Estos
son tiempos difíciles para la clase política a nivel mundial por su enorme
pérdida de representatividad ciudadana, resultado de las malas decisiones que
han tomado y que siguen tomando. Son tiempos, entonces, para que los ciudadanos
Declaren sus Derechos como ya sucedió con la Declaración de Derechos del 13 de
febrero de 1689 que fue una concesión dada por la monarquía inglesa por medio
de la cual se reconoce la potestad legislativa del parlamento y consagra las
libertades públicas de los súbditos del reino. Su nombre completo fue: “Ley
para declarar los derechos y libertades de los súbditos y para determinar la
sucesión a la Corona”.
Entonces,
ha llegado la hora de que la clase política devuelva a la ciudadanía lo que le
pertenece, y, por eso, consideramos pertinente replicar la citada Declaración
de Derechos de 1689 para establecer los derechos ciudadanos y deberes de los
políticos.
DECLARACIÓN
DE DERECHOS DEL CIUDADANO.
Considerando que los líderes
espirituales, temporales y los ciudadanos, reunidos en todos los lugares de
Chile, que de esta manera se auto-representan legal, plena y libremente a todos
los estamentos del pueblo de este país, presentan a los Señores Políticos,
entonces conocidos con los nombres y títulos de presidente, senador, diputado o
militante, una declaración escrita.
Redactada por los
mencionados líderes y ciudadanos en los siguientes términos:
Considerando que una gran
mayoría de estos políticos, con la ayuda de malos consejeros y consejos, se han
esforzado en subvertir y proscribir la libertad individual y las libertades del
país.
Se creen conocedores de la
sociedad de la felicidad pero ellos no son nada más que políticos profesionales
que viven a costa del dinero de los contribuyentes.
Tienen el discurso que el
Estado tiene un rol clave en modelar el futuro de la sociedad con el fin de imponer
una visión socialista y empobrecedora de la sociedad.
Usurpan y ejercen el poder
de crear leyes que les favorecen a ellos y a sus grupos de poder relacionados,
aprobarlas rápidamente cuando les conviene o aplazando su entrada en vigor y su
cumplimiento, sin el consentimiento del pueblo.
Maltratan y se querellan
contra los ciudadanos que les han acusado, excusándose con su fuero para prestar
su consentimiento a la usurpación de este poder.
Idean y patrocinan la
creación, bajo la autoridad de partidos políticos, de un modelo político ya
agotado en su representatividad.
Aumentan sus dietas, en
beneficio propio, con la aprobación de todos sus estamentos, bajo la excusa de que
son un enorme aporte.
Reclutan y mantienen en los
partidos políticos, un grupo enorme de militantes que solo buscan sacar
provecho del poder accediendo a los cargos públicos en todos niveles.
Permiten que muchos buenos
ciudadanos no puedan desarrollarse en sus partidos políticos porque no tienen
apoyo, mientras que otros que cuentan con relaciones de sangre o afectivas
ascienden con gran facilidad.
Violan la libertad de los
ciudadanos de elegir a los miembros más adecuados para el congreso,
imponiéndoles lo que los partidos desean.
Se acusan entre sí, ante los
tribunales respectivos, por delitos políticos con el fin de mantener un aura de
transparencia y auto-respeto.
Considerando que en los
últimos años demasiadas personas corrompidas, partidistas e inhabilitadas han
sido elegidas en cargos públicos y forman parte de los que generan leyes que
deben cumplir todos los ciudadanos.
Que se han concedido enormes
beneficios entre sí como pensiones vitalicias para los ex presidentes o para
aquellos que cumplen cierto número de períodos en sus cargos.
Que nos han impuesto leyes
que defienden a los criminales.
Que son financiados por el
poder económico. Y que, por tal motivo, han hecho concesiones y promesas que
cumplen cuando acceden al poder.
Todo lo cual es total y
directamente contrario a las leyes, ordenanzas y libertades de este país.
