por la presencia de un estrato superior muy tenue que podía permitirse
cualquier consumo y, de otro lado, por la existencia de un estrato inferior,
cuantitativamente muy amplio, con capacidad adquisitiva a todas luces
insuficiente…La reforma de nuestro orden económico tenía, pues, que establecer los
supuestos previos para superar este estado de cosas…con lo que al mismo tiempo podría
superarse también, definitivamente, el resentimiento entre pobres y ricos…”.
Y,
en tercer lugar, planteaba que “el medio más prometedor para conseguir y garantizar
toda prosperidad es la competencia. Solo ella puede hacer que el progreso
económico beneficie a todos los hombres, en especial en su función de
consumidores, y que desaparezcan todas las ventajas que no resulten
directamente de una productividad elevada…Por medio de la competencia se opera
una socialización del progreso y de los beneficios, y se mantiene despierto,
además, el afán de rendimiento personal…”.
Y,
más adelante, aclara que “el peligro de menoscabar la competencia amenaza, por
decirlo así, constantemente y desde múltiples lados. Por eso, una de las más
importantes tareas de un Estado que se asiente sobre un orden social de tipo
liberal es el garantizar el mantenimiento de la libre competencia. Sin
exageración ninguna afirmo que una ley de carteles basada en su prohibición
debe estimarse como la indispensable ley fundamental de la economía. Si el
Estado falla en este terreno, pronto podrá darse por perdido el sistema de
economía social de mercado…”.
¿Qué
caracteriza a la Latinoamérica de hoy?. Exageremos. Latinoamérica ha sido bombardeada
y destruida por los mismos ciudadanos que acceden al poder para reformarla. Es
cierto. Muchas de las condiciones iniciales de Alemania no se cumplen en el
caso latinoamericano pero los resultados son los mismos: alta pobreza,
inflación creciente, mercados negros, corrupción, desconfianza en las
instituciones…Y la receta es la misma, ya sea de los gobiernos como de parte de
instituciones iluminadas como la OCDE (que se supone debieran ser un faro):
intervenir las economías con políticas públicas de mentalidad socialista.
La
pesadilla es que una mayoría de latinoamericanos sigue viviendo en la pobreza,
mientras la prosperidad es solo para unos pocos que circulan en vehículos
último modelo y viven en mansiones de lujo. Y los políticos de mentalidad
socialista alimentan el resentimiento de esa mayoría sumida en la pobreza mostrando
con el dedo a esos pocos que han alcanzado la prosperidad…¿La cuestión es:
porque se ha producido esta situación si durante años hemos tenido gobiernos socialistas?,
¿los gobiernos socialistas han creado y profitado de esta situación…por maldad…por
ignorancia…por desinterés?.
La
buenas intenciones de los gobiernos y las instituciones de mentalidad
socialista choca brutalmente con su manifiesta ignorancia en términos económicos;
siguen atados a dogmas caducos que procrean pobreza a tasas crecientes…El
problema es que los latinoamericanos no son capaces de reconocer los supuestos
erróneos en que se basa la mentalidad socialista, apoyándolos electoralmente
porque esperan que la prosperidad se derive de la disputa sobre una distribución
distinta del producto. En otras palabras, los socialistas siempre han llegado
al poder con el argumento de que la prosperidad puede ser redistribuida vía
impuestos…
Muchos
dicen que Chile es una excepción dentro del panorama latinoamericano, pero un
éxito relativo trae la semilla de su posterior fracaso. En el programa de la
socialista Bachelet se puede leer que “la
necesidad de resolver las brechas de desigualdad que hoy tenemos nos exige
realizar cambios profundos y estructurales. La más importante de estas
transformaciones nos permitirá avanzar hacia una educación más equitativa y de
calidad en todos sus niveles. Esto no sólo producirá una mayor inclusión social,
beneficiando a los miles de niños y niñas, jóvenes y sus familias que quieren
mejorar su bienestar, también permitirá que numerosos profesionales y técnicos
con grados crecientes de calificación den el impulso que necesita nuestra
economía. No podemos darnos el lujo de prescindir del talento, creatividad y
empuje de todos nuestros ciudadanos y ciudadanas…
…La envergadura de esta tarea,
así como la implementación de otros programas que apuntan a una mayor igualdad,
nos exigen reformar nuestro sistema tributario. Tenemos que contar con los
recursos necesarios para hacer realidad estas transformaciones. Nadie puede
restarse de este esfuerzo, en especial quienes están en condiciones de hacer
una mayor contribución…”.
Esta
propuesta se fundamenta en que la prosperidad vendrá de la mano de un programa
de gobierno que promoverá ciertos cambios estructurales financiados por una
reforma tributaria. Nada nuevo bajo el sol. Los mismos argumentos y en ninguna
parte del programa de la socialista Bachelet se puede leer respecto de la
importancia de los mercados libres y la competencia como elemento clave para la
prosperidad. La ignorancia económica solo produce tristeza y desencanto…¿Cómo
es posible que los políticos de mentalidad socialista equivoquen de manera tan
flagrante sumiendo en la pobreza a miles y miles de ciudadanos que votan esperanzados
en sus propuestas?. Podemos dar por sentado que el programa de la socialista
Bachelet es solo papel muerto…terminará su gobierno, cambiarán algunas cosas de
forma, y las demandas continuarán siendo las mismas o, quizás, de tono más
elevado…En el Chile de hoy gobierna la ignorancia que marcha por las calles,
vestida de estudiante, o accede al congreso para dirigir comisiones de “expertos”
que creen que saben todo…
Y
el supuesto faro iluminador de la OCDE es solo un faro socialista que promueve
la intervención pública que solo aquieta las aguas en la costa, mientras en
altamar se forman las tormentas.
NOTA:
De acuerdo a la información publicada en internet, el señor Mario Pezzini fue
nombrado Director del Centro de Desarrollo de la OCDE, el 5 de julio de 2010.
Es de nacionalidad italiana e ingresó a la OCDE en 1995 como Administrador
Principal de los estudios de las zonas urbanas marginadas. De 1996 a 1999 fue
Jefe del Programa de Desarrollo Rural de la OCDE. De 1999 a 2006, fue Jefe de
la División de Competitividad Regional y Gobernanza en la Dirección de
Gobernanza Pública y Desarrollo Territorial, promoviendo el desarrollo
regional, la eficacia de la política regional y la gobernanza multinivel. Desde
febrero de 2007 a junio de 2010, fue Director Adjunto de Gobernanza Pública y
Desarrollo Territorial. Lleva actualmente 19 años en la organización. Antes de
unirse a la OCDE, en 1995, el señor Pezzini era profesor de economía en la
Ecole Nationale Supérieure des Mines de París, así como en universidades de
Estados Unidos e Italia. En varias ocasiones, el Sr. Pezzini ha sido asesor
económico de organizaciones internacionales y grupos de reflexión (como la OIT,
la ONUDI, la Comisión Europea y Nomisma en Italia) en el campo del desarrollo
económico, organización industrial y economía regional, con un enfoque
particular en las políticas de agrupaciones y redes de PyMes, así como en la
política.
PANORAMA Liberal
Viernes 28 Febrero 2014
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