Translate

domingo, 15 de noviembre de 2015

Política ¿HACIA DONDE VA EL MUNDO?

El universo es demasiado grande e inescrutable como para pretender conocer nuestro futuro...Cada acción que realizamos y cada pensamiento que cruza nuestras mentes responde a designios que están más allá de las posibilidades de la especie humana...
¿Hacia dónde marcha el mundo?. En el siglo pasado, algunos llegaron a sostener el Fin de la Historia luego de la caída del muro de Berlín y el fin de guerra fría. Sin embargo, el “fin de la historia” fue una afirmación pedante y sin correlato con la realidad. La historia es tejida por máquinas inescrutables, instaladas más allá del intelecto humano. Al final de todo, la historia humana es una historia de la distribución del poder entre distintos grupos humanos. Eso es todo: poder.

La lucha comenzó con el poder religioso por encima del poder político. Paso a paso, el poder político le disputó el poder al religioso y se hizo un espacio propio, hasta que el poder económico lo desplazó y comenzó a marcar el territorio. El mundo se convirtió en una gran mina llena de tesoros que los más poderosos aspiraban a poseer. Y el más grande de los tesoros estaba en el Medio Oriente: el petróleo. El poder económico comenzó a dirigir las operaciones mundiales en base al modelo neosocialista, controlador y concentrador del poder. Así ha sido hasta que el poder religioso proveniente del Medio Oriente ha despertado en las peores manos. Si el profeta Mahoma viviera, castigaría a los terroristas que usan el islam, una religión de paz, para justificar sus atrocidades propias de mentes retorcidas.

Sin embargo el poder económico del mundo desarrollado ha cometido pecados enormes en el Medio Oriente; ha creado países y fronteras; ha impuesto y defendido liderazgos brutales; ha sometido poblaciones enteras a dictadores sanguinarios solo porque ellos les entregan el oro de la tierra. El segundo error ha sido eliminar a esos dictadores, con el paso del tiempo, para intentar imponer el modelo político democrático que solo ha creado caos y violencia dado el vacío de poder. Es la absurda creencia del neosocialismo internacional: fabricar progreso llevando a otras latitudes modelos políticos creados bajo otras condiciones…¡y llevan los peores modelos!, ¿podría ser distinto?.

Las sociedades humanas han progresado en la historia por diferentes caminos y han llegado a diferentes estados evolutivos. La sociedad occidental ha impuesto el modelo democrático porque eso les ha permitido resolver, de alguna manera, la cuestión de la asignación del poder, pero otras sociedades menos desarrolladas todavía deben lograr consensos respecto de cómo gestionar el poder. Los pueblos de estas sociedades jamás han dispuesto del poder y a lo más, han logrado una comedia representada en congresos o parlamentos en que las elites continúan manejando los hilos del poder. En el caso del Medio Oriente, con fronteras trazadas por Occidente, las distintas tribus debieron agruparse en sociedades que pasaron a formar “países”. En ese contexto, los liderazgos solo podían surgir de las tribus más agresivas y expansivas que se apoderaban del territorio entero, respaldadas por las naciones más desarrolladas. Los países más poderosos de  Occidente necesitaban el vital petróleo para su crecimiento y no titubearon en respaldar regímenes brutales y dictatoriales con el fin de mantener un acceso privilegiado al recurso.

La intervención interesada de las naciones avanzadas de Occidente mantuvo a los pueblos árabes sometidos a dictaduras brutales. Esta situación no podía continuar y poco a poco, los pueblos comenzaron a buscar alternativas que les permitieran controlar sus vidas. Se había creado un caldo de cultivo preciso para otro tipo de dictaduras, igualmente brutales: las que se basan en un Islam mal entendido. Al igual como las cruzadas fueron respaldadas por la iglesia de su tiempo, la guerra santa también fue justificada por los mulás, ayatolas y ulemas. Los infieles debían reconocer al Islam como la única religión y debían someterse.

Las sociedades atrasadas, controladas por un poder central brutal, solo podían ser “liberadas” por otro poder central al que podían reconocer como propio, aunque fuera igualmente brutal.  La primavera árabe fue el despertar de una serie de conglomerados humanos que querían otra vida, más allá de la violencia del poder de turno, sin saber que les deparaba el futuro. La guerra santa dio a muchos jóvenes la oportunidad de plantarse frente al mundo y mostrarse orgullosos de sus creencias y sus pretensiones, defendidas e impuestas con las armas. El resentimiento de siglos contra Occidente ha sido explotado, por ciertos liderazgos, inoculando en las mentes más jóvenes la realización de perversas acciones que se justifican por el paraíso que les espera. Nadie les ha dicho a esos jóvenes que asesinan personas brutalmente o se inmolan, casi gratuitamente, que las vidas que quitan y sus propias vidas son más valiosas que las creencias de los que los envían a la barbarie.

