La parlamentaria Isabel Allende firmó más de 1.000 certificados para entregar beneficios a falsos exonerados políticos. Y no asume sus responsabilidades. Hija de tigre. |
Lo que viene a
continuación lo escribió un lector en un medio de publicación nacional ante los
reclamos y escándalos de personas “beneficiadas” y los parlamentarios que los
apoyan:
“CARAS DURAS, es lo más
suave con que se puede describir a estos personajes, basta de frescura, yo
solamente conozco a varios sinvergüenzas, con nombres y apellidos, que no
pasaron por ningún apremio, y siguen viviendo de bonos, compensaciones, bonos reparatorios,
etc. Los parlamentarios en lugar de promover esta práctica, deberían investigar
a fondo caso a caso, y no porque pertenecen a su partido lo tengan avalar y
vamos andando…Personalmente me da rabia, porque estos personajes se mofan y se
jactan, porque lograron ingresar a esta especial casta con beneficios
millonarios, mientras miles de chilenos dejan la vida por llevar el sustento a
sus hogares, con el sudor de sus frentes. POLÍTICOS Y AUTORIDADES DE TURNO, DE
VERDAD, ¡¡¡HAGAN BIEN LA PEGA ¡¡¡¡. Justifiquen el puesto, y el cheque mensual
y si no son capaces den un paso al lado…”.
Sin embargo, ¿cómo van a
dar un paso al lado los que han promovido esta máquina con el fin de defraudar
al Estado y vivir como parásitos el resto de su vida?...¿Cómo van a dar un paso
al costado los que se han beneficiado de por vida por el solo hecho de haber
sido de un cierto color político?...
¿CÓMO PARIR SINVERGUENZAS?
Hace muchos años que los
socialistas han encontrado la manera de parir sinverguenzas a tasas crecientes.
Dicha solución consiste en apoderarse de los Estados y dedicarse a entregarse
beneficios sociales por cualquier razón o motivo, no importa cuál. Por eso,
estos dichos socialistas encontraron una razón en el gobierno militar para
premiar a sus cercanos con sabrosos bonos y beneficios a los que fueron torturados
y exonerados.
¡Qué maravilla!...Por
eso, se armó una maquinaria de sinvergüenzas que se afanaron para declararse
torturados y/o exonerados y obtener beneficios viviendo a costa de todos los demás.
El mecanismo era muy sencillo y lo relata la socialista Isabel Allende, de
visita en el primer mundo, cuando señala que "de las solicitudes
recibidas, sólo di mi certificado en aquellos casos que me parecieron válidos,
partiendo de la base de la honestidad de las personas. El aprovechamiento de
algunos, no puede poner en cuestión el otorgamiento a aquellas personas que si
lo merecen…Las denuncias de abusos enlodan el compromiso del Estado por
enmendar los daños cometidos por la dictadura poniendo en duda la buena fe de
quienes actuamos convencidos de que estas reparaciones eran necesarias y
justas. Esperamos que la justicia actúe y determine la veracidad de estas
acusaciones, y si es así, sancione a los responsables".
Es decir, todo se basaba
en la firma de certificados de parlamentarios. En otras palabras, esta señora
socialista firmaba las declaraciones de personas que aseguraban ser exonerados
políticos, requisito principal que era necesario para que pudieran acceder al
beneficio previsional, sin que se verificara la verdad de lo que se decía.
¿Y nos quiere convencer
que lo hacía de buena fe?, ¿Qué es lo que hacía de buena fe?
¿Saben ustedes que firmó
más de 1.000 certificados solo en base a la buena fe?
Supongamos que esos beneficios
los debía pagar la señora Allende con dinero de su propio bolsillo, ¿hubiera
continuado firmando certificados basándose solo en la buena fe de las
personas?.
Ya no engaña a nadie la
señora Allende porque, ¿Qué le importaba a ella?. El que paga es el Estado, es
decir, todos nosotros. Por eso, no le importa. En realidad, no le creemos en lo
absoluto a la señora Allende. Lo más probable es que ella y el resto de los
parlamentarios fueron otros engranajes de una maquinaria armada para extraer
riqueza del Estado y depositarla en las manos de personas supuestamente abusadas
durante el régimen militar.
¿Cuántos casos más habrán
de salir en los próximos días antes de que se oculte por nuevas cortinas de
humo?. Los socialistas no saben generar riqueza pero son expertos en reclamar
lo que no les pertenece, aprovechándose del sistema y reclamando beneficios que
no les corresponde. Con estos socialistas, Chile no encontrará jamás el desarrollo
tan anhelado. Mejor, quédese en Europa, señora Allende.
PANORAMA Liberal
Viernes 31 Mayo 2013
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