¿Por qué será que los políticos no se recuerdan de esta frase con más frecuencia? |
“Lucharé porque se restablezca
un viejo concepto que hizo grande
a nuestro país: a la vida pública
se va a servir y no a buscar honores
ni mucho menos beneficios”.
Jorge Alessandri Rodríguez
En la vida nacional e
internacional, es muy común escuchar a los señores políticos usar expresiones
políticamente correctas para referirse a ciertas situaciones a las cuáles le
dan un tratamiento muy distinto cuando están los micrófonos cerrados. Estamos en
presencia del característico cinismo tan propio de los diplomáticos y de los
que practican la diplomacia, los políticos.
En especial, los
políticos son sujetos hábiles y expertos en el uso de eufemismos que
corresponden “a una palabra o expresión políticamente aceptable o menos
ofensiva que sustituye a otra palabra de mal gusto o tabú, que puede ofender o
sugerir algo no placentero o peyorativo al oyente… Se produce cuando se
pretende usar palabras inofensivas o expresiones para desorientar, evadir, o evitar
hacernos conscientes de una realidad cruda y desagradable…Cabe indicar que el
eufemismo no siempre reemplaza palabras de la jerga en un idioma, sino que
muchas veces sustituye palabras aceptadas en el uso normal pero que por alguna
razón se consideran tabúes, o al menos que pueden ser rechazadas o molestas
para una parte de la población…”.
Por eso, se refieren
elocuentemente a “la sabiduría popular” cuando la gente busca excusas para no
hacer lo que debe hacer; “el derecho a expresarse” cuando la gente destroza los
bienes públicos y privados; “el valor de la democracia” cuando se nos permite
votar cada cuatro años...Y la infaltable “vocación de servicio público”.
Por lo tanto, los eufemismos
son muy empleados en el lenguaje políticamente correcto para evitar posibles
ofensas a grupos de individuos, o como instrumento de manipulación del lenguaje
para hacer más fácil la aceptación por la "masa" de conceptos o ideologías
que, expuestas de otro modo, resultarían reprobables. Y uno de estos eufemismos
es “la vocación de servicio público”.
EL EUFEMISMO DE LA VOCACIÓN DE SERVICIO PÚBLICO.
¿Puede explicar el
concepto de eufemismo la permanente afirmación que realizan los políticos
respecto de su “dedicación y vocación de servicio público”?. Por ejemplo, cuando
Longueira presentó su sorpresiva renuncia a la candidatura presidencial del
sector debido a un cuadro depresivo, un coronel de la UDI, Juan Antonio Coloma,
manifestaba que “Pablo ha sido un servidor público por excelencia, él ha
buscado siempre entregar lo mejor, y cuando se dio cuenta que estaba afectado
por esta enfermedad, ha anunciado, de manera transparente y abierta, que no
sigue…”; Piñera elogió “la nobleza, la lealtad, el coraje y la vocación de
servicio público…”, y Bachelet afirmó que “su pasión ha sido siempre la vocación
pública, el servicio al país y llevar adelante una política limpia con un
debate de ideas”. Hablamos de una vocación de servicio público pagado
generosamente con el dinero de los contribuyentes.
¿Será verdad que existe
la “vocación de servicio público”?, ¿quiere decir que todos los demás, a los
cuales no les interesa ocupar cargos políticos, no tienen vocación de servicio
público?...Se entiende que “vocación” es una especie de llamado de la
naturaleza por medio del cual se expresa una especie de fuerza interior de una
persona que la compele a realizar ciertas acciones. Es una especie de llamado
de la selva que hace más felices a las personas que pueden responderle, sin
embargo, la vida está llena de aquellos que nunca logran escuchar este llamado
y sufren su pasar por esta Tierra, viviendo vidas tristes y apagadas; sufren
calladamente como los días pasan y su fuerza vital se apaga en actividades
intrascendentes.
Y, por cierto, no podemos
negar que existen algunas pocas personas que sienten este llamado y responden
con entusiasmo…Y este llamado también se siente en política, pero, como en todo
orden de cosas, la excepción justifica la regla: la mayoría de los políticos no
tienen ni pretenden poseer la llamada “vocación de servicio público” sino otra
muy distinta, la vocación de poder. En otras palabras, están en política porque
es la mejor instancia para aprovecharse del poder con el fin de desarrollar sus
proyectos personales y satisfacer sus ambiciones financieras, ¿podría ser de
otra manera?. Así, durante el proceso eleccionario son capaces de besar
piedras, pero una vez elegidos, se especializan en patearlas para hacerlas a un
lado si estorban.
Cada sociedad tiene sus
propias fantasmas e ilusiones que le dan algún sentido a su existencia. En
Chile nos gusta repetir que “nuestro himno nacional salió tercero en una
competencia”; “la bandera chilena es la más hermosa”, “nuestras mujeres son las
más lindas”, “somos un país poco corrupto” y “nuestros políticos tienen
vocación de servicio público”…Son afirmaciones que no tienen correlato con la
realidad pero que nos permiten reafirmarnos como sociedad.
La denominada “vocación
de servicio público” que se reitera en los discursos políticos es un eufemismo
que solo indica cuanto aman el poder todos los sujetos que conforman la clase
política. En ningún caso, es un sacrificio porque esta “vocación” está muy bien
pagada con el dinero de los contribuyentes; trabajan poco y nada; gozan de un
poder que jamás pensaron en términos de usos de recursos…
¡Ojalá que todas las
vocaciones sean tan bien pagadas y retribuidas cómo la inexistente “vocación de
servicio público”!.
PANORAMA Liberal
Jueves 1 Agosto 2013
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