La
señora Ruth Olave, presidenta del sindicato de trabajadoras de casa particular,
ha manifestado que "estamos felices...Ha sido un gran trabajo y ahora
otros desafíos se vienen adelante". Lo anterior porque la señora Bachelet ha
promulgado una ley que supuestamente “favorece” a las trabajadoras de casa
particular mediante la modificación del régimen de descanso, jornada y
remuneración de las trabajadoras domésticas, pero que solo marcará el fin de un
mercado laboral que significó ingresos para muchas mujeres humildes, sin preparación,
y que no tienen otras opciones laborales.
La
visión que los socialistas tienen del trabajo es muy distorsionada porque lo consideran
una especie de esclavitud y a los que dan empleo, una especie de esclavizadores
o abusadores. Por eso, ninguno de ellos es capaz de pensar que esta ley, a
contar de este momento, imposibilitará que una mujer sin preparación acceda a
este tipo de trabajos. Por lo tanto, no debe llamar la atención cuando en unos
pocos años más alguien recuerde las oportunidades que significaba disponer de
ingresos para una mujer sin preparación, excepto la de llevar una casa.
Una
sociedad evoluciona y progresa cuando las oportunidades para obtener ingresos y
ascender socialmente abundan crecientemente. En cambio, una sociedad involuciona
y regresiona cuando reduce las opciones de sus ciudadanos para obtener
ingresos. De ahora en adelante este mercado laboral perderá dinamismo y, en términos
económicos, la demanda caerá enormemente, entonces ¿por qué está alegre la
señora Ruth Olave?, ¿Qué les dirá a las mujeres cuando les reduzcan el salario al
reducirse la jornada de 72 a 45 horas semanales?, ¿se habrá dado cuenta que
esto significará una caída de los ingresos y un aumento del desempleo en su
sector?, ¿Qué les dirá a las mujeres que serán despedidas o que no podrán encontrar
este tipo de empleos en el futuro?. Recordemos que estamos hablando de una mano
de obra de escasa especialización.
Las
buenas intenciones de la señora Bachelet son una demostración de la ignorancia
económica que incrementa la pobreza. Sin embargo, hay un punto que conviene
responder cuando se dice que “estamos reconociendo que las trabajadoras de casa
particulares tienen el mismo estatus que cualquier profesión, no puede haber
más diferencias ni trabajadores de primera o segunda categoría". A los socialistas
solo les preocupa fijar estatus rígidos para las distintas profesiones, sin
preocuparse de abrir los mercados laborales para que las personas asciendan y
encuentren otros empleos que estén más en relación a su experiencia y
conocimientos. En la actualidad, las personas permanecen en empleos que
consideran indeseables porque no tienen otras opciones en los mercados
laborales.
Por
lo tanto, ¿qué es mejor para una mujer humilde, sin preparación ni capacidad
laboral…disponer de un ingreso o no tener un empleo porque aumentaron las
exigencias?. Para Ruth Olave y Bachelet es mejor que una mujer humilde no tenga
empleo…¿pueden creerlo?.
Panorama LIBERAL
Lunes 20 Octubre 2014
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