La FED ha implementado un plan de estímulo económico consistente en un programa masivo de compra de bonos del Tesoro lo que permitirá inyectar en el mercado un total de 600.000 millones de dólares. Es decir, esta "expansión cuantitativa" (quantitative easing) significará que la FED imprimirá 600.000 millones de dólares para adquirir deuda pública lo que bajará las tasas de largo plazo que estimule el consumo de las personas y la producción de las empresas.
Así, la mayor demanda de deuda pública producirá un aumento del precio de los bonos, y el consiguiente descenso de la rentabilidad ofrecida que se toma como referencia para los préstamos a largo plazo lo que mejora las opciones del financiamiento de empresas y familias.
¿Tendrá impacto esta medida?
Después de la peor crisis financiera desde la década de 1930, Bernanke plantea que "se han logrado progresos pero no podemos estar satisfechos…El índice de desempleo está cerca del 10%, un gran número de personas encuentra sólo empleos de tiempo parcial y una fracción sustancial de los desempleados ha estado desocupada durante más de seis meses". Agregó que “casi todas las mediciones de los precios muestran que la inflación subyacente es baja y tiende a disminuir lo cual indica que la economía tiene considerable capacidad de maniobra y margen para una política monetaria que mejore el empleo sin el riesgo de un 'recalentamiento' de la economía".
Sin embargo, las críticas apuntan a que las tasas de interés están en niveles muy bajos, por lo que este estímulo tendrá poco impacto en el crecimiento económico y solo servirá para disparar la inflación y, quizás, crear burbujas especulativas en algunos mercados, como el de valores y en los emergentes.
Además, muchos plantean que el verdadero objetivo detrás de esta medida es debilitar el dólar para hacer sus exportaciones más baratas dado el insostenible déficit comercial. Y la única solución es depreciar el dólar respecto del yuan. Si esto es así, la duda es: ¿desatará esto la guerra cambiaria globalizada?
EEUU deberá convencer al resto de los miembros de la OCDE que esta política solo tiene por meta enfrentar su insostenible déficit comercial, pero su decisión podría acarrear efectos indeseables en el resto de sus socios comerciales. Pero, ¿cómo convencer a una Europa que apuesta por la austeridad reduciendo estímulos fiscales con los consiguientes costos sociales, mientras EEUU sigue inyectando dinero en los mercados debido al alto desempleo y bajo uso de los recursos?.
La interrelación comercial y financiera genera beneficios y costos que deben ser tenidos en cuenta a la hora de tomar las decisiones más adecuadas. Esperemos que el gobierno de Obama esté a la altura.
domingo, 14 de noviembre de 2010
ELMUNDO EN LA ENCRUCIJADA, ¿AUSTERIDAD O ESTÍMULOS?
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