El
socialismo y sus instituciones son profundamente empobrecedores. Por ejemplo, ya
no sorprende que una pequeña falla en el Metro de Santiago provoque un caos
urbano en la ciudad; colapse las calles con la gente caminando hacia sus
destinos y los autos que salen para transportarse; retrase e impida la llegada
a colegios y trabajos, y obligue a anticipar el retorno de las personas a sus
casas. Y la razón de ello es clara: el Transantiago es un claro ejemplo de una
empobrecedora política pública socialista. Después del erróneo diseño en el
gobierno de Lagos, su torpe implementación en el primer gobierno de Bachelet, provocó
que el Metro se convirtiera en el eje central del sistema de transporte público
puesto que las personas modificaron su conducta y comenzaron a usarlo con mayor
habitualidad…Resulta increíble como la modificación de un sistema de transporte
público que funcionaba (es cierto que con notorias imperfecciones) y su
reemplazo por un monopolio estatal planificado centralmente puede llevar al
colapso a una ciudad…
Y
lo mismo pasa en salud, educación, etc. El Estado en estas latitudes es un
conjunto de instituciones que destaca por su tremenda incompetencia e
incapacidad en resolver las necesidades crecientes de las personas porque no
tenemos liderazgos ni una masa laboral preparada y capacitada. La falta de
valores, de amor al trabajo y respeto al usuario/cliente no forma parte de la
formación de un trabajador promedio en estas latitudes. Y los liderazgos
sucumben ante aquellos que han capturado el Estado, ante la corrupción y las
dádivas de aquellos que quieren mantener sus beneficios sin luchar por ellos. Este
es el socialismo que hace sucumbir las sociedades, y mantiene a Latinoamérica
sumida en la pobreza.
Además,
la pretensión socialista de implementar estados de bienestar ofreciendo
beneficios crecientes –que ellos califican de derechos ganados- en forma
gratuita está condenada al fracaso en todo el mundo. Y la razón es la imposibilidad
monetaria y física de financiar los servicios requeridos por todas las
personas, si es ellas no toman previamente las decisiones necesarias y
responsables que permitan evitar las situaciones de riesgo. En otras palabras,
las políticas públicas serán siempre insuficientes si las personas no tienen
conductas responsables preventivas.
Por
eso, la reforma educacional socialista está condenada al fracaso porque se ha
concentrado en eliminar la instrucción entregada por los privados por medio del
fin al copago, al lucro y la selección. Para los socialistas los recursos de
los contribuyentes no deben ser usados por los colegios privados...¿Y quién
habla de la calidad de la instrucción pública?, ¿acaso no es la instrucción
pública la peor de las instrucciones que puede recibir un ciudadano?....Pero,
para los socialistas el énfasis está en eliminar a los privados que entregan
soluciones educacionales. Así nos va a ir…De mal en peor…¿y podría ser
distinto?.
PORQUE EL LIBERALISMO PUEDE
SER LA CLAVE PARA ENRIQUECER A LAS SOCIEDADES…
Las
políticas de corte estatista y centralizador, promovidas entusiastamente por
los socialistas, se financian con recursos que antes ha arrebatado a otras
personas. En otras palabras, todos los bonos, regalos, subsidios y transferencias
gratuitas se han financiado desnudando a un santo para vestir a otro. Por eso,
puede señalarse, sin ambages, que el socialista estado de bienestar es un
tinglado mediante el cual nadie paga por la educación de sus propios hijos,
sino que todo el mundo paga por la educación de los hijos de todos los demás;
por el cual nadie paga por sus propios gastos de salud, sino que todos pagan
los gastos de salud de todos los demás; por el cual nadie ahorra para financiar
su jubilación, sino que todos pagan la jubilación de los demás; por el cual nadie
paga por andar en el sistema de transporte público, sino que todos pagan por el
transporte de los demás, y así, suma y sigue…¿Recuerdan a Frederick Bastiat?...
“El Estado es la gran ficción por la cual todo el mundo intenta vivir expensas
de todos los demás”.
Este
segundo gobierno de Bachelet es una buena manera de ejemplificar el siguiente
tema. Los socialistas arman sus limosneras reformas económicas para reducir la
desigualdad mientras, al mismo tiempo, reducen el crecimiento económico a tasas
crecientes (por ejemplo, Chile tiene un crecimiento esperado menor a dos
puntos, una inflación de 6%, etc.). Por lo tanto, si los países no crecen…¿de dónde
van a sacar recursos si no hay recursos?. Bachelet y los socialistas se
ufanaban de una reforma tributaria, aumentando los impuestos, que les
permitiría financiar los nuevos regalos
que habían prometido a sus votantes (instrucción gratuita, salud gratuita,
transporte gratuito, bono y más bonos). Y surge la pregunta: ¿a cambio de qué
se reciben estos servicios y productos gratuitos?... ¡A cambio de ninguna
contraprestación!...Solo basta estar vivos…Sin embargo, cada peso, destinado a
financiar la instrucción gratuita u otras gratuidades, no podrá ser destinado a
satisfacer la necesidad de aquellos que fueron saqueados…Algunos socialistas
tienen la imaginativa idea que los impuestos son necesarios porque de esa
manera se evita que la gente gaste ese dinero en consumismo o adquirir basura.
Es decir, los burócratas saben mejor que nadie como gastar dichos recursos de
una manera más inteligente…¿pueden creerlo?.
En
cambio, el liberalismo es la clave para sacar de la pobreza a las sociedades
puesto que son las personas las que, en base a su esfuerzo, generan la riqueza
satisfaciendo las necesidades de las demás personas por medio del intercambio
de bienes y servicios. Son una representación de la “mano invisible” de Adam
Smith que plantea que “quien propone a
otro un trato le está haciendo una de estas proposiciones. Dame lo que necesito
y tendrás lo que deseas, es el sentido de cualquier clase de oferta, y así
obtenemos de los demás la mayor parte de los servicios que necesitamos. No es
la benevolencia del carnicero, del cervecero o del panadero la que nos procura
el alimento, sino la consideración de su propio interés. No invocamos sus
sentimientos humanitarios sino su egoísmo; ni les hablamos de nuestras
necesidades, sino de sus ventajas…” [Smith A., 1776b, p.31]
Cada
persona sabe lo que necesita y lo decide al votar en los mercados por los productos
y servicios. Las sociedades libres y abiertas son generadoras de riqueza y
bienestar porque las grandes decisiones no las toman los burócratas ni los políticos
que miran sus propios intereses…¡son las personas las que deciden qué hacer con
su dinero y que bienes y servicios son más satisfactorios!.
Para
finalizar conviene recordar a Mises y lo que escribió en la página final de su
libro, Socialismo:
“…Cada uno lleva a una parte
de la sociedad en sus hombros; nadie es aliviado de esta responsabilidad por
otros. Y nadie puede escaparse por sí solo si la sociedad se arrastra hacia la
destrucción. Así que cada cual, por su propio interés, debe esforzarse en la
batalla intelectual. Nadie puede permanecer al margen sin darse por aludido: el
interés de todos depende del resultado. Aunque no lo escoja, cada hombre es
arrastrado a una gran confrontación histórica, la batalla decisiva en la que
nuestra época nos ha arrojado…”
Fuente:
La Tarea que Espera a los Libertarios, Henry Hazlitt
Panorama LIBERAL
Domingo 16 Noviembre 2014
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