Freirina o como matar a la gallina de los huevos de oro |
Érase una vez un pueblo
llamado Freirina, ubicado en el norte de Chile, tan pobre que a sus habitantes les
costaba subsistir. Se lamentaban y levantaban banderas negras para manifestar
su pena y decepción por no tener futuro para sus hijos. Y resulta que un día un
empresario apareció y les dijo:
- Buenas personas, he escuchado sus lamentos y
voy a hacer que vuestra fortuna cambie…Instalaré una planta procesadora de
cerdos aquí que les permitirá mejorar vuestra vida…
El empresario desapareció
y al poco tiempo se terminó de construir la planta. A los meses siguientes, ¡oh
sorpresa!, muchos encontraron empleo en dicha planta lo que les permitió
mejorar su nivel de vida.
Así pasó el tiempo y cada
fin de mes había ingresos en muchas familias del otrora pobre pueblo… ¡Por fin
la fortuna había llegado a Freirina! Todos estaban felices. O parecían.
El éxito es la contracara
del fracaso, y fue así como poco a poco, con los nuevos ingresos y el creciente
bienestar, surgió la arrogancia y algunos comenzaron a esparcir la cizaña del
odio. Por ejemplo, comenzaron a incitar a los habitantes del pueblo de que no
podían seguir soportando los malos olores que generaba la planta…Ya no tenían hambre,
pero si había espacios para otras exigencias…Merecían un mejor trato de la
empresa…Así, una insensata locura hizo presa su corazón y pensaron:
- ¿Por qué nosotros debemos seguir soportando estos
malos olores?, ¿Por qué no se van a otra parte?...
Y así lo exigieron,
bloqueando caminos y perturbando el orden público de la zona. La planta cerró y
los olores se terminaron, pero a causa de esa torpe arrogancia, aumentó la
cesantía, desaparecieron los ingresos y Freirina malogró la fortuna que tenían
a su disposición.
***
El criadero de cerdos que
la empresa Agrosuper mantenía en la localidad del Valle del Huasco, Freirina, era
la gallina de los huevos de oro de la zona. Pero, como la riqueza ajena siempre
perturba la mente de los socialistas y los motiva a mostrar todo su resentimiento,
no titubearon en liderar todo tipo de acciones que siempre cumplen con tres grandes
metas…
PRIMERA META: AUMENTAR LA POBREZA A TASAS CRECIENTES
Lo hemos dicho
reiteradamente: el socialismo es el gran procreador de pobres de la historia
humana porque ¿puede alguien reconocer la prosperidad en algún país socialista
excepto, claro está, en la élite gobernante que se enriquece a tasas
crecientes?.
Cualquier persona podría
alcanzar la prosperidad personal si los gobiernos socialistas no estuvieran tan
interesados en interferir la creación de riqueza con regulaciones abusivas y
excesivas. En el mejor de los casos, las buenas intenciones de los políticos son
solo eso: buenas intenciones.
SEGUNDA META: AUMENTAR LAS REGULACIONES PARA MINIMIZAR LA
COMPETENCIA…
..Y así propiciar la
concentración económica y el abuso empresarial. El que las empresas actúen de
esta manera es una demostración cabal de su poder; no dudan en mantener las
operaciones a sabiendas que están causando externalidades negativas…¿Por qué actúan
de esta manera?.
Estas empresas chantajean
a la sociedad por el lado de la generación de empleos; entregan empleos a
cambio de hacer lo que se les ocurra. Y la causa de este comportamiento es la minimización
de la competencia en muchos mercados producto de la excesiva regulación a la
que son sometidas las empresas en Chile.
El “valle de la muerte
empresarial” en Chile es demasiado amplio. Los pequeños empresarios tienen
apoyos mientras sigan siendo pequeños, pero apenas alcanzan un tamaño que los
hace visibles, sus operaciones son intervenidas por regulaciones abusivas. Así
pasa en gran parte del mundo, y pasa en Chile.
TERCERA META: PROPICIAR UNA SOCIEDAD DE PERSONAS SIN
INICIATIVA E IGNORANTES…
…Porque la cruel realidad
es que a los socialistas no les interesa un pueblo educado y que pueda pensar
por sí mismo, preparado para el esfuerzo duro, exigente con los resultados de
su propio esfuerzo. En cambio, prefieren procrear una sociedad de personas
dependientes del gobierno socialista de turno y a la que puedan manipular con
dádivas. Por eso, decimos que disponer de un pueblo ignorante es la gran meta
de un socialista.
Algunos creen que la
comunidad de Freirina actuó correctamente al impedir que la empresa mantuviera sus
operaciones en las condiciones indicadas. Es posible que así haya sido, pero es
dudoso que los líderes del movimiento pusieran sobre la balanza los pros y los
contra y lo más probable es que se hayan aprovechado de la ignorancia e
ingenuidad de las masas para provocarlas con un mensaje basado en la
emocionalidad y “la defensa de sus derechos” para hacerlas salir a las calles a
pedir que se implementen ciertas acciones que, más temprano que tarde, se
volverán en contra de ellas.
Una sociedad verdaderamente
empoderada es capaz de negociar de otra manera; nadie puede negociar si le
apedrean el rancho. Pero, para esto se requieren líderes con visión de largo
plazo que preserven el bienestar de la comunidad. Por eso, este caso no
representa a una sociedad empoderada sino que a una sociedad manipulada.
CONCLUSIÓN:
Este es el gran dilema al
que nos enfrenta Freirina: ¿Cómo un país pobre y del tercer mundo puede lograr
la prosperidad si se exigen regulaciones y exigencias propias del primer
mundo?.
Esta cuestión no implica
que debemos permitir a las empresas hacer lo que se les ocurra pero debe haber
un necesario equilibrio entre la búsqueda de la prosperidad y los costos asociados.
En especial, hace falta más competencia que impida que se generen enormes
proyectos de escala nacional estacionados en pequeñas comunidades que asumen
todos los costos.
Decimos que la
sobreregulación lleva a las empresas a la búsqueda de las economías de escala. Por
lo tanto, la expansión natural de las empresas es contrarrestada por mayores
regulaciones gubernamentales que aumentan los costos lo que lleva a las
empresas a continuar aumentando su tamaño para reducir sus costos. Y, a la
pasada, expulsan a la competencia emergente.
En la actualidad, los
intelectuales socialistas creen que el progreso de los países se mide en las
dimensiones económica, social y ambiental, pero si bien esto puede ser válido
para los países desarrollados, existen dudas razonables para un país como el
nuestro: con concentración económica, sin empleos de calidad y muy precarios. ¡Situaciones
generadas por políticas socialistas basadas en regulaciones abusivas y
excesivas!.
Entonces, a la larga, los
socialistas “defensores de los trabajadores” promueven acciones que van en
contra de los mismos trabajadores. Cruel paradoja, triste realidad la de matar la
gallina de los huevos de oro, y por eso planteamos que subdesarrollo no es una
cuestión material sino mental.
PANORAMA Liberal
Lunes 17 Diciembre 2012
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