Ya son demasiado los presidentes que piden perdón por no hacer su trabajo...¿porque votamos por ellos? |
El
presidente Piñera ha salido a pedir perdón por las deficiencias que presentó el
proceso de censo 2012, y que debería ser realizado nuevamente. Ha dicho que
"efectivamente se cometieron errores en la planificación y en la ejecución
del censo del año 2012, y quiero pedir humildemente perdón a todos los chilenos
por esos errores". Y no es el único…
En
su momento, Bachelet ofreció disculpas por el Transantiago ocho meses después
de implementarse. En una cadena nacional, dijo que "no es común que un
Presidente se pare frente a la Nación y diga: aquí las cosas no se han hecho
bien. Pero eso es exactamente lo que yo quiero decir esta noche en el caso del Transantiago…Las
palabras empeñadas no bastaron, las dificultades se minimizaron y si cada aspecto
se chequeó numerosas veces, no fue suficiente". Además, por el mismo
hecho, Lagos manifestó que "debemos reconocer con dolor que este cambio
del transporte público de Santiago ha ocasionado, en esta primera etapa,
perjuicios, molestias y sufrimientos a mucha gente, particularmente a las
familias más modestas. A ellos les pido excusas muy sinceras. A ellos les
reitero mi afecto y cariño…Los habitantes de Santiago y los más pobres en
particular se merecen una disculpa de todos nosotros. Los ciudadanos han tenido
un comportamiento extraordinario, han tenido mucha paciencia...".
Es
verdad, los ciudadanos han tenido y tienen demasiada paciencia con los permanentes
errores y manifiestas incompetencias de los políticos. ¿Cuál es la razón para
que estas autoridades que han sido elegidos para mejorarnos la vida nos
terminen pidiendo perdón por la notable incompetencia de las instituciones y
funcionarios de su gobierno?, ¿buscan que la ciudadanía les perdone sus fiascos
en forma gratuita?, ¿entonces, por qué prometen tanto si saben que van a
cumplir en muy poco?...
LA RAZÓN DE LA INCOMPETENCIA DE
LOS POLÍTICOS
Una
vez Ronald Regan dijo que “las ocho palabras más terroríficas son: soy del
Gobierno y estoy aquí para ayudar" y no deja de tener razón, pero los
socialistas o “socio listos” siempre exigen mayor participación del Estado en
la vida diaria de los ciudadanos porque creen que ellos si serán los que nos
cambiarán la vida. En realidad, los Estados son una causa permanente de generación
de más y nuevos problemas que surgen desde los sistemas y lugares más extraños.
Sin embargo, el mensaje socialista ha llegado tan profundo en ciertas personas
que han terminado creyendo que todo lo que les pasa es culpa de un sistema
perverso gestionado por personas perversas. Así, ha surgido el resentimiento
hacia los empresarios y el mercado como los “culpables” de los malos resultados
que tenemos. Y el verdadero responsable sigue suelto por las calles…
El
Estado como fuente de solución de los problemas de la sociedad es absolutamente
inviable porque es gestionado por una oligarquía de partidos políticos que tienen
su propia lógica basada en la defensa corporativa de sus propios intereses de
corto plazo. Al final, el resultado lleva siempre al nepotismo, a la corrupción,
a la defensa de intereses personales, y al surgimiento de una franca y abierta connivencia
con las oligarquías financiera, económica, con el poder judicial y los
organismos de control a su servicio. Por eso, a nadie le extraña que los mismos
apellidos se repitan en todos los pasillos de los caminos que se entrecruzan
con el poder.
Así,
nos atrevemos a manifestar que en Chile no existe una absoluta separación de
poderes porque las decisiones que afectan a distintos poderes se conversan y
resuelven en los dormitorios. Además, podemos decir que el poder judicial no es
independiente y es funcional a los intereses del poder político que les financia
sus operaciones; podemos decir que ni los diputados ni los senadores representan
a los ciudadanos puesto que solo representan a los partidos a los cuales
pertenecen…Todo este sistema político genera endógenamente una excesiva
concentración del poder, y esta concentración política lleva directamente a la
concentración de la riqueza que genera una pésima distribución de la renta.
Sin
embargo, lo más extraño es que los candidatos mejor perfilados continúan y
continuarán ofreciendo las mismas recetas gastadas, prometiendo castigar a los
ciudadanos con más impuestos que van a financiar la estadía de más diputados y
senadores que surgen con la excusa de “mejorar la representación democrática” y
“modificar el sistema binominal”. Otros, nos hablan de una “asamblea
constituyente” que sería un perfecto instrumento para que la jauría
izquierdista asalte el poder con sus letanías…¡Ninguno de estos insensatos es
capaz de ponerse en los pantalones de los ciudadanos comunes y corrientes que
solo queremos vivir en un ambiente de libertad y amplias oportunidades para el desarrollo
en base al propio esfuerzo!.
Recordamos
a Albert Einstein cuando dijo que “no podemos
resolver problemas pensando de la misma manera que cuando los creamos…”, pero
los políticos pretenden resolver los problemas que crearon usando el mismo mecanismo
interventor, el Estado, que es una terrible máquina que subyuga e hipnotiza a
los individuos haciéndoles creer que son unos inútiles e incapaces de gestionar
sus propias vidas, entregándoles a la oligarquía de partidos políticos el poder
de hacer lo que quieran en el corto plazo.
Y
esta es la cuestión clave: la oligarquía política toma decisiones populistas
basadas en el corto plazo (por ejemplo, para ser reelecto) y olvidan que sus
decisiones impactan en el bienestar de los ciudadanos en el largo plazo. Además,
los partidos políticos están integrados por personas que aman acceder al poder
para aprovecharse. Y, finalmente, tienen una excesiva creencia que el animal
estatal podrá generar riqueza controlando a los individuos. Tenemos, entonces, la
mezcla perfecta para la notable incompetencia de los políticos y sus gobiernos.
En
resumen, la concentración política genera concentración económica y ahoga las
oportunidades para que los ciudadanos de talento puedan desarrollarlos
libremente. En cambio, nos imponen decisiones centralizadas lideradas por el
animal estatal que están condenadas a fracasar porque el mundo es demasiado complejo
para dejarlo en las manos de una oligarquía que piensa en sus propios intereses
de corto plazo.
PANORAMA Liberal
Martes 13 Agosto 2013
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