Resumen/Abstract: El debate
entre Friedrich Hayek y John Maynard Keynes ya no tiene sentido en este tiempo.
Ya existe el suficiente consenso de que la clase política, en todo el mundo,
con su comportamiento irracional es la principal responsable de las crisis
económicas recurrentes que nos sacuden, generan pobreza y sistemáticas caídas
del bienestar. Keynes ha aportado las bases teóricas para que dichos políticos
justifiquen sus permanentes intervenciones empobrecedoras. Lamentablemente,
hemos permitido el surgimiento de una clase política profesional que vive por y
para la política, dando la espalda al pueblo que los elige…¿Podremos revertir
la situación?.
***
Las
crisis económicas mundiales y locales son un motivo más para que los políticos rasguen
vestiduras y recomienden seguir haciendo lo mismo que han hecho por décadas
para sembrar las crisis futuras, ¿se puede ser más irracional?. Desafortunadamente,
nada ha cambiado desde el siglo pasado porque las intervenciones de los
gobiernos en los mercados y las sociedades han ido in crescendo de una manera
sistemática y ya son una norma. En aquellos tristes años de las guerras
mundiales se crearon las instituciones socialistas de carácter mundial que, aún
hoy, continúan imponiendo su ley a sangre, fuego y muchas legislaciones…Es el
motivo por el cual siempre recuerdan a un genial economista, aristócrata y liberal,
fallecido hace 68 años: John Maynard Keynes.
KEYNES Y EL ROL CRECIENTE
DEL ESTADO
Los
políticos socialistas más rosados (e incluso los rojos) usan las teorías de
Keynes para seguir justificando económicamente las groseras intervenciones del Estado
en los mercados y las sociedades. Y la razón de ello es que no cuentan con otro
soporte ideológico que les permita justificar sus atrocidades ideológicas.
Comienzan
planteando que la intervención estatal es buena y muy necesaria para corregir
los desequilibrios de los mercados y del sistema capitalista cuando entramos en
crisis. Sin embargo, a ellos no les preocupan
las causas primigenias de esos desequilibrios porque siempre apuntan con el
dedo al capitalismo, y menos les preocupa, el convertir estas políticas intervencionistas
en algo permanente con la excusa de estar siempre en crisis o crear nuevos
mundos …Esta es la lógica de aquellos que ven en el Estado del Bienestar o los
regímenes totalitarios la opción para imponer un cierta visión económica,
interventora, controladora y generadora de pobreza.
¿Y
que sugiere Keynes que debe hacer el Estado? La economía puede ser intervenida
a través de dos vías: política monetaria y política fiscal. Por medio de la política
monetaria, los Estados regulan la cantidad de dinero en circulación y la tasa
de interés de referencia. Lo hacen por medio de una institución socialista como
el Banco Central que posee el monopolio de la emisión de dinero y fija las
tasas de interés relevantes para la economía. En cambio, la política fiscal, es
el arma preferida de los políticos porque consiste en intervenir los mercados aumentando
los impuestos y el gasto fiscal, con la excusa recurrente de la “desigualdad de
ingresos”. El “aporte” de Keynes fue haber dado alas a los políticos
socialistas para intervenir los mercados y darle una función interventora al
Estado, sin asumir las responsabilidades de sus actos al culpar a otros.
Por
ejemplo, suponga que una cierta economía se encuentra en crisis, con un bajo
crecimiento y alto desempleo. Keynes apostaba por la intervención del Estado
aumentando el gasto público en base a un programa de inversiones que estimule la
economía, dinamice el mercado y moviera los recursos ociosos. Y para financiar
ese gasto, el déficit, no importaba que el Estado se endeudara porque el impulso
estatal relanzaría la economía detenida, ayudada por una caída dramática de la
tasa de interés y un incremento sustancial del dinero en circulación emitido
por el propio Estado. Y esto sigue vigente.
