Piñera recorrió Europa poniendo en el tapete el concepto “the chilean way” o “hacerlo a la chilena”, pero no nos saquemos la suerte entre gitanos: en Chile no somos la maravilla que algunos intentan creer a la fuerza. Y estamos proyectando una imagen basada en un hecho bien manejado pero “una golondrina no hace verano”.
La diferencia entre los países ricos y nosotros, no es que seamos un país joven. India y Egipto tienen miles de años de antiguedad y aun son pobres, mientras que Australia y Nueva Zelanda, que hace 150 años eran casi desconocidos, hoy son países desarrollados y ricos.
La diferencia entre los países ricos y nosotros tampoco depende de los recursos naturales con que se cuenta.
Japón tiene un territorio relativamente pequeño, 80% montañoso y no apto para la agricultura y ganadería y es una potencia económica. Su territorio es como una inmensa fábrica flotante que recibe materia prima, la transforma agregándole valor y la exporta a todo el mundo incrementando su riqueza.
Suiza no tiene océano, pero tiene una de las flotas navieras más grande del mundo; no tiene cacao pero tiene el mejor chocolate del mundo; tiene pocos kilómetros cuadrados para pastoreo pero tiene los productos lácteos de mejor calidad en toda Europa. Al igual que Japón, no tiene recursos naturales, pero exporta servicios de calidad difícilmente superables. Además, vende una imagen de seriedad, orden y trabajo que le permite convertirse en la caja fuerte del mundo.
Tampoco la inteligencia de sus habitantes marca la diferencia. Así lo demuestran estudiantes de países pobres que emigran a los países ricos y logran resultados excelentes en su educación.
La diferencia entre el éxito y el fracaso está en la actitud y disciplina interior de las personas. En los países más avanzados, hay una masa crítica de personas que tienen las siguientes características:
• Son criaturas morales,
• Que valoran el Orden y la Limpieza,
• Son honrados,
• Son puntuales,
• Son responsables,
• Tienen deseos de superación,
• Respetan la ley y las normas de convivencia,
• Se respetan los derechos de los demás,
• Aman el trabajo bien hecho,
• Y se afanan en ahorrar.
Es decir, no exageremos con “the chilean way”: somos un país subdesarrollado por qué una masa crítica de nuestra gente tiene las siguientes características:
• Son criaturas inmorales,
• Que no valoran el Orden y la Limpieza,
• No son honrados,
• No son puntuales,
• No son responsables,
• No tienen deseos de superación,
• No respetan la ley y las normas de convivencia,
• No respetan los derechos de los demás,
• No aman el trabajo bien hecho,
• Y que se afanan en gozar la vida, endeudándose hasta más no poder.
Por lo tanto, no necesitamos más leyes, sino un cambio cultural basada en una educación que nos haga autónomos, libres y responsables de nuestras acciones. A nuestro país no le faltan riquezas naturales, simplemente nos falta el carácter necesario para cumplir con las condiciones básicas para aprovechar las potencialidades que la naturaleza nos dió.
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