Por desgracia, los socialista de derecha ya han comenzado con sus movimientos populistas...pero ¿por qué crear ministerios para que los homosexuales impongan su conducta a todos? |
Mientras
los países desarrollados tienen entre 15 a 17 ministerios, los países más
atrasados se dan el lujo de tener entre 25 a 30 ministerios. Y Chile va hacia
los 30 ministerios a una velocidad enorme.
Se
comenta en el equipo de la candidata que “con la creación de esta cartera,
Matthei apunta a impulsar en su eventual gobierno políticas públicas que
busquen neutralizar situaciones de discriminación -tanto por razones étnicas
como religiosas, sexuales o frente a capacidades diferentes- e imprimir a su
programa un carácter inclusivo”. Y la única razón para impulsar esta iniciativa
es enfrentar la campaña de la izquierdista Bachelet con su eslogan “Chile de
todos” que apunta a la idea de igualdad…¿Puede ser razonable que se cree un
ministerio solo para responder las locuras de la contrincante?. Así, Matthei ha dicho “queremos invitarlos a
ganar para que Chile sea un país humanamente desarrollado. Si ganamos, tú
ganas. Si ganamos, gana tu hijo, gana tu familia…”. En realidad, si ganan, solo
ganan ellos. ¡Déjese de embromar, Matthei…!
¿ES UNA BUENA OPCIÓN
CONTINUAR CREANDO MINISTERIOS?
La
cuestión es determinar ¿que mueve a los socialistas de derecha para continuar
creando ministerios como si fueran la perfecta solución para nuestros
sempiternos problemas?. Tenemos un ministerio de educación y no tenemos educación;
un ministerio de salud y no tenemos salud; un ministerio de transporte y puros
problemas…Y en el último tiempo se han creado ministerios que solo siguen la
lógica populista de agradar a las masas sin pensar en los efectos reales de
largo plazo…Los políticos deben ser responsables y no se puede gobernar siendo
populista de corto plazo e irresponsable en el largo plazo.
Pretender
que la mera creación de un ministerio mejorará la vida en los ámbitos que le
competen es de una ingenuidad o maldad espantosa porque genera expectativas que
no se podrán cumplir jamás. Además, el intento de planificar centralmente, en
cualquier ámbito, supone que la sociedad es estática y no se modifica
dinámicamente, pero el mundo es caótico y se modifica permanentemente, por lo
que la creación de ministerios,
gestionados por políticos y burócratas que actúan en base al ciclo político de
corto plazo, empeorará todo al introducir la conducta de los políticos en áreas
de la actividad que necesitan espacios libres para continuar generando riqueza.
Al final, la planificación central y el socialismo son un grosero error
intelectual por las siguientes razones:
PRIMERO:
Un nuevo ministerio no tendrá la capacidad para gestionar la complejidad de
datos y coordinar su gestión.
Resulta
imposible que este nuevo ministerio –liderado por funcionarios burócratas que
actúan en base a normas escritas- tenga la agilidad y la capacidad para
gestionar la información necesaria para coordinar los esfuerzos. El volumen de información
de las sociedades modernas es inmenso, y lo que desean 15 millones de personas es
imposible de gestionar aunque dispongamos de la tecnología para ello.
SEGUNDO:
Un nuevo ministerio no tendrá la capacidad de gestionar información subjetiva e
incierta.
La
información que generan las sociedades modernas no es objetiva, sino que muy
subjetiva e interpretable. Es decir, podemos saber cosas pero no sabemos en qué
consisten detalladamente dichas cosas; no es posible que la información que
fluye en las sociedades pueda formalizarse objetivamente y trasladarse a un
organismo centralizador.
TERCERO:
Un nuevo ministerio no puede gestionar la información que aún no existe.
Las
sociedades modernas están pobladas por seres humanos dotados por una innata
capacidad creativa. Continuamente, las personas descubren "nuevas" maneras,
"nuevas" cosas, "nuevos" valores, etc. Entonces, difícilmente,
la información que aún no existe pueda ser anticipada y gestionada por un
organismo poblado de funcionarios y burócratas que responden a la lógica de los
partidos y a las estrechas normativas definidas por ley. En otras palabras, es
imposible que la información que recién está siendo gestada pueda ser transmitida
a un órgano director para que este tome las decisiones apropiadas. Por lo
tanto, las decisiones de los ministerios siempre se basan en datos e
información añeja y pasada de moda.
Los
políticos nos quieren convencer que los ministerios son la clave para
establecer el nirvana en la Tierra, pero para eso deben gestionar la información
o el conocimiento que todavía no ha sido creado por los seres humanos.
CUARTO:
Un nuevo ministerio limita la creación de riqueza.
Las
sociedades modernas no pueden ser dirigidas por la ideología socialista basada
en una permanente coacción sobre el cuerpo social o sociedad civil, y en el
ninguneo constante a los individuos para hacerles saber que son unos inútiles e
incapaces. Los funcionarios políticos y burócratas ideologizados siempre bloquearán,
dificultarán, desconocerán e imposibilitarán que surja información que no esté
en la línea matriz del organismo director. En otras palabras, los cambios de
dirección de las tendencias serán resistidas por estos organismos poblados de
burócratas que querrán seguir haciendo lo mismo que han hecho siempre. Por lo
tanto, al coartarse a los individuos la libertad de recorrer nuevos caminos se
elimina la posibilidad de descubrir nuevas fuentes de riqueza.
+++
En
resumen, la creación de este nuevo ministerio de desarrollo humano solo será un
cubil repleto de homosexuales que nos repetirán hasta el cansancio de que su
conducta debe ser considerada “muy natural”, pero ¿cómo puede ser natural
mantener relaciones sexuales entre personas del mismo sexo?. Podemos entender
que ciertas personas tengan tendencias homosexuales y deseen que la ley les
permita vivir libremente sus relaciones; es una opción personal, pero la
sociedad solo perdurará si se mantienen ciertos valores como emblemas de una
sociedad sana. El sexo es una acción humana cuyo sentido está en la procreación
de la especie; es lo normal y natural. Cualquier otra conducta debe ser asumida
en forma personal por las personas y no debe ser el Estado quién debe usar la
coacción para imponer socialmente una conducta anómala.
Las
sociedades humanas son probetas en constante ebullición y cambio, y la creación
de ministerios, dirigidos por burócratas políticos, es la peor alternativa para
aspirar a una mejor vida en común. El socialismo y todas sus instituciones son
una mera ilusión puesto que es imposible planificar centralmente las conductas
en las sociedades humanas; es teóricamente imposible obtener toda la información
para gestionar.
Y
lo anterior no depende de las “buenas intenciones” de los políticos. El único
resultado posible de un esquema coactivo socialista es la creación de profundos
infiernos ya que dada la naturaleza del ser humano resulta imposible lograr lo
contrario.
PANORAMA Liberal
Jueves 15 Agosto 2013
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