Reflexiones útiles para la
vida diaria.
No
espere que se den las condiciones ideales para emprender una acción. Es
probable que la propia acción le demuestre que esas condiciones ideales no eran
las que usted pensaba.
Viva
en el presente. Es la mejor oportunidad para hacer las cosas que valen la pena.
Recuerde
que las tareas importantes se suelen postergar para dar preferencia a las más
urgentes. No se deje atrapar por lo urgente, que muchas veces no es más que
presión que otros ejercen sobre usted. Para evitarlo programe sus tareas
priorizando aquellas que tienen relación con sus objetivos.
Es
posible que haya postergado por años algo que usted sabe que en verdad no hará
jamás. Si es así tome de una vez la decisión de no hacerlo y se quitará un peso
de encima. Un amigo mío decidió que lo le importaba ser gordo y que no se
atormentaba más con esa dieta que venía postergando por años. Literalmente se
quitó un peso de encima: disminuyó su ansiedad y empezó a adelgazar en forma
natural.
Atrévase
a decir que no en ligar de aceptar “cachos” y postergarlos después
indefinidamente. Así no tendrá que buscar excusas cada vez que le pregunten
sobre el “encarguito”.
Recuerde
que el estrés no se produce por lo que hacemos, sino por lo que nos falta por
hacer. Gran parte de nuestra ansiedad proviene de las cosas que se postergan y
de vivir proyectados al futuro. La planificación al futuro es más útil cuando
en ella se ve a usted mismo con esa tarea que tiene postergada ya realizada.
Así le resultará más fácil emprenderla y desaparecerá la ansiedad.
Si
no quiere que lo posterguen en sus actividades profesionales a la hora de
reconocer sus méritos, no sea usted el que aplace indefinidamente sus
obligaciones y deberes.
PANORAMA Liberal
Martes 5 Febrero 2013
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