La Monna Lisa es una maravilla de la pintura llena de misterios insondables...A la vez, ¿cuáles son los encantos de una socialista como Bachelet que no tiene otra virtud que su simpleza? |
El
cuadro La Gioconda, también conocido como la Monna Lisa, es una obra pictórica
del genial Leonardo da Vinci y desde el siglo XVI es exhibida en el Museo del
Louvre de París. Su nombre oficial es Gioconda (o alegre), en honor a la tesis
más aceptada acerca de la identidad de la modelo, apoyada en el hecho de que
era esposa de Francesco Bartolomeo del Giocondo y que su nombre era Lisa
Gherardini.
En
términos físicos, es un óleo sobre tabla de álamo de 77x53 cm, pintado entre
1503 y 1506, y retocado varias veces por el autor. La técnica usada fue el esfumato,
procedimiento muy característico de Leonardo. El cuadro está protegido por
múltiples sistemas de seguridad y ambientado para su preservación óptima. Es
revisado constantemente para verificar y prevenir su deterioro.
La
fama de esta pintura no se basa únicamente en la técnica empleada o en su
belleza, sino también en los misterios que la rodean que la han convertido en
el cuadro más famoso del mundo, visitado por millones de personas anualmente.
Y,
en Chile, tenemos nuestra propia Gioconda; una mujer sonriente y llena de
misterios que se ha apoderado del corazón de una importante porción del electorado
de una manera cuasi mágica. Esta mujer representa a una alianza política de
izquierda llena de corruptos, vicios y sinvergüenzas, pero aún así la gente
vota por ella. Y nos volvemos a hacer la misma pregunta: ¿cuál es el encanto de
una mujer como Michelle Bachelet para que tenga el arrastre que tiene en el
electorado pese a que representa a una alianza política de escaso apoyo?. Y tenemos
algunas hipótesis para ello…
ENCANTO UNO: Es una mujer
común y corriente.
Michelle
Bachelet es una persona común y corriente; no tiene nada más que una sonrisa y
una actitud empática con la gente. Nada más. Pero, lo que parece ser una debilidad
ha terminado siendo una gran virtud. Bachelet es una persona común y corriente,
sin poses ni actitudes odiosas, ni conocimientos sólidos en el ámbito político,
económico y social, pero eso no importa porque es como una gran mamá que nos
cuida y a la que debemos cuidar.
ENCANTO DOS: La mitad del
electorado se ve reflejado en ella.
Se
dice que una marca es lo que es por la clientela que está detrás de dicha
marca. En el caso de Bachelet, desde hace 10 años las mujeres han cambiado su
chip y han salido a las calles a disputar las aceras con los hombres; exigen
que las traten de una manera igualitaria en todos los ámbitos. Por eso, cuando
Bachelet surgió en el escenario político el 50% del electorado -las mujeres- se
pusieron detrás de ella como una extensión de sus propios deseos: ¡ahora también
podemos ser presidentas!. Por eso, salieron a las calles con la banda
presidencial y votan por ella ciegamente…¿Ideas?, ¿principios?,
¿conocimientos?, ¿liderazgo?...¿a quién le importa si las mujeres votan en
forma ciega por ella?...
En
otras palabras, el valor de Bachelet no está en las ideas que representa, que
pueden ser negras o blancas, sino en un masivo electorado, fiel, que está
dispuesta a seguirla incluso hasta el infierno socialista que nos está
ofreciendo…
ENCANTO TRES: No proviene de
la clase política.
Para
el electorado menos emotivo y más racional, Bachelet tiene la ventaja de no
provenir de la clase política ambiciosa, estúpida e irracional…¿Cómo no valorar
a una persona que surgió arriba de una tanqueta y sin respaldo político alguno,
excepto, de la ciudadanía que se ve reflejada en ella?.
ENCANTO CUATRO: Se aprovecha
del desprestigio de la clase política.
La
crisis de representatividad de los políticos es tal que todo el mundo se burla
abiertamente de ellos, por todos los medios; no se les respeta ni consideran
sus opiniones excepto en el estrecho ámbito de su quehacer. Se les considera
mentirosos, corruptos, ambiciosos, egoístas y permanentemente sumergidos en el
barro del desprestigio por sus continuos desbordes y malas acciones.
En
nuestro caso, en los primeros momentos de Bachelet, los políticos tradicionales
de su propio sector la trataban con indiferencia y una cierta cuota de
desprecio…”¿Qué viene a hacer esta mujer acá?”. Pero, cuando la ciudadanía comenzó
a demostrar su fastidio y molestia por el comportamiento de la clase política,
volvieron su mirada a esta mujer de dulce sonrisa que los cautivaba a todos…¿Para
qué vamos a discutir si esta mujer les gana a todos sin decir nada inteligente
y repitiendo las mismas monsergas socialistas de toda su vida?.
