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| Debemos aprender a diferenciar las ideas de las creencias. Las ideas van y vienen, son ocurrencias, mientras que las creencias están ancladas y son las verdaderas causas de muchos males que nos aquejan... |
El partido comunista
chileno ha tomado la decisión de apoyar a Michelle Bachelet. El dictador
Teillier (dicen que es su presidente, pero los comunistas solo tienen
dictadores) dijo que "haciendo el análisis de la realidad que estamos
viviendo, hemos llegado a la conclusión que la única candidatura que pueda
concitar en torno suyo a esta nueva mayoría, que nosotros venimos proponiendo
desde hace tiempo, y que lo puede hacer entorno a un programa de
transformaciones profundas es Michelle Bachelet…
…Por lo tanto, nuestro
partido va a apoyar a Michelle Bachelet como su candidata para la primaria…
…Y, seguramente también
será la candidata del PC para la primera vuelta…La decisión fue tomada con el
apoyo de la inmensa mayoría del partido…".
“Con el apoyo de la
inmensa mayoría del partido…”. Esto dicen los comunistas, una ideología totalitaria,
antidemocrática y enemiga de la libertad individual, que se suma a una
candidatura escasa de ideas y que representa creencias fracasadas y sin futuro.
No decimos que no pueda ser elegida por la masa iletrada e ignorante que cree
todas las burradas que les dicen. La cuestión es otra.
¿CÓMO DIFERENCIAR IDEAS DE CREENCIAS?
Ortega y Gasset, en su
texto “Ideas y creencias”, planteaba una distinción muy clara entre ideas y
creencias: las ideas son pensamientos que se nos ocurren (por eso, son
ocurrencias), mientras que las creencias ya forman parte de nosotros y no
desembocamos en ellas a través de actos específicos de pensamiento. Dicho con
la proverbial rotundidad orteguiana: las ideas se tienen; en las creencias se
está.
Por lo tanto, el partido
comunista chileno ha tenido la “idea” de apoyar la candidatura de Bachelet, manteniendo
sus “creencias”, ¿es relevante este apoyo?.
En principio, no resulta
relevante que los comunistas (5% de la masa electoral) hayan tenido la idea de
apoyar a Bachelet, en cambio, resulta muy interesante que Bachelet lo haya
aceptado porque dicho apoyo refleja sus sólidas creencias de izquierda. En
otras palabras, digamos la verdad: Bachelet es una socialista que está más
cómoda con el pensamiento duro de izquierda que con los más centristas de su
coalición; forma parte de sus genes escuchar y sonreir ante el apoyo de la
izquierda extrema. Este apoyo comunista terminará viéndose reflejado en el
programa que presentará la candidata en la forma de ideas como “todo gratuito”,
“todos iguales” o “todo puro sonrisas”.
Finalmente, debemos
diferenciar claramente las ideas de las creencias. Los socialistas de todas las
tendencias creen que un Estado fuerte es la clave para mejorar el bienestar de
todos, pero al final siempre termina mejorando solo bienestar de los mismos
socialistas dado su clientelismo y populismo sin límites; jamás han creado un
solo artilugio que haya aumentado el bienestar de la sociedad, pero están
siempre prestos para apropiarse de la riqueza generada por otros. Por lo tanto,
dadas las creencias socialistas, sus únicas ideas siempre se refieren a cómo continuar
extrayendo riqueza del Estado para enriquecerse ellos y sus cercanos, con la
excusa de que todos se beneficiarán.
Las creencias socialistas
no han mutado pese a su fracaso histórico, ¿podrá mutar la masa electoral que sigue votando por ellos?. El desafío es enorme puesto que la percepción de que el socialismo es "algo bueno" ha sido construida por largos años. Sin embargo, los desafíos se empiezan con pequeños pasos...
PANORAMA Liberal
Lunes 3 Junio 2013
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