Los socialistas han convencido a algunas personas que los libres mercados son voraces, ¿como se puede ser tan necio y seguir sobreviviendo?. En este artículo descubra porqué... |
En los cursos
introductorios de economía, en algún momento sale a colación el tema del crecimiento
económico y la desigualdad de ingresos,
poniendo como ejemplo el caso chileno. Y los más interesados no logran
comprender por qué Chile tiene tan altos índices de desigualdad de ingresos si en
los manuales de economía más clásicos se indica que el crecimiento económico se
logra por medio del libre mercado. Y preguntan:
- Pero, profesor, ¿Por
qué esa mala distribución del ingreso…Acaso no estamos en una economía de libre
mercado?
Y una mayoría pone cara
de sorpresa cuando se le dice que en Chile no tenemos una economía de libre
mercado, sino que una economía de mercados regulados que es la causa del
surgimiento de mercados oligopólicos y concentrados. Y esta es una queja que se
le puede hacer a este gobierno de derecha que no ha sabido fijar ni defender la
relevancia e importancia de los mercados libres para el crecimiento económico.
Porque la auténtica
realidad es que ¡en Chile no tenemos mercados libres pese a todo lo que digan
los socialistas de siempre!. Incluso, los socialistas de derecha.
En Chile, la mayoría de
los mercados más atractivos son muy poco competitivos, oligopólicos y
concentrados en pocas manos. Y han surgido porque desde hace más de 20 años,
las autoridades socialistas de turno han sobre-regulado los mercados con la
excusa de defender los intereses de los consumidores, pero al final los han
perjudicado en dos aspectos.
En primer lugar, la regulación
socialista de los mercados ha sido más beneficiosa para las empresas que estaban
en los mercados porque eso ha impedido que otras empresas les desafíen con
nuevas ofertas (incluso, existen sobradas sospechas que son las empresas que están
en los mercados las que han presionado por regulaciones más rígidas en base a
un mal desempeño o lobby intencionado). Y, así, los mercados se han estancado y
ya no se innova, han surgido los grupos económicos y se ha producido la
concentración económica, y estos pocos ofertantes terminan abusando de los
mismos clientes con un mal servicio porque solo les interesa vender, en forma masiva,
a bajos precios.
En segundo lugar, como estas
pocas empresas venden a bajos precios generan una oferta de empleos de bajo
valor agregado como reponedores, guardias, vendedores comisionistas, bodegueros,
auxiliares, operadores, etc. ¿Saben ustedes cual es el salario promedio de
estos empleos?. Si, acertó, ¡el salario mínimo!. Además, como estos empleos son
de muy bajo valor agregado, las personas que los toman terminan asumiendo que jamás
ascenderán laboralmente ni podrán aumentar sus ingresos. Esta es la verdadera causa
de la permanente desigualdad de ingresos.
En resumen, la “buena” regulación
socialista que intenta defender a la persona-consumidora concentra la riqueza y
no es de gran ayuda para la persona-trabajadora porque, al final, los bajos
salarios reducen las opciones de que las personas sean más prósperas.
Los socialistas no
valoran las libertades y no les complica aumentar las regulaciones para que
sean unas pocas empresas las que se disputen las ganancias…Y, si no tenemos
mercados libres, no tenemos buenos precios ni buenos salarios.
¿Podrán entenderlo los
socialistas de todos los partidos?.
PANORAMA Liberal
Miércoles 6 Febrero 2013
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