¿De veras, los políticos pueden cambiarnos la vida?. La única certeza es que las tribus de políticos solo velan por su bienestar....¿los pueblos?...Hay que mantenerlos en la ignorancia... |
¿Han observado ustedes alguna vez a una
comunidad de monos papiones?. Pues si van al zoológico y observan con
precaución podrán observar una estupenda especie, similar a la humana, que forma
grupos, o tribus, conformadas por un macho adulto y de una a tres hembras
adultas, más los adolescentes y las crías. Durante el transcurso de un día normal,
varias de estas tribus se asocian y pasan a formar pequeñas manadas o bandas. Estas
bandas se unen a otras formando tropas u hordas que se reúnen para disputar su
alimento y dormir. Las tropas pueden llegar a contar con hasta ochocientos individuos,
aunque usualmente son de cuarenta a ciento cuarenta. Lo característico es la
presencia de un macho dominante que somete, mediante la fuerza, a la banda y/o
tropa.
En cierto sentido, los políticos actuales –en
muchos países del mundo- se asemejan a esos monos papiones por su
comportamiento. Así, los partidos políticos son los grupos conformados por
machos o hembras dominantes y sus adeptos…Y para la época de las elecciones se
unen a otras bandas para formar tropas u hordas, llamadas coaliciones
políticas, con el fin de tomar el poder y disfrutar de sus privilegios.
Es cierto que ya hemos escrito en demasía
respecto de la importancia que les estamos dando a los políticos en la vida
moderna. Sin embargo, la realidad choca permanentemente con los deseos de
muchos. Por ejemplo, los políticos son la institución menos apreciada en muchos
países en el mundo por su directa vinculación a la corrupción, malas prácticas
y escaso aporte general al bienestar global, pero los políticos son importantes
porque siguen gestionando y aferrándose al poder con dientes y muelas…Y la
misma gente que los critica los debe elegir porque no hay otras opciones.
Se supone que la democracia surgió para que el
pueblo controlara su propio destino, dado que el absolutismo de los príncipes
que consideraban que el Estado eran ellos, los mantuvo siempre sometidos en la
pobreza. Así nació la democracia y el pueblo nombró sus representantes para que
gestionaran el poder en su nombre. Pero, con el paso del tiempo dichos
representantes se apoderaron de la democracia y se instalaron en el poder para
siempre, convirtiendo un servicio público en una carrera profesional para toda
la vida. Asi, estos políticos actuales viajan por el mundo en primera clase;
asisten a eventos deportivos mundiales; visten ropa de marca; disponen de
vehículos de alta gama; comen en los mejores restaurantes y gozan de los
privilegios de una clase superior. En el intertanto, mientras ellos gozan la
vida, sus pueblos siguen en la eterna miseria y pobreza, escuchando las mismas
promesas de mejoras que nunca llegan, y lo único que son capaces de hacer es
ofrecer bonos y regalías que terminan de empobrecer y minimizar a las grandes
mayorías…
En otras palabras, para mantenerse en el poder,
los políticos han encontrado en la ideología socialista un fundamento clave
para su accionar. Saben que el poder es demasiado atractivo y enriquecedor como
para dejárselos a otros, y por eso, los políticos no titubean en ser demagogos,
megalómanos y populistas para congraciarse con la gente y conseguir sus votos.
La actual clase política actual ha prostituido a la democracia convirtiéndola
en una nueva meretriz, útil a sus deseos. Se han convertido en “demócratas
dogmáticos”, y ciegos defensores de los procesos eleccionarios que les entregan
los votos necesarios para blanquear su actuar. Los nuevos absolutistas son los
políticos que se consideran llamados por “la voz divina del pueblo” para actuar
en su representación.
En resumen, los políticos jamás incrementarán
nuestro bienestar porque su mirada solo se dirige a cuidar las pelusas de su
ombligo. ¿Pueden cambiarnos la vida?. Si, nos pueden cambiar la vida pero para
empobrecernos aún más debido a la implementación de políticas socialistas y populistas
que rigidizan los mercados de bienes, servicios y factores que dan como
resultado una reducción de oportunidades, empobrecimiento sistemático y
permanente, y abandono del trabajo duro y esforzado como causa del progreso.
¿Se puede modificar esta situación?. Es casi
imposible hacer reformas que vayan en el sentido correcto porque todo pasa por
ellos…y jamás reducirán sus espacios de poder en forma gratuita. La clave para
volver a darle vida a la democracia es eliminando la carrera de político
profesional, es decir, hombres y mujeres que viven toda su vida en cargos
públicos jugando el juego de las sillas musicales. Y que cuando envejecen, les
entregan el cargo a parientes cercanos. Este nepotismo genera corrupción a
tasas elevadas.
La democracia debe volver a la ciudadanía. No
es posible que una persona se jacte de haber vivido en un cargo público toda su
vida, ¿no fue capaz de desempeñarse como cualquier ciudadano en la vida
privada?, ¿Por qué hemos permitido el envilecimiento del noble arte de la
política?...
¿Podremos cambiar la situación?
Panorama
LIBERAL
Jueves
15 Octubre 2015
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