Por
ejemplo, en marzo del año 2008 el FED de EEUU puso en marcha sus programas de
QE (quantitative easing o relajamiento cuantitativo) consistente en inyectar millones
de dólares a la economía. El QE1 consistió en la comprar de 600.000 millones de
dólares en activos respaldados por hipotecas, cifra que se incrementó en 750.000
millones al momento de su lanzamiento y la adición de 300.000 millones de
dólares para la compra de bonos del Tesoro y, al mismo tiempo, la tasa de
interés de política monetaria se redujo a niveles bajos, de 2.25%. Esta masiva compra
de bonos pretendía aumentar la liquidez global de los mercados para incentivar
el otorgamiento de créditos y reactivar la economía. Al mismo tiempo, intentaba
empujar el precio de las acciones en el mercado financiero para generar una
sensación de confianza que animara a la gente a gastar. Y no fue suficiente.
El
3 de noviembre del 2008, la FED anunció el QE2 por 600.000 millones de dólares
a un ritmo de 75,000 millones por mes, el cual concluyó en junio del 2011. Y el
13 de septiembre de 2012, la FED anunció el QE3 con un monto de 40.000 millones
de dólares mensuales en la compra de activos respaldados por hipotecas; tres
meses después se añadieron 45.000 millones de dólares mensuales en la compra de
bonos del Tesoro. En diciembre del año pasado la FED decidió iniciar con la
reducción del ritmo de compra de bonos en 10,000 millones de dólares cada
reunión, aunque siempre acorde a la evolución de las condiciones económicas.
Gracias
a Keynes la opinión pública tiene la percepción que los Estados y los bancos
centrales deben intervenir las economías recesivas a cualquier costo…De todos
modos, Keynes era un aristócrata liberal que creía en conceptos que los
políticos normales no respetan; Keynes solo veía la forma de superar las
estrecheces del momento pero siempre pensando en retornar a la situación
inicial. Sin embargo, los políticos encontraron en el instrumental keynesiano
las herramientas precisas para aumentar su poder en la sociedad mediante la
permanente intervención de los mercados y las sociedades. Es decir, Keynes no previó que políticos no revertirían
las políticas intervencionistas sino que las profundizarían aún más sembrando
las semillas de la próxima crisis, aunque siempre reconoció que una vez que el
Estado interviene sería muy dificl que se hiciera a un lado en el futuro…Y aquí
es donde conviene examinar el aporte de Friedrich Hayek.
HAYEK Y EL PODER DE LOS
MERCADOS LIBRES
Friedrich
Hayek es uno de los economistas vitales de la Escuela Austriaca, coetáneo de
Keynes, y sus planteamientos son una perfecta antítesis de los de Keynes. Para
Hayek resulta fundamental el mantener los mercados libres, sin intervenciones, para
que los precios transmitan la información adecuada. Es decir, en los precios de
los bienes y servicios esta toda la información necesaria para tomar
decisiones, en especial, si hay escasez o excedentes. Así, los empresarios, con
esa información, consiguen asignar los recursos, producir los bienes y servicios
más valorados y promover un crecimiento equilibrado.
Sin
embargo, cuando las economías comienzan un nuevo ciclo, las intervenciones
estatales generan distorsiones en los precios y ocultan información relevante a
los agentes económicos, terminando en inflación y recesión persistente. No debe
resultar extraño que previo a las crisis económicas siempre hay burbujas de
precios y creciente desempleo porque cuando los bancos centrales fijan tipos de
interés excesivamente bajos, desencadenan booms inversores (las burbujas) que
acaban en fuertes crisis económicas.
