domingo, 24 de octubre de 2010
LICENCIAS MÉDICAS, ¿SIN VERGUENZA?
En el Estudio Nacional de Opinión Pública No.61 de Octubre del 2009, realizado por el CEP, ante la pregunta “En general, ¿Ud. diría que se puede confiar en la mayoría de las personas, o no se puede confiar en la mayoría de las personas?”, el 70% de las personas contesta que “no se puede confiar”. Esto muestra un gran lastre que como sociedad tenemos y que aumenta los costos de las transacciones que realizamos. Cada vez necesitamos más trámites y papeleos para confirmar que lo que decimos es verdad.
Un amigo me comentaba que en algunos países más desarrollados solo basta la palabra y no es necesario el sinnúmero de documentos que debo presentar para confirmar lo dicho. Por ejemplo, si en Europa indico que mi nombre es “Juan”, todos me llamarán “Juan” porque nadie duda de mi palabra, pero si se demuestra lo contrario, los castigos. La confianza, entonces, es un activo que tienen algunas sociedades para que las interacciones sean más eficientes y de menor costo.
Por lo tanto, en sociedades como las nuestras, desconfiadas y temerosas de las interacciones, se produce un incremento de los costos necesarios para controlar las distintas acciones de las personas. Si quiero comprar una casa, no basta con decir que puedo comprarla, sino que debo demostrarlo sin lugar a dudas con certificados y variadas “reason why”.
Y cada día que pasa ya no sorprende que ser desconfiado es la única posibilidad que tenemos en nuestro país. Por ejemplo, veamos el caso de las licencias médicas.
Una Licencia Médica es un documento legal que da el derecho a reposo terapéutico al trabajador por incapacidad laboral temporal y justificación de la ausencia ante el empleador. Este documento puede ser extendido por un médico cirujano, cirujano dentista o matrona que certifica la incapacidad temporal. En general, el proceso de tramitación de una licencia médica en la Isapre para un trabajador dependiente comienza cuando el trabajador presente la licencia a su empleador dentro de los plazos establecidos que plazos se cuentan desde la fecha de inicio del reposo indicada en la licencia. El empleador al recibir la licencia médica deberá desprender el recibo, entregándolo debidamente firmado y timbrado al trabajador. Este recibo servirá al trabajador para acreditar que la licencia fue entregada dentro del plazo, como también para el cobro del subsidio a que da derecho la licencia médica autorizada que es un beneficio en dinero que debe ser pagado por la respectiva Isapre.
Las licencias médicas son un derecho de los trabajadores, y con el fin de que se desempeñen en óptimas condiciones, por lo tanto, la emisión de este documento tiene repercusiones clínicas, sociales, ocupacionales, éticas y económicas para el trabajador, su empleador y la sociedad.
Emitir licencias médicas fraudulentas involucran a un médico y a un trabajador que están dispuestos a mentir para aprovechar un beneficio como evitar despidos, obtener pensiones, tener vacaciones, vengarse de la empresa, vengarse de la Isapre, etc. Sin embargo, en la relación médico-paciente existen zonas grises y conflictivas difíciles de auscultar y supervisar sino se tiene un severo autocontrol.
Las personas actúan en función de los incentivos económicos, y en el caso de las licencias médicas, el comportamiento de los presuntos enfermos y médicos se guía por los ingresos adicionales que obtiene actuando más allá de la ley.
Y, por supuesto, los fraudes acabarían cuando se terminen los incentivos. En este caso, cuando sean las mismas personas las que deban asumir todos los pagos asociados a sus licencias en base al seguro de salud que posea.
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