ENCANTO CINCO: Es una socialista
en un mundo con una única idea…
En
la actualidad, pareciera que existe un claro consenso: el socialismo parece ser
una guía cierta para llegar a la Ciudad de mis Ensueños, mientras que el
capitalismo es una ideología criminal que debe ser encerrada de por vida. Por
lo tanto, ya no se confronta las ideas ni se debate con argumentos…
Y,
en este escenario, la socialista Bachelet está en su salsa porque su fuerte no
es el debate de ideas ni confrontar posiciones dada su debilidad conceptual en
diversas temáticas; su fuerte es su carisma personal, sonreír y decir las
mismas trivialidades de siempre, aprovechando la aceptación general de la
ideología socialista como la salvadora del mundo. Por eso, no acepta conferencias
públicas con libertad de preguntar ni acepta el debate abierto con sus rivales porque
quedaría en evidencia, ante todo el mundo, su falta de rigurosidad intelectual
y su carencia de argumentos profundos.
Además,
la socialista Bachelet abusa de una derecha pusilánime y contumaz, incapaz de
imponer su valioso ideario, dejando todo el terreno para que esta señora se
imponga fácilmente.
ENCANTO SEIS: Se aprovecha
de una prensa y periodistas ignorantes y obsecuentes…
Y,
a nadie pareciera interesarle la ausencia de reales debates y confrontación de
ideas con sólidos argumentos. Todo es gris, relativo y ambiguo. Por lo tanto, nadie
sabe qué piensa Bachelet de muchos y variados temas porque nadie es capaz de
sacarla al pizarrón dado que la prensa y los periodistas chilenos son una fauna
de zalameros que se regocija hablando con “la presidenta”, “el senador” o “el
diputado”, pero son incapaces de enfrentarlos y confrontar posiciones con
ellos.
Gracias
al periodismo obsecuente y dependiente, la señora Bachelet se pasea por cuanto
programa de farándula existe para hablar de las banalidades y trivialidades menos
relevantes, pero rechaza asistir a programas que la puedan sacar al pizarrón para
demostrar lo poco que sabe de temas relevantes (es la razón de no haber
asistido a un programa como Tolerancia Cero). Y aquí los periodistas demuestran
su obsecuencia al aceptar que estas personas impongan las condiciones del
debate; nadie la denuncia; a nadie le preocupa. Mientras tanto, el camino le
resulta llano.
ENCANTO SIETE: Aprovecha la
mala educación del chileno medio…
Todo
lo anterior se sustenta en una población muy mal educada y preparada para
funcionar en la vida moderna que acepta todo lo que les dicen y son incapaces
de confrontar visiones. Por eso, los políticos ponen los ojos en blanco cuando
hablan de una reforma educacional, pero tampoco desconocen que un pueblo
educado es el primer paso para que les pateen el trasero. Así, digamos las
cosas con claridad: en general, el electorado que vota “socialismo” es el menos
educado y preparado. Una persona con educación sabe que es imposible que un
político común y corriente nos cambie la vida para mejor, y lo más probable es
que nos empeore la vida con las decisiones que toma.
Es
la razón última del encanto de Bachelet: prefiere reunirse con su electorado
porque ellos la aceptan tal como es, no la cuestionan ni pretenden hacer
preguntas indiscretas y está fuera de peligro. Un electorado educado y
escéptico jamás aceptaría un liderazgo ambiguo como el que ostenta Bachelet, sin
respuestas para muchos temas relevantes debido a la bolsa de gatos que encabeza,
pero a un electorado sin educación se le puede engañar con pastillitas de
menta.
MICHELLE BACHELET, NUESTRA
MONA LISA
Los
liderazgos políticos se han empobrecido de una manera dramática en gran parte
del mundo, en parte porque la conducta de los políticos ha sido deplorable y
vergonzosa. La mayoría de ellos son estúpidos e irracionales; adeptos a la
ingeniería social y a modelar las instituciones para repartir la riqueza que
crean otros; enemigos acérrimos de la libertad y el funcionamiento de los
mercados libres…En este mundo, Bachelet está bien evaluada.
Al
final, decimos que Bachelet es nuestra mona lisa que repite las mismas
letanías, gratas a los oídos del electorado ignorante que la vota ciegamente,
¿dónde están los adversarios?, ¿dónde está la ciudadanía escéptica?, ¿dónde
está el periodismo obsecuente?, ¿dónde están los individuos preparados y
educados para enfrentar este fraude?...No están en ninguna parte…¿Podremos seguir
soportando esta desidia institucional y de ideas?.
PANORAMA Liberal
Sábado 30 Noviembre 2013
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