Considerando que ya no
existen políticos de valor y honestidad probada, los ciudadanos declaran
vacantes el gobierno y los cargos públicos, y por consejo de los líderes
espirituales, temporales y de varios miembros destacados de la comunidad,
llamamos a las diferentes regiones, ciudades, y comunas para que elijan a las
personas que los representaran en un nuevo congreso que se debe reunir prontamente,
con el objeto de acordar lo necesario para que nuestras leyes y libertades individuales
no vuelvan, en lo sucesivo, a correr el peligro de ser destruidas.
En estas circunstancias, los
mencionados líderes espirituales, temporales y los ciudadanos de valor elegidos
por sus comunidades, deben constituirse en plena y libre representación de esta
nación, examinando los mejores medios para alcanzar los fines indicados
declaran, en primer lugar, como han hecho en casos semejantes sus antepasados,
para defender y asegurar sus antiguos derechos y libertades:
I - Que la carrera de político
profesional debe ser eliminada, devolviendo a cada ciudadano la posibilidad de
que, por una única vez en su vida, pueda ser electo en un cargo público.
II - Que el mantener las
decisiones que toman en el más absoluto secreto para ocultarlas de la
ciudadanía es ilegal.
III - Que el pretendido
poder de dispensar del cumplimiento de las leyes o de su aplicación en virtud
de la autoridad otorgada por la ciudadanía, en la forma en que ha sido usurpado
y ejercido en el pasado, es ilegal.
IV - Que la separación entre
el senado y diputado es una mera formalidad, se declara ahora que existirá un solo
cargo denominado congresista.
V - Que cualquier aumento de
dietas o valores para disfrute de los congresistas debe ser una decisión
validada por la ciudadanía en sus propios estamentos.
VI - Que se requiere de la
creación del cargo de ombudsman o defensor del pueblo, encargado de defender a
los ciudadanos de los abusos del poder público.
VII - Que es un derecho de
los ciudadanos presentar peticiones al congreso por medio del ombudsman, siendo
ilegal toda prisión o procesamiento de los peticionarios.
VIII - Que el reclutamiento
o mantención de grupos armados, dentro del territorio nacional en tiempo de
paz, y sin la autorización del congreso, son contrarios a la ley.
IX - Que cada miembro del
congreso puede ser electo por una única vez en su vida.
X - Que las libertades de
expresión, discusión y actuación en el congreso no pueden ser juzgadas ni
investigadas por otro tribunal que no sea el propio congreso.
XI - Que el poder judicial
debe tener un presupuesto acorde que permita su total independencia del poder
político y económico de turno.
XII - Que cada región debe
elegir a sus autoridades de una nómina de personas que ellos determinen
libremente sin imposiciones centrales.
XIII - Que cada región debe
ser autónoma para autorizar o rechazar los proyectos que se instalen en la zona
o utilicen los recursos locales.
XIV - Que cada región debe
disponer libremente del 70% de la riqueza que generan mientras que el 30%
restante debe ser destinado a un fondo nacional.
XV - Y que para remediar
todas las probables quejas, y para conseguir la modificación, aprobación y
mantenimiento de las leyes, el Congreso debe reunirse semanalmente.
Los ciudadanos reclaman,
piden e insisten en todas y cada una de las peticiones hechas, como libertades
indiscutibles, y solicitan que las declaraciones, juicios, actos o
procedimientos, que han sido enumerados y realizados en perjuicio del pueblo,
no puedan, en lo sucesivo, servir de precedente o ejemplo.
Los ciudadanos hacen esta
petición de sus derechos que consideran el único medio de obtener completo
conocimiento y garantía de los mismos respecto de la situación anteriormente
existente.
Por todo ello, los
ciudadanos tienen la completa confianza de que se debe impedir, en lo sucesivo,
la violación de los derechos y libertades antes enumerados, así como cualquier
otro ataque contra la religión, derechos y libertades.
Los mencionados líderes espirituales,
temporales y los ciudadanos resuelven que los titulares de los derechos de
representación serán aquellos que ellos designen por los siguientes cuatro años.
Los ciudadanos han hablado.
PANORAMA Liberal
Domingo 1 Septiembre 2013
No hay comentarios:
Publicar un comentario