Las ONG pueden sufrir el mismo problema de los partidos políticos: dirigidas por personas que no representan a la sociedad a la que pertenecen... |
Algunas reflexiones que ayudan
a aclarar algunos enfoques de la sociedad civil: ¿las ONG son el corazón de la
sociedad civil?
En
realidad, no es así. En el fondo, buena parte del entusiasmo contemporáneo por
la sociedad civil se relaciona con la fascinación por las organizaciones no
gubernamentales, y en especial por los grupos de apoyo a ciertas causas de
interés público: medio ambiente, derechos humanos, asuntos de la mujer,
supervisión electoral, combate de la corrupción, y otras “causas justas”. Ha
habido un crecimiento exponencial de estos grupos durante los últimos años,
sobre todo en los países en transición a la democracia. No obstante, es un error
equiparar la sociedad civil y las ONG.
El
concepto de la sociedad civil, definido con precisión, es más amplio y abarca
todas las organizaciones y asociaciones que existen fuera del ámbito del Estado
(incluyendo los partidos políticos) y del mercado. Se refiere a la gama de organizaciones
que los científicos políticos denominan tradicionalmente “grupos de interés”, es
decir, no solamente las ONG de apoyo a causas específicas, sino también
sindicatos, asociaciones profesionales (por ejemplo de médicos y abogados),
cámaras de comercio, asociaciones étnicas y otros grupos. Incluye asimismo
todas aquellas asociaciones que se ocupan de asuntos no relacionados con el
apoyo a agendas sociales y políticas específicas: organizaciones religiosas,
grupos estudiantiles, organizaciones culturales (desde sociedades corales hasta
clubes de observación ornitológica), clubes deportivos y grupos comunitarios informales.
Las
organizaciones no gubernamentales juegan unos papeles de importancia creciente
en todos los países tanto desarrollados como en vías de desarrollo. Inciden en
la política, presionando a los gobiernos y suministrando conocimientos
especializados a los tomadores de decisión. Promocionan la participación
ciudadana y la educación cívica. Ofrecen formación para líderes jóvenes
interesados en participar activamente en la vida cívica, pero que no quieren
trabajar en un partido político.
En
muchos países, sin embargo, el peso de las partes más tradicionales de la
sociedad civil supera a la influencia de las ONG. Las organizaciones
religiosas, sindicatos y demás grupos están a menudo sólidamente arraigados en la población y acceden a recursos
domésticos para su financiación, a diferencia de los mencionados grupos de
apoyo, y más específicamente la masa de ONG nuevas en los países en transición a la democracia.
En
muchos casos las ONG, en plena expansión en esos países, están dirigidas por
grupos de élite que mantienen lazos muy débiles con los ciudadanos, en cuyo
nombre pretenden actuar, y dependen de fuentes externas para financiar sus
presupuestos que no podrían cubrir con recursos
domésticos.
(Colaboración para PANORAMA LIBERAL de Raúl Mendieta Concha, integrante de la
Corporación por la Libertad).)
PANORAMA Liberal
Miércoles, 26 Setiembre 2012.
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