Por
ejemplo, ¿alguien puede creer que la FED lleve ocho años sin subir los tipos de
interés, que desde diciembre de 2008 están fijos en el 0%?, ¿alguien puede
creer que esto no generará consecuencias en el mediano plazo?. Y Janet L.Yellen
, responsable de la FED, sostiene que subirán los tipos de interés, pero que no
tomará una decisión al respecto hasta que compruebe que la mejoría del mercado
de trabajo es sólida y sean analizadas con calma todas las variables que
afectan a la política monetaria…¿Qué tiene de particular una funcionaria como Yellen…posee
realmente más información que le permita tomar buenas decisiones?, ¿Cómo es
posible que una persona tenga el poder discrecional para crear pobreza o
riqueza con su decisión?, ¿es racional que las sociedades permitan que la
señora Yellen tome decisiones e intervengan los mercados al manipular las tasas
de interés?...Y así suma y sigue.
Por
eso, Hayek apuesta por restringir el rol del Estado y sus funcionarios al mínimo;
acabar con los Bancos Centrales dirigidos por los gobiernos de turno y volver a
monedas respaldadas por activos reales, etc. La conclusión hayekiana es que el
Estado no soluciona las crisis, ¡las causa al intervenir con las “mejores”
intenciones los mercados!.
EL FIN DE LA CONTROVERSIA
HAYEK-KEYNES
Ha
llegado la hora de decir que la controversia Hayek-Keynes ha finalizado. Es fácil
percibir que las sociedades humanas siguen los mismos patrones de la especie
humana que las creó. Es decir, poseen ciclos vitales que forman parte de su
esencia y, por eso, no debe resultar extraño que tengamos crisis; lo que
realmente sería extraño es que las crisis no existieran. No está de más
recordar que una crisis es la contracara de nuevas oportunidades que se están
generando. Por lo anterior, no debemos temer a las crisis que son meros ajustes
de las múltiples variables que se deben reacomodar ante el paso del tiempo y
que generan otras fuentes de oportunidades…Así, como debemos cambiar el aceite a
nuestros motores, las sociedades necesitan reciclar el aceite que las mantiene con
vida…
Desafortunadamente,
los sistemas humanos no son perfectos y, además, dependen de quiénes los
aplican. Y esta es la gran problemática: no disponemos del liderazgo necesario
para que los sistemas funcionen apropiadamente. Nuestros líderes, nuestros políticos, provienen de un sistema político perverso
que estimula el populismo en todas sus versiones. Solo basta con recordar que
un político solo se debe a sí mismo y a su coalición, por lo tanto, toma
decisiones pensando en las próximas elecciones; necesita votos para ser
reelecto y los obtiene aplicando el más rancio populismo. Por eso, cualquier
sistema que le permita presentarse como un iluminado que traerá la Ciudad de la
Felicidad a todos es un sistema perfecto para un liderazgo mediocre como el que
ellos ejercen.
Y
para aplicar las políticas populistas necesita disponer del control para
aumentar los impuestos y dirigir discrecionalmente el gasto público. Así, para
los políticos socialistas, Keynes resulta la llave maestra para justificar sus permanentes
intervenciones que les permita mantener el poder a toda costa. Por lo tanto,
las crisis que vivimos y sufrimos tienen como principales responsables a
aquellos que detentan el poder y siguen implementando las mismas políticas una
y otra vez, con los mismos resultados…
El
debate entre Friedrich Hayek y John Maynard Keynes ya no tiene sentido. La clase
política, en todo el mundo, con su comportamiento irracional es la principal responsable
de las crisis recurrentes que nos sacuden, generan pobreza y sistemáticas
caídas del bienestar. Lamentablemente, hemos permitido el surgimiento de una
clase política profesional que vive por y para la política, dando la espalda al
pueblo que los elige. Este sistema impide que los políticos honestos y responsables
puedan acceder al poder o ser electos.
¿Qué
podemos hacer?. El primer paso es impedir el surgimiento de esta clase política
profesional que solo vela por sus intereses…¿seremos capaces de reaccionar a
tiempo antes de la próxima crisis que ya se está incubando?.
Panorama LIBERAL
Domingo 9 Noviembre 2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario