Oh Capitán, mi Capitán! es
un revelador retrato del presidente Abraham Lincoln visto a través de los ojos
de Walt Whitman, poeta de EEUU. La admiración de Whitman por el 16avo
presidente fue inmediata e intensa y vio, en el abogado de la frontera, la
promesa del verdadero sueño americano, un país donde personas comunes pueden
elevarse a las alturas más altas de la política, la industria y la cultura.
O Captain! my Captain! our fearful
trip is done,
The ship has weathered every rack,
the prize we sought is won,
The port is near, the bells I hear,
the people all exulting,
While follow eyes the steady keel,
the vessel grim and daring;
But O heart! heart! heart!
O the bleeding drops of red,
Where on the deck my Captain lies,
Fallen cold and dead.
O Captain! my Captain! rise up and
hear the bells;
Rise up--for you the flag is
flung--for you the bugle trills,
For you bouquets and ribboned
wreaths--for you the shores a-crowding,
For you they call, the swaying mass,
their eager faces turning;
Here Captain! dear father!
This arm beneath your head!
It is some dream that on the deck
You've fallen cold and dead.
My Captain does not answer, his lips
are pale and still,
My father does not feel my arm, he
has no pulse nor will.
The ship is anchored safe and sound,
its voyage closed and done,
From fearful trip the victor ship
comes in with object won;
Exult O shores, and ring O bells!
But I, with mournful tread,
Walk the deck my Captain lies,
Fallen cold and dead.
Walt Whitman
(Leaves of Grass, 1865)
Versión en castellano
¡Oh, capitán!, ¡mi capitán!, nuestro espantoso viaje ha terminado,
la nave ha salvado todos los escollos,
hemos ganado el premio que anhelábamos,
el puerto está cerca, oigo las campanas, el pueblo entero regocijado,
mientras sus ojos siguen firme la quilla, la audaz y soberbia nave.
Mas, ¡oh corazón!, ¡corazón!, ¡corazón!
¡oh rojas gotas que caen,
allí donde mi capitán yace, frío y muerto!
¡Oh, capitán!, ¡mi capitán!, levántate y escucha las campanas,
levántate, por ti se ha izado la bandera, por ti vibra el clarín,
para ti ramilletes y guirnaldas con cintas,
para ti multitudes en las playas,
por ti clama la muchedumbre, a ti se vuelven los rostros ansiosos:
¡Ven, capitán! ¡Querido padre!
¡Que mi brazo pase por debajo de tu cabeza!
Debe ser un sueño que yazcas sobre el puente,
derribado, frío y muerto.
Mi capitán no contesta, sus labios están pálidos y no se mueven,
mi padre no siente mi brazo, no tiene pulso ni voluntad,
la nave, sana y salva, ha anclado, su viaje ha concluido,
de vuelta de su espantoso viaje, la victoriosa nave entra en el puerto.
¡Oh playas, alegraos! ¡Sonad campanas!
Mas yo, con tristes pasos,
recorro el puente donde mi capitán yace,
frío y muerto.
Walt Whitman
PANORAMA Liberal
Domingo 1 Julio 2012
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