Algunos culpan a la religión de la crueldad y la barbarie de estos grupos minoritarios, pero ¿qué tiene que ver la religión?. La “guerra santa” que enarbolan algunos religiosos fanáticos solo representa una manifestación del pasado lleno de resentimiento hacia las naciones que los dividieron y controlaron. Las religiones verdaderas, el Islam entre ellas, son creencias de paz y de respeto, mientras que la violencia solo es la expresión de aquellos que no respetan nada y que la usan de excusa para sus diabólicos planes de apoderarse del poder. Algunos dicen que el Islam no es una religión de paz por algunos párrafos sacados de contexto, pero ese texto solo es una manifestación de otras épocas que no puede interpretarse en forma literal.

La razón no está de parte –ni puede estarlo- de los que están detrás de los atentados y de los que bombardean poblaciones civiles; la intolerancia y su afán totalitario les llevan a buscar sus propios fines por medio de la barbarie que alimenta el miedo y el terror. En realidad, estos amantes del poder totalitario solo desean esclavizar por el miedo. No aceptan un mundo distinto al de sus creencias; quieren un mundo que responda a sus reglas…Sin embargo, la naturaleza y la vida son sabias.

Todo lo que está pasando tiene un sentido que aún no podemos definir con certeza…¿Cómo racionalizar la matanza de París e intentar justificarla o comprenderla?. No podemos hacer ni lo uno ni lo otro; la violencia debe ser rechazada porque el mundo está llegando a la conclusión –pese a estos bárbaros- que la vida humana es demasiado valiosa cómo para extraviarla en desvaríos criminales…La naturaleza y la vida les cobrará la cuenta a aquellos que han usado su vida para masacrar vidas ajenas bajo cualquier excusa…Todo se paga en esta Tierra puesto que no existen ni paraísos ni vida eterna y la maldad no puede ser pagada con maldad, sino con amor y paz.

El Islam es una religión de paz y amor, y el Occidente cristiano ya ha cometido demasiados errores en su mundo. Debemos mirar las causas y entender porque un mensaje violento y totalitario permea las mentes de los más jóvenes…¿No habremos actuado con demasiada violencia en sus tierras?, ¿no hemos abusado demasiado de ellos?…La solución está en crear sociedades más libres y abiertas y no lo contrario, aunque eso nos convenga en el corto plazo. El abuso y el maltrato siempre abre las puertas para que el pensamiento totalitario haga su ingreso con sus visiones de un mundo cerrado y dividido en compartimentos estancos…¡Eso no lo queremos!. Queremos un mundo sin fronteras donde no existan los extranjeros, ni los extraños, sino solo los individuos haciendo uso de sus talentos y capacidades para traer bienestar a otros; el planeta es una nave espacial demasiado pequeña como para que se la apropien unos locos amantes del poder.

Porque la lucha violenta por el poder siempre termina en el sufrimiento de los más pobres y débiles; las portadas son para los generales y líderes que sobreviven en sus cuarteles protegidos por toneladas de concreto, en cambio, las tumbas y las cruces son para los inocentes que mueren o son muertos por órdenes de esos locos que declaran guerras santas o bombardean ciudades enteras. Todo se paga en esta Tierra porque todo efecto tiene una causa. La violencia es un camino corto y doloroso, mientras que el amor y la paz es un camino largo y tortuoso. Debemos recorrerlo llevando pensamientos de paz y amor. No hay otra solución aunque nos duela, pero para eso se requieren líderes de otra estirpe que los actuales.

El universo es demasiado grande e inescrutable como para pretender conocer nuestro futuro...Cada acción que realizamos y cada pensamiento que cruza nuestras mentes responde a designios que están más allá de las posibilidades de la especie humana...Los bárbaros que nos sorprenden en el día de hoy son iguales que nosotros, pero están dirigidos por energías que deben gastarse para desaparecer…Somos tan pequeños en un universo tan gigantesco que resulta un mito pensar que los dioses se preocupan por nosotros. Estamos solos en el universo y debemos encontrar el camino hacia la verdad caminando por nuestros propios medios. No culpemos a Dios ni oremos para pedirle por algo que nuestras civilizaciones han creado porque los individuos lo hemos permitido. Hemos elegido liderazgos que abusan de los más débiles y se apropian de riquezas que no les pertenecen…¿no habrá llegado el momento que los individuos comiencen a pensar por sí mismos y dejen de poner sus vidas en manos de personas y agrupaciones de escasos valores?...

¿O usted opina lo contrario?

Panorama LIBERAL
Domingo 15 Noviembre 2015

No hay comentarios: