Leo
y escucho con frecuencia respecto de los nobles esfuerzos de los liberales y
libertarios por llegar al poder de alguna manera puesto que lo consideran un
paso clave para intentar poner en discusión los temas que les importan los liberales. Así, se acercan a personas y
movimientos políticos con la esperanza de que su pensamiento se exprese en términos
políticos. Pero, más importante que poner un liberal en la ruta hacia el poder
es responder la siguiente pregunta: ¿Está la sociedad chilena preparada para asumir
los principios liberales?.
Creemos
que la sociedad chilena no está educada en los principios liberales; no está preparada
para asumir los desafíos de ser responsable de su propia vida. La sociedad
chilena ha educado al chileno medio para obedecer y no cuestionar. Por eso, un
chileno jamás desea liderar…desea ser un seguidor…A un chileno medio le gusta
que le den y le regalen. En otras palabras, aún persiste el modelo Patrón-Peón
que viene desde la época de la Colonia: el Patrón manda, el Peón obedece…Por eso,
los socialistas son más elegibles porque se adecúan a ese contexto social…Es
decir, las ideas socialistas son atractivas para esa población porque surgieron
de esa misma base social que se caracteriza por su resentimiento y violencia.
Y, en estos tiempos, ya actúan con desparpajo; ya no temen a nada.
Volvemos
a preguntarnos: en ese contexto, ¿por qué, entonces, los liberales son tan
ingenuos para pretender llegar al poder?, ¿de verdad un liberal pretende llegar
al poder para cambiar el mundo?, ¿puede un liberal acceder al poder y seguir
siendo liberal?.
Tengo
una hipótesis al respecto: si un liberal llega al poder, fatalmente se termina
metamorfoseando en un socialista. El poder es una institución que se construye
en base a instituciones que intervienen en el acontecer de las sociedades
humanas de una manera tal que les quita la vitalidad básica para progresar. Es
decir, el poder interviene las sociedades para enquistarse en ellas y crear las
condiciones para que incrementarse sucesivamente…Por ejemplo, la clase política
chilena para eliminar un supuesto indeseable sistema electoral binominal no encuentran
nada mejor que aumentar la cantidad de políticos en contrapartida.
Un
liberal no puede estar del lado del poder, porque un liberal debe estar atento
a como están ejerciendo aquellos que tienen el poder. Por eso, un liberal que
accede al poder termina involucionando y convirtiéndose en un socialista,
amante de instituciones y normativas que limitan y regulan el espíritu humano…
¿De
veras un liberal puede llegar a la política sin convertirse en socialista?.
Enorme desafío.
Panorama LIBERAL
Domingo 5 Octubre 2014
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