Piñera, el nuevo sepulturero de la derecha política chilena, que sueña con volver el 2017...¡Ojalá lo haga vestido y hablando como socialista!!!! |
A
días del fin del gobierno de Sebastián Piñera podemos concluir que este será
recordado como el nuevo sepulturero que cavará la tumba de la derecha política.
Ya se siente el olor a gladiolos en la sede de la impresentable candidata que
no genera simpatías, no repunta en las encuestas, mantiene un denigrante discurso
socialista y se olvida de las verdaderas propuestas e ideas-fuerza del sector
que están durmiendo el sueño de los
justos. Ya no se escuchan ni se hacen sentir los valores y principios vitales
para la derecha y, por eso, al son de una marcha fúnebre, Piñera marcha detrás
de la carroza, con la pala y la picota, por haber sido la peor decisión que
pudo tomar el sector al no considerar su carácter de socialista vestido de
derechista que durante cuatro años intentó vender humo, transformándose en un factor
de desunión y de olvido por varios años más.
¿Saben
ustedes cual es el motivo por el cual Piñera nunca repuntó en la encuestas de
opinión?. Muy sencillo. Imagínense un político vestido de derechista que habla
como socialista, ¿quién puede creer en él?. A los socialistas les daba náuseas
que un tipo vestido de derechista estuviera instalado en La Moneda, y a los
derechistas les daba náuseas que un tipo vestido de derechista hablara todo el
tiempo cómo socialista. Es decir, Piñera no fue, como se dice en Chile, “ni
chicha ni limonada”, fue una especie de híbrido político que intentó estar con dios
y el diablo, y así le fue.
LAS CARACTERÍSTICAS DEL
SEPULTURERO PIÑERA.
PRIMERA:
FALTA DE INTERÉS POR LAS IDEAS-FUERZA VITALES DE LA DERECHA DEBIDO A SU CERCANÍA
IDEOLÓGICA CON LA SOCIALISTA DEMOCRACIA CRISTIANA.
Todos
ya sabían los genes políticos con los que nació Piñera: un socialista DC. Y,
aún así, la élite de la derecha política, contumaz, estúpida y creída de sí
misma le dio el voto de confianza para que se presentara a las elecciones
pasadas solo porque disponía de recursos económicos propios, a raudales; fue
electo; ejerció por cuatro años y se irá sin haber dejado absolutamente nada
que le recuerde como un buen presidente de derecha. Más bien será recordado
como el continuador de la Concertación o el Quinto Gobierno de la Concertación
o la oveja negra de ambos sectores,
Durante
su gobierno solo tuvo fugaces destellos de ideas propias de la derecha pero la
mayoría del tiempo enarboló las banderas de la izquierda resentida y retrógrada,
continuando con las mismas políticas de su predecesora, entregando bonos y apareciendo
sonriente en cuanta pantalla de TV estaba encendida. Pero, una mera sonrisa no
bastaba porque la prepotencia y arrogancia le salía por la comisura de los
labios.
Nunca
impuso las ideas, valores y principios de la derecha en la discusión pública y
en la gestación de leyes; siempre privilegió profundizar el tamaño del Estado
con medidas populistas como el post natal, el rechazo a Caletones, nuevos
ministerios, etc. Y cuando alguien no tiene ideas, principios ni valores
cualquier solución es buena. Así este gobierno fue la continuación de los
gobiernos de izquierda sin grandes cambios.
SEGUNDA:
PERMANENTE FALTA DE SINTONÍA CON LOS INTEGRANTES DEL SECTOR.
Piñera
llegó al gobierno con su propia agenda que consistía en pasar a la historia
como el presidente del bicentenario; se encontró con un terremoto y las
revueltas estudiantiles que no se supo enfrentar honestamente y cara a cara,
refugiándose en los ministros que saltaban como fusibles. Y cuando habló lo
hizo de una manera tan poco adecuada que causó espanto en moros y cristianos…En
esos momentos, ¿a quién se le ocurriría decir que la educación es un bien de
consumo?...¡A Piñera!.
Piñera
nunca lideró el sector político de una manera consensuada porque su principal
defecto es imponer por la fuerza bruta no por la fuerza de las ideas o
convicciones. Por eso, siempre se rodea de “Yes-Man”, serviles subalternos que
le dicen “si” a todo lo que requiere. Por ejemplo, antes de la elección se informó
que existía un grupo de trabajo que generaba ideas para su gobierno, el grupo
Tantauco, pero cuando llegó al poder tiró al tacho de la basura dichos informes
para hacer lo que le viniera en gana. Si se levantaba con el pie izquierdo
hacía una cosa, pero si se levantaba con el pie derecho hacía otra cosa muy
distinta.
Por
ejemplo, en septiembre pasado, ¿quién lo mandó a hablar de “cómplices
pasivos”?, ¿quién le mandó decir que fue un error que Matthei haya votado Sí en
el plebiscito?, ¿quién le mandó cerrar el penal Cordllera?. Se suponía que este
señor era el representante político de la derecha pero ha terminado actuando
como lo que es, un socialista contumaz, emporcando el nido con el fin de salvar
su propia imagen. Piñera hizo y hace cosas sin tomar la opinión de nadie ni
consensuar con otros. Un buen político gobierna con su sector, escuchando y
consensuando…¿Piñera?. No es un buen político.
TERCERA:
INDIVIDUALISMO ACÉRRIMO RELACIONADO CON SU RIQUEZA Y NULO TRABAJO EN EQUIPO
Piñera
no tiene la pasta ni las características de un estadista o un buen político
porque es demasiado individualista; se cree poseedor de la verdad y toma
decisiones inconsultas pasando por arriba de personas y cargos que podrían
enriquecer la discusión. Y la razón de este comportamiento es que cree que su
poder es connatural a su persona, cree que es una persona celestial dotada de
talentos y capacidades sobrehumanas y no se da cuenta que su poder está
correlacionado directamente con el dinero que tiene. En otras palabras, las
personas bajan la mirada ante él, no porque broten llamaradas de sabiduría de sus
ojos, sino porque no desean contradecirlo dado que les paga el sueldo. Además,
las personas no lo miran porque no desean que él los observe riéndose por
tantas estupideces que ha dicho y hecho en este gobierno socialista.
Finalmente,
Piñera, por su poder económico, se manifiesta no escuchando a nadie excepto a
sí mismo. Habla de trabajo en equipo cuando las decisiones las toma él solo sin
consultar excepto para buscar aprobación. Por eso, cuando la Corema de Coquimbo
dio el visto bueno a la instalación de la termoeléctrica Barrancones en caleta
Chungungo, y ante las protestas sociales, indicó públicamente que “le he pedido
y hemos acordado con Suez Energy cambiar la ubicación de la central, de forma
tal de alejarla del sector de Punta de Choros, Isla Damas e Isla Gaviota y
proteger ese maravilloso santuario de la naturaleza”. Es decir, no consultó con
nadie, levantó el teléfono, llamó a la empresa y los emplazó a terminar el
proyecto. ¡En una llamada el presidente se saltó toda la institucionalidad para
imponer una verdad oficial!. Todo una autoridad, todo un pequeño autoritario.
Y,
ahora, es vox populi que ya está preparando su vuelta para el 2017, ¿de verdad
puede haber alguna persona que piense en la opción de Piñera para ese año?.
Existe; es una persona; es Piñera…
¿QUÉ LE QUEDA A LA DERECHA?
Por
eso, afirmamos que Piñera es el sepulturero que cavará la tumba en el funeral
de la derecha política, ¿es tan así?. Por cierto, no nos referimos exclusivamente
a la elección de este domingo 17 de noviembre que podría llevar directamente a
la Hada Madrina y su jauría socialista a La Moneda. Nos referimos al clima de
opinión que Piñera no supo (¿o no pudo?) enfrentar, modificar y que los
partidos de derecha aceptaron tácitamente, ¿por qué dejaron que Piñera se
mandara solo?. Los 20 años de la Concertación ha sido demasiado para una
derecha cebada en la riqueza que los socialistas les han entregado en ese
período, y este gobierno saliente fue incapaz de reponer el ideario demócrata
liberal con toda la fuerza que se requería.
Una
vez fuera de La Moneda, Piñera comenzará su campaña para ser reelecto el 2017,
por lo cual volverá al partido Renovación Nacional para seguir influyendo desde
la élite. Anticipamos que Carlos Larraín y los conservadores que controlan RN,
continuarán imponiendo su parecer y abrirán las puertas para que vuelva a
ingresar este sepulturero con sus dólares, su carácter de socialista y su
individualismo acérrimo. Así, persistirá
como piedra en el zapato en la derecha política y económica en Chile puesto que
su poder económico le abre puertas que otros no pueden.
La
derecha política debe evolucionar y no puede cometer el error de permitir el
reingreso a las filas de su sector del que los sepultó sin pena ni gloria. Hay que
olvidarse de Piñera, dar vuelta la página y lamer las heridas que ha dejado su gobierno,
con el fin de reponer un ideario maltratado y vejado, injustamente. De alguna
manera, la derecha debe hacer lo que hizo la izquierda con Frei: olvidarle con
rapidez y desinterés.
Sin
embargo, no tenemos esperanzas con la actual élite derechista puesto que la UDI
y RN son gobernadas por minorías que representan a una derecha conservadora,
que solo busca mantener el status quo, despreocupándose de un valioso
electorado que los mira con desidia pero que aún continúa votando por estas
valiosas ideas; la gente de derecha no vota UDI o RN, vota por las ideas
olvidadas injustamente por aquellos que, se supone, deben defenderlas
públicamente, cueste lo que cueste.
Piñera
no será el primero ni el último sepulturero de la derecha política; vendrán más
que harán su aporte a este negro panorama, ¿podrá la derecha reponer el ideario
correcto en algún momento o se seguirá mimetizando como socialista de segundo
nivel?.
PANORAMA Liberal
Sábado 16 Noviembre 2013
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