Me
encontré hace poco con un muy buen amigo que no veía hace bastante tiempo.
Hablamos de muchas cosas y uno de los tantos temas que esbozamos en nuestra
conversación fue la siguiente:
¿Qué
pasaría si pudiéramos hacer un enroque poblacional con Alemania, trasladando a
todos los chilenos a Alemania y todos los alemanes a Chile?.
En
ese contexto, mi querido amigo tuvo la osadía de manifestarme que Alemania
seguiría liderando a Europa y a la economía mundial por las instituciones que
ha construido. De alguna manera, manifiesta que las instituciones que forman
parte de la sociedad alemana son independientes de las características de la
población y su cultura.
Mi
postura fue que en menos de cinco años, Alemania pasaría a ser el primer país
desarrollado en alcanzar el subdesarrollo…¡Toda una involución!. Pero, ¿cuáles podrían
ser las razones para esta decepcionante opinión?.
En
primer lugar, cada grupo humano tiene su propia cultura y valores que son producto
de su propia historia y pasado, y que les permite crear instituciones que sean
concordantes con ello. Por ejemplo, el valor del “respeto” no forma parte de
las vidas de las personas en un país como Chile. Los notorios casos de maltrato
a personas más débiles siempre han estado presentes; la burla sostenida a la persona
diferente; el acoso y la violencia contra los que piensan distinto…Pero, poco a
poco se están generando cambios y eso está creando nuevas instituciones que
requieren tiempos de desarrollo…
En
segundo lugar, somos una población mal preparada para la vida que no ama el
trabajo duro, el esfuerzo aplicado y honesto; solo unas minorías creen en
dichos valores. Cuando en el año 1492, Cristóbal Colón dio sus primeros pasos
en este continente lo hizo para crear colonias y para extender el imperio del
cual venía; se impusieron culturalmente a las culturas locales, muchas veces
con sangre y fuego. Y los primeros que llegaron fue un tropel de salvajes y
delincuentes provenientes de las cárceles españolas pues ¿quién se atrevería a
cruzar el infierno del Atlántico?. Después llegaron los enviados del reino y
los burócratas a imponer su cultura de mentalidad dominadora y centralista. Así
nacieron nuestras poblaciones mestizas y así se segregaron racialmente: unos,
parieron a los que usarían el poder y los otros, a los que serían abusados.
Estos últimos han construido la percepción de que no hay motivos para trabajar
duro puesto que es muy difícil progresar en la vida dado que la movilidad
social no existe a gran escala. La masa tiene la percepción que la vida les
tiene preparadas el mismo futuro que sus padres, abuelos, etc. en forma
independiente del nivel de esfuerzo que asuman…¿Quién trabajaría duro para el
patrón si siempre será el peón de la obscura cueva?. Así, para la masa no hay
motivos para trabajar duro puesto que es muy difícil progresar en la vida; la
movilidad social no existe a gran escala…
En
tercer lugar, dado lo anterior, las oligarquías gobernantes han construido instituciones
que tienden a preservar sus derechos por sobre los derechos de los demás. Es la
razón, por ejemplo, de que durante tanto tiempo las empleadas domésticas hayan
tenido una legislación diferente a los otros mercados laborales. La
institucionalidad vigente tiene una falta de independencia enorme porque el
poder político está ligado al poder económico, y es la razón de la nula
capacidad institucional para fiscalizar…¿Cómo podría fiscalizarse a si misma?,
¿acaso el actual caso PENTA es una especie de golondrina?.
El
caso PENTA no es una golondrina; es una generalidad y así se ha hecho siempre
porque basta con revisar la lista de las familias más ricas de Chile y relacionarla
con las familias más rancias asociadas al poder político para encontrar lo que
ya sabemos: ¡son los mismos apellidos relacionados entre si por lazos de sangre
y de poder desde la obscuridad de la Colonia hasta la obscuridad del siglo XXI!.
En
cuarto lugar, producto de lo anterior, las oligarquías han creado una serie de
instituciones débiles y perfeccionadas para que los más fuertes puedan hacer
provecho de ellas y los más débiles no puedan hacer uso de ellas…En el Chile de
hoy, y en el Chile del pasado, las oligarquías han formado un país pensando en
ellos mismos, no han pensado en la globalidad. Así han creado las instituciones
que más les han acomodado permitiendo que el poder económico y el político puedan
procrear y germinar en la obscuridad de las cloacas cercanas a los pasillos del
poder.
Tradicionalmente,
las oligarquías han impuesto sus visiones de mundo y han sometido a las
mayorías que se han dejado avasallar sumisamente bajo todas las recetas
políticas de dominio. Estas son las instituciones que nos han formado como
nación y la receta socialista de aumentar el tamaño del Estado solo
profundizará la pobreza porque insiste en crear instituciones que tengan
dominio político y económico, ahora centralizado en unas pocas manos “de buenas
y nobles intenciones”. Es falso que la riqueza de las naciones provenga de las instituciones
estatales, sino que proviene de una población enriquecida, motivada y
trabajadora.
Finalmente,
en quinto lugar, las instituciones que forman parte de los países no están en
el aire ni le han sido impuestas: forman parte natural de un desarrollo y
entramado cultural y valórico propio y respetado…Todo lo que tienen lo
consideran suyo. Es decir, las instituciones son un reflejo de la cultura y
pasado de las sociedades, son su esencia, son su alma…Lo anterior se puede
graficar con lo que Descartes una vez dijo: “Dios hizo la Tierra, pero los
holandeses hicieron Holanda”. Así, los alemanes hicieron su Alemania y los chilenos
hicieron su Chile…¿podría ser posible que los chilenos construyan una Alemania?...¡ni
en mil años…!.
No
seamos pesimistas. A lo mejor dentro de 50 años y quizás más, haciendo las cosas
adecuadas, una sociedad como la chilena pueda llegar a ser un país desarrollado.
Pero, hoy, con las torpes instituciones que la oligarquía gobernante construyó
y con las torpes instituciones que el socialismo está pensando construir –por medio
de aumentar los impuestos- se siguen reduciendo los espacios de libertad individuales
para hacer paso a los supuestos derechos sociales que serán implantados por
medio de un Estado más grande que solo traerá ineficiencia y más corrupción. Todo
es feo y es de todos…
El
socialismo y su visión determinista no es el camino que nos pueda conducir a la
construcción de instituciones eficientes; no necesitamos más Estado necesitamos
instituciones que funcionen para que una masa crítica de personas puedan engendrar
la riqueza que nos llevará a dar el salto definitivo. Salto mental -¡si podemos
hacerlo!- que nos llevará al salto material y de bienestar.
¿O
podría ser distinto?
Panorama LIBERAL
Viernes 12 Diciembre 2014
No hay comentarios:
Publicar un comentario