Un nuevo colapso del Metro muestra la fragilidad de las políticas públicas socialistas... |
Esta
mañana –de nuevo- se produjo una falla sistémica del Metro de Santiago, originada
por un cortocircuito en la Estación La Moneda lo que ocasionó la suspensión del
servicio de las líneas 1, 2 y 5 del ferrocarril metropolitano, dejando sin
transporte a 500.000 capitalinos con setenta estaciones cerradas. Y la señora
Bachelet ha “tranquilizado” a la opinión pública diciendo que "ha sido una
mañana muy complicada para miles de santiaguinos y santiaguinas. En menos de
tres meses, nuevamente el metro de Santiago ha tenido fallas y dejó sin
transporte a muchas personas…a futuro se realicen las inversiones que sean
necesarias para garantizar un sistema de transporte estable y de calidad que
una ciudad como Santiago demanda".
Y
como gran solución la líder socialista ha citado a La Moneda, para analizar la
falla en el sistema de transporte, al ministro de transportes Andrés Gómez Lobo,
al presidente de Metro Aldo González, al ministro del Interior Rodrigo
Peñailillo, y al intendente de la Región Metropolitana Claudio Orrego. En la
citada reunión “ejecutiva” Bachelet pretende "conocer en detalle la razón
de estas fallas reiteradas y asegurarme que se apliquen todas las medidas y los
planes de contingencia que permitan resolver esta emergencia en el menor tiempo
posible"…
Conviene
hacerse dos preguntas. La primera de ellas es: ante un problema meramente técnico,
¿qué solución diferente puede generar un grupo de cinco personajes reunidas en
un segundo piso en La Moneda?. Seamos claros: de aquí no surge ninguna solución.
Esta reunión solo tiene por objetivo mostrar a la ciudadanía una “cierta
preocupación” dado que este problema técnico se ha transformado en un problema
político. Y los políticos deben cuidar su “capital político”.
La
segunda pregunta que debemos plantear: ¿Podemos olvidar que fue esta misma
señora Bachelet la que puso en marcha, en el año 2007, el bodrio de política
pública llamado Transantiago y que empeoró, al mismo tiempo, los servicios del
Metro?. No nos olvidamos que en el gobierno de Bachelet se propició la creación
de un monopolio estatal en el trasporte con demanda asegurada y que pretendía, mediante
la planificación y regulación gubernamental, manejar un sistema dinámico y
caótico como el transporte de la ciudad. En otras palabras, se concentró la
oferta de transporte y se eliminó la competencia. Esta es una de las causas de
la debacle del sistema de transporte capitalino.
Con
eventos tan limitados es incomprensible que una ciudad como Santiago colapse
con una facilidad tan grande y genere un caos de tales proporciones. Esta es
una señal manifiesta de la incompetencia del Estado y los servicios públicos
para proveer bienes y servicios. Solo basta mirar hacia la salud, la educación,
la seguridad, etc., y podremos concluir que un Estado incompetente es como una
gran mosca que deja su marca característica. Y podemos precisar que el gran
responsable son los liderazgos de personas incompetentes, que ostentan cargos
para los cuáles no están dotados.
¿Seguiremos
votando por ellos?
Panorama LIBERAL
Viernes 14 Noviembre 2014
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