¿De donde surgen los malos empresarios, enemigos de la competencia?. En general, surgen del neosocialismo que restringe la competencia y reduce los mercados libres... |
La Fiscalía Nacional
Económica ha presentado un requerimiento ante el Tribunal de la Libre Competencia
en contra de las empresas CMPC Tissue y SCA Chile por colusión en el mercado de
productos tissue. Y, de inmediato, salieron al ruedo los políticos y los
funcionarios, supuestos defensores de los mercados libres.
Por ejemplo, Bachelet
manifestó que “debemos cuidar la confianza y la transparencia en la política y
en el funcionamiento de los mercados. La colusión no es algo aceptable en
nuestro país…”. Un ministro dijo que “este es un tema inaceptable, una economía
de mercado requiere reglas de libertad para que hayan más oferentes. Esto es
una mala noticia de lo que teníamos, pero es una buena noticia en el sentido
que nuestra institución fue capaz de descubrirlo…Es importante proteger a las instituciones y ojalá que además se
saquen lecciones para aquellos que estén pensando en saltarse reglas…". En
concreto, ninguno de ellos pretende proteger la institución del libre mercado
porque no creen en ella.
Lo anterior es la razón
de que el gobierno actual esté aprovechando esta situación en términos
comunicacionales para tender una cortina de humo y desviar la atención de la
opinión pública hacia las malas conductas empresariales mientras quieren que se
olviden las malas prácticas de los políticos y funcionarios públicos. Por eso, no
llama la atención que la socialista Bachelet aparezca opinando en público de
este caso pero no diga nada acerca de los nefastos paros de funcionarios públicos
(profesores, registro civil y Anef) y del terrorismo criminal en la Araucanía,
¿creen que nadie se da cuenta del sesgo y los ideales que esta señora y su
gobierno valoran?. Este gobierno y los que lo defienden son partidarios de un
Estado enorme e interventor que elimine la actividad privada y reduzca la
libertad individual al mínimo. Así, este caso de colusión les viene como anillo
al dedo desde el punto de vista comunicacional.
Triste, pero así funcionan
los políticos en nuestros días: se aprovechan del poder, velan por sus propios
intereses y exponen a la ciudadanía a los abusos de aquellos que han capturado
el Estado para su propio beneficio. En otras palabras, existe una clara
relación entre los paros de los funcionarios públicos y la colusión empresarial:
el abuso de poder. Unos, los funcionarios públicos, abusan del poder monopólico
que los políticos les han otorgado para satisfacer sus intereses personales
olvidando que están para servir a la ciudadanía y no servirse de ella. Los
otros, algunos empresarios, abusan del poder oligopólico que el Estado les ha
otorgado al permitir que tengan el control de ciertos mercados y así puedan obtener
mayores utilidades.
Como los políticos
socialistas no creen en los mercados libres no es prioritario para ellos profundizar
la libre competencia; dejan crecer las empresas de modo que se concentren y se
apoderen de los mercados más rentables, mientras se priorizan regulaciones e
iniciativas legales para fiscalizar y controlar pero solo consiguen evitar que
ingresen nuevas empresas. Así, fosilizan los mercados, reducen su dinámica e
impiden que la libre competencia discrimine entre las buenas y las malas
empresas permitiendo el nacimiento de empresas oligopólicas que solo entienden
de colusión y concentración. No debe extrañar, entonces, que el neosocialismo procree
colusiones e imperfecciones de mercado.
Como los políticos
socialistas creen en el control central, les resulta prioritario diseñar e
implementar servicios públicos de carácter monopólico. Así, dan vida a
proyectos de reformas que aumentan la educación pública, la salud pública, el
transporte público, y ahora, algunos de estos, quieren crear farmacias
públicas. Lo terrible de todo es que estos servicios públicos prestan servicios
tan deficientes y malos que la población debe sufrirlos permanentemente. Y eso
no es lo más terrible, porque cuando se les ocurre se declaran en huelga ilegal
y dejan de prestar sus precarios servicios para exigir mejoras salariales. En
resumen, la mayoría de los servicios públicos y sus funcionarios, prestan
malísimos servicios pero como han capturado el Estado, se creen intocables para
hacer lo que les venga en gana.
Entre estas dos castas
amantes del poder, los funcionarios públicos y los malos empresarios, al menos
los últimos continúan satisfaciendo las necesidades de la población, mientras
que los funcionarios públicos la abandonan a su suerte. Sin embargo, tanto estos
empresarios como los funcionarios públicos no creen en la competencia ni en los
poderes limitados.
En resumen, los políticos,
los funcionarios públicos y algunos empresarios aprovechan todas las oportunidades
que el neosocialismo, negador de la libre competencia, implementa en términos
de políticas públicas. Los políticos concentran el poder en pocas manos permitiendo
el acceso solo a unos pocos, eliminando la alternancia en el poder; los funcionarios
públicos exigen más derechos para hacer lo que les plazca sin pensar en los
usuarios; y los malos empresarios, pese a sus grandes utilidades, continúan
coludiéndose entre sí con voraz apetito.
Unos y otros son hijos
de la misma ideología nefasta que impide el progreso de la especie humana…¿o
usted opina lo contrario?.
Panorama
LIBERAL
Sábado
31 Octubre 2015
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