“La
tragedia del pensamiento colectivista es que, aun partiendo de considerar
suprema a la razón, acaba destruyéndola por desconocer el proceso del que
depende su desarrollo.
Puede
en verdad decirse que ésta es la paradoja de toda doctrina colectivista, y que
es su demanda de un control “consciente” o una planificación “consciente” lo
que por fuerza la lleva a pedir para una mente individual la dirección suprema;
cuando sólo el enfoque individualista de los fenómenos sociales nos permite
reconocer las fuerzas supra-individuales que guían el desarrollo de la razón.
El
individualismo es, pues, una actitud de humildad ante este proceso social y de
tolerancia hacia las opiniones ajenas, y es exactamente lo opuesto de esa
presunción intelectual que está en la raíz de la demanda de una dirección
completa del proceso social.”
Por
Friedrich A. Hayek
PANORAMA Liberal
Lunes 18 Noviembre